Recibido: 13/03/2024    Aceptado: 19/06/2024

 

Las habilidades blandas y la convivencia escolar en los estudiantes de la Escuela de Educación Básica Período lectivo 2023/2024 (Original).

 

The soft abilities and the school coexistence in the students of the School of Education Basic Period lectivo 2023/2024 (Original).

 

Daniela Victoria Chávez Rojas. Ingeniera en Marketing. MSc en Pedagogía. Universidad Técnica Estatal de Quevedo. Ecuador.

[ dchavezr@uteq.edu.ec ] [ 0009000498233626 ]

 

María Fernanda Pineda Burgos. Ingeniera en Marketing. MSc en Pedagogía. Universidad Técnica Estatal de Quevedo. Ecuador.

[ mpinedab@uteq.edu.ec ] [ 0009000714060361 ]

 

Ruth Rocío Fuentes Maquilon. Licenciada en Contabilidad y Economía. MSc en Pedagogía. Universidad Técnica Estatal de Quevedo. Ecuador.

[ ruth.fuentes2016@uteq.edu.ec ] [ 0009-0001-6432-6427 ]

 

Resumen

El presente proyecto de desarrollo educativo investiga el impacto de las habilidades blandas en la convivencia escolar, en estudiantes de Básica Elemental de la escuela de educación básica “Arnulfo Chávez Miranda”, del cantón Quevedo. Se aborda desde un enfoque multidisciplinario que integra elementos de la psicología educativa, la pedagogía y la sociología. El marco teórico se fundamenta en la comprensión de las habilidades blandas como competencias socioemocionales y del comportamiento, que facilitan la interacción positiva entre los individuos en contextos educativos. Se llevó a cabo un diagnóstico de la situación de la unidad educativa, utilizando métodos cualitativos y cuantitativos para identificar los desafíos y las necesidades relacionadas con la convivencia escolar. Como respuesta a estos resultados, se diseñó, desarrolló y validó un taller de capacitación docente centrado en el desarrollo de habilidades blandas. Este taller se estructuró en torno a actividades prácticas, discusiones grupales y reflexiones individuales, con el objetivo de fortalecer las competencias de los docentes en áreas clave como la empatía, trabajo en equipo, la comunicación efectiva y la resolución de conflictos. Para respaldo de este trabajo se realizó la recopilación de datos a través de encuestas y entrevistas digitales, las mismas que demuestran el interés existente tanto en los estudiantes como en los maestros el uso de las habilidades blandas para la mejora de la convivencia escolar.

Palabras Clave: Habilidades blandas; educación; aprendizaje; convivencia escolar; rendimiento académico

Abstract

This educational development project investigates the impact of soft skills on school coexistence, in Basic Elementary students of the “Arnulfo Chávez Miranda” School, in the Quevedo canton. It is approached from a multidisciplinary approach that integrates elements of educational psychology, pedagogy and sociology. The theoretical framework is based on the understanding of soft skills as socio-emotional and behavioral competencies, which facilitate positive interaction between individuals in educational contexts.

A diagnosis of the situation of the educational unit was carried out, using qualitative and quantitative methods to identify the challenges and needs related to school coexistence. In response to these results, a teacher training workshop focused on the development of soft skills was designed, developed and validated. This workshop was structured around practical activities, group discussions and individual reflections, with the aim of strengthening teachers' skills in key areas such as empathy, teamwork, effective communication and conflict resolution.

To support this work, data was collected through surveys and digital interviews, which demonstrate the existing interest in both students and teachers in the use of soft skills to improve school coexistence.

Keywords: soft skills; education; learning; school coexistence; academic performance.

Introducción

El estudio que se presenta aborda uno de los aspectos fundamentales de la experiencia escolar: las habilidades blandas y su influencia en la convivencia dentro de las aulas. Las habilidades blandas, o competencias socioemocionales, son aquellos atributos personales que no solo definen la inteligencia emocional de un individuo, sino que también moldean su capacidad para interactuar, colaborar y resolver conflictos en entornos sociales. Son la base sobre la cual se erige la convivencia escolar, un pilar crucial que sustenta el aprendizaje y el bienestar de todos los miembros de la comunidad educativa.

