Recibido: 27/febrero/2025 Aceptado:
10/julio/2025
Influencia del uso de la tecnología en la salud
psicológica y física de los usuarios (Original)
Influence of the use of
technology on the psychological and physical health of users (Original)
Estefanía Lorena Cofre Guevara. Estudiante
de la carrera de Administración de Empresas. Universidad Estatal Del
Sur Manabí. Jipijapa-Ecuador. [ cofre-estefania7262@unesum.edu.ec ]
[ https://orcid.org/0009-0008-4455-6242 ]
Helen Jennifer González Ventura. Estudiante de la carrera de Administración
de Empresas. Universidad Estatal Del Sur Manabí. Jipijapa-Ecuador. [ gonzalez-helen2235@unesum.edu.ec ]
[ https://orcid.org/0009-0005-4927-1279 ]
Yarely Yanitza González Ramírez. Estudiante de la carrera de Administración
de Empresas. Universidad Estatal Del Sur Manabí. Jipijapa-Ecuador. [ gonzalez-yarely7654@unesum.edu.ec ] [ https://orcid.org/0009-0008-1471-0851 ]
Xavier Enrique Soledispa Rodríguez. Docente de la carrera Administración de
Empresas. Facultad de Ciencias Económicas Universidad Estatal del Sur de
Manabí, Jipijapa -Ecuador.
[ xavier.soledispa@unesum.edu.ec ] [ https://orcid.org/0000-0001-8754-9159 ]
Resumen
El
avance tecnológico ha cambiado radicalmente la forma en que las personas se
comunican, estudian, trabajan y se entretienen. Si bien la tecnología ha traído
muchos beneficios, también ha generado impactos negativos en la salud física y
psicológica de los usuarios. El objetivo general de este estudio es determinar
la influencia del uso de la tecnología en la salud psicológica y física de los
usuarios. La metodología utilizada se desarrolló con un enfoque
teórico de carácter documental y analítico, centrado en la recopilación,
análisis e interpretación de fuentes secundarias provenientes de literatura científica,
informes técnicos, artículos académicos y documentos emitidos por organismos
internacionales como la Organización Mundial de la Salud. Los resultados
revelan que un uso
excesivo de redes sociales y dispositivos móviles está relacionado con un aumento
en los niveles de ansiedad, depresión y trastornos del sueño, especialmente en
adolescentes y adultos jóvenes. Además, se observó una tendencia creciente a la
adicción tecnológica, lo que afecta la concentración, las relaciones sociales y
la productividad. En cuanto a la salud física, se encontraron altos índices de
sedentarismo, fatiga visual digital y problemas musculoesqueléticos, como dolor
de cuello y espalda, atribuibles a malas posturas y uso continuo de pantallas. Para prevenir estos efectos negativos, es fundamental
fomentar un uso responsable y equilibrado de la tecnología. Algunas
recomendaciones incluyen limitar el tiempo frente a dispositivos, hacer pausas
activas, mantener una buena postura, evitar el uso de pantallas antes de dormir
y promover actividades físicas y al aire libre.
Palabras
clave: Tecnología; salud mental; salud física; redes
sociales; ansiedad; depresión
Abstract
Technological
advancement has radically changed the way people communicate, study, work, and
entertain themselves. While technology has brought many benefits, it has also
generated negative impacts on the physical and psychological health of users.
The overall objective of this study is to determine the influence of technology
use on the users' psychological and physical health. The methodology used
followed a theoretical, documentary, and analytical approach, focusing on the
collection, analysis, and interpretation of secondary sources from scientific
literature, technical reports, academic articles, and documents issued by
international organizations such as the World Health Organization. The results
reveal that excessive use of social media and mobile devices is linked to
increased levels of anxiety, depression, and sleep disorders, especially among
adolescents and young adults. Furthermore, a growing trend toward technology
addiction was observed, which affects concentration, social relationships, and
productivity. Regarding physical health, high rates of sedentary lifestyle,
digital eye strain, and musculoskeletal problems, such as neck and back pain,
were found, attributable to poor posture and continuous screen use. To prevent
these negative effects, it is essential to promote responsible and balanced
technology use. Some recommendations include limiting time in front of devices,
taking active breaks, maintaining good posture, avoiding screen use before bed,
and promoting physical and outdoor activities.
