Recibido: 13/03/2024 Aceptado: 19/06/2024
Las habilidades blandas y la
convivencia escolar en los estudiantes de la Escuela de Educación Básica
Período lectivo 2023/2024 (Original).
The soft abilities and the school coexistence in the students of
the School of Education Basic Period lectivo 2023/2024 (Original).
Daniela
Victoria Chávez Rojas. Ingeniera en Marketing. MSc en
Pedagogía. Universidad Técnica Estatal de Quevedo. Ecuador.
[ dchavezr@uteq.edu.ec ] [ 0009000498233626 ]
María
Fernanda Pineda Burgos. Ingeniera en Marketing. MSc
en Pedagogía. Universidad Técnica Estatal de Quevedo. Ecuador.
[ mpinedab@uteq.edu.ec ] [ 0009000714060361 ]
Ruth
Rocío Fuentes Maquilon. Licenciada en Contabilidad y
Economía. MSc en Pedagogía. Universidad Técnica
Estatal de Quevedo. Ecuador.
[ ruth.fuentes2016@uteq.edu.ec
]
[ 0009-0001-6432-6427 ]
Resumen
El
presente proyecto de desarrollo educativo investiga el impacto de las
habilidades blandas en la convivencia escolar, en estudiantes de Básica
Elemental de la escuela de educación básica “Arnulfo Chávez Miranda”, del
cantón Quevedo. Se aborda desde un enfoque multidisciplinario que integra
elementos de la psicología educativa, la pedagogía y la sociología. El marco
teórico se fundamenta en la comprensión de las habilidades blandas como
competencias socioemocionales y del comportamiento, que facilitan la interacción
positiva entre los individuos en contextos educativos. Se llevó a cabo un
diagnóstico de la situación de la unidad educativa, utilizando métodos
cualitativos y cuantitativos para identificar los desafíos y las necesidades
relacionadas con la convivencia escolar. Como respuesta a estos resultados, se
diseñó, desarrolló y validó un taller de capacitación docente centrado en el
desarrollo de habilidades blandas. Este taller se estructuró en torno a
actividades prácticas, discusiones grupales y reflexiones individuales, con el
objetivo de fortalecer las competencias de los docentes en áreas clave como la
empatía, trabajo en equipo, la comunicación efectiva y la resolución de
conflictos. Para respaldo de este trabajo se realizó la recopilación de datos a
través de encuestas y entrevistas digitales, las mismas que demuestran el
interés existente tanto en los estudiantes como en los maestros el uso de las
habilidades blandas para la mejora de la convivencia escolar.
Palabras Clave:
Habilidades blandas; educación; aprendizaje; convivencia escolar; rendimiento
académico
Abstract
This educational development
project investigates the impact of soft skills on school coexistence, in Basic
Elementary students of the “Arnulfo Chávez Miranda” School, in the Quevedo
canton. It is approached from a multidisciplinary approach that integrates
elements of educational psychology, pedagogy and sociology. The theoretical
framework is based on the understanding of soft skills as socio-emotional and
behavioral competencies, which facilitate positive interaction between
individuals in educational contexts.
A diagnosis of the situation
of the educational unit was carried out, using qualitative and quantitative
methods to identify the challenges and needs related to school coexistence. In
response to these results, a teacher training workshop focused on the
development of soft skills was designed, developed and validated. This workshop
was structured around practical activities, group discussions and individual
reflections, with the aim of strengthening teachers' skills in key areas such
as empathy, teamwork, effective communication and conflict resolution.
To support this work, data was
collected through surveys and digital interviews, which demonstrate the
existing interest in both students and teachers in the use of soft skills to
improve school coexistence.
Keywords: soft
skills; education; learning; school coexistence; academic performance.
