Recibido: 11/02/2024       Aceptado: 30/06/2024

Impacto de los conflictos familiares en el rendimiento académico de los estudiantes (Revisión).

Impact of family conflicts on students' academic performance: an analysis from the socio-educational perspective (Review).

 

Jamil Marcelo Mendoza Baquerizo. Ing .Unidad de Posgrado. Universidad Técnica Estatal de Quevedo. Los Ríos. Ecuador.

[ jmendozab@uteq.edu.ec ]  [ https://orcid.org/0009-0003-8189-7429 ]

 

Paula Marisol Plaza Zambrano. Ingeniera en Administración de Empresas Agropecuarias. Máster en Diseño Curricular y PhD en Ciencias Económicas. Universidad Técnica Estatal de Quevedo. Los Ríos. Ecuador.

[ pplaza@uteq.edu.ec ] [ https://orcid.org/0000-0001-5152-3272 ]

 

Resumen

El presente artículo de revisión se enfoca en analizar el impacto de los conflictos familiares en el rendimiento académico de los estudiantes desde una perspectiva socioeducativa. A través de una revisión exhaustiva de la literatura existente, se busca sintetizar los estudios previos que abordan esta relación, identificar las teorías y enfoques utilizados, analizar las metodologías de investigación empleadas, y destacar los hallazgos más relevantes en este campo. Se examinarán las tendencias actuales y se identificarán posibles lagunas en la investigación para proponer áreas de estudio futuras. Este análisis permitirá comprender mejor cómo los conflictos familiares pueden afectar el rendimiento académico de los estudiantes y ofrecerá perspectivas para la implementación de estrategias educativas y de intervención que puedan mitigar estos impactos negativos.

Palabras claves: conflictos; conflictos familiares; rendimiento académico; estudiantes

 

 

Abstract

This review article focuses on analyzing the impact of family conflicts on students' academic performance from a socio-educational perspective. Through a comprehensive review of existing literature, the aim is to synthesize previous studies that address this relationship, identify the theories and approaches used, analyze the research methodologies employed, and highlight the most relevant findings in this field. Current trends will be examined, and possible research gaps will be identified to propose areas for future study. This analysis will provide a better understanding of how family conflicts can affect students' academic performance and offer insights for the implementation of educational and intervention strategies that can mitigate these negative impacts.

Keywords: conflicts; family conflicts; academic performance

Introducción

Los conflictos familiares son frecuentes en la vida de numerosos estudiantes y ejercen una influencia sustancial en su rendimiento académico. Es imperioso, desde un punto de vista socioeducativo, comprender el impacto de estos conflictos en el bienestar emocional, la motivación y la capacidad de concentración de los estudiantes y su repercusión en los logros académicos. La dinámica dentro de la familia, las conexiones interpersonales y la atmósfera emocional en el hogar juegan un papel fundamental en el desarrollo integral de los adolescentes y, como resultado, en su éxito académico.

Pueden surgir diversas manifestaciones de conflictos familiares, como disputas parentales continuas, divorcios, abuso doméstico o dificultades financieras. Estas circunstancias suelen provocar estrés, ansiedad, depresión y una sensación de incertidumbre entre los estudiantes, lo que dificulta su concentración en los estudios, su participación activa en las actividades del aula y la realización de todo su potencial académico.          

Además, los conflictos familiares pueden afectar la autoestima, la autoeficacia y la regulación emocional de los estudiantes, factores todos los cuales son cruciales para un rendimiento académico óptimo. Por lo tanto, es vital abordar este problema desde una perspectiva socioeducativa para identificar estrategias eficaces que apoyen y guíen a los estudiantes a superar los obstáculos que acarrean los conflictos familiares y fomentar un entorno escolar propicio para su desarrollo integral.

El objetivo de esta revisión es investigar la correlación entre los conflictos familiares y el rendimiento académico de los estudiantes mediante el examen de la literatura existente para identificar las tendencias, los patrones y las posibles intervenciones educativas que podrían mejorar la situación de los estudiantes afectados.

