Recibido: 15/marzo/2025      Aceptado: 26/junio/2025

 

La sección “En Casa” del periódico Patria: una perspectiva de análisis estructural y temático (Original)

“En Casa” Section from Patria newspaper: a perspective of structural and thematic analysis (Original)

 

Lisi Porro de Zayas. Licenciada en Educación en la especialidad Español Literatura. Máster en Cultura Latinoamericana. Prof. Auxiliar. Universidad Ignacio Agramonte, Camagüey. Cuba.  

[ lisi.porro@reduc.edu.cu ]   [ http://orcid.org/0000-0002-3402-7012 ]

 

Elizeth Lafita Vázquez. Licenciada en Educación en la especialidad Español Literatura. Doctora en Ciencias de la Educación. Prof. Auxiliar. Universidad Ignacio Agramonte, Camagüey, Cuba. [ elizeth.lafita@reduc.edu.cu ]   [ http://orcid.org/0000-0001-9479-7257 ]

 

Graciela Justina Rosales Reyes. Licenciada en educación en la especialidad Español Literatura. Máster en Planeación, administración y supervisión de sistemas educativos. Prof. Auxiliar. Universidad de Granma, Granma, Cuba. [ caymari68@gmail.com ]

[ https://orcid.org/0000-0001-9852-4993 ]

 

Resumen

El artículo realiza un análisis de “En Casa”, sección de periódico Patria, desde el punto de vista de la clasificación temática, justificada por las carencias reconocidas en la edición de las Obras Completas, de José Martí, donde se expresa que se ha atendido al orden cronológico en la sección “En Casa”, pero falta el estudio clasificatorio de los escritos martianos que allí se acopian. De ahí que el presente estudio centre la atención en realizar un inventario de la sección “En Casa” del periódico Patria desde una perspectiva estructural y temática. Este inventario partió de la observación como método empírico para la lectura documental en función del aparato teórico-metodológico, para la determinación de las temáticas fundamentales, así como la clasificación de los textos según su estructura. Mediante el método histórico-lógico, se expusieron las regularidades del pensamiento martiano en una de las zonas de su producción periodística y desde el análisis de documentos y el análisis textual, se desmembró la sección en sus respectivas partes por temáticas. Posteriormente, se clasificaron según su estructura para efectuar varios acercamientos (histórico, cultural, biográfico y análisis de contenido, fundamentalmente).

Palabras clave: sección “En Casa”; estructura; temáticas; análisis

 

Abstract

This article analyzes "En Casa" Section of Patria newspaper, from the perspective of thematic classification, justified by the recognized shortcomings in the edition of the Complete Works of José Martí, where it is stated that attention has been paid to chronological order but it lacks a classificatory study of the writings of Martí collected there. Thus, this study centers attention on an inventory of the "En Casa" Section of Patria newspaper from a structural and thematic perspective. This inventory starts with observation as an empirical method for documentary reading, framed by the theoretical and methodological set, to determine the fundamental themes and classify the texts according to their structure. Using the historical-logical method, the regularities of Martí's thought, in one of the areas of his journalistic production, were presented. Based on documentary and textual analysis, the section was divided into its respective thematic sections; afterwards, they were classified according to their structure to carry out several approaches (mainly historical, cultural, biographical, and content analysis).

Keywords: "En Casa" section; structure; themes, analysis

Introducción

En medio de quehaceres con aristas tan diferentes, el pensamiento martiano siempre estuvo inmerso en la idea de que era la hora de actuar a fondo en la etapa definitiva del destino de Cuba. Una de las vías de que se valió, el más universal de todos los cubanos, para cumplir sus objetivos, es la creación de un periódico en el que se incluyeran noticias de diversos clubes revolucionarios de la inmigración. No solo eran suficientes sus cartas, sus prédicas, ni sus demás escritos revolucionarios. Así surge, el 14 de marzo de 1892, el periódico Patria. En un suelto aparecido en la primera edición, se anuncia que Patria es un soldado (Martí, 1975, p. 322); mientras que, en otro artículo titulado “Nuestras Ideas” (Martí, 1975, p. 315) declara la intención y la finalidad del periódico.