En este estudio, se despliega una mirada profunda y reflexiva sobre cómo estas habilidades blandas influyen en la dinámica cotidiana de una escuela. Desde la comunicación efectiva hasta la empatía, pasando por el trabajo en equipo y la resolución pacífica de conflictos, cada una de estas competencias se convierte en un hilo conductor que teje la trama de la convivencia escolar

A través de un enfoque multidisciplinario y empírico, la autora explora no solo la importancia teórica de las habilidades blandas, sino también su aplicación práctica en el contexto escolar. Desde la sala de clases hasta los patios de recreo, se revelan las estrategias y prácticas que fomentan un ambiente inclusivo, respetuoso y propicio para el desarrollo integral de los estudiantes.

Este estudio no solo es un compendio de hallazgos y análisis, sino que también se inscribe en el enfoque de investigación- acción, con el desarrollo de una propuesta de desarrollo. Nos desafía a repensar prácticas educativas, a cultivar un mayor entendimiento sobre las complejidades de la interacción humana y a trabajar juntos en la construcción de entornos escolares donde cada individuo pueda florecer plenamente.

Las habilidades blandas, también conocidas como competencias socioemocionales, han emergido como un tema de gran relevancia en el ámbito educativo a nivel mundial, latinoamericano y específicamente en Ecuador. Estas habilidades comprenden una amplia gama de capacidades que van más allá del conocimiento académico, incluyendo aspectos como la inteligencia emocional, la comunicación efectiva, la resolución de conflictos, la empatía y el trabajo en equipo, entre otros. Su importancia radica en su capacidad para influir en el bienestar emocional, el rendimiento académico y la convivencia escolar de los estudiantes.

A nivel mundial, diversas investigaciones han destacado la necesidad de integrar el desarrollo de habilidades blandas en los sistemas educativos como una medida para preparar a los estudiantes para los desafíos del siglo XXI. En un mundo cada vez más interconectado y diverso, se reconoce que estas habilidades son esenciales para el éxito personal, profesional y social de los individuos.

En el contexto latinoamericano, la relevancia de las habilidades blandas se manifiesta en la creciente preocupación por la calidad de la educación y la equidad en el acceso a oportunidades educativas. Países como Ecuador enfrentan desafíos significativos en materia de convivencia escolar, incluyendo la violencia, el acoso escolar y la desigualdad socioeconómica, lo que resalta la necesidad de fortalecer las habilidades socioemocionales de los estudiantes como parte integral de su formación.

En Ecuador, específicamente, las políticas educativas han comenzado a incorporar el desarrollo de habilidades blandas en los planes de estudio, en las estrategias de enseñanza y especialmente en la formación en habilidades blandas para el emprendimiento se vincula a la necesidad de construir nuevos modelos educativos. Sin embargo, aún existe un camino por recorrer en términos de implementación efectiva y evaluación de estas iniciativas.

En este contexto, el presente estudio se enfoca en la relevancia de las habilidades blandas y su impacto en la convivencia escolar a través de un enfoque multidisciplinario que combina la investigación teórica y empírica, se busca comprender mejor la importancia de estas habilidades en el contexto ecuatoriano y proponer estrategias efectivas para su desarrollo en el ámbito escolar.

Mediante el análisis de la situación actual, la revisión de la literatura relevante y la presentación de evidencia empírica, se pretende contribuir al avance del conocimiento en este campo y promover prácticas educativas más inclusivas y centradas en el bienestar integral de los estudiantes.

En Ecuador, al igual que en otros países, las instituciones educativas enfrentan diversos desafíos relacionados con la convivencia escolar, incluyendo conflictos interpersonales, bullying, y dificultades en la comunicación y el manejo de emociones.

En este contexto, surge la necesidad de implementar intervenciones efectivas que promuevan un clima escolar positivo y fomenten relaciones interpersonales saludables entre los miembros de la comunidad educativa.