La importancia de abordar los conflictos familiares en el entorno educativo se debe a sus repercusiones directas en los logros académicos y el bienestar emocional de los estudiantes. La capacidad de los conflictos familiares para perturbar significativamente la concentración, el proceso de aprendizaje y la participación activa de los estudiantes en la educación puede, por lo tanto, afectar su éxito académico y su crecimiento personal. En consecuencia, es crucial que los educadores, los psicólogos escolares y otros profesionales de la educación reconozcan este problema y busquen herramientas y estrategias para ayudar a los estudiantes a lidiar con los conflictos familiares.

Al reconocer el vínculo entre los conflictos familiares y el rendimiento académico, los profesionales de la educación pueden introducir intervenciones adecuadas para ayudar a los estudiantes a superar estos desafíos y establecer un entorno escolar positivo, seguro, atractivo y de apoyo que promueva su desarrollo integral.

                         Además, el examen de las disputas familiares desde una perspectiva socioeducativa mejora la resiliencia, la autoestima y la eficacia de los estudiantes, reforzando así su capacidad para enfrentar circunstancias adversas y alcanzar los objetivos académicos. Brindar un respaldo emocional y académico adecuado a los estudiantes involucrados mejora su bienestar general y sus logros en el ámbito educativo.

El objetivo de este manuscrito es múltiple, y el objetivo general es una exploración exhaustiva de la literatura sobre la influencia de los conflictos familiares en el rendimiento académico de los estudiantes desde un punto de vista socioeducativo.

Los objetivos específicos incluyen fusionar las investigaciones anteriores sobre la correlación entre la discordia familiar y el rendimiento académico, delinear las teorías y metodologías clave utilizadas para analizar esta asociación en las obras académicas, analizar las diversas metodologías y herramientas de investigación utilizadas en los estudios que se centran en los conflictos familiares y el rendimiento académico, identificar los patrones y descubrimientos importantes en la literatura contemporánea sobre este tema, así como reconocer las brechas de investigación y proponer direcciones para futuras investigaciones en este campo.

Estos objetivos orientan la elaboración y publicación del artículo de revisión, con la intención de generar conocimientos, abrir espacios de reflexión y aportar a la mejora continua del sistema educativo al profundizar en el nexo que se establece entre los conflictos familiares y el rendimiento académico de los estudiantes de la educación básica.

Desarrollo

En el ámbito de la literatura académica, el análisis de la correlación entre los conflictos familiares y el rendimiento académico de los estudiantes se ha explorado a fondo a través de una multitud de teorías y enfoques. Se han empleado varios marcos teóricos y metodologías para analizar esta importante relación.

Una de las principales teorías utilizadas para analizar esta asociación es la teoría del estrés familiar, la que profundiza en cómo la discordia familiar, como la separación de los padres o el abuso doméstico, genera estrés en los niños y adolescentes, lo que ejerce un impacto perjudicial en sus logros académicos. Analiza los mecanismos a través de los cuales los factores estresantes relacionados con la familia impiden la capacidad de concentración, disminuyen la autoestima, reducen la motivación e influyen en otras variables que, en última instancia, afectan el rendimiento escolar.

Otro enfoque teórico importante es la teoría del apoyo social. Desde esta perspectiva se acentúa el papel fundamental del apoyo social dentro del entorno familiar para fomentar el bienestar y el éxito académico de los estudiantes. Explora cómo las dinámicas familiares positivas, las expresiones de afecto, las líneas abiertas de comunicación y el sustento emocional pueden mejorar las repercusiones adversas de los conflictos familiares en los resultados académicos.

Además, la teoría del capital social es fundamental para comprender cómo los activos sociales accesibles dentro de la unidad familiar, como las redes sociales, la confianza interpersonal y la participación en los compromisos comunitarios, pueden influir en el rendimiento académico de los estudiantes. Evalúa cómo la calidad de las relaciones familiares y el capital social pueden servir como escudos protectores contra los efectos perjudiciales de las disputas familiares.