Keywords: Technology; mental health; physical health; social media; anxiety; depression
Introducción
El auge y la penetración de la
tecnología en todos los aspectos de la vida cotidiana han transformado de forma
profunda los estilos de vida de las personas, generando cambios en la forma de
comunicarse, trabajar, estudiar e incluso en las actividades de ocio y
descanso. La digitalización ha traído beneficios incuestionables, como el
acceso inmediato a la información, la automatización de procesos, y una mejora
en la conectividad global (Fernández,
2024).
No obstante, este fenómeno también ha traído consigo una serie de consecuencias
adversas para la salud física y psicológica de los usuarios, particularmente
cuando su uso se torna excesivo o inadecuado.
En este contexto, se vuelve
imprescindible reflexionar sobre el impacto del uso prolongado y constante de
dispositivos tecnológicos, tanto en el ámbito personal como laboral. La
Organización Mundial de la Salud (OMS, 2025) ha señalado que los trastornos de
salud mental van en aumento y que muchos de estos están relacionados con
hábitos de vida derivados de la era digital, como la falta de sueño, el estrés
continuo, la ansiedad social y el sedentarismo. Del mismo modo, problemas
musculoesqueléticos, fatiga visual digital y enfermedades asociadas al sedentarismo
están emergiendo como dolencias comunes en la población usuaria de tecnología,
en especial entre adolescentes y adultos jóvenes.
Este artículo tiene como propósito
analizar la influencia del uso de la tecnología en la salud física y
psicológica de los usuarios, en un contexto donde el avance tecnológico se ha
integrado profundamente en la vida cotidiana y en las actividades laborales.
Mediante una metodología de revisión documental, se busca ofrecer una visión
integral que permita comprender tanto los beneficios como los efectos que
provoca el uso excesivo de dispositivos tecnológicos. Para comprender mejor el
enfoque de estudio, se han formulado las siguientes preguntas de investigación:
¿Cuáles son los tipos de tecnologías que existen y qué importancia tiene cada
una de las áreas en las que intervienen? ¿Qué efectos psicológicos y físicos
puede ocasionar el uso excesivo de la tecnología en los usuarios? ¿Qué relación
existe entre el uso de la tecnología y la aparición de enfermedades laborales? Mediante
estas preguntas se pretende dar a conocer qué tipo de tecnologías se usan, cómo
afectan la salud física y mental, y si están relacionadas con enfermedades que
se desarrollan en las actividades diarias.
Revisión de la Literatura
La evolución constante de la tecnología
influye directamente en la forma de vida y ha permitido avanzar en diversas
áreas, mejorando la eficiencia y simplificando tareas cotidianas. Desde la
aparición de la rueda hasta la inversión de la inteligencia artificial, la
tecnología ha experimentado un crecimiento exponencial (Iglesias & Pecker, 2024). Sin embargo,
muchas veces se desconocen los diferentes tipos de tecnologías y cómo se aplican
en la vida real. A continuación, se detallan los principales tipos de
tecnologías y su importancia en las áreas donde ejercen mayor influencia:
La tecnología
de la información y comunicación (TIC) permiten
acceder a información al instante y comunicarse con personas de todo el mundo
en cuestión de segundos. Además, herramientas como los teléfonos inteligentes y
las redes sociales han transformado la forma de comunicarse y establecer
relaciones personales y profesionales. Su importancia consiste en facilitar la
conectividad global, democratizar el conocimiento y permitir nuevas formas de
interacción social (Rodríguez
et al., 2024). No obstante, el uso excesivo o
inadecuado puede tener efectos negativos en la salud mental, tales como
ansiedad, dependencia digital o disminución de habilidades sociales
presenciales.
En correspondencia con las tecnologías
móviles y aplicaciones, existen diferentes tipos, que han
cambiado la forma en que se interactúa con los dispositivos. Una de
ellas es la tecnología Near Field Communication (NFC), que permite
la comunicación inalámbrica entre dos dispositivos cercanos. De igual forma, el
uso de videojuegos, plataformas de streaming, realidad virtual y redes sociales
como medios de ocio, pueden contribuir al bienestar emocional al ofrecer
momentos de esparcimiento y fortalecer vínculos sociales virtuales (Gil,
2024).
Sin embargo, también representan un riesgo cuando su uso es desmedido, al
favorecer el sedentarismo, trastornos del sueño y el aislamiento social.
