Recibido:  29/06/2023   Aceptado: 02/10/2023

Consideraciones acerca del proceso de integración universidad-contexto laboral. Motivación del tutor en el contexto laboral (Original)

Considerations about the university-labor context integration process. Motivation of the tutor in the labor context (Original).

 

Rafael Francisco Jiménez Salgado. Licenciado en Educación en la especialidad de Mecánica. Doctor en Ciencias Pedagógicas. Profesor Titular. Universidad de Granma. Bayamo Cuba.

[ rjimenezs@udg.co.cu ] .    

 

Julio César Moreno Aguilera. Licenciado en Educación en la especialidad de Mecanización Agropecuaria. Doctor en Ciencias Pedagógicas. Profesor Titular. Universidad de Granma. Bayamo Cuba. [ jmorenoa@udg.co.cu ] .    

 

Yudiel Eduardo Aguilar Blanco. Licenciado en Educación en la especialidad de

Construcción Civil. Doctor en Ciencias Pedagógicas. Asistente. Universidad de Granma.Bayamo Cuba. [ yudiel@ya.gr.rimed.cu ] .

 

Resumen

En la integración de varios sectores como el del conocimiento y el empresarial en un único proceso formativo, se considera al sector del conocimiento(universidad) como actor clave en el proceso de formación profesional compartida; además, la interconexión caracterizada por la acción recíproca de los actores que intervienen (directivos, profesionales, tutores, especialistas, expertos, científicos, obreros, campesinos, estudiantes, profesores y la participación ciudadana), posibilita una nueva visión en la formación del profesional, teniendo en cuenta las exigencias de la universidad y el contexto laboral para enfrentar los procesos que allí suceden desde la concepción de aprender haciendo y enseñar produciendo, reconociendo las necesidades y potencialidades de cada territorio y su contribución a un desarrollo económico y social sostenible e inclusivo. En este sentido, el objetivo del presente trabajo es brindar algunas consideraciones acerca de la integración universidad-contexto laboral, así como acciones para una adecuada motivación técnico-pedagógica del tutor en el contexto laboral que determinan su actuación formativa. El empleo de métodos de investigación del nivel teórico, empírico y matemático, permitió valorar la pertinencia de las acciones avaladas por el nivel de motivación técnico-pedagógica del tutor en el contexto laboral.

Palabras clave: integración universidad-contexto laboral, tutor, motivación técnico-pedagógica, actuación formativa.

Abstract

The integration of various sectors such as the knowledge sector and the business sector in a only formative process; where the knowledge sector (University) is considered as a key actor in this integration and in the process of shared professional formative, in addition to the interconnection characterized by the reciprocal action of the actors (managers, professionals, tutors, specialists, experts, scientists, workers , peasants, students, teachers and citizen participation) that intervene, enable a new vision in professional training taking into account the demands of the university and the labor context to face the processes that take place there from the conception of "learning by doing and teach" producing recognizing the needs and potential of each territory and its influence for a sustainable and inclusive economic and social development, meanwhile, our objective is to provide some considerations about the university-labor context integration as well as actions for an adequate technical motivation- pedagogy of the tutor in the labor context that determines his formative performance. The use of research methods of the theoretical, empirical and mathematical level, allowed to assess the relevance of the actions endorsed by the level of technical-pedagogical motivation of the tutor in the labor context.
Keywords: university-labor context integration, tutor, technical-pedagogical motivation, formative action.

 

Introducción

Los acelerados avance científico-tecnológico en concordancia con los patrones de la producción y los servicios, unido al nuevo modelo que impone un mundo globalizado, le imponen a la educación nuevos desafíos y, por consiguiente, esta se convierte, en factor clave del desarrollo de los pueblos.

Preparar al ciudadano para la vida a partir de la vitalidad del principio martiano de la vinculación del estudio con el trabajo y la educación con la vida  tiene sus comienzos en el pensamiento pedagógico de avanzada de Félix Varela, José de la Luz y Caballero y José A. Saco. 

De conformidad con este principio, desde el triunfo de la Revolución Cubana, la educación se tornó un sector estratégico en la evolución socioeconómica y cultural, expresada en la preparación que alcanzan sus ciudadanos para asumir un rol activo en el desarrollo social, productivo y en la defensa de las conquistas del Socialismo.

La educación cubana encierra, entre sus propósitos, lograr que el recurso humano sea capaz de enfrentar las exigencias de la sociedad, como resultado se aplican transformaciones en el sector del conocimiento, con énfasis en el Ministerio de Educación Superior (MES), estas son refrendadas en los acuerdos del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros y Resoluciones Ministeriales para el perfeccionamiento del proceso de formación continua de los profesionales en el marco de la recuperación económica del país.

Por consiguiente, resulta impostergable perfeccionar la formación del profesional en carreras de perfil amplio, reenfocándolas hacia soluciones de problemas de la profesión sobre la base de una concepción científica, la educación en valores, la salud, el medio ambiente, familiar, social y laboral, en la que se genere una cultura general que les permita insertarse en la sociedad a la vez que contribuye conscientemente a su desarrollo, bajo la guía de un tutor en el contexto histórico en que se enmarca.

En tanto, el cambio en el mundo empresarial está caracterizado por los inmediatos avances científico-técnicos, las exigencias laborales y sociales, esto implica una necesaria conceptualización, proyección y actuación del tutor del futuro profesional, el objetivo de esta investigación radica en brindar consideraciones acerca del proceso de integración universidad-contexto laboral, así como la motivación del tutor en el contexto laboral,  condicionadas por las transformaciones que hoy ocurren en el MES,  lo cual provoca cambios significativos en la naturaleza y funciones de las actividades en el contexto de la producción.

Materiales y métodos.

Es imprescindible, por tanto, tener en cuenta que el sector empresarial es el contexto laboral donde se ha de desempeñar el futuro profesional, a partir de un pensamiento que integre lo tecnológico y lo pedagógico, como exigencia insoslayable del proceso formativo compartido del profesional. Tales condicionamientos suponen imperativos para todos los actores que se vinculan en el contexto laboral, lo cual condiciona la actuación del tutor en la formación del profesional, a través de su inserción en la práctica laboral y la ubicación laboral anticipada.

En este sentido:

Se necesita un tutor con cualidades sensibles, afectivas, profesionales, motivacionales y con habilidades en su desempeño, de conformidad con  la satisfacción que siente por la profesión que ejerce, que prepare al profesional en formación para enfrentar las necesidades cada vez más y aprender a convivir; es decir, actor clave desde el sector laboral que posibilita una nueva visión formativa. (Jiménez, 2014, p.2).

Otros investigadores como Abreu (2004), tratan elementos básicos sobre los contextos formativos y la actuación de los actores; Barly (2013); Martínez (2010); y Patiño et al (1996) han investigado acerca de la formación laboral del profesional, su preparación, su desempeño, el desarrollo en la profesión y la superación del tutor, por lo que aportan resultados que tributan al perfeccionamiento de la labor del tutor y su función formativa en contextos laborales.

A partir de un diagnóstico sobre el comportamiento del tutor en el contexto laboral en la formación del futuro profesional en varias empresas del territorio, así como las conclusiones derivadas del análisis de su desarrollo histórico, los criterios de funcionarios y directivos de este nivel educacional con participación directa en el proceso, complementadas con las vivencias del investigador, acumuladas en su desempeño como profesor, revelan un conjunto de deficiencias en el proceso de integración entre el sector del conocimiento (universidad) y el sector empresarial(contexto laboral).

Algunas de estas deficiencias se expresan