El enfoque socioecológico proporciona un examen exhaustivo de cómo se entrecruzan los conflictos familiares dentro de un marco más amplio que abarca los factores individuales, familiares, educativos y comunitarios. Este enfoque considera la interacción entre estos diversos niveles de influencia para comprender las diferentes vertientes de la discordia familiar en los logros académicos de los estudiantes.

Estas perspectivas teóricas antes mencionadas ofrecen puntos de vista distintivos para comprender cómo los conflictos familiares afectan al progreso académico de los estudiantes e ilustran las posibles vías para abordar estos desafíos desde un punto de vista preventivo e intervencionista.

En el contexto de Ecuador, un notable estudio realizado por Torres y Ceballos (2016) sobre los conflictos familiares y el rendimiento académico de los estudiantes de secundaria ha llamado la atención por sus ideas pertinentes. La perspectiva delineada en este estudio es muy relevante y proporciona información valiosa sobre el tema. Los hallazgos de esta investigación tienen el potencial de facilitar la identificación de los factores que influyen en los logros académicos de los estudiantes y de guiar la formulación de estrategias destinadas a mejorar su bienestar emocional y su éxito educativo. Estos hallazgos son importantes para la formulación de intervenciones y políticas educativas orientadas a fomentar un entorno familiar propicio y enriquecedor que fomente el desarrollo integral de los jóvenes en Ecuador.

Además, la investigación llevada a cabo por Vargas y Gómez (2018) sobre las repercusiones de los conflictos familiares en el rendimiento académico de los estudiantes ecuatorianos representa una contribución notable a los ámbitos de la educación y la psicología. Este estudio enriquece la base de conocimientos existente en estos ámbitos. Los resultados logrados son fundamentales para fundamentar el desarrollo de intervenciones específicas y mecanismos de apoyo que tengan como objetivo mejorar las trayectorias académicas y el bienestar general de los estudiantes que luchan contra la discordia familiar.

La metodología utilizada en la investigación, junto con la muestra elegida y las herramientas de medición empleadas, parecen ser suficientes para examinar esta correlación. Es decisivo tener en cuenta factores como la validez y confiabilidad de los instrumentos utilizados, así como la representatividad de la muestra, a fin de generalizar los hallazgos a la población estudiantil de Ecuador.

Además, es necesario analizar los resultados para determinar la existencia de asociaciones significativas entre los conflictos familiares y el rendimiento académico de los estudiantes, y al mismo tiempo identificar las posibles variables mediadoras o moderadoras que podrían afectar esta conexión. De igual manera, explorar estrategias de intervención para aliviar los efectos adversos de los conflictos familiares en el entorno académico.

El estudio realizado por Vargas y Gómez (2018) presenta un punto de vista interesante sobre un tema pertinente dentro del marco educativo ecuatoriano; sin embargo, se recomienda profundizar en elementos metodológicos y analíticos específicos para mejorar la validez y la practicidad de los resultados obtenidos.

Otro aspecto crítico a considerar, como señalaron Chasi et al. (2022), es la crisis económica y social que afecta a los hogares de los niños, llevándolos a ingresar prematuramente a la fuerza laboral, un fenómeno cada vez más evidente en el sistema educativo de Ecuador, particularmente en la Unidad Educativa Juan León Mera. Este problema afecta predominantemente a los hogares disfuncionales con bajo nivel educativo. La prevalencia del trabajo infantil se correlaciona directamente con el rendimiento académico de los estudiantes de tercer año de educación secundaria básica de la Unidad, lo que ofrece criterios para desarrollar un sistema de estrategias psicopedagógicas a fin de mejorar los resultados educativos de los estudiantes.