Con la salida de Patria, Martí alcanza y cumple sagradamente lo que consideró deberes y misiones que toda prensa debía cumplir y que había declarado tempranamente durante su etapa de periodista en la Revista Universal. Patria es síntesis de sus ideas estéticas con su proyecto político. Desde esa tribuna, Martí valora hechos de la historia cubana y americana, aúna voluntades y da cuenta de la vida de la emigración cubana. Además de presentar artículos propiamente relacionados con la vida del Partido Revolucionario Cubano, es un periódico que refleja los aspectos identitarios de la cultura cubana, y son múltiples las reseñas, ensayos y artículos que se centran en la valoración de escritores y artistas, ya sean plásticos, músicos o de otras esferas del arte y el conocimiento.

Ninguna publicación cubana hecha en EE.UU. tuvo la acogida y repercusión de Patria. En ella concuerdan la excelente calidad de los escritos, reflejo de ese vasto conocimiento de la lengua española, que poseía el Apóstol, con los más sagrados principios éticos: el amor, la amistad, el decoro y la utilidad de la virtud. El magnífico lenguaje empleado funciona como vehículo de formación ideológica.

Cada publicación fue concebida con la misma estructura, en la primera columna aparecían las Bases del Partido Revolucionario Cubano; al lado, el Directorio del periódico integrado por José Martí como delegado, Benjamín Guerra como Tesorero y Gonzalo De Quesada como secretario de la delegación; a continuación, se daban a conocer los diferentes clubes cubanos que se habían creado y la cantidad que existía en cada lugar donde vivieran cubanos que cooperarían con la causa. A partir de allí comenzaban a aparecer las distintas secciones del periódico hasta llegar casi al final de este, donde aparecía la sección “En Casa”.

En la carta testamento literario a Gonzalo de Quesada, Martí (2011) califica los escritos de “En Casa” como vivos y útiles. Para algunos lectores pudieran parecer triviales y superficiales, pero en cada uno está presente su ternura, su sueño de libertad, la confianza en la unidad de los emigrados cubanos y puertorriqueños para lograr su objetivo. Algunos aluden a personas de Puerto Rico, relacionadas con la emigración cubana y la causa revolucionaria.

Una exhaustiva revisión bibliográfica demostró que existen numerosos trabajos que revelan serios estudios críticos sobre los textos periodísticos martianos y en torno al periódico Patria: Álvarez (2023), Bermúdez (2020), Bueno (1997), de Armas (1982), Ferrás (2020), Henríquez (1997), Maury (2020), Varela (2004), Vázquez (2025). No obstante, solamente se encontró un artículo en el que se atiende la sección objeto de la presente investigación.

Por tanto, este trabajo que forma parte de una investigación de mayor alcance, realiza un análisis de “En Casa”, desde el punto de vista de la clasificación temática, la que, además, se justifica por el hecho de que tal asunto es una de las carencias reconocidas por la edición de las Obras Completas de José Martí, realizada por la Editorial Ciencias Sociales en 1975, donde se expresa que se ha atendido al orden cronológico en la sección “En Casa”, pero falta el estudio clasificatorio de los escritos martianos que allí se acopian. De ahí que se enuncie como objetivo realizar un inventario de la sección “En Casa” del periódico Patria desde una perspectiva estructural y temática.

Materiales y métodos

La observación como método empírico permitió desarrollar la lectura documental en función del aparato teórico-metodológico, para la determinación de las temáticas fundamentales de la sección “En Casa”, así como para la clasificación de los textos según su estructura. Mediante el método histórico-lógico se expusieron las regularidades del pensamiento martiano en una de las zonas de su producción periodística.

Como métodos específicos se utilizaron el análisis de documentos y el análisis textual; el primero para desmembrar el todo, es decir, la sección en sus respectivas partes; entiéndase, la separación de los textos por temáticas y, posteriormente, su clasificación según su estructura; y el segundo para trabajar con el texto artístico y poder efectuar varios acercamientos (histórico, cultural, biográfico y análisis de contenido, fundamentalmente).

Análisis y discusión de los resultados

Una de las primeras interrogantes que se suscitan al iniciar el estudio de la sección es precisamente la razón de su título, es decir, a qué se debe que el Apóstol y su equipo de redacción hayan decidido nombrarlo de ese modo. La respuesta pudiera estar articulada con lo que De Armas (1982) considera como objetivos que evidencian el interés martiano por la sección. Sirvan de ilustración los que se recogen en el artículo En Casa”: semillero de una nueva ideología, los que fundamentalmente se dirigen, según Rodríguez (2001), a:

1.         Formación de una conciencia de suficiencia nacional mediante el sensible y muy enfático destaque de aquellos rasgos del carácter de cubanos y puertorriqueños que garantizan sus éxitos en los planos social, laboral, cultural e, incluso, empresarial, y que evidencian y hacen incuestionable, sobre todo, la capacidad de ambos pueblos para el gobierno propio.

2.         Énfasis en la defensa de los trabajadores –concepto del que Martí no excluye a las laboriosas y empobrecidas capas de los pequeños propietarios del exilio-, y evidencia de la filiación y toma de partido junto a ellos.

3.         Desde estas posiciones tomadas junto a los hombres y mujeres de trabajo, los de “En Casa” realizan una labor de captación de aquellos que en el aparato conceptual de Martí son designados con el nombre genérico de los ricos, y que parecen haber correspondido, fundamentalmente, a la burguesía industrial y a las capas profesionales afines, incluyendo, en algunos casos, a sus propios voceros políticos.

Leer “En Casa” acerca a los emigrados a la tierra natal, los retrata en su vida diaria y los insta a seguir los buenos ejemplos que se encuentran en ellos mismos que son, al fin y al cabo, los verdaderos y únicos protagonistas de cuanto se escribe en la sección.

Entre sus propósitos estaba que la sección sirviera de semillero, de pequeño espacio en el cual, a partir de la aparición de ejemplos dignos de imitar, se enriqueciera el espíritu de cada lector. La presentación de las actividades cotidianas de los emigrados antillanos como manifestaciones de principios revolucionarios e ideas políticas y sociales, servía para difundir sus actitudes, y a ello contribuyó innegablemente la sección, a partir de las temáticas principales que en ella se abordan y que en esta investigación quedan recogidas.

En estas notas cada lector podía hallar diversos temas; había para todos los gustos; se hacía alusión a figuras que sobresalieron por su patriotismo, por su entrega a la causa y a familiares de estos que estuvieron de paso o de visita en Nueva York; también a noticias de carácter social, así como eventos que se realizaban en las sociedades de beneficencia y otras instituciones. En el presente estudio se coincide, de modo general, con lo planteado por De Armas (1982), solo que se ha estrechado un poco más el criterio para la clasificación por temáticas y se ha alcanzado un índice mayor de especificidad.

La sección “En Casa” aparece por primera vez el 26 de marzo de 1892. Solamente habían salido dos ediciones del periódico y ya estaba el Maestro inmerso en la íntima sección. En todos estos escritos se revela la esencia del pensamiento martiano, pues no hay tema tratado por él que se pueda considerar vano o superficial. Maneja genéricamente la idea de libertad, escribe reiteradamente sobre la dignidad como condición del hombre, en fin, habla de la necesidad de la libertad para que se viva con decoro; preceptos que se completan con la exaltación de valores éticos y cualidades internas de los individuos que menciona.

En la “colección de joyitas”, como él mismo llamó a esta sección, por medio de la crónica social contó a los emigrados de Cuba y de Puerto Rico acerca de la vida cotidiana de las personas que allí vivían o estaban de paso: matrimonios, anécdotas y celebraciones. Todo esto con el objetivo de difundir conductas, posiciones, actitudes que mejor ejemplificaran el espíritu de colectividad y el deseo de levantar la autoestima, para así llevar adelante la lucha por una nación libre.

La sección aparece redactada por Martí en el tercer número; en las ediciones posteriores alterna la autoría de la sección con otros colaboradores de Patria. Desde 1892 hasta 1895 se hicieron ciento setenta y tres ediciones del periódico; en 1892 se publicaron cuarenta y tres números; en 1893, cuarenta y nueve; en 1894, cincuenta; en 1895, solo treinta y una ediciones. Se puede observar una tendencia al aumento en cuanto a la cantidad de publicaciones, hasta el último año en el que decrece bruscamente, debido al poco tiempo que pudo mantenerse vigente la publicación después de la muerte de Martí.

Al realizar un análisis de acuerdo con las temáticas abordadas en la sección “En Casa,” se aprecia una marcada preferencia por el tema relacionado con las personalidades de la vida social, con un total de treinta y una referencia (31,3%). Estas reseñas no se comportaron con la misma frecuencia en todos los años en que se publicó la sección. Se destaca el de 1892, con diecisiete escritos; este año es el más prolífero en cuanto a temáticas tratadas, de modo que se establece una correlación entre el número de publicaciones y la productividad de su pluma. Ahora bien, es 1895, el año de menor incidencia en este tema, con solo dos alusiones.

Otra de las temáticas que por su número se revela entre las preferidas es la relacionada con las actividades destacadas de la vida social, sobre las que aparecen diecinueve artículos (19,1%) en los tres años de publicaciones del periódico Patria. Aquí se incluyen asuntos como bodas, conciertos y eventos realizados por los emigrados cubanos.

En tercer lugar, se aprecian los escritos relacionados con las notas necrológicas con un total de diecinueve reseñas (19,1%), cuya aparición no se comporta como en los demás temas tratados, pues es el año 1894 en el que más veces aparece esta clase de información, con ocho referencias. La sección propiciaba el espacio para este tipo de noticias, ya que de esta manera se notificaba sobre la pérdida de personas valiosas o de familiares de ellas. Se suceden en este año los decesos del amigo puertorriqueño Alberto Valdés, el 6 de enero de 1894; el de Manuel Hernández, el 9 de marzo, habanero que tuvo una penosa muerte; así como el fallecimiento del maestro Salvador Cisneros, el 2 de octubre del mismo año, entre otros individuos a los que les es obligado el respeto.

Las actividades que se celebraban en las sociedades aparecen en un total de once escritos (11,8 %). Es en 1892 cuando hay mayor cantidad de referencias y 1894 el de menos apariciones, con solo una. El conocimiento de las múltiples acciones que se realizaban en los clubes era de vital importancia para favorecer la participación de todos y de tal manera recoger un mayor número de fondos para la causa libertadora.

La temática relacionada con la alusión a patriotas, se da con mayor frecuencia en el primer año de vida del periódico y tiene un total de ocho referencias; en los siguientes solo aparecerá una cada año. Esto no limita la mención a hombres que tuvieron el valor de entregarlo todo por el mismo objetivo, pues de una forma u otra la alusión a muchos de ellos se evidenció en varios escritos para resaltar sus méritos y acciones.

Personalidades de otros países estuvieron presentes en la sección, sobre todo en el primer y segundo años de la publicación: cinco y dos, respectivamente. Estos hombres tuvieron el privilegio de ser mencionados por el Maestro debido a sus virtudes y su apoyo a la guerra que se preparaba. Ejemplo de ello lo constituyen Santiago Palmer, un patriota puertorriqueño, y el guatemalteco Domingo Estrada, este último de paso por la ciudad, pero identificado con los intereses de los emigrados cubanos.

La mención de sucesos históricos solo aparece en 1892 con cuatro reseñas; en los próximos años no habrá referencia directa a hechos conmemorativos. En la primera etapa de la publicación era imprescindible aludir a algunos de ellos para así destacar eventos decisivos de la patria, honrar a quienes participaron en ellos y, al mismo tiempo, estimular a los que más tarde se incorporarían a la lucha a seguir el ejemplo de los héroes.

Las temáticas antes abordadas son las que con mayor frecuencia aparecieron en la sección “En Casa”; por lo demás, se prefirieron los temas sociales para hacerla más amena y útil; a partir de la descripción de hechos de la cotidianidad, se mantendría informado y preparado a todos sus lectores.

Realizar un inventario de las temáticas de esta sección y agruparlas convenientemente no resultó nada fácil, ya que en ella se combina la intención del periodismo, que es la de informar, con una de sus concepciones políticas y revolucionarias: la necesidad de dejar en los lectores el convencimiento de la unidad como principal arma para alcanzar la victoria. De ahí que un análisis detallado de la sección, hizo posible agrupar dichos escritos a partir de las siguientes ideas.

          Referencia a personalidades:

         Patriotas cubanos

         Personalidades de la vida social con su ocupación.

         Personalidades de otros países.

          Reseña de actividades que realizan las sociedades de beneficencia, masónicas.

          Rememoración de hechos históricos.

          Notas necrológicas.

          Actividades diversas: matrimonios, hechos delictivos y veladas, fundamentalmente.

Una vez más se hace notar en el periodismo martiano la amalgama de asuntos atendidos en un mismo escrito. Es recurrente, por ejemplo, en el caso en que está refiriéndose a personalidades de la vida social, dedicar también espacio a reflexionar sobre sus ocupaciones, sobre el mérito de sus labores, así como sobre su utilidad, de manera que el valor de servicio a los otros es lo que se resalta.

A continuación, se presenta el comentario de algunos fragmentos que ejemplifican las temáticas mencionadas. Al referirse en la sección a diferentes personalidades, no es usual que Martí cuando nombra a patriotas cubanos, se recree de manera absoluta en la exaltación de figuras por cuya actuación ya habían trascendido en la historia de nuestra primera gesta. Piénsese que la Guerra de los Diez Años, dejó un encomiable saldo de muestras del valor de los hombres que perecieron o no en aras de los ideales que se perseguían con la contienda, pero también el Apóstol se sabe contemporáneo con aquellos que no resaltaron por su jefatura o por dirigir la estrategia que garantizó el éxito de determinadas batallas.

 Esto es, a Patria le interesa aludir al hombre cotidiano, al obrero, al tabaquero que antes fue mambí y que desde el diario bregar sigue inmerso en las labores libertarias. Por ejemplo, el día 3 de abril de 1892 recuerda, sin siquiera decirnos su nombre, a “un mambí viejo”, nuevamente mencionado el 10 del mismo mes, con igual denominación, pero ahora en mayúsculas y sin comillas – Mambí Viejo – al que agradece la comunicación que está estableciendo con Patria, pues así este se nutre de sus vivencias de la guerra:

De hidalgos no está el mundo lleno, y este Mambí es hidalgo, sobre que lo [sic] de viejo, y lo de mambí enciende la virtud de la sangre, le pone a uno entrañas amorosas de hijo y le hace a uno querer a quien llevó la chamarreta, en las espaldas o en el pensamiento. ¡Y buenos recuerdos que ha de tener persona de esa observación y magnanimidad! ¡Y vaya si es grato oír a un hombre sincero! De los cubanos que ha conocido cuéntenos el Mambí, y por donde brillaron; y luego con mano suave e indirecta, de modo que cure, cuéntenos por dónde falla la virtud. (Martí, 1975, p. 349)

Constituye este escrito una muestra más del precepto martiano acerca de la necesidad   de rendir tributo a los héroes y mártires, cuestión que acentúa más la idea de que el Apóstol era el mismo hombre en el pensamiento y en la acción, cuestión que se corrobora en sus prédicas, en sus cartas, en sus actividades periodísticas. Por ejemplo, en el homenaje a Simón Bolívar en su discurso de 1893 y en su relato Tres Héroes se advierte el reconocimiento a todos los guerreros que participaron en las contiendas. Los méritos no son solamente para los más gloriosos, sino para todos los que, junto a ellos, incluso con criterios dispares, lograron la libertad o hicieron algo digno por ella. Lo anterior se explicita en la siguiente aseveración:

Todos los americanos deben querer a Bolívar como a un padre. A Bolívar, y a todos los que pelearon como él porque la América fuese del hombre americano. A todos: al héroe famoso, y al último soldado, que es un héroe desconocido. Hasta hermosos de cuerpo se vuelven los hombres que pelean por ver libre a su patria. (Martí, 1975, p. 304)

Al hacer referencia a personas de la vida civil comenta sobre Emilio Agramonte en la noticia del 18 de junio de 1892:

Supo el hijo, el ingeniero y abogado y pianista, que estaba en oposición un puesto honroso en el Departamento de Trabajos Públicos de New York. En vísperas de boda estaba, se puso a sus repasos y a sus exámenes. Sacó el cubano, la nota más alta de la competencia […] Hoy, tiene el asiento de preferencia, por modestia y sus raros conocimientos, en la oficina donde subió a puro valer.  (Martí, 1975, p. 377)

Se destacan las cualidades de este hombre y cómo con esfuerzo y voluntad se puede lograr cualquier objetivo; de modo que constituye un ejemplo a imitar para alcanzar metas en la vida.

Esta es una figura recurrente en la sección; Martí no solo le dedica espacio con suficiencia, sino que se detiene en varias facetas del camagüeyano, asunto que exalta por su prestigio y talento, pero sobre todo por la dignidad con que afronta los retos que le ha impuesto la vida. Es conveniente recordar aquí el vínculo que tiene este hombre con la historia del Himno de Bayamo, nuestro canto nacional. A él se debe una de las transcripciones más fieles de la letra y música del himno; sin dudas, ese hecho y el de pertenecer a una de las familias más puras en el desempeño patriótico de la historia cubana lo enlazan éticamente con el Apóstol. Véanse, por ejemplo, las referencias que realiza el Maestro en la sección en las fechas, 18 de junio de 1892, 28 de enero y 8 de septiembre de 1892, 24 de noviembre de 1894 y 19 de enero de 1895.

Para ilustrar la evocación a personalidades extranjeras, es útil la información que ofrece el 3 de septiembre de 1892, en la que se publica el comentario sobre el Sr. Francisco Moncayo, el distinguido mexicano que, como se sabe, se ha consagrado a la causa (Martí, 1975).

 Bien valga señalar que no son únicamente los mexicanos quienes aparecen identificados con la lucha por la independencia; también se ha hecho referencia a hombres y mujeres de otros países que apoyaron y cooperaron con la causa libertaria. Martí no solo engrandeció y ensalzó a grandes figuras de la historia, sino que concedió espacio a todo aquel que se identificara con ideas justas. Estas personas también merecieron un lugar importante en sus páginas; fueron nombrados en la sección muchos extranjeros que por diversas vías contribuyeron a la lucha, por lo que merecieron el reconocimiento del Apóstol. Este, como otros, es un ejemplo de un hombre común elevado a la categoría de héroe por Martí a partir de su función de servicio.

Por otra parte, los asuntos sobre personalidades ya fallecidas permiten mantener vivo el recuerdo de figuras cercanas a Martí y demás colaboradores de la sección. Sin embargo, llama la atención la recurrencia de notas para perpetuar la memoria de protagonistas de las contiendas pasadas, y resaltar sus principales cualidades. En todos los casos el interés periodístico va más allá de lo puramente físico para llegar a lo esencialmente humano, espiritual.

Las felicitaciones por celebraciones de matrimonios, anuncios de conciertos o veladas, ocuparon un espacio importante en la sección, ya que eran un momento oportuno para reconocer la unión de ejemplares cubanos, y para convocar a asistir a esos eventos que constituían el momento propicio para congregar a numerosos cubanos y puertorriqueños.

En estas páginas se anuncia 13 de agosto de 1892, el matrimonio de Angelina Miranda y Govín y su entrañable amigo Gonzalo de Quesada, efectuado el día 16 en la iglesia de San Francisco Javier. En esta noticia se advierte no solo la admiración y el afecto martiano hacia ambos cubanos, sino también su regocijo ante esta unión. Se exalta, indudablemente, la figura de Gonzalo de Quesada, quien desde muy joven fuera su cercano colaborador, y años después su secretario y miembro del Consejo de Redacción de Patria.

Conviene recordar que tanto José Martí como Benjamín Guerra fueron testigos de la boda, con lo cual se indica el alto grado de cercanía, familiaridad y hermandad que existía entre ambos hombres; hecho que se confirma cuando, ante la incorporación definitiva a la guerra, el propio Martí lo nombra su albacea literario.

Nótese, cómo un hecho muy personal en la vida de un cubano notable, es tomado por el Apóstol como punto referencial para aludir a la cotidianidad de la emigración y a su unidad. Resulta conmovedor apreciar que este afecto por el matrimonio Quesada-Miranda se acrecentará con los años; son inevitables las referencias posteriores sobre ellos, se observa entonces, que ya no solo habla Martí de Gonzalo de Quesada, sino que Angelina Miranda pasa a formar parte de una relación suya entrañable.

En los textos recogidos en “En Casa”, se pueden advertir ideas que se reiteran en la mayoría de ellos y que aportan información complementaria al accionar fundador martiano; son ellos: la necesaria unión entre los jóvenes y los viejos, el interés no solo por la independencia de Cuba, sino también por los pueblos de América, la vida cotidiana de los emigrados, el valor del ejemplo como vía para fomentar el mérito.

Conclusiones

El periódico acumula un gran número de escritos que permiten confirmar su valor formativo e instructivo para sustentar y propagar sólidos principios martianos. Martí supo llevar a las páginas de “En Casa” su visión de la realidad. A partir de referentes de la emigración aporta criterios certeros y enjuicia hechos, todos para enseñar, guiar y preparar a sus lectores, en su mayoría simpatizantes con la causa libertadora. Sus planteamientos no se quedan en una visión externa del hombre, sino que penetran en su personalidad. Resalta sus virtudes, sus actitudes y las ofrece, a partir de sus enjuiciamientos, como modelos o ejemplos a imitar.

Desde el punto de vista práctico, propicia la compresión del carácter sistémico del pensamiento martiano en un tipo específico de periodismo. Ello se articula plenamente con su accionar político creativo. Casi todas las menciones realizadas en la sección están dirigidas a personalidades –relacionadas con Martí en el período- en otras ocasiones no existió un vínculo estrecho, solo conocimiento de hechos o actitudes significativas de las personas o sucesos; sin embargo, en ninguno de los casos hubo obstáculo para que pudiera ahondar en rasgos esenciales.

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