En este orden
de ideas, se analiza también a la Tecnología laboral y de productividad. Esta comprende
herramientas como plataformas de trabajo colaborativo, software de gestión de
proyectos, inteligencia artificial aplicada al entorno empresarial y
modalidades de teletrabajo (Aristizabal, 2020). Esto radica en
el aumento de la eficiencia y flexibilidad laboral pero también se asocia con
riesgos psicológicos como el estrés, la sobrecarga de trabajo, la
hiperconectividad y la dificultad para establecer límites entre la vida
personal y laboral, especialmente en entornos de trabajo remoto.
Otra
tecnología que se analiza es la del bienestar. Ante ella, los
dispositivos de seguimiento de actividad física se encuentran entre las
herramientas tecnológicas de bienestar más populares. Aquí se analiza a los
relojes inteligentes y las pulseras de actividad, monitorizan la actividad
física, la frecuencia cardíaca y los patrones de sueño, también pueden influir
favorablemente en la salud psicológica al reducir el estrés y motivar el cambio
de conductas (Tovar, 2024). Es razonable
usarlo de forma productiva pues el uso excesivo puede generar obsesión por los
resultados, dependencia de los dispositivos y estrés autoimpuesto por alcanzar
metas.
Otra de las
tecnologías analizadas es la tecnología médica y de la salud. Desde
enormes escáneres de diagnóstico por imágenes hasta diminutos sensores
portátiles, la tecnología es una parte integral de la atención médica moderna (del
Barrio & Sánchez, 2023). Su relevancia
en el ámbito de la salud física es incuestionable, ya que mejora la calidad de
la atención médica. También ha contribuido al bienestar psicológico, al
permitir el acceso a terapia en línea o al monitoreo de condiciones mentales.
Sin embargo, su implementación sin un enfoque humanizado puede generar
distanciamiento entre el paciente y el profesional de la salud.
La tecnología ha revolucionado
la forma en la que vivimos, trabajamos y nos comunicamos. En la actualidad, el
uso de dispositivos digitales se ha vuelto cada vez más común en la vida cotidiana
de todos los usuarios. No obstante, es importante tener en cuenta los posibles
efectos negativos que el uso excesivo de estos dispositivos puede tener en su
desarrollo.
El uso excesivo de dispositivos móviles
puede impactar la postura y provocar trastornos en nuestra columna vertebral.
Permanecer largas horas frente a una pantalla puede causar una mala alineación
de la columna vertebral, lo que puede ocasionar dolor en la espalda, cuello y
hombros. Además, esto no solo afecta nuestra salud física, sino que también
puede perjudicar nuestro bienestar mental. Pasar largas horas en redes sociales
o videojuegos puede generar adicción y distanciarnos del mundo real, lo que
podría impactar negativamente el desempeño en los estudios o el trabajo.
El uso de la tecnología, en la
actualidad, tiene un gran impacto, sin importar la edad o la profesión que se tenga,
se ha convertido en la mano derecha al ofrecer soluciones más rápidas y
prácticas (Boczkowski & Mitchelstein, 2022). No
obstante, aunque es cierto que ha traído consigo efectos positivos, también es
conveniente reflexionar en torno a la avalancha de efectos nocivos que esta tiene,
sobre todo en la salud mental.
La Organización Mundial de la Salud
(2025) define la salud mental como un “estado de completo bienestar físico,
mental y social” (p. 3). Por ello, al igual que se le da importancia a la salud
física y no debe costar acudir al médico cuando existe dolencia de algo, se
debe comenzar a resaltar el valor de un correcto estado de salud mental y consultar
a un profesional ante un malestar psicológico. En la siguiente tabla se
muestran algunas alteraciones de la salud mental y su descripción.
Tabla 1. Algunas
alteraciones de la salud mental y su descripción
Alteración |
Descripción |
Falta de atención |
El desplazamiento constante entre
aplicaciones puede dificultar la concentración en tareas importantes. |
Alteración del
sueño |
El uso de dispositivos antes de dormir altera el
ciclo del sueño, afectando la calidad del descanso. |
Relaciones
interpersonales |
Pasar más tiempo en línea que en
interacciones cara a cara puede reducir la calidad de las relaciones
personales. |
Fuente:
Elaboración propia.