Introducción
El
estudio que se presenta aborda uno de los aspectos fundamentales de la
experiencia escolar: las habilidades blandas y su influencia en la convivencia
dentro de las aulas. Las habilidades blandas, o competencias socioemocionales,
son aquellos atributos personales que no solo definen la inteligencia emocional
de un individuo, sino que también moldean su capacidad para interactuar,
colaborar y resolver conflictos en entornos sociales. Son la base sobre la cual
se erige la convivencia escolar, un pilar crucial que sustenta el aprendizaje y
el bienestar de todos los miembros de la comunidad educativa.
En
este estudio, se despliega una mirada profunda y reflexiva sobre cómo estas
habilidades blandas influyen en la dinámica cotidiana de una escuela. Desde la
comunicación efectiva hasta la empatía, pasando por el trabajo en equipo y la
resolución pacífica de conflictos, cada una de estas competencias se convierte
en un hilo conductor que teje la trama de la convivencia escolar
A
través de un enfoque multidisciplinario y empírico, la autora explora no solo
la importancia teórica de las habilidades blandas, sino también su aplicación
práctica en el contexto escolar. Desde la sala de clases hasta los patios de
recreo, se revelan las estrategias y prácticas que fomentan un ambiente
inclusivo, respetuoso y propicio para el desarrollo integral de los
estudiantes.
Este
estudio no solo es un compendio de hallazgos y análisis, sino que también se
inscribe en el enfoque de investigación- acción, con el desarrollo de una
propuesta de desarrollo. Nos desafía a repensar prácticas educativas, a
cultivar un mayor entendimiento sobre las complejidades de la interacción
humana y a trabajar juntos en la construcción de entornos escolares donde cada
individuo pueda florecer plenamente.
Las
habilidades blandas, también conocidas como competencias socioemocionales, han
emergido como un tema de gran relevancia en el ámbito educativo a nivel
mundial, latinoamericano y específicamente en Ecuador. Estas habilidades
comprenden una amplia gama de capacidades que van más allá del conocimiento académico,
incluyendo aspectos como la inteligencia emocional, la comunicación efectiva,
la resolución de conflictos, la empatía y el trabajo en equipo, entre otros. Su
importancia radica en su capacidad para influir en el bienestar emocional, el
rendimiento académico y la convivencia escolar de los estudiantes.
A
nivel mundial, diversas investigaciones han destacado la necesidad de integrar
el desarrollo de habilidades blandas en los sistemas educativos como una medida
para preparar a los estudiantes para los desafíos del siglo XXI. En un mundo
cada vez más interconectado y diverso, se reconoce que estas habilidades son
esenciales para el éxito personal, profesional y social de los individuos.
En
el contexto latinoamericano, la relevancia de las habilidades blandas se
manifiesta en la creciente preocupación por la calidad de la educación y la
equidad en el acceso a oportunidades educativas. Países como Ecuador enfrentan
desafíos significativos en materia de convivencia escolar, incluyendo la
violencia, el acoso escolar y la desigualdad socioeconómica, lo que resalta la
necesidad de fortalecer las habilidades socioemocionales de los estudiantes
como parte integral de su formación.
En
Ecuador, específicamente, las políticas educativas han comenzado a incorporar
el desarrollo de habilidades blandas en los planes de estudio, en las
estrategias de enseñanza y especialmente en la formación en habilidades blandas
para el emprendimiento se vincula a la necesidad de construir nuevos modelos
educativos. Sin embargo, aún existe un camino por recorrer en términos de
implementación efectiva y evaluación de estas iniciativas.
En
este contexto, el presente estudio se enfoca en la relevancia de las
habilidades blandas y su impacto en la convivencia escolar a través de un
enfoque multidisciplinario que combina la investigación teórica y empírica, se
busca comprender mejor la importancia de estas habilidades en el contexto
ecuatoriano y proponer estrategias efectivas para su desarrollo en el ámbito
escolar.
Mediante
el análisis de la situación actual, la revisión de la literatura relevante y la
presentación de evidencia empírica, se pretende contribuir al avance del
conocimiento en este campo y promover prácticas educativas más inclusivas y
centradas en el bienestar integral de los estudiantes.