El presente estudio se enfoca en la Básica Elemental de la Escuela de Educación Básica “Arnulfo Chávez Miranda”, de la ciudad de Quevedo-Ecuador, como contexto de investigación, con el objetivo de explorar el impacto de las habilidades blandas en la convivencia escolar y proponer una intervención dirigida a fortalecer estas competencias entre el personal docente. Se emplea un enfoque integral que combina el análisis de la situación actual de la unidad educativa, el diseño y desarrollo de un taller de capacitación docente en habilidades blandas, y la validación de dicho taller como estrategia de intervención.

Materiales y métodos

A través de este estudio, se pretende contribuir al cuerpo de conocimiento existente sobre la importancia de las habilidades blandas en el ámbito educativo, así como proporcionar evidencia empírica sobre la efectividad de una intervención específica en el contexto ecuatoriano. Se espera que los resultados obtenidos no solo beneficien a la unidad educativa objeto de estudio, sino que también sirvan como referencia para otras instituciones interesadas en promover un entorno escolar inclusivo y saludable mediante el fortalecimiento de las habilidades blandas del personal docente.

De manera global el mundo de hoy se ha tornado competitivo; el éxito profesional depende no solamente del manejo de competencias técnicas o cognitivas (también conocidas como habilidades duras), sino también del desarrollo de otras capacidades, a estas competencias no cognitivas se denomina habilidades blandas, y deben desarrollarse durante la etapa formativa de la persona, es decir, durante su proceso de aprendizaje.

Es por ello que este estudio busca proporcionar una comprensión más profunda de la relación entre estas habilidades blandas y la convivencia escolar, con la intención de consolidar prácticas educativas más efectivas, y conseguir el afianzamiento de un clima escolar que favorezca el logro de los aprendizajes y el desarrollo integral de los estudiantes de la escuela de educación básica “Arnulfo Chávez Miranda” en el periodo 2023-2024.

 

 

 

 

 

Análisis y discusión de los resultados

La escuela de educación básica “Arnulfo Chávez Miranda”, con código AMIE 12H00808, perteneciente a la zona 5, se encuentra ubicada en la parroquia Nicolás Infante Díaz de la ciudad de Quevedo, en la provincia de Los Ríos, Ecuador. Este centro educativo opera bajo el régimen de educación regular y financiamiento fiscal. Su modalidad es presencial y abarca jornadas matutina y vespertina, ofreciendo niveles educativos de inicial y básica. Cuenta con 32 docentes, 2 miembros de personal administrativo y una población estudiantil total de 969 alumnos.

La institución dispone de áreas de recreación tanto para los niveles de educación inicial como para preparatoria. Asimismo, cuenta con dos canchas deportivas, un extenso patio, un bar estudiantil, la dirección administrativa, laboratorios equipados, servicios sanitarios y aulas amplias.

En el mundo actual, la importancia de las habilidades blandas en la convivencia escolar se ha vuelto más evidente que nunca. En un contexto global marcado por la diversidad, la tecnología y los cambios sociales, el desarrollo de competencias sociales y emocionales se ha convertido en un pilar fundamental para el éxito académico y personal de los estudiantes.

Un entorno escolar seguro y de apoyo es fundamental para el desarrollo de habilidades socioemocionales. En este sentido, los educadores deben crear un ambiente en el que los estudiantes se sientan valorados, respetados y escuchados. Esto se logra mediante la promoción de la inclusión, el fomento de la participación activa de todos los alumnos y el establecimiento de normas claras de convivencia. Cuando los estudiantes se sienten seguros, son más propensos a expresar sus emociones y participar en actividades que fomenten el desarrollo de habilidades socioemocionales (Pérez, 2023).

A nivel mundial, se reconoce cada vez más que las habilidades blandas son críticas para la empleabilidad y la ciudadanía activa. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) han destacado la necesidad de integrar el desarrollo de habilidades blandas en los sistemas educativos como parte de una educación integral. Los países más desarrollados han implementado programas y políticas para fomentar estas habilidades desde edades tempranas, reconociendo su impacto en la convivencia escolar y la sociedad en general.