Alteraciones
de la salud mental, asociadas a las tecnologías
Aumento de la
ansiedad: La constante necesidad de estar conectados y activos
en redes sociales puede provocar una sensación de ansiedad social, donde los
usuarios sienten que deben responder de inmediato a mensajes y notificaciones.
Según Arteaga y Sánchez (2025) “existe una
relación entre el mayor uso de las plataformas y aumento a la soledad, la
depresión y la ansiedad” (p. 6), lo que refuerza cómo la hiperconectividad
puede contribuir a niveles elevados de ansiedad social. La necesidad de estar
siempre presentes y disponibles online se traduce en un desgaste emocional que,
aunque muchas veces se pasa por alto, es real y significativo.
Depresión: Varios
estudios han vinculado el uso intensivo de móviles con síntomas de depresión,
especialmente en adolescentes que a menudo comparan sus vidas con las de otros
a través de plataformas digitales (Martín,
2024).
Estrés: La
sobrecarga de información y la exposición continua a situaciones estresantes en
las redes pueden contribuir al aumento de los niveles de estrés. La exposición
prolongada a redes sociales se asocia con un incremento en los niveles de
cortisol, lo cual es indicativo de estrés crónico (Salazar, 2024). Ello demuestra
cómo la conectividad permanente puede alterar el bienestar psicológico.
Adicción a
dispositivos y redes sociales: El uso compulsivo de telefonía
móvil y redes sociales puede llevar a la dependencia, lo que afecta las
relaciones interpersonales y puede generar sentimientos de vacío. De acuerdo
con la investigación de Cárdenas
(2024),
“la adicción a redes sociales se caracteriza por un patrón repetitivo de uso
excesivo que interfiere en la vida diaria, provocando aislamiento social, ansiedad
y deterioro emocional” (p. 3), lo que resalta la gravedad del impacto que puede
tener esta dependencia tecnológica.
Problemas
musculoesqueléticos: Bajar la vista para mirar un dispositivo
electrónico durante mucho tiempo puede provocar dolor de cuello y espalda, así
como de codos, muñecas y manos. Además, el uso de ordenadores portátiles y
smartphones puede hacer que las personas no se sienten bien y adopten una
postura ergonómica incorrecta. De acuerdo con el estudio de Saldana & Ramirez (2024) “el uso
prolongado de dispositivos móviles está significativamente asociado con
molestias musculoesqueléticas, especialmente en el cuello y la parte superior
de la espalda ” (p. 4), lo que refleja los riesgos físicos de una mala postura
frente a las pantallas.
Fatiga visual
digital: Exponerse constantemente a dispositivos digitales
puede ser perjudicial para la vista. La fatiga visual digital, también conocida
como Síndrome Visual Informático (SVI), es uno de los síntomas más
frecuentes de pasar demasiado tiempo frente a la pantalla (Cárdenas,
2024).
Sueño
interrumpido: Dormir lo suficiente es esencial para casi todas las
funciones corporales. Sin embargo, usar un ordenador portátil, una tableta o un
smartphone poco antes de irte a la cama puede afectar la capacidad para dormir.
La exposición nocturna a la luz azul de los dispositivos electrónicos está
relacionada con retrasos en la conciliación del sueño y menor calidad del mismo
(Rivas,
2024),
lo que indica que limitar el uso de pantallas antes de dormir es fundamental
para preservar una buena higiene del sueño.
Materiales
y métodos
Esta investigación se desarrolló bajo un
enfoque teórico de carácter documental y analítico, orientado a determinar la Influencia del uso de la tecnología en la salud
psicológica y física de los usuarios. La investigación se
centró en la recopilación, análisis e interpretación de fuentes secundarias
provenientes de literatura científica, informes técnicos, artículos académicos,
y documentos emitidos por organismos internacionales como la OMS.
Asimismo, se efectuó un análisis crítico
que permitió sintetizar la información relevante, detectar tendencias y
establecer conexiones entre diferentes ámbitos disciplinares. Esta aproximación
facilitó un entendimiento integral del impacto de la tecnología en la salud,
recopilando así información selecta sobre el impacto de distintas tecnologías
como las TIC, las tecnologías móviles, de productividad, médicas y de bienestar
en el comportamiento y la salud de los usuarios. El análisis se centró en
detectar muestras comunes en el desarrollo de síntomas como ansiedad,
depresión, entre otros, lo que permitió establecer conexiones entre el
conocimiento científico y la realidad cotidiana.