Las propuestas incluyen la organización de talleres de sensibilización para las familias de los estudiantes de primaria que se encuentran en la tercera fase del desarrollo, a fin de apoyar las actividades de estudio individuales basadas en la dinámica familiar. Un análisis reveló que la preparación de las familias mediante la orientación se tradujo en una mejora gradual de los aspectos teóricos y prácticos de las actividades de estudio, así como en la actitud de las familias hacia la orientación de esas actividades (Pérez y otros, 2023).

Según Herrera (2020), la ausencia de vínculos de comunicación efectivos entre padres e hijos desencadena desafíos sociales, emocionales, psicológicos y educativos, que afectan directamente a los estudiantes de la Unidad Educativa Fiscomisional «Mariana de Jesús». La aplicación de una metodología teórica y práctica orientada a mejorar la comunicación entre pares subraya la importancia de implementar una guía de técnicas para mejorar la comunicación asertiva dentro de las familias.

Se han realizado múltiples investigaciones sobre este tema en varios países del mundo, donde se destaca la importancia de los factores económicos y los recursos culturales familiares para influir en el éxito académico de los estudiantes.

Las contribuciones de los investigadores Amato y Keith (1991), Conger y Donnellan (2007), así como Deater-Deckard y Panneton (2017), son notables en el ámbito de la psicología y la educación en relación con el impacto de los conflictos familiares en el rendimiento académico de los estudiantes.

Amato y Keith (1991) realizaron una investigación fundamental sobre las divergencias de la discordia familiar en el bienestar de los niños y adolescentes, y han demostrado que dichos conflictos pueden tener efectos adversos en su progreso emocional y académico. Sus estudios han proporcionado pruebas convincentes sobre la necesidad de abordar los conflictos familiares para fomentar un ambiente familiar de apoyo y mejorar los logros académicos de los estudiantes.

Paralelamente, Conger y Donnellan (2007) han profundizado en la influencia de las dinámicas familiares, como las disputas matrimoniales, en el desarrollo de las personas jóvenes, subrayando el papel fundamental de las interacciones familiares en los resultados académicos. Sus investigaciones han contribuido a una comprensión más profunda de cómo los conflictos familiares pueden afectar la trayectoria educativa de los estudiantes, haciendo hincapié en el carácter imperativo de las intervenciones para mejorar la dinámica familiar.

Deater-Deckard y Panneton (2017) han realizado significativos estudios sobre la relación entre los conflictos familiares y el rendimiento académico desde una perspectiva más amplia, teniendo en cuenta variables como el estrés familiar, la resiliencia de los estudiantes y los recursos disponibles en el entorno familiar. Su investigación ha aportado información inestimable sobre cómo resolver esta problemática a través de diversos mecanismos.

Briones (2010) ha realizado un estudio centrado en analizar cómo los conflictos familiares y la disfuncionalidad en el entorno familiar pueden afectar al rendimiento académico de los estudiantes de secundaria, revelando una correlación manifiesta, la que sugiere que un entorno familiar negativo puede ejercer una influencia sustancial en su éxito académico, enfatizando la importancia de comprender los factores que afectan los logros educativos de los estudiantes y ofrece información valiosa para implementar medidas preventivas y de apoyo en el entorno educativo.

Sotil y Quintana (2002) se centran en evaluar cómo el clima familiar, las metodologías de aprendizaje y la inteligencia emocional pueden afectar los logros académicos de los estudiantes. Su estudio explora el nexo entre el entorno familiar en el que se crían los estudiantes, las estrategias que emplean para aprender y su capacidad para regular sus emociones, y cómo estos elementos interactúan con su éxito académico.

Los resultados de este estudio ofrecen información valiosa sobre la importancia de promover una atmósfera familiar positiva, fomentar técnicas de aprendizaje eficaces y cultivar la inteligencia emocional en los estudiantes para mejorar su aprendizaje. Es crucial realizar estudios como este para obtener una comprensión más profunda de los factores que afectan el nivel educativo de los jóvenes, lo que puede ayudar a diseñar intervenciones y programas educativos más eficientes.

La investigación llevada a cabo por estos académicos ha mejorado significativamente la comprensión de la correlación entre la discordia familiar y el éxito académico de los estudiantes, lo que subraya la necesidad de abordar estos conflictos para minimizar esta brecha. Sus contribuciones han sido fundamentales para dirigir las intervenciones y políticas educativas destinadas a mejorar el bienestar de los niños y adolescentes que crecen en entornos familiares conflictivos.

Asimismo, cuando se combina con otros esfuerzos de investigación globales, su trabajo subraya la importancia y la pertinencia de abordar las repercusiones de los conflictos familiares en los entornos educativos para mejorar los resultados académicos de los estudiantes.

Se han empleado diversas metodologías y herramientas de investigación en estos estudios. Algunos enfoques distintivos incluyen: las encuestas y los cuestionarios, que se utilizan comúnmente para recopilar datos sobre las percepciones de los estudiantes, los padres y los maestros con respecto a los conflictos familiares y sus efectos en el rendimiento académico.

Estas herramientas suelen incluir preguntas cerradas y abiertas para obtener datos cuantitativos y cualitativos. Entrevistas semiestructuradas, que permiten a los investigadores profundizar en las experiencias y puntos de vista de los participantes. Este método cualitativo proporciona información detallada y contextualizada sobre cómo la discordia familiar afecta a los estudiantes. La observación participante, que implica que los investigadores se sumerjan en la comunidad objeto de estudio para presenciar directamente las interacciones de la familia y su influencia en el aprendizaje de los estudiantes.

Esta estrategia cualitativa facilita una comprensión más profunda sobre el hecho en si. Análisis de datos secundarios, en el que algunos estudios utilizan datos de encuestas nacionales o bases de datos educativas para analizar la asociación entre los conflictos familiares y el rendimiento académico a una escala más amplia. Este enfoque cuantitativo permite identificar tendencias y patrones a nivel poblacional.

Estudios longitudinales, en los que se hace un seguimiento de una cohorte de estudiantes a lo largo del tiempo para explorar esta correlación durante las distintas etapas de su desarrollo, permite analizar los vínculos causales y las vías de progreso a lo largo del tiempo. La integración de metodologías cuantitativas y cualitativas ha permitido a los investigadores adquirir una comprensión integral de cómo los conflictos familiares influyen en los logros académicos de los estudiantes.

Dentro de la literatura existente que se ha estudiado, han surgido varias tendencias y descubrimientos pertinentes que arrojan luz sobre la intrincada naturaleza de esta relación.

Algunas de las tendencias y descubrimientos más prevalentes giran en torno a las implicaciones negativas que los conflictos familiares producen en los logros académicos, varios estudios han revelado consistentemente que hay que considerar cuestiones como el divorcio de los padres, la violencia doméstica o la comunicación ineficaz dentro de las familias.

Estos conflictos tienen el potencial de inducir estrés, ansiedad, distracciones y trastornos emocionales, impidiendo así la capacidad de los estudiantes para concentrarse y sobresalir académicamente.

La literatura indica que el impacto de los conflictos familiares en el rendimiento académico puede variar según la etapa de desarrollo del estudiante. Por ejemplo, los conflictos que se experimentan durante la infancia pueden tener repercusiones duraderas en la parte académica, mientras que los que se producen en la adolescencia pueden afectar la motivación y el compromiso con la escuela.

Los investigadores han profundizado en su exploración cómo ciertos factores pueden mediar o moderar esta correlación. El apoyo emocional de un adulto cercano, la resiliencia individual y los mecanismos de afrontamiento se han identificado como posibles factores atenuantes que pueden contrarrestar los efectos adversos de los conflictos familiares en el rendimiento académico de los estudiantes.

El contexto cultural y de género también ha sido objeto de indagación para explorar en este sentido. Los estudios han indicado que las niñas pueden ser más susceptibles a los impactos perjudiciales de los conflictos familiares en comparación con los niños. Además, las creencias culturales en torno a la dinámica familiar y los sistemas de apoyo social pueden desempeñar un papel a la hora de moderar estos efectos.

Los hallazgos subrayan la importancia de implementar intervenciones y programas de apoyo para ayudar a los estudiantes a superar estos desafíos. Estas intervenciones abarcan una gama de servicios como el asesoramiento, la tutoría, los grupos de apoyo familiar y la educación de los padres.

En esencia, la bibliografía actual sobre los conflictos familiares y el rendimiento académico arroja luz sobre tendencias cruciales que subrayan la necesidad de abordar este tema de manera integral. Es un imperativo tener en cuenta los factores individuales, familiares, sociales y culturales para fomentar el bienestar y el éxito académico de los estudiantes que se enfrentan a situaciones turbulentas en el hogar.

Existen brechas notables en el panorama de investigación actual en relación con los conflictos familiares y los logros académicos. Principalmente, una parte considerable de los estudios se concentra en este particular, sin profundizar específicamente en los conflictos familiares y sus repercusiones en lo académico. Además, la mayoría de los esfuerzos de algunas investigaciones se centran en la correlación entre los conflictos entre el trabajo y la familia y el rendimiento académico, por lo que son escasos los estudios que examinan otras formas de conflictos familiares, como los problemas de crianza y las disfunciones familiares.

Otra brecha crucial que merece una mayor exploración está relacionada con la insuficiencia de investigaciones realizadas sobre el papel de los padres y su participación activa en el aprendizaje de sus hijos. Es necesario profundizar en esta dinámica del clima familiar, la autoestima de los estudiantes y el rendimiento académico para obtener una comprensión más profunda de estas interrelaciones.

Es indispensable un mayor número de esfuerzos de investigación para cerrar las brechas existentes y proyectarse sobre la compleja interacción entre los conflictos familiares y los logros académicos de los estudiantes.

Los factores socioeducativos que influyen en la forma en que los conflictos familiares impactan el rendimiento académico de los estudiantes incluyen tanto factores emocionales como aspectos relacionados con el entorno escolar; los primeros incluyen la motivación del estudiante, el auto concepto y la inteligencia emocional, los que tienen un gran peso en su rendimiento académico, mientras que los factores relacionados con el entorno escolar incluyen la formación educativa de los padres, el estatus laboral de la madre y el clima familiar imperante, la implicación de los padres puede mejorar el estudio de sus hijos en la escuela.

No se puede desestimar el papel fundamental que desempeñan la motivación y el autocontrol de los estudiantes en la configuración del éxito académico, ya que la evidencia empírica subraya la influencia positiva de la participación de los padres en el rendimiento escolar de sus hijos, especialmente en hogares caracterizados por un nivel educativo limitado o por situaciones en las que la madre asume la doble responsabilidad de trabajar y criar a los hijos. Por lo tanto, es imprescindible tener en cuenta de manera integral estas variables socioeducativas a la hora de abordar los conflictos familiares y sus repercusiones en el progreso académico de los estudiantes.

El nexo entre la intensidad y la frecuencia de la discordia familiar y sus determinaciones en el rendimiento académico es de suma importancia. Estos conflictos tienden a generar desafíos emocionales y conductuales que impiden directamente el éxito académico, lo que resulta en sentimientos de frustración, disminución de la concentración y disminución de la eficacia en las tareas escolares. Además, la correlación que se estudia subraya el potencial de las intervenciones en el entorno familiar para obtener beneficios académicos sustanciales, y hace hincapié en la importancia de cultivar una relación propicia entre la unidad familiar y el estudiante para mejorar el rendimiento académico.

En esencia, la intensidad y la frecuencia de los conflictos familiares pueden estar directamente relacionadas con los logros académicos de los estudiantes, lo que subraya la urgencia de abordar estos conflictos para fomentar un entorno de aprendizaje propicio y promover el progreso académico.

Un enfoque integral que aborde la relación entre la escuela, la familia y la comunidad es crucial para reconocer, abordar y remediar la problemática planteada. La violencia familiar puede ser el resultado de la falta de comunicación y comprensión entre los miembros de la familia. Por lo tanto, es importante implementar políticas y prácticas educativas efectivas que fomenten una comunicación asertiva y una resolución saludable de conflictos dentro de la unidad familiar.

La atención integral a los problemas de convivencia familiar en las comisarías de familia es una estrategia efectiva para abordar estos desafíos. Además, la educación para la salud desde un enfoque de responsabilidad familiar e individual puede ayudar a promover el autocuidado y la defensa de la salud individual. La colaboración entre la escuela, la familia y la comunidad puede fortalecer la convivencia familiar y mejorar el rendimiento académico de los estudiantes al proporcionar un ambiente de apoyo y comprensión.

Las intervenciones educativas y los programas de apoyo familiar que se centran en mejorar las habilidades de comunicación, fomentar la resolución de conflictos y cultivar una atmósfera familiar positiva son fundamentales para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes. Estos programas abarcan varias iniciativas destinadas a lograr estos objetivos, como los programas de habilidades parentales, la terapia familiar, las escuelas para padres y los programas de tutoría familiar, todos diseñados para contribuir a un entorno familiar más propicio para el éxito académico.

Los programas de habilidades parentales son intervenciones estructuradas que se concentran en mejorar las capacidades de comunicación y resolución de conflictos de los padres, lo que puede influir significativamente en el ambiente familiar y, en consecuencia, afectar el éxito académico de los estudiantes. La terapia familiar surge como una estrategia poderosa para abordar las disputas familiares y mejorar la comunicación entre los miembros de la familia, fomentando así un entorno familiar más optimista y de apoyo que propicie el bienestar de los estudiantes.

Las escuelas para padres desempeñan un papel vital al ofrecer talleres y sesiones de capacitación para los padres con el objetivo de reforzar sus habilidades parentales, fomentar una comunicación eficaz y promover la resolución de conflictos en el hogar, todo lo cual repercute positivamente en el rendimiento académico de los estudiantes, de igual manera los programas de tutoría familiar están diseñados para este propósito al poner en contacto a las familias con mentores que ofrezcan apoyo, orientación y recursos para mejorar la comunicación y resolver los conflictos de manera constructiva, fomentando así un entorno familiar positivo que promueva el logro académico de los estudiantes.

La evaluación de estos programas debe incluir indicadores de mejora en la comunicación familiar, resolución de conflictos, ambiente emocional en el hogar y el desempeño académico de los estudiantes, para medir su efectividad a largo plazo. Es importante adaptar las intervenciones a las necesidades específicas de cada familia y mantener una comunicación abierta, transparente y continua entre la escuela, la familia y la comunidad para garantizar el éxito de estas iniciativas.

Conclusiones

Existe una relación significativa entre los conflictos familiares y el rendimiento académico de los estudiantes de Educación Básica en Ecuador, lo que sugiere que el ambiente familiar puede influir en el desempeño escolar de los niños y adolescentes.

Los conflictos familiares pueden afectar negativamente la concentración, motivación y bienestar emocional de los estudiantes, lo que a su vez puede repercutir en el rendimiento académico.

Es importante que los docentes y profesionales de la educación estén atentos a las señales de conflictos familiares en los estudiantes, para poder brindarles el apoyo necesario y contribuir a mejorar su desempeño académico.

Se deben implementar estrategias de intervención y prevención en las escuelas y comunidades para abordar los conflictos familiares y promover un ambiente familiar saludable que favorezca el desarrollo académico de los estudiantes.

Es fundamental fomentar la comunicación y el trabajo en equipo entre las familias, las escuelas y otros actores involucrados en la educación de los niños y adolescentes, con el fin de crear un entorno propicio para el aprendizaje y el desarrollo integral de los estudiantes.

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