En América Latina, la situación varía de un país a otro, pero en general se enfrentan desafíos similares en cuanto al acceso a una educación de calidad y la promoción de habilidades socioemocionales. La región ha avanzado en la inclusión de contenidos relacionados con las habilidades blandas en los planes de estudio, pero aún existe una brecha en la implementación efectiva de programas que las promuevan de manera integral. La convivencia escolar se ve afectada por factores como la violencia, la discriminación y la desigualdad, lo que resalta la importancia de fortalecer las habilidades blandas como herramientas para la resolución de conflictos y la construcción de una cultura de paz.

En Ecuador, se han realizado esfuerzos significativos para integrar las habilidades blandas en el currículo escolar y promover su desarrollo en el ámbito educativo. El Ministerio de Educación ha implementado programas y proyectos que buscan fortalecer competencias como la comunicación, la empatía y el trabajo en equipo. Sin embargo, aún existen desafíos en la implementación efectiva de estas iniciativas a nivel nacional, así como en la formación docente y la asignación de recursos para su ejecución.

La Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) (2017), dispuso que los actores que conforman la comunidad educativa construyan el Código de Convivencia, con el propósito de establecer las regulaciones para las relaciones entre ellos, con el objetivo general que cada institución educativa disponga de un marco normativo de principios, reglas y políticas para el buen funcionamiento de los procesos educativos.  Entre los encargos regulatorios del Código constan consolidar la convivencia basada en derechos, valores, procedimientos acordados, entre otros; así como la preminencia de un sistema de diálogo para la superación de los eventuales conflictos (Ministerio de Educación, 2017).

El Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) año 2019, examinó las habilidades socioemocionales y el factor de disrupción en el aula mediante un conjunto de ítems que evalúan la frecuencia de eventos disruptivos durante la clase. La escala incluyó afirmaciones como desorden en la sala, demoras para que los estudiantes se callen, interrupciones cuando un estudiante participa y un comportamiento que dificulta el aprendizaje (UNESCO, 2019).

En el corazón de cada comunidad educativa yace un desafío fundamental: cultivar un ambiente donde los estudiantes no solo adquieran conocimientos académicos, sino también desarrollen habilidades sociales y emocionales que les permitan crecer como individuos íntegros y contribuir positivamente a la sociedad. Sin embargo, la realidad nos muestra que la falta de enfoque en las habilidades blandas y su contribución a la convivencia escolar puede generar obstáculos significativos en el proceso educativo.

En muchos entornos educativos, las habilidades blandas no reciben la atención adecuada en comparación con el contenido académico. La estructura tradicional del sistema educativo a menudo se centra en la transmisión de conocimientos teóricos y descuida el desarrollo de competencias cruciales como la comunicación, la resolución de conflictos y la empatía. Esta falta de equilibrio puede resultar en una convivencia escolar deficiente, caracterizada por el acoso, la discriminación y la falta de comprensión entre los estudiantes.

La investigación se centra en la participación activa tanto de docentes como de estudiantes, reconociéndolos como los principales beneficiarios junto con la institución educativa y la sociedad en conjunto. Es crucial abordar el tema de las habilidades blandas, ya que su aplicación efectiva puede influir positivamente en la gestión de la convivencia escolar, especialmente en los estudiantes de básica elemental, y en diversos contextos educativos. La integración de las competencias y capacidades tanto de los docentes como de los estudiantes es fundamental en este proceso.

La implementación del taller de habilidades blandas tiene como objetivo motivar a los docentes a diseñar estrategias que desarrollen y refuercen las habilidades sociales de sus alumnos. Esto se logrará mediante actividades curriculares y extracurriculares que fomenten la confianza, la comunicación efectiva y la demostración de habilidades para resolver problemas, pensamiento crítico y analítico, gestión del tiempo, trabajo en equipo, iniciativa, curiosidad e imaginación. Además, se busca cultivar el deseo de aprender y promover la capacidad de conciliación en la vida personal, social y laboral. En resumen, el taller pretende contribuir al desarrollo integral de docentes y estudiantes, generando un impacto positivo en su interacción y en la construcción de un entorno escolar enriquecedor.