Resultados
y análisis de los resultados
El análisis documental realizado permitió identificar los efectos
relevantes derivados del uso excesivo de tecnologías digitales en la salud
psicológica y física de los usuarios. En primer lugar, se evidenció que el uso
intensivo de redes sociales y dispositivos móviles se asocia directamente con
un incremento de síntomas de ansiedad, depresión y estrés, especialmente en
adolescentes y adultos jóvenes. Las fuentes consultadas coinciden en señalar
que la hiperconectividad y la constante exposición a contenido digital generan
una necesidad compulsiva de interacción en línea, lo cual afecta el equilibrio
emocional y propicia un estado de alerta permanente. Esta situación repercute
en la calidad del sueño, produciendo insomnio, interrupciones del descanso y
alteraciones en los ciclos circadianos debido a la exposición prolongada a la
luz azul de las pantallas, particularmente antes de dormir.
Asimismo, el estudio evidenció un aumento de casos de adicción a
dispositivos móviles y plataformas digitales, lo que se traduce en una pérdida
de control sobre el tiempo de uso, dificultad para desconectarse, disminución
de la productividad y deterioro en las relaciones interpersonales. Esta
dependencia tecnológica también genera sentimientos de aislamiento, comparación
social negativa y baja autoestima, como consecuencia de la sobreexposición a
estándares ideales en redes sociales.
En cuanto a la salud física, los resultados muestran una alta prevalencia
de conductas sedentarias vinculadas al uso constante de tecnología, lo que
conlleva a una disminución en la actividad física y al desarrollo de
enfermedades asociadas al sedentarismo. Además, se identificaron numerosos
casos de fatiga visual digital, también conocida como síndrome visual
informático, caracterizada por ojos secos, visión borrosa y molestias oculares
tras períodos prolongados frente a pantallas. A esto se suman los problemas
musculoesqueléticos, tales como dolores de cuello, espalda y muñecas,
provocados por malas posturas, posiciones inadecuadas al usar dispositivos y
ausencia de pausas activas. El uso prolongado de computadoras y teléfonos
inteligentes en condiciones no ergonómicas contribuye al desgaste físico y
puede derivar en afecciones crónicas a largo plazo.
Estos resultados, en conjunto, reflejan un patrón reiterativo en la
literatura científica revisada: la tecnología, si bien aporta múltiples
beneficios en términos de conectividad, productividad y acceso a la
información, también representa un riesgo significativo para la salud integral
de los usuarios cuando su uso es excesivo, inadecuado o sin control.
Discusión
Los resultados obtenidos a través del análisis documental confirman que
el uso excesivo de la tecnología influye significativamente en la salud
psicológica y física de los usuarios, una conclusión que coincide con lo
expuesto por múltiples autores que abordan esta problemática desde diversas
perspectivas. Como lo señalan Iglesias y Pecker (2024), la evolución exponencial de la tecnología ha
transformado no solo la forma de comunicarse y trabajar, sino también los
hábitos y estilos de vida de las personas, lo que ha generado una dependencia
creciente de los dispositivos digitales. Esta dependencia, aunque muchas veces
inadvertida, es uno de los factores principales que explican el incremento de
problemas emocionales como ansiedad, estrés y depresión, especialmente en
adolescentes y jóvenes adultos.
De manera similar, Rodríguez
et al. (2024) destacan que las tecnologías de la información y la
comunicación (TIC) han traído beneficios sustanciales, como la democratización
del conocimiento y la posibilidad de conexión global; sin embargo, cuando su
uso no es regulado, pueden conducir a una disminución de las habilidades
sociales presenciales y a trastornos emocionales derivados de la
sobreexposición a contenidos virtuales. Este argumento encuentra respaldo en
los hallazgos del presente estudio, en los cuales se evidencia una fuerte
relación entre el uso intensivo de redes sociales y el aumento de la ansiedad
social, un fenómeno ampliamente descrito por Arteaga y
Sánchez (2025), quienes vinculan
directamente el tiempo excesivo en plataformas digitales con sentimientos de
soledad, aislamiento y dependencia emocional.
Por otro lado, Cárdenas
(2024) señala que la adicción a
las redes sociales y dispositivos móviles afecta el rendimiento académico o
laboral y también compromete la salud emocional, provocando deterioro en la
autoestima, aislamiento social y deterioro de la calidad de vida. Estos
elementos son coherentes con la evidencia recogida en el artículo, que apunta
hacia un uso compulsivo de las tecnologías como detonante de múltiples
alteraciones del estado de ánimo y del comportamiento. Además, Martín
(2024) refuerza la conexión entre
el uso de redes sociales y síntomas depresivos, sobre todo en jóvenes que
tienden a realizar comparaciones constantes con otros usuarios, desarrollando
sentimientos de insuficiencia y baja autovaloración.
En el plano físico, también se presentan hallazgos preocupantes. Tal como
lo afirman Saldana & Ramirez (2024), el uso prolongado de dispositivos móviles y
computadoras se relaciona directamente con dolores musculoesqueléticos,
particularmente en la región cervical y lumbar, producto de posturas
incorrectas mantenidas durante largos periodos. Estas observaciones coinciden
con los resultados del presente estudio, que identificó una creciente
incidencia de dolencias físicas vinculadas a la inadecuada ergonomía digital.
Asimismo, Rivas (2024) expone los efectos de la fatiga visual digital o
síndrome visual informático, una condición cada vez más común entre los
usuarios frecuentes de pantallas electrónicas, que se traduce en visión
borrosa, sequedad ocular y cansancio visual.
Además, la investigación respalda lo señalado por la OMS (2025), que
advierte sobre los efectos negativos de la hiperconectividad en la salud
mental, y destaca la necesidad de abordar la salud psicológica con el mismo
nivel de importancia que la salud física. En este sentido, el uso de
tecnologías debe ser guiado por criterios de salud digital que incluyan educación
emocional, gestión del tiempo, autocuidado y desconexión consciente.
Finalmente, Tovar (2024) y del
Barrio y Sánchez (2023) destacan que incluso las tecnologías orientadas al
bienestar y la salud pueden tener un impacto adverso si no son utilizadas
adecuadamente. El monitoreo constante de la actividad física o del sueño,
mediante pulseras inteligentes y otros dispositivos, puede generar una obsesión
por los resultados, elevando los niveles de estrés y provocando frustración
cuando no se cumplen metas autoimpuestas.
Los hallazgos del presente estudio ratifican lo expresado por los autores
citados en la revisión de la literatura y a su vez reafirman la urgencia de
establecer políticas educativas y culturales que promuevan un uso consciente,
equilibrado y saludable de la tecnología en la sociedad contemporánea.
Conclusiones
El uso intensivo y prolongado de tecnologías
digitales influye negativamente tanto en la salud mental como en la salud
física de los usuarios. Los principales trastornos psicológicos identificados
incluyen ansiedad, depresión, estrés, trastornos del sueño y adicción digital,
los cuales afectan principalmente a jóvenes y adolescentes, considerados como
la población más expuesta y vulnerable.
Desde el punto de vista físico, los efectos más comunes del uso desmedido
de la tecnología son el sedentarismo, la fatiga visual digital y los trastornos
musculoesqueléticos, los cuales se originan por posturas incorrectas, falta de
actividad física y exposición prolongada a pantallas. Estos problemas
comprometen el bienestar general y pueden afectar el desempeño académico,
laboral y social.
Aunque la tecnología cumple un papel fundamental en la sociedad moderna,
facilitando la comunicación, el aprendizaje y el trabajo, su uso debe
gestionarse de manera consciente y responsable. No se trata de rechazar la
tecnología, sino de integrarla equilibradamente en la vida cotidiana, minimizando
sus efectos perjudiciales mediante buenas prácticas.
Para mitigar los riesgos identificados, se recomienda establecer hábitos
saludables de uso digital, tales como limitar el tiempo frente a pantallas,
realizar pausas activas, mantener posturas adecuadas, reducir la exposición a
la luz azul antes de dormir, y fomentar actividades al aire libre que
fortalezcan la salud física y emocional.
Se resalta la necesidad de visibilizar la importancia de la salud mental
en la era digital, promoviendo la educación emocional, el autocuidado y la
búsqueda de apoyo profesional ante signos de deterioro psicológico. El
bienestar integral de los individuos debe ser una prioridad en un entorno cada
vez más influenciado por las tecnologías.
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