En
Ecuador, al igual que en otros países, las instituciones educativas enfrentan
diversos desafíos relacionados con la convivencia escolar, incluyendo
conflictos interpersonales, bullying, y dificultades en la comunicación y el
manejo de emociones.
En
este contexto, surge la necesidad de implementar intervenciones efectivas que
promuevan un clima escolar positivo y fomenten relaciones interpersonales
saludables entre los miembros de la comunidad educativa.
El
presente estudio se enfoca en la Básica Elemental de la Escuela de Educación
Básica “Arnulfo Chávez Miranda”, de la ciudad de Quevedo-Ecuador, como contexto
de investigación, con el objetivo de explorar el impacto de las habilidades
blandas en la convivencia escolar y proponer una intervención dirigida a
fortalecer estas competencias entre el personal docente. Se emplea un enfoque
integral que combina el análisis de la situación actual de la unidad educativa,
el diseño y desarrollo de un taller de capacitación docente en habilidades
blandas, y la validación de dicho taller como estrategia de intervención.
Materiales y
métodos
A
través de este estudio, se pretende contribuir al cuerpo de conocimiento
existente sobre la importancia de las habilidades blandas en el ámbito
educativo, así como proporcionar evidencia empírica sobre la efectividad de una
intervención específica en el contexto ecuatoriano. Se espera que los
resultados obtenidos no solo beneficien a la unidad educativa objeto de
estudio, sino que también sirvan como referencia para otras instituciones
interesadas en promover un entorno escolar inclusivo y saludable mediante el
fortalecimiento de las habilidades blandas del personal docente.
De
manera global el mundo de hoy se ha tornado competitivo; el éxito profesional
depende no solamente del manejo de competencias técnicas o cognitivas (también
conocidas como habilidades duras), sino también del desarrollo de otras
capacidades, a estas competencias no cognitivas se denomina habilidades
blandas, y deben desarrollarse durante la etapa formativa de la persona, es
decir, durante su proceso de aprendizaje.
Es
por ello que este estudio busca proporcionar una comprensión más profunda de la
relación entre estas habilidades blandas y la convivencia escolar, con la
intención de consolidar prácticas educativas más efectivas, y conseguir el
afianzamiento de un clima escolar que favorezca el logro de los aprendizajes y
el desarrollo integral de los estudiantes de la escuela de educación básica
“Arnulfo Chávez Miranda” en el periodo 2023-2024.
Análisis y
discusión de los resultados
La
escuela de educación básica “Arnulfo Chávez Miranda”, con código AMIE 12H00808,
perteneciente a la zona 5, se encuentra ubicada en la parroquia Nicolás Infante
Díaz de la ciudad de Quevedo, en la provincia de Los Ríos, Ecuador. Este centro
educativo opera bajo el régimen de educación regular y financiamiento fiscal.
Su modalidad es presencial y abarca jornadas matutina y vespertina, ofreciendo
niveles educativos de inicial y básica. Cuenta con 32 docentes, 2 miembros de
personal administrativo y una población estudiantil total de 969 alumnos.
La
institución dispone de áreas de recreación tanto para los niveles de educación
inicial como para preparatoria. Asimismo, cuenta con dos canchas deportivas, un
extenso patio, un bar estudiantil, la dirección administrativa, laboratorios
equipados, servicios sanitarios y aulas amplias.
En
el mundo actual, la importancia de las habilidades blandas en la convivencia
escolar se ha vuelto más evidente que nunca. En un contexto global marcado por
la diversidad, la tecnología y los cambios sociales, el desarrollo de
competencias sociales y emocionales se ha convertido en un pilar fundamental
para el éxito académico y personal de los estudiantes.
Un
entorno escolar seguro y de apoyo es fundamental para el desarrollo de
habilidades socioemocionales. En este sentido, los educadores deben crear un
ambiente en el que los estudiantes se sientan valorados, respetados y
escuchados. Esto se logra mediante la promoción de la inclusión, el fomento de
la participación activa de todos los alumnos y el establecimiento de normas
claras de convivencia. Cuando los estudiantes se sienten seguros, son más
propensos a expresar sus emociones y participar en actividades que fomenten el
desarrollo de habilidades socioemocionales (Pérez, 2023).
A
nivel mundial, se reconoce cada vez más que las habilidades blandas son
críticas para la empleabilidad y la ciudadanía activa. La Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) han destacado
la necesidad de integrar el desarrollo de habilidades blandas en los sistemas
educativos como parte de una educación integral. Los países más desarrollados
han implementado programas y políticas para fomentar estas habilidades desde
edades tempranas, reconociendo su impacto en la convivencia escolar y la
sociedad en general.
En
América Latina, la situación varía de un país a otro, pero en general se
enfrentan desafíos similares en cuanto al acceso a una educación de calidad y
la promoción de habilidades socioemocionales. La región ha avanzado en la
inclusión de contenidos relacionados con las habilidades blandas en los planes
de estudio, pero aún existe una brecha en la implementación efectiva de
programas que las promuevan de manera integral. La convivencia escolar se ve
afectada por factores como la violencia, la discriminación y la desigualdad, lo
que resalta la importancia de fortalecer las habilidades blandas como herramientas
para la resolución de conflictos y la construcción de una cultura de paz.
En
Ecuador, se han realizado esfuerzos significativos para integrar las
habilidades blandas en el currículo escolar y promover su desarrollo en el
ámbito educativo. El Ministerio de Educación ha implementado programas y
proyectos que buscan fortalecer competencias como la comunicación, la empatía y
el trabajo en equipo. Sin embargo, aún existen desafíos en la implementación
efectiva de estas iniciativas a nivel nacional, así como en la formación
docente y la asignación de recursos para su ejecución.
La
Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) (2017), dispuso que los actores
que conforman la comunidad educativa construyan el Código de Convivencia, con
el propósito de establecer las regulaciones para las relaciones entre ellos,
con el objetivo general que cada institución educativa disponga de un marco
normativo de principios, reglas y políticas para el buen funcionamiento de los
procesos educativos. Entre los encargos
regulatorios del Código constan consolidar la convivencia basada en derechos,
valores, procedimientos acordados, entre otros; así como la preminencia de un
sistema de diálogo para la superación de los eventuales conflictos (Ministerio
de Educación, 2017).
El
Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) del Laboratorio
Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) año 2019,
examinó las habilidades socioemocionales y el factor de disrupción en el aula
mediante un conjunto de ítems que evalúan la frecuencia de eventos disruptivos
durante la clase. La escala incluyó afirmaciones como desorden en la sala,
demoras para que los estudiantes se callen, interrupciones cuando un estudiante
participa y un comportamiento que dificulta el aprendizaje (UNESCO, 2019).
En
el corazón de cada comunidad educativa yace un desafío fundamental: cultivar un
ambiente donde los estudiantes no solo adquieran conocimientos académicos, sino
también desarrollen habilidades sociales y emocionales que les permitan crecer
como individuos íntegros y contribuir positivamente a la sociedad. Sin embargo,
la realidad nos muestra que la falta de enfoque en las habilidades blandas y su
contribución a la convivencia escolar puede generar obstáculos significativos
en el proceso educativo.
En
muchos entornos educativos, las habilidades blandas no reciben la atención
adecuada en comparación con el contenido académico. La estructura tradicional
del sistema educativo a menudo se centra en la transmisión de conocimientos
teóricos y descuida el desarrollo de competencias cruciales como la
comunicación, la resolución de conflictos y la empatía. Esta falta de
equilibrio puede resultar en una convivencia escolar deficiente, caracterizada
por el acoso, la discriminación y la falta de comprensión entre los
estudiantes.
La
investigación se centra en la participación activa tanto de docentes como de
estudiantes, reconociéndolos como los principales beneficiarios junto con la
institución educativa y la sociedad en conjunto. Es crucial abordar el tema de
las habilidades blandas, ya que su aplicación efectiva puede influir
positivamente en la gestión de la convivencia escolar, especialmente en los
estudiantes de básica elemental, y en diversos contextos educativos. La
integración de las competencias y capacidades tanto de los docentes como de los
estudiantes es fundamental en este proceso.
La
implementación del taller de habilidades blandas tiene como objetivo motivar a
los docentes a diseñar estrategias que desarrollen y refuercen las habilidades sociales
de sus alumnos. Esto se logrará mediante actividades curriculares y
extracurriculares que fomenten la confianza, la comunicación efectiva y la
demostración de habilidades para resolver problemas, pensamiento crítico y
analítico, gestión del tiempo, trabajo en equipo, iniciativa, curiosidad e
imaginación. Además, se busca cultivar el deseo de aprender y promover la
capacidad de conciliación en la vida personal, social y laboral. En resumen, el
taller pretende contribuir al desarrollo integral de docentes y estudiantes,
generando un impacto positivo en su interacción y en la construcción de un
entorno escolar enriquecedor.
El
término habilidades blandas es relativamente nuevo y se empezó a utilizar en el
ámbito de la gestión y el emprendimiento en la década de los 90. Es en el año
1996 en que se empieza a utilizar bajo los términos de habilidades del siglo
XXI, no cognitivas, socioemocionales o blandas. La evolución de diferentes
conceptos sobre las habilidades blandas destaca la importancia de los aspectos
que van más allá de lo técnico, y que se han vuelto esenciales en diferentes
ámbitos, como la adaptación en el aspecto pedagógico.
Las
habilidades blandas son un conjunto de capacidades que permiten desenvolverse a
lo largo de la vida, también son nombradas como socioemocionales, no cognitivas
y soft skills; las primeras
de ellas, son aquellas herramientas que permiten identificar y regular las
emociones, entender las de los demás, ser empáticos, desarrollar y mantener
relaciones auténticas, formar metas positivas y responsabilidad ante la vida.
Del mismo modo, las soft skills
son particularidades propias de los individuos que mejoran la capacidad de
relacionarse efectivamente con otros (Veytia & Cárdenas, 2023).
En
síntesis, las habilidades blandas representan los hilos invisibles que unen a
los estudiantes con su entorno escolar y con el mundo que los rodea. Son los
cimientos sobre los cuales se construye una convivencia armoniosa y una
sociedad resiliente. Las habilidades blandas, también conocidas como
habilidades sociales y emocionales, son aquellas competencias que trascienden
los límites del aula y se aplican en todas las esferas de la vida.
En
el entorno escolar, las habilidades blandas son la clave para crear un clima de
respeto, inclusión y colaboración. La capacidad de escuchar, comprender y
empatizar con los demás fomenta relaciones saludables entre estudiantes,
docentes y personal administrativo. La resolución pacífica de conflictos, la
gestión emocional y la comunicación asertiva son habilidades que promueven un
ambiente escolar seguro y estimulante donde todos los miembros de la comunidad
pueden florecer.
Dentro
de las teorías científicas está Maslow (1908 – 1970), creador de la Teoría de
autorrealización en la que manifiesta que, al aplicar habilidades
interpersonales, se superarán los obstáculos, lo que permitirá una comunicación
mejor y más efectiva con el entorno social que le rodea. Las habilidades
blandas o habilidades no cognitivas no son habilidades propias del ser humano,
sino que se desarrollan y adquieren a una edad temprana, con la ayuda de los
padres en el hogar posteriormente se refuerza en las instituciones educativas
(Moreira, 2022).
Las
habilidades blandas según Abraham Maslow (1908 – 1970) son resultado de la
combinación entre habilidades sociales, de comunicación, de personalidad, de
cercanía a los demás, entre muchas, que forman a una persona capaz de
relacionarse y comunicarse de manera efectiva con otros (López y Lozano, 2021).
Desde esta perspectiva se puede interpretar como la combinación de estas
cualidades siendo integradas en el ámbito educativo pueden satisfacer
necesidades psicológicas de los estudiantes y así lograr prepararlos para
enfrentar desafíos a lo largo de su vida.
El
Banco Interamericano de Desarrollo (BID) manifiesta que las competencias
blandas se relacionan con las habilidades tales como la autoconfianza, la
autodisciplina y la autogestión, así como el trabajo en equipo, la comunicación
y la inteligencia emocional (Velasco & Jaramillo, 2021).
Estas
habilidades permiten el crecimiento como individuo capaz de gestionar sus
objetivos personales de manera inteligente y regulada. Además, facilitan la
interacción social constructiva, permitiendo que el individuo confronte
situaciones de manera positiva, independientemente del contexto social en que
se encuentre.
Estas
citas ofrecen una visión completa y fundamentada sobre la importancia de las
habilidades blandas, integrando definiciones, aplicaciones prácticas y respaldo
teórico, lo que enriquece la comprensión sobre este tema crucial en el
desarrollo humano.
La
inteligencia emocional es la habilidad para reconocer, comprender y gestionar
las propias emociones y las de los demás, así como para utilizarlas de manera
efectiva en diferentes situaciones (Salovey, 1990).
Aranguren
(2022) manifiesta que “La enseñanza de las emociones y el desarrollo de la
Inteligencia Emocional (IE) son tareas necesarias a trabajar en la educación”
(p.45). Para lograr esto, es esencial
crear condiciones propicias que favorezcan la creación de programas y proyectos
en el aula, permitiendo que los estudiantes expresen libremente sus emociones.
Esto implica integrar al sistema educativo herramientas que proporcionen ante
situaciones, la fomentación del autoconocimiento, autocontrol, empatía,
habilidades de escucha, resolución de conflictos y cooperación con un enfoque
educativo netamente emocional y que puedan enfrentar los desafíos de la vida
con responsabilidad y seguros de sí mismos.
Las
habilidades blandas, conocidas también como habilidades socios emocionales, nos
facilitan el desarrollo de las habilidades interpersonales, con las cuales sin
lugar a duda nos llevaremos mejor con padres, hermanos/as, amigos/as,
compañeros/as de clase y profesores/as. Las principales ventajas de desarrollar
habilidades interpersonales son: Comprender y conocer mejor a los demás.
Interactuar mejor, ya sean conocidos o desconocidos. Construir relaciones
amistosas o afectivas más saludables. Conseguir intereses personales con mayor
facilidad. Defender los derechos personales cuando otras personas no los
respetan (Best, 2018). Con una perspectiva pareja
Indacochea (2022) manifiesta en referencia a las habilidades blandas, que son
destrezas sociales que impulsan el juicio emocional. También conocidas como
habilidades transversales o socioemocionales, se enfoca en proponer títulos y
cualidades específicas que potencien la comunicación y las relaciones efectivas
con quienes nos rodean.
Sobre
la Teoría del Aprendizaje Social, se tiene en cuenta lo aportado por
Bandura
(1977) quien destaca que los seres humanos son capaces de aprender observando
las acciones de otros. Esta información observada se codifica en la memoria del
observador y puede ser utilizada más adelante como guía para realizar el comportamiento
aprendido. Este tipo de aprendizaje es eficiente y permite a las personas
adaptarse y aprender nuevas habilidades y comportamientos de manera más rápida
y menos costosa a través de la experiencia directa.
La
clave se encuentra en la palabra "social" que está incluida en la
teoría del aprendizaje social de Bandura (1977), la cual ha tenido relevante
importancia en la educación ya que se reconoce la importancia de modelar las
conductas.
En
cuanto a la Teoría sociocultural, se destaca que todos los seres humanos son
parte de un contexto social, en donde se relacionan para compartir las
experiencias, ideas, entre otros. El aprendizaje es parte fundamental del
desarrollo y al interactuar con los demás se aprende, además, se asimila la
información recibida,
La
capacitación en competencias técnicas o cognitivas (llamadas también
habilidades duras o hard skills),
son complementarias a las blandas. Estas destrezas duras se adquieren
tradicionalmente en las escuelas, que se han encargado de los aprendizajes
académicos o habilidades cognitivas, se entienden como los conocimientos
adquiridos y se vinculan al coeficiente intelectual que además pueden
evaluarse, se adquieren por medio de una acreditación o certificación.
El
contraste entre estas habilidades es, que mientras que las habilidades duras
son específicas y cuantificables, las habilidades blandas se centran en
aspectos más sociales y emocionales. Siendo ambas esenciales en el ámbito
educativo, manteniendo así, un equilibrio para lograr el éxito y enfrentar
desafíos académicos y de la vida.
La
no presencia de habilidades blandas en los estudiantes, no posibilita que haya
una convivencia escolar adecuada ya que no mantiene una comunicación con sus
semejantes, por ello es necesario desarrollar un taller sobre estas
habilidades, ya que con ello lograría su progreso personal. “Dichas habilidades
no se heredan, son considerados como comportamiento y actitud adquirida desde
niños mediante la intervención de los padres, los cuales influencian en su desenvolvimiento
y así afrontar situaciones inéditas e inesperadas, las que son reforzadas en
las escuelas” (Saavedra, 2023, p.167).
En
el entorno escolar, las habilidades blandas son la clave para crear un clima de
respeto, inclusión y colaboración. La capacidad de escuchar, comprender y
empatizar con los demás fomenta relaciones saludables entre estudiantes,
docentes y personal administrativo. La resolución pacífica de conflictos, la
gestión emocional y la comunicación asertiva son habilidades que promueven un
ambiente escolar seguro y estimulante donde todos los miembros de la comunidad
pueden florecer.
En
definitiva, solo pueden traer beneficios como:
·
Mejorar la empleabilidad:
las competencias blandas ya constituyen uno de los principales focos de
evaluación durante las entrevistas de trabajo.
·
Trabajo en equipo:
habilidades blandas como la inteligencia emocional, el liderazgo o la capacidad
de tomar decisiones se consideran claves para la buena comunicación y el
ambiente colaborativo.
·
Ventaja competitiva: un
profesional integral que dispone, por ejemplo, de habilidades tecnológicas o
comunicativas posee un perfil diferenciador que lo coloca adelante frente a la
automatización y digitalización actual de los empleos.
·
Adaptación rápida: estas
competencias se pueden transferir a distintas situaciones y puestos de trabajo,
por lo que le brindan al trabajador una mayor capacidad de respuesta en sus
tareas.
Conclusiones
El
uso de habilidades blandas es fundamental para la mejora de la convivencia
escolar. La colaboración entre la escuela y las familias, es esencial para
fortalecer el desarrollo de habilidades blandas en los estudiantes y promover
una cultura de respeto y convivencia positiva en el entorno escolar. Es fundamental reconocer que las habilidades
blandas son tan importantes como las habilidades académicas para el éxito
personal y profesional a largo plazo de los estudiantes. Por lo tanto, deben
recibir la misma atención y dedicación en el proceso educativo, ya que
contribuyen a generar un clima propicio para el aprendizaje de los estudiantes.
Las
habilidades blandas desempeñan un papel crucial en la mejora de la convivencia
escolar en una escuela básica, ya que promueven la empatía, el trabajo en
equipo, la resolución de conflictos, la gestión emocional y la comunicación
efectiva entre los estudiantes, el personal docente y los padres, se extraen
los criterios más relevantes de las aportaciones de diferentes autores, cuya
información ha sido utilizada en el desarrollo del proyecto educativo y el plan
de capacitación docente.
Por
todo ello y para el mejor éxito de la labor docente, se sugiere:
Involucrar
activamente a los padres y entorno familiar en el proceso educativo, ofreciendo
talleres y recursos para apoyar el desarrollo de habilidades blandas tanto en
el hogar como en la escuela, promover un clima escolar inclusivo y respetuoso,
donde se valoren y celebren las diferencias individuales, y se fomente la
colaboración y el trabajo en equipo. Implementar programas estructurados de
educación socio emocional, que incluyan actividades y recursos diseñados
específicamente para mejorar habilidades blandas como la empatía, el trabajo en
equipo, la gestión emocional, la resolución de conflictos y la comunicación
efectiva.
Capacitar
al personal docente en estrategias efectivas para enseñar y fomentar
habilidades blandas en el aula, brindándoles herramientas y recursos
pedagógicos adecuados. Asegurar que todos los estudiantes tengan acceso a una
variedad de recursos tecnológicos para garantizar su plena participación en
actividades didácticas. Esto puede incluir el uso de tecnologías accesibles, la
diferenciación de la instrucción y la creación de un entorno de aprendizaje que
fomente la equidad y la inclusión.
Referencias
bibliográficas
Aranguren, P. G. (2022). Escuela
inteligente y el desarrollo de las habilidades blandas. Revista EDUCARE 26 (2), 403-428. https://revistas.investigacion-upelipb.com/index.php/educare/article/view/1627
Best,
A. C. (2018). Programa de gestión basado
en habilidades blandas para mejorar la convivencia escolar en la I.E. Nº 80409
del Distrito Pueblo Nuevo, Chepén 2018. [Tesis
para obtener el grado académico de Doctor en Gestión Pública y Gobernabilidad,
Escuela de Posgrado “César Vallejo”, Lima, Perú]. https://repositorio.ucv.edu.pe/handle/20.500.12692/37336
Indacochea, C. C. (2022). Habilidades blandas y convivencia escolar en
estudiantes de tercero de básica en una Institución Educativa Pública de Santo
Domingo.[Tesis para obtener
el grado académico de Maestra en Piscología Educativa, Universidad “César
Vallejo”, Escuela de Posgrado, Piura, Perú].
https://repositorio.ucv.edu.pe/handle/20.500.12692/94571
López, M. L., & Lozano, M. C. (2021).
Las habilidades blandas y su influencia en la construcción del aprendizaje
significativo. Ciencia Latina
Revista Científica Multidisciplinar, 5(6), 10828-10837. https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v5i6.1129
Ministerio de Educación (2017, febrero 2).
Ley orgánica de educación intercultural. https://educacion.gob.ec/wp
content/uploads/downloads/2017/02/Ley_Organica_de_Educacion_Intercultural_LOEI_codificado.pdf
Pérez, M. (2023, julio 19). ¿Cómo
desarrollar habilidades socioemocionales en los alumnos? Revista Digital
INESEM https://www.inesem.es/revistadigital/educacion-sociedad/como-desarrollar-habilidades-socioemocionales-en-los-alumnos/.
Salovey, P. &
Mayer, J.D. (1990). Emotional
Intelligence. Personality Science 9 (3), 12-44 https://doi.org/10.2190/DUGG-P24E-5
Saavedra, P.A. (2023). Habilidades blandas y convivencia escolar en
los estudiantes de una institución educativa de Guayaquil, 2023 [Tesis para
obtener el grado académico de: Maestra en Administración de la Educación,
Universidad “César Vallejo”, Escuela de Posgrado, Piura, Perú]. https://repositorio.ucv.edu.pe/handle/20.500.12692/122674
UNESCO (2019, junio 12). El Estudio Regional Comparativo y
Explicativo (ERCE) del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad
de la Educación (LLECE) año 2019 https://www.unesco.org/es/articles/estudio-regional-comparativo-y-explicativo-erce-2019
Velasco, B., & Jaramillo, N. (Septiembre 2021, 12). ¿Qué competencias y
habilidades son las más demandadas en América Latina y el Caribe? https://blogs.iadb.org/conocimiento-abierto/es/demanda-de-competencias-en-lac/
Veytia, M. G. y Cárdenas, S. (2023).
Habilidades blandas y la web 2.0 en la educación secundaria. Emerging
Trends in Education 5(10), 58-67 https://revistaemerging.ujat.mx/index.php/emerging/article/view/5078&ved=2ahUKEwiwmefYiK6HAxXhezABHZRiAcAQFnoECAMQAg&usg=AOvVaw0l4PsCPj2vvR5ue1aSxtWQ