El término habilidades blandas es relativamente nuevo y se empezó a utilizar en el ámbito de la gestión y el emprendimiento en la década de los 90. Es en el año 1996 en que se empieza a utilizar bajo los términos de habilidades del siglo XXI, no cognitivas, socioemocionales o blandas. La evolución de diferentes conceptos sobre las habilidades blandas destaca la importancia de los aspectos que van más allá de lo técnico, y que se han vuelto esenciales en diferentes ámbitos, como la adaptación en el aspecto pedagógico.

Las habilidades blandas son un conjunto de capacidades que permiten desenvolverse a lo largo de la vida, también son nombradas como socioemocionales, no cognitivas y soft skills; las primeras de ellas, son aquellas herramientas que permiten identificar y regular las emociones, entender las de los demás, ser empáticos, desarrollar y mantener relaciones auténticas, formar metas positivas y responsabilidad ante la vida. Del mismo modo, las soft skills son particularidades propias de los individuos que mejoran la capacidad de relacionarse efectivamente con otros (Veytia & Cárdenas, 2023).

En síntesis, las habilidades blandas representan los hilos invisibles que unen a los estudiantes con su entorno escolar y con el mundo que los rodea. Son los cimientos sobre los cuales se construye una convivencia armoniosa y una sociedad resiliente. Las habilidades blandas, también conocidas como habilidades sociales y emocionales, son aquellas competencias que trascienden los límites del aula y se aplican en todas las esferas de la vida.

En el entorno escolar, las habilidades blandas son la clave para crear un clima de respeto, inclusión y colaboración. La capacidad de escuchar, comprender y empatizar con los demás fomenta relaciones saludables entre estudiantes, docentes y personal administrativo. La resolución pacífica de conflictos, la gestión emocional y la comunicación asertiva son habilidades que promueven un ambiente escolar seguro y estimulante donde todos los miembros de la comunidad pueden florecer.

Dentro de las teorías científicas está Maslow (1908 – 1970), creador de la Teoría de autorrealización en la que manifiesta que, al aplicar habilidades interpersonales, se superarán los obstáculos, lo que permitirá una comunicación mejor y más efectiva con el entorno social que le rodea. Las habilidades blandas o habilidades no cognitivas no son habilidades propias del ser humano, sino que se desarrollan y adquieren a una edad temprana, con la ayuda de los padres en el hogar posteriormente se refuerza en las instituciones educativas (Moreira, 2022).

Las habilidades blandas según Abraham Maslow (1908 – 1970) son resultado de la combinación entre habilidades sociales, de comunicación, de personalidad, de cercanía a los demás, entre muchas, que forman a una persona capaz de relacionarse y comunicarse de manera efectiva con otros (López y Lozano, 2021). Desde esta perspectiva se puede interpretar como la combinación de estas cualidades siendo integradas en el ámbito educativo pueden satisfacer necesidades psicológicas de los estudiantes y así lograr prepararlos para enfrentar desafíos a lo largo de su vida.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) manifiesta que las competencias blandas se relacionan con las habilidades tales como la autoconfianza, la autodisciplina y la autogestión, así como el trabajo en equipo, la comunicación y la inteligencia emocional (Velasco & Jaramillo, 2021).

Estas habilidades permiten el crecimiento como individuo capaz de gestionar sus objetivos personales de manera inteligente y regulada. Además, facilitan la interacción social constructiva, permitiendo que el individuo confronte situaciones de manera positiva, independientemente del contexto social en que se encuentre.

Estas citas ofrecen una visión completa y fundamentada sobre la importancia de las habilidades blandas, integrando definiciones, aplicaciones prácticas y respaldo teórico, lo que enriquece la comprensión sobre este tema crucial en el desarrollo humano.

La inteligencia emocional es la habilidad para reconocer, comprender y gestionar las propias emociones y las de los demás, así como para utilizarlas de manera efectiva en diferentes situaciones (Salovey, 1990).

