Recibido: 26/abril/2025       Aceptado: 16/julio/2025

La imaginación y su implicación en el aprendizaje de estudiantes del Subnivel de Básica Elemental (Original)

Imagination and its implication in the learning of students at the Elementary Basic Sublevel (Original)

 

Alan Alexander Kaiser Holguín.  Estudiante de la Carrera Educación Básica. Facultad Ciencias de la Educación, Universidad Técnica Estatal de Quevedo. Los Ríos. Ecuador. 

[ akaiserh@uteq.edu.ec ]   [ https://orcid.org/0009-0000-5890-3833 ]

 

Resumen

La imaginación, como proceso mental, constituye una herramienta importante en el proceso de aprendizaje al potenciar la creatividad, la autonomía y el pensamiento crítico en los estudiantes. El artículo que se presenta, tuvo como objetivo central, analizar la influencia de la imaginación en el aprendizaje de estudiantes de Educación Básica Elemental, desde un enfoque cualitativo con alcance exploratorio. La investigación se llevó a cabo mediante entrevistas semiestructuradas a seis docentes y observación directa a treinta estudiantes de segundo a cuarto año de Básica. A través de los resultados, se pudo comprobar que el uso de la imaginación en el aula favorece el desarrollo de habilidades cognitivas y socioemocionales, como la resolución de problemas, la expresión de ideas y la construcción de conocimientos significativos. Sin embargo, su implementación efectiva se ve limitada a factores como la rigidez del currículo, el enfoque tradicional de la enseñanza, la falta de formación docente en metodologías activas y la escasez de recursos didácticos adecuados. La observación identificó una evolución en la autonomía imaginativa de los estudiantes, dirigida por el docente en los primeros niveles y más autónoma en los grados superiores. Los docentes participantes coinciden en la necesidad de fomentar entornos educativos que estimulen la imaginación, integrando metodologías innovadoras y recursos creativos. Se concluye que fortalecer esta dimensión en el aula requiere una transformación pedagógica que incluya la actualización curricular, la capacitación docente continua y la promoción de espacios lúdicos y flexibles, capaces de incentivar procesos de aprendizaje más significativos.

Palabras Clave: aprendizaje; Educación Básica Elemental; imaginación; metodologías creativas; pensamiento crítico

 

 

Abstract

Imagination, as a mental process, constitutes an important tool in the learning process by enhancing creativity, autonomy, and critical thinking in students. The central objective of this article was to analyze the influence of imagination on the learning of elementary basic education students, using a qualitative approach with an exploratory scope. The research was conducted through semi-structured interviews with six teachers and direct observation of thirty students from second to fourth year of elementary school. The results showed that the use of imagination in the classroom favors the development of cognitive and socio-emotional skills, such as problem-solving, the expression of ideas, and the construction of meaningful knowledge. However, its effective implementation is limited by factors such as the rigidity of the curriculum, the traditional approach to teaching, the lack of teacher training in active methodologies, and the scarcity of adequate teaching resources. The observation identified an evolution in students' imaginative autonomy, directed by the teacher in the lower levels and more autonomous in the higher grades. The participating teachers agree on the need to foster educational environments that stimulate imagination, integrating innovative methodologies and creative resources. It is concluded that strengthening this dimension in the classroom requires a pedagogical transformation that includes curricular updating, ongoing teacher training, and the promotion of playful and flexible spaces capable of encouraging more meaningful learning processes.

Key words: learning; elementary basic education; imagination; creative methodologies; critical thinking

Introducción

La imaginación es esa facultad humana que permite concebir ideas, imágenes y escenarios más allá de la realidad inmediata; juega un rol fundamental en el desarrollo integral de las personas. Desde la infancia, la capacidad de imaginar se entrelaza con el juego, la exploración y la comprensión del mundo en general. En el contexto educativo, especialmente en las etapas iniciales, la imaginación no es un pasatiempo, es una herramienta poderosa que puede potenciar significativamente el proceso de aprendizaje fomentando la creatividad, el pensamiento crítico y la resolución innovadora de problemas en los niños y niñas.

Durante los primeros años de escolaridad los estudiantes transitan por una etapa en la consolidación de sus habilidades cognitivas, lingüísticas, emocionales y sociales. En este periodo el pensamiento simbólico y la capacidad de representación cobran especial relevancia. La imaginación, en este sentido, actúa como un mecanismo que permite a los niños comprender su entorno, recrearlo y transformarlo a través de diversos lenguajes como el juego, el dibujo, la dramatización, la escritura o el relato oral. Es a través de estas formas expresivas que los estudiantes elaboran sus propias interpretaciones del mundo, desarrollan hipótesis y se preparan para enfrentarse a nuevas experiencias de aprendizaje.

La tradición pedagógica ha conocido el valor del pensamiento imaginativo desde enfoques como el constructivismo y la pedagogía activa, en el que varios autores como Salazar (2024) han planteado que la imaginación cumple una función estructurante en el desarrollo cognitivo y en la construcción del conocimiento. Vygotsky (1987, citado por Alessandroni, 2017), sostiene que la imaginación no es una cualidad separada del pensamiento racional, es una forma de pensamiento simbólico que se nutre de la experiencia social y cultural. De igual forma, Egan (2018, citado por Salazar, 2024) destaca la educación imaginativa como una alternativa pedagógica capaz de integrar emoción, narrativa y contenido académico permitiendo una enseñanza más humana, significativa y contextualizada.

Sin embargo, a pesar de su relevancia, la imaginación ha sido frecuentemente subestimada en los sistemas educativos tradicionales, donde se prioriza la memorización mecánica, la repetición de contenidos y la evaluación estandarizada. Esta situación limita la posibilidad de que los estudiantes desarrollen plenamente su potencial creativo y emocional reduciendo el aprendizaje a un proceso técnico desvinculado de la experiencia personal. Frente a este panorama, se hace necesario revalorizar el papel de la imaginación en la escuela como un componente esencial del aprendizaje significativo y del desarrollo integral.

El presente estudio se justifica en la necesidad de generar aportes técnicos e investigativos que contribuyan al enriquecimiento de las metodologías educativas aplicadas en el Subnivel de Educación Básica Elemental. Su objetivo es analizar la implicación de la imaginación en el proceso de aprendizaje de los estudiantes, explorando las diversas formas en que esta capacidad se manifiesta y aporta al desarrollo de habilidades cognitivas, creativas y socioemocionales. Se desarrolla un análisis cualitativo con entrevistas a 6 docentes de Educación Básica Elemental y una observación directa en alumnos de segundo, tercero y cuarto de básica. Se espera que los resultados obtenidos sirvan como base para la formulación de propuestas pedagógicas inclusivas y sensibles, ajustadas a las características del desarrollo infantil y que fortalezcan la formación docente, la elaboración de recursos didácticos y la organización del ambiente de aprendizaje dentro del aula.

Fundamentos teóricos

La imaginación

La imaginación es una capacidad mental fundamental para el desarrollo integral del ser humano. En el contexto educativo, y particularmente en el subnivel de Educación Básica Elemental, la imaginación actúa como un proceso psicológico superior que permite a los estudiantes construir, modificar y proyectar realidades simbólicas a partir de su experiencia previas y emocionalidad. Según  Torres (2025) la imaginación en los niños no solo revive vivencias pasadas, también las transforma en nuevos conocimientos y soluciones creativas ante los desafíos que enfrentan. Esta facultad fortalece el afecto, la curiosidad y la exploración activa del entorno.

  En consecuencia, Flórez y López (2020) destacan que la imaginación no surge de forma espontánea, se cultiva desde la niñez a través de la interacción social, el juego simbólico y las experiencias concretas. Para los estudiantes de Básica Elemental, esto significa que cada juego, historia o actividad creativa en el aula representa una oportunidad para ejercitar la mente imaginativa. Además, como lo afirman Anchundia et al. (2023) la imaginación debe ser comprendida como una herramienta dinámica, capaz de conectar emociones e ideas abstractas, lo que favorece un aprendizaje más significativo y personal.

En el mismo orden, se analiza que la imaginación actúa como un puente entre el juego y el aprendizaje en la educación básica. Los niños adoptan roles, crean escenarios y resuelven situaciones ficticias que, aunque sean irreales tienen un alto valor formativo. Estas actividades estimulan la capacidad para explorar alternativas, tomar decisiones y aprender desde la acción, a su vez desarrollan la fantasía y constituyen un mecanismo que permite al niño ensayar su pensamiento y experimentar consecuencias de una forma más segura.

Aprendizaje

El aprendizaje es un proceso continuo de construcción del conocimiento, mediante el cual los estudiantes asimilan, reorganizan e integran la información con base en sus experiencias previas. En el subnivel de Educación Básica Elemental, este proceso está fuertemente influenciado por factores emocionales, sociales, y cognitivos. Desde esta perspectiva, la imaginación juega un papel fundamental ya que permite crear representaciones nuevas mentales que ayudan a comprender y resolver situaciones nuevas.

 Olivares et al. (2020) señalan que el uso de herramientas como los mapas conceptuales y los cuadros sinópticos, cuando se construyen de forma autónoma, permiten a los estudiantes organizar la información de manera significativa, desarrollando así su capacidad para aprender. Así mismo, Barreto et al (2024), sostienen que un desarrollo cognitivo incompleto durante la infancia puede dificultar la comprensión de conceptos complejos, afectando directamente los logros de aprendizaje esperados. La adecuada estimulación de la imaginación, por tanto, permite consolidar aprendizajes más profundos y duraderos.

Desde la perspectiva sociocultural de Vygotsky (1979, citado por Alessandroni, 2017), el aprendizaje es un fenómeno socialmente mediado que ocurre en interacción con otros. Junco et al. (2024) advierten sobre el entorno estimulante, en el que se fomenta la exploración, la retroalimentación y el desafío cognitivo, lo que contribuye a que los estudiantes construyan conocimientos activamente. En este sentido, la imaginación se convierte en una vía para potenciar la zona de desarrollo próximo, permitiendo a los niños avanzar más allá de lo que podían lograr por sí solos.

En esta etapa del desarrollo, los niños aprenden mejor cuando participan activamente, cuando pueden manipular objetos, explorar, experimentar, hacerse preguntas y obtener respuestas a través de su propia experiencia. El aprendizaje deja de ser una acción pasiva para convertirse en una actividad donde el estudiante es protagonista. Por ello, las metodologías centradas en el niño, como el aprendizaje basado en proyectos, el trabajo colaborativo y las estrategias lúdicas, son altamente eficaces para favorecer una educación más profunda desde los primeros años escolares.

Subnivel de Educación Básica

El subnivel de Educación Básica Elemental es una etapa formativa donde los niños comienzan a consolidar su pensamiento lógico, su lenguaje simbólico y su capacidad para interactuar socialmente. Este período está marcado por una intensa actividad cerebral y emocional, en la cual los estímulos externos y educativos influyen decisivamente en la configuración del aprendizaje.

Villón et al. (2024) resaltan que las metodologías activas como el aprendizaje colaborativo favorecen la construcción de conocimientos de forma conjunta, incrementan la motivación de los estudiantes fortaleciendo sus habilidades comunicativas. Estas experiencias compartidas estimulan el pensamiento crítico y la imaginación, ya que al interactuar los niños exploran nuevas ideas y reinterpretan el conocimiento desde múltiples perspectivas.

El pensamiento de Vuk (2023), enfatiza que en América Latina es urgente reevaluar las metodologías tradicionales en la educación básica, proponiendo la integración de competencias como la creatividad, la innovación y la expresión emocional. Estas habilidades no deben verse como actividades complementarias, se deben ver como parte esencial del currículo, ya que desarrollan la capacidad de los estudiantes para enfrentarse a contextos diversos e inciertos. Simeón et al. (2022) considera que la creatividad pedagógica es una competencia inherente del docente, la cual permite generar entornos educativos innovadores donde los alumnos pueden desarrollar su imaginación y habilidades expresivas.

Se destaca que la Educación Básica tiene un objetivo académico y también formativo. En esta etapa los niños desarrollan valores, hábitos y actitudes que marcarán su comportamiento futuro. Es por eso que la escuela debe ser un espacio en el que se fomente la responsabilidad, la empatía, la cooperación y el respeto por los demás. De esta manera, el subnivel de Educación Básica se convierte en una plataforma importante para formar ciudadanos críticos, creativos y comprometidos con su entorno.

Influencia de la imaginación en el aprendizaje de estudiantes de Educación Básica

La imaginación tiene una influencia directa y significativa en los procesos de aprendizaje de los estudiantes de Educación Básica. Esta capacidad mental potencia la creatividad, la resolución de problemas, el pensamiento crítico y la expresión simbólica. Torres (2025) expresa a través de su artículo que los niños desarrollan habilidades cognitivas avanzadas a través del juego y las experiencias imaginativas, fortaleciendo así su interacción emocional y social. Estas prácticas imaginativas se transforman en herramientas esenciales para construir aprendizajes significativos y duraderos.

 Foncubierta et al. (2016) explican que cuando los estudiantes enfrentan desmotivación, el juego actúa como catalizador para el desarrollo de la imaginación, convirtiendo el acto de aprender en una experiencia atractiva. A través del juego simbólico, los niños exploran su mundo interno y proyectan soluciones innovadoras mejorando su autonomía cognitiva y emocional. Robles et al. (2024) respaldan y también advierten acerca del énfasis excesivo en la corrección gramatical y la rigidez metodológica, como elementos que pueden limitar la expresión creativa de los estudiantes.

En el área científica Fleer (2023) muestra cómo los estudiantes utilizan la imaginación para representar fenómenos abstractos, como el movimiento de la luna o las estaciones del año, lo cual fortalece la comprensión de conceptos complejos. De manera similar, Salazar (2024) retoma los planteamientos de Egan sobre la educación imaginativa como la alternativa eficaz para atender a estudiantes con altas capacidades proporcionando contenidos que integren narración, emoción y pensamiento simbólico.

El entorno educativo cumple un papel decisivo en este proceso, no todos los niños expresan su imaginación de la misma manera. Algunos lo hacen a través del dibujo, otros mediante el movimiento, la palabra, hablada, la escritura o el juego simbólico. Por eso, el rol del docente consiste en reconocer y potenciar esas diversas formas de expresión adaptando su práctica para que todos los estudiantes encuentren una vía para imaginar y aprender. Promover esta capacidad desde la escuela implica apostar por una educación transformadora, centrada en el estudiante y orientada al desarrollo integral de sus potencialidades.

Materiales y métodos

Este estudio se llevó a cabo con un enfoque cualitativo, debido a que el fenómeno objeto de estudio es la influencia de la imaginación en el aprendizaje de los alumnos, lo que demanda una comprensión detallada de las vivencias, percepciones y significados que construyen los agentes educativos en su entorno. La investigación cualitativa facilita el acceso a las dimensiones subjetivas y simbólicas del aprendizaje, que no pueden ser captadas mediante métodos cuantitativos. Tal y como indican  Foncubierta et al. (2016) la imaginación no es solo una herramienta creativa, también es una forma de pensamiento que permite reorganizar el conocimiento, activar la memoria y generar nuevas comprensiones. Esta visión pone de manifiesto que el análisis de la imaginación en el aula debe ser tratado desde un enfoque interpretativo y contextual, que reconozca la complejidad de las prácticas educativas reales.

El diseño utilizado fue la investigación exploratoria, no experimental y trasversal, enfocada en analizar la influencia de la imaginación en el proceso de aprendizaje de los estudiantes de educación básica. Se clasifica como una investigación de tipo exploratoria, en tanto que busca indagar con profundidad en el ámbito educativo, la influencia de la imaginación en el proceso de aprendizaje de los estudiantes de Educación Básica Elemental, especialmente en aspectos como la compresión, la motivación y el desarrollo del pensamiento crítico.

Además, es una investigación no experimental, dado que no se manipulan variables ni se interviene de forma directa en el entorno educativo. Se observaron situaciones reales como ocurren en el aula, basadas en entrevistas semiestructuradas a docentes, sin alterar sus dinámicas naturales. Esta elección metodológica es congruente con la lógica cualitativa, donde el investigador se desempeña como observador e intérprete del contexto.

Por otro lado, se considera transversal, pues la recolección de datos tuvo lugar en un único momento temporal. Las entrevistas se llevaron a cabo en una fase específica del año escolar, con el propósito de obtener percepciones actuales de los docentes sobre el uso de la imaginación en sus clases y su impacto en el aprendizaje de los estudiantes.

La población, estuvo compuesta por los estudiantes y docentes de la escuela “Don Bosco” ubicada en la ciudad ecuatoriana de Quevedo, provincia Los Ríos. La muestra incluyó a seis docentes con experiencia pedagógica en el subnivel de básica elemental de la escuela y treinta estudiantes de segundo, tercero y cuarto año de básica. La selección se realizó considerando que los participantes formaron parte del entorno educativo con el cual se obtuvo una vinculación directa, lo que facilitó el proceso de recolección de información.

Para la recolección de datos, se utilizaron entrevistas con los docentes aplicando una guía semiestructurada que abordó el uso pedagógico de la imaginación, metodologías aplicadas, beneficios percibidos y obstáculos institucionales. Simultáneamente, se realizó observación directa de los estudiantes durante sus actividades escolares cotidianas para identificar comportamientos, interacciones y manifestaciones espontáneas de la imaginación en situaciones reales de aprendizaje. El procesamiento de los datos cualitativos se realizó utilizando el software ATLAS.ti 25, lo que permitió un análisis profundo, sistemático y fundamentando en la evidencia, respetando la complejidad de las voces de los participantes. Para analizar el resultado de los dos instrumentos, se describieron las principales incidencias y debilidades de los dos, posteriormente se realizó una propuesta de un Plan Pedagógico Integral, en la búsqueda de mejoras en la imaginación de los estudiantes.

Resultados

El siguiente cuadro conceptual (Figura 1) presenta una visión en general estructurada sobre el papel de la imaginación en el proceso educativo, destacando sus múltiples conexiones con diferentes aspectos esenciales sobre el aprendizaje. Este esquema permite comprender de manera más sintetizada la importancia de la capacidad en el desarrollo integral del estudiante.

Figura 1. Resultados de las entrevistas aplicadas a los docentes

 

Fuente: Elaboración propia, utilizando los datos propiciados del Software ATLAS.ti 25.

El cuadro conceptual resalta cómo la imaginación es fundamental en la educación al influir en el desarrollo cognitivo, creativo y socioemocional de los alumnos. La imaginación se vincula con habilidades como la resolución de problemas y la búsqueda de respuestas, lo que propicia una comprensión más profunda y un desarrollo del pensamiento crítico. Utilizar recursos visuales y fomentar la lectura enriquece el aprendizaje, facilitando la expresión de ideas complejas. La imaginación estimula la creatividad, al permitir a los estudiantes explorar y participar activamente en su educación.

La imaginación también juega un papel en la motivación y confianza de los estudiantes, creando un ambiente emocional positivo que contrarresta la apatía y el interés. También sostiene que la imaginación no es considerada un accesorio.

 

 

Observación directa a estudiantes

La imaginación desempeña un papel fundamental en el desarrollo integral de los estudiantes. A través del siguiente cuadro de observación directa (Tabla 1) se analizan comportamientos relacionados con la imaginación en distintos niveles educativos, con el fin de comprender su influencia en el proceso de aprendizaje de los niños de educación básica elemental.

Tabla 1. Cuadro de observación directa aplicada a los estudiantes de 2do, 3ro y 4to grados

Categoría

Criterio de observación

Indicadores

Escala

Observaciones

Uso de la imaginación

El estudiante genera ideas nuevas y creativas

Inventa historias, propone soluciones originales y hace preguntas curiosas

Frecuente

En 3ro de básica, varios estudiantes propusieron soluciones novedosas y plantearon ideas espontáneas

Participación activa

Participa voluntariamente en actividades creativas

Es el primero en levantar la mano, propone ideas y contribuye en grupo

A veces

En 2do de básica, los estudiantes mostraron cierta timidez y participaron solo cuando fueron motivados por el docente

Expresión oral o narración imaginativa

Habilidad para inventar historias propias 

Describe escenarios, personajes, situaciones irreales o de fantasía

Frecuente

En 4to de básica los estudiantes narraron cuentos con personajes inventados y desarrollaron tramas simples

Uso de materiales didácticos

Emplea recursos didácticos de forma innovadora

Usa colores, objetos, dibujos o herramientas para presentar ideas propias

Siempre  

En 2do de básica, utilizaron materiales variados para ilustrar sus dibujos en cuentos inventados

Solución de problemas mediante la imaginación 

Propone ideas originales ante un reto o actividad

Da respuestas no convencionales o alternativas creativas

A veces

En 4to de básica, las respuestas fueron mayormente dirigidas por el docente, pero el docente no le daba las pautas necesarias y muy pocos alumnos ofrecieron soluciones alternativas

Participación en grupo en dinámicas

Disposición para involucrarse en actividades lúdicas

Se involucra con entusiasmo en juegos, dramatizaciones o actividades sensoriales

Siempre

En 3ro de básica, la gran mayoría participó activamente en las dinámicas, mostrando entusiasmo y creatividad en la representación

Fuente: Elaborado por el autor con los resultados del instrumento aplicado.

La observación directa a estudiantes de segundo, tercero y cuarto año de Educación de Básica Elemental permitió evidenciar cómo la imaginación se manifiesta de distintas formas a lo largo de este subnivel educativo, mostrando una evolución que se vincula con el desarrollo de los niños y las estrategias pedagógicas implementadas.

En el uso de la imaginación, se notó una participación dinámica y espontánea entre los estudiantes de tercer grado, quienes mostraron una destacada habilidad para presentar ideas, crear soluciones únicas y hacer preguntas interesantes. Este grupo se distinguió por su imaginación abierta, lo que indica un entorno favorable para la exploración de conceptos sin miedo a equivocarse.

En cuanto a la participación activa en actividades creativas, se observó una actitud más contenida en los alumnos de segundo año sin ayuda de nadie, pero muchos niños solo intervenían después que el maestro les indicara más de una vez lo que debían hacer, lo que refleja que, a esa edad, la imaginación necesita aún ser guiada y potenciada mediante intervenciones directas y estrategias que motiven al alumno. La narración oral o creación de historias imaginativas se destacó especialmente en cuarto grado. Los estudiantes de este nivel mostraron mayor facilidad para inventar y contar relatos que incluían personajes ficticios y tramas simples, evidenciando un dominio más organizado.

Respecto al uso de materiales educativos, se observó que los alumnos de segundo grado, utilizaron elementos como colores, dibujos y objetos para expresar sus ideas de manera creativa, esto muestra como los materiales tangibles facilitan la expresión simbólica en las primeras etapas de la infancia. En el criterio relacionado con la solución de problemas a través de la creatividad, se esperaba mayor independencia en cuarto grado, las respuestas de los alumnos estuvieron en su mayoría guiadas por el profesor. Aunque el docente no le daba las pautas correctamente necesarias a los alumnos para que pudieran resolver los ejercicios, se pudo notar que hay cierta dependencia en directrices o escasez de oportunidades para la exploración de metodologías por parte del maestro.

Otro aspecto notablemente positivo fue la participación de actividades grupales en tercer grado. Los estudiantes participaron con entusiasmo en juegos, dramatizaciones y actividades sensoriales, demostrando más allá de su libre imaginación un sentido de pertenencia y colaboración.

Análisis de los resultados

Se destacan a continuación, los resultados de los instrumentos de manera general; se sintetiza el papel central que desempeña la imaginación en el desarrollo integral de los estudiantes, especialmente en el subnivel de Educación Básica Elemental. A partir de las entrevistas realizadas a los seis docentes y la observación directa a treinta estudiantes, se sintetizaron, a través del cuadro conceptual, la sistematización de los vínculos entre la imaginación y aspectos esenciales del aprendizaje, como la creatividad, el pensamiento crítico, la autonomía, la motivación y la resolución de problemas.

Los docentes coinciden en que la imaginación fortalece significativamente la capacidad de los estudiantes para enfrentar desafíos, expresar ideas complejas y participar activamente en su proceso formativo. Asimismo, destacan que su desarrollo se ve favorecido por el uso de recursos visuales, metodologías lúdicas y actividades que permitan la libre exploración simbólica.

En consecuencia, el instrumento de observación, permitió identificar una evolución progresiva de la imaginación según el nivel escolar, por ejemplo, en tercer grado, los estudiantes mostraron una participación activa, espontánea y creativa, planteando ideas innovadoras y proponiendo soluciones originales. En segundo grado, aunque la creatividad estaba presente, los estudiantes dependían en mayor medida de la guía del docente para expresarse imaginativamente y en cuarto grado, se observó mayor autonomía narrativa, con habilidades destacables para construir historias y representar situaciones ficticias.

No obstante, se detectaron limitaciones en la capacidad de los estudiantes para resolver problemas de forma independiente, especialmente cuando la intervención docente era insuficiente. En algunos casos, las estrategias pedagógicas no ofrecían pautas claras ni fomentaban entornos propicios para la imaginación, lo cual restringía la generación de respuestas creativas.

La participación grupal fue otro factor relevante. En tercer grado, las actividades colaborativas promovieron el entusiasmo, la imaginación compartida y la construcción colectiva de conocimientos. Esto demuestra que las dinámicas sociales y afectivas desempeñan un rol clave en el fortalecimiento de la imaginación.

En conjunto, los resultados subrayan que la imaginación constituye una manifestación espontánea del pensamiento infantil y una capacidad compleja que debe ser estimulada mediante entornos pedagógicos estructurados, recursos adecuados y metodologías activas. Sin embargo, esta dimensión requiere mayor atención dentro de la planificación educativa, considerando su potencial para enriquecer la experiencia de aprendizaje y desarrollar habilidades esenciales para el siglo XXI.

A partir de los resultados expuestos, se propone un Programa Pedagógico Integral estructurado que contribuya al desarrollo de la imaginación en los estudiantes de Educación Básica Elemental, cuya finalidad es integrar la imaginación como eje transversal en la planificación y práctica educativa.

Propuesta: Programa Pedagógico Integral para fomentar la imaginación en Educación Básica Elemental.

Objetivo general: Diseñar un Programa Pedagógico Integral que contribuya al desarrollo de la imaginación infantil a través de estrategias lúdicas, narrativas, visuales y colaborativas, integradas en el currículo de segundo a cuarto grado de Educación Básica.

Componentes del programa

1-Activación imaginativa inicial

Uso de cuentos abiertos (sin final), imágenes provocadoras y estímulos sensoriales.

Actividades de dibujo libre, dramatización y juegos simbólicos.

2-Desarrollo del pensamiento creativo y crítico

Proyectos integrados por áreas (Lengua, Ciencias, Matemática, entre otras asignaturas) que incluyan resolución de problemas mediante herramientas creativas.

Creación de historias colectivas, juegos de roles y simulaciones.

3-Metodologías activas y colaborativas

Aprendizaje basado en proyectos (ABP) con enfoque en la exploración y creación.

Trabajo en equipos con roles rotativos para fomentar la cooperación y la imaginación compartida.

4-Evaluación de la imaginación

Rúbricas cualitativas para medir la originalidad, fluidez, flexibilidad y elaboración de ideas.

Registros anecdóticos y portafolios creativos individuales y grupales.

5-Formación docente

Talleres de actualización metodológica centrados en el uso de recursos visuales, narrativos y tecnológicos.

Orientaciones para diseñar ambientes de aula que estimulen la imaginación y la autonomía.

Fundamentación

Esta propuesta se sustenta en los resultados que muestran cómo la imaginación potencia habilidades esenciales como la creatividad, la autonomía y la resolución de problemas. También responde a las limitaciones detectadas, como la falta de estrategias claras y el escaso estímulo en el entorno pedagógico detectado.

Impacto esperado

Se espera que la propuesta contribuya a visualizar estudiantes con mayor iniciativa, autonomía y capacidad expresiva, así como lograr mejoras en la calidad de la participación grupal e individual y, por consiguiente, docentes más capacitados en metodologías activas unido a un currículo más dinámico y centrado en el desarrollo integral del estudiante.

Discusión

Los resultados obtenidos en esta investigación respaldan considerablemente las teorías sobre la implicación de la imaginación en el proceso de aprendizaje, aunque también permiten reconocer matices y retos que no siempre se abordan de manera explícita en la literatura.

Desde la perspectiva sociocultural, Vygotsky (1979, como lo cita Alessandroni, 2017) sostiene que la imaginación no es una cualidad aislada del pensamiento racional, es una manifestación del pensamiento simbólico relacionada con la experiencia social. Esta visión se refleja en los hallazgos de la observación directa a estudiantes de segundo, tercero y cuarto año de básico, donde los estudiantes mostraron mayor autonomía e iniciativa de la imaginación en contextos colaborativos. Sin embargo, en segundo grado se observó una gran dependencia de la mediación del docente, lo que indica que la experiencia social debe ir acompañada de estrategias pedagógicas más definidas para estimular el pensamiento imaginativo.

En cuanto a la educación creativa, Egan (2018, según lo citado en Salazar, 2024) sugiere que la combinación de emoción, relato y contenido académico puede enriquecer significativamente el proceso de enseñanza. Esta propuesta fue parcialmente confirmada, ya que las dinámicas grupales enfocadas en la creación de historias durante la observación promovieron tanto el uso de la imaginación como el desarrollo de las habilidades lingüísticas y comunicativas.

Autores como Flórez y López (2020) afirman que la creatividad se desarrolla a través del juego simbólico y la interacción social desde una edad temprana. Esta idea se apoya en las experiencias llevadas a cabo en segundo grado, donde los alumnos emplearon medios como ilustraciones y dramatizaciones para comunicar sus ideas creativas. Sin embargo, es importante matizar esta afirmación: no todos los infantes mostraron el mismo grado de entusiasmo o creatividad, lo que sugiere que la imaginación necesita un entorno estimulante, pero también una atención adaptada al ritmo y estilo de aprendizaje.

 Olivares et al. (2020) hablan sobre cómo herramientas como los mapas conceptuales pueden favorecer aprendizajes más significativos cuando son construidos de manera autónoma. Aunque en el estudio no se utilizaron estas herramientas de forma directa, se observó que algunos estudiantes de cuarto año demostraron capacidad para proponer ideas y resolver problemas a pesar de que su docente no les diese las pautas correctas para realizar el trabajo en clase. Barreto et al. (2024) advierten que una estimulación inadecuada durante los primeros años puede limitar la adquisición de conceptos más complejos en etapas posteriores. Los datos recopilados mostraron que, en segundo grado, la participación en actividades imaginativas disminuía cuando estas no estaban guiadas o reforzadas activamente por un docente, esto podría implicar limitaciones futuras si no se adoptan estrategias más apropiadas para corregir esta tendencia a tiempo.

En el campo de la ciencias, Fleer (2023) sostiene que la imaginación es fundamental para representar fenómenos abstractos. Aunque esta investigación no se centró específicamente en asignaturas científicas, se analizó que los docentes utilizaron representaciones visuales para explicar de mejor manera su clase, lo que valida en parte el pensamiento de la autora. Sin embargo, el uso de materiales didácticos y audiovisuales en áreas técnicas sigue siendo limitado y poco planificado, por lo que sería necesario promover una mayor integración interdisciplinaria.

 Foncubierta et al. (2016) resaltan el papel del juego como un catalizador emocional que facilita el aprendizaje, especialmente cuando los estudiantes muestran desmotivación. Esta idea fue respaldada durante las dinámicas grupales en tercer grado, donde la participación aumentó y la imaginación se expresó con mayor fluidez. Robles et al. (2024) advierten que metodologías enfocadas en la corrección gramatical pueden restringir la creatividad. Esto se reflejó en cuarto grado, donde algunos docentes al priorizar el orden y la forma, limitaron las respuestas originales de los estudiantes.

La idea sobre la imaginación como una capacidad innata que surge de manera natural en ambientes estimulantes debe abordarse con cautela. Aunque muchos estudiantes demostraron una disposición espontánea hacia la creación, esta habilidad puede verse restringida por factores estructurales como la rigidez curricular, la falta de formación docente en pedagogías creativas y la escasez de recursos innovadores, tal como señalan Simeón et al. (2022) y Vuk (2023).

Conclusiones

El estudio evidenció que la imaginación tiene un papel esencial en el proceso de aprendizaje en la educación básica, ya que fomenta habilidades creativas, cognitivas y socioemocionales en los estudiantes. Se comprobó que la estimulación de la imaginación puede potenciar el pensamiento crítico, la resolución de problemas y el desarrollo personal, siempre que exista un entorno escolar que favorezca su expresión y crecimiento.

Se identifican diversas barreras pedagógicas y estructurales que limitan su potencial, como metodologías tradicionales y falta de recursos adecuados. Los docentes coinciden en que la promoción de la imaginación requiere implementar estrategias pedagógicas innovadoras, que sean ajustadas a las distintas etapas de desarrollo de los niños. Además, se observa que a medida que los estudiantes avanzan en los grados, muestran mayor autonomía y enriquecen sus procesos imaginativos, destacando la importancia de ambientes estimulantes y recursos que potencien su creatividad.

La investigación resalta la necesidad de fortalecer la formación docente en metodologías creativas, revisar las planificaciones escolares para incluir actividades que propicien la imaginación y diseñar recursos didácticos que impulsen la creatividad, con el fin de lograr un aprendizaje más completo, significativo y adaptado a las necesidades del contexto actual. Solo a través de estas acciones, el sistema educativo podrá maximizar el potencial creativo de los estudiantes y prepararlos de mejor manera para las siguientes generaciones.

Recomendaciones

Es fundamental que las instituciones educativas y las autoridades implementen políticas y acciones concretas para mitigar las barreras educativas identificadas por los docentes. Esto incluye la revisión curricular para permitir mayor flexibilidad, la dotación de recursos creativos adecuados y la reducción de presión académica que limite la exploración imaginativa.

Se recomienda diseñar y ofrecer programas de capacitación continua que enfaticen metodologías innovadoras para el fomento de la imaginación y la creatividad en el aula. Estos programas deberían centrarse en el uso de métodos interactivos y en la planificación de actividades creativas que se adapten a diferentes etapas de desarrollo infantil.

Se recomienda promover el trabajo colaborativo, dado el evidente desarrollo de la imaginación en los niveles superiores el trabajo en grupo y las dinámicas colaborativas desde los primeros años. Esto permitirá a los estudiantes ejercitar su imaginación en un contexto social, potenciando habilidades como la comunicación y la resolución conjunta de problemas

Se recomienda adaptar estrategias pedagógicas al desarrollo estudiantil. Es crucial que las prácticas pedagógicas reconozcan y se adapten a la progresión natural de la imaginación y la autonomía en los estudiantes. Mientras que los grados inferiores pueden requerir mayor guía y estímulo directo, los grados superiores se beneficiarán de enfoques que promuevan el pensamiento crítico, la autonomía y la búsqueda independiente de soluciones.

Referencias Bibliográficas

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