Aranguren (2022) manifiesta que “La enseñanza de las emociones y el desarrollo de la Inteligencia Emocional (IE) son tareas necesarias a trabajar en la educación” (p.45).  Para lograr esto, es esencial crear condiciones propicias que favorezcan la creación de programas y proyectos en el aula, permitiendo que los estudiantes expresen libremente sus emociones. Esto implica integrar al sistema educativo herramientas que proporcionen ante situaciones, la fomentación del autoconocimiento, autocontrol, empatía, habilidades de escucha, resolución de conflictos y cooperación con un enfoque educativo netamente emocional y que puedan enfrentar los desafíos de la vida con responsabilidad y seguros de sí mismos.

Las habilidades blandas, conocidas también como habilidades socios emocionales, nos facilitan el desarrollo de las habilidades interpersonales, con las cuales sin lugar a duda nos llevaremos mejor con padres, hermanos/as, amigos/as, compañeros/as de clase y profesores/as. Las principales ventajas de desarrollar habilidades interpersonales son: Comprender y conocer mejor a los demás. Interactuar mejor, ya sean conocidos o desconocidos. Construir relaciones amistosas o afectivas más saludables. Conseguir intereses personales con mayor facilidad. Defender los derechos personales cuando otras personas no los respetan (Best, 2018). Con una perspectiva pareja Indacochea (2022) manifiesta en referencia a las habilidades blandas, que son destrezas sociales que impulsan el juicio emocional. También conocidas como habilidades transversales o socioemocionales, se enfoca en proponer títulos y cualidades específicas que potencien la comunicación y las relaciones efectivas con quienes nos rodean.

Sobre la Teoría del Aprendizaje Social, se tiene en cuenta lo aportado por

Bandura (1977) quien destaca que los seres humanos son capaces de aprender observando las acciones de otros. Esta información observada se codifica en la memoria del observador y puede ser utilizada más adelante como guía para realizar el comportamiento aprendido. Este tipo de aprendizaje es eficiente y permite a las personas adaptarse y aprender nuevas habilidades y comportamientos de manera más rápida y menos costosa a través de la experiencia directa.

La clave se encuentra en la palabra "social" que está incluida en la teoría del aprendizaje social de Bandura (1977), la cual ha tenido relevante importancia en la educación ya que se reconoce la importancia de modelar las conductas.

En cuanto a la Teoría sociocultural, se destaca que todos los seres humanos son parte de un contexto social, en donde se relacionan para compartir las experiencias, ideas, entre otros. El aprendizaje es parte fundamental del desarrollo y al interactuar con los demás se aprende, además, se asimila la información recibida,

La capacitación en competencias técnicas o cognitivas (llamadas también habilidades duras o hard skills), son complementarias a las blandas. Estas destrezas duras se adquieren tradicionalmente en las escuelas, que se han encargado de los aprendizajes académicos o habilidades cognitivas, se entienden como los conocimientos adquiridos y se vinculan al coeficiente intelectual que además pueden evaluarse, se adquieren por medio de una acreditación o certificación.

El contraste entre estas habilidades es, que mientras que las habilidades duras son específicas y cuantificables, las habilidades blandas se centran en aspectos más sociales y emocionales. Siendo ambas esenciales en el ámbito educativo, manteniendo así, un equilibrio para lograr el éxito y enfrentar desafíos académicos y de la vida. 

La no presencia de habilidades blandas en los estudiantes, no posibilita que haya una convivencia escolar adecuada ya que no mantiene una comunicación con sus semejantes, por ello es necesario desarrollar un taller sobre estas habilidades, ya que con ello lograría su progreso personal. “Dichas habilidades no se heredan, son considerados como comportamiento y actitud adquirida desde niños mediante la intervención de los padres, los cuales influencian en su desenvolvimiento y así afrontar situaciones inéditas e inesperadas, las que son reforzadas en las escuelas” (Saavedra, 2023, p.167).

En el entorno escolar, las habilidades blandas son la clave para crear un clima de respeto, inclusión y colaboración. La capacidad de escuchar, comprender y empatizar con los demás fomenta relaciones saludables entre estudiantes, docentes y personal administrativo. La resolución pacífica de conflictos, la gestión emocional y la comunicación asertiva son habilidades que promueven un ambiente escolar seguro y estimulante donde todos los miembros de la comunidad pueden florecer.

En definitiva, solo pueden traer beneficios como:

·         Mejorar la empleabilidad: las competencias blandas ya constituyen uno de los principales focos de evaluación durante las entrevistas de trabajo.

·         Trabajo en equipo: habilidades blandas como la inteligencia emocional, el liderazgo o la capacidad de tomar decisiones se consideran claves para la buena comunicación y el ambiente colaborativo.

·         Ventaja competitiva: un profesional integral que dispone, por ejemplo, de habilidades tecnológicas o comunicativas posee un perfil diferenciador que lo coloca adelante frente a la automatización y digitalización actual de los empleos.

·         Adaptación rápida: estas competencias se pueden transferir a distintas situaciones y puestos de trabajo, por lo que le brindan al trabajador una mayor capacidad de respuesta en sus tareas.

Conclusiones

El uso de habilidades blandas es fundamental para la mejora de la convivencia escolar. La colaboración entre la escuela y las familias, es esencial para fortalecer el desarrollo de habilidades blandas en los estudiantes y promover una cultura de respeto y convivencia positiva en el entorno escolar.  Es fundamental reconocer que las habilidades blandas son tan importantes como las habilidades académicas para el éxito personal y profesional a largo plazo de los estudiantes. Por lo tanto, deben recibir la misma atención y dedicación en el proceso educativo, ya que contribuyen a generar un clima propicio para el aprendizaje de los estudiantes.

Las habilidades blandas desempeñan un papel crucial en la mejora de la convivencia escolar en una escuela básica, ya que promueven la empatía, el trabajo en equipo, la resolución de conflictos, la gestión emocional y la comunicación efectiva entre los estudiantes, el personal docente y los padres, se extraen los criterios más relevantes de las aportaciones de diferentes autores, cuya información ha sido utilizada en el desarrollo del proyecto educativo y el plan de capacitación docente.

Por todo ello y para el mejor éxito de la labor docente, se sugiere:

Involucrar activamente a los padres y entorno familiar en el proceso educativo, ofreciendo talleres y recursos para apoyar el desarrollo de habilidades blandas tanto en el hogar como en la escuela, promover un clima escolar inclusivo y respetuoso, donde se valoren y celebren las diferencias individuales, y se fomente la colaboración y el trabajo en equipo. Implementar programas estructurados de educación socio emocional, que incluyan actividades y recursos diseñados específicamente para mejorar habilidades blandas como la empatía, el trabajo en equipo, la gestión emocional, la resolución de conflictos y la comunicación efectiva.

Capacitar al personal docente en estrategias efectivas para enseñar y fomentar habilidades blandas en el aula, brindándoles herramientas y recursos pedagógicos adecuados. Asegurar que todos los estudiantes tengan acceso a una variedad de recursos tecnológicos para garantizar su plena participación en actividades didácticas. Esto puede incluir el uso de tecnologías accesibles, la diferenciación de la instrucción y la creación de un entorno de aprendizaje que fomente la equidad y la inclusión.

Referencias bibliográficas

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Best, A. C. (2018). Programa de gestión basado en habilidades blandas para mejorar la convivencia escolar en la I.E. Nº 80409 del Distrito Pueblo Nuevo, Chepén 2018. [Tesis para obtener el grado académico de Doctor en Gestión Pública y Gobernabilidad, Escuela de Posgrado “César Vallejo”, Lima, Perú]. https://repositorio.ucv.edu.pe/handle/20.500.12692/37336

Indacochea, C. C. (2022). Habilidades blandas y convivencia escolar en estudiantes de tercero de básica en una Institución Educativa Pública de Santo Domingo.[Tesis para obtener el grado académico de Maestra en Piscología Educativa, Universidad “César Vallejo”, Escuela de Posgrado, Piura, Perú].  https://repositorio.ucv.edu.pe/handle/20.500.12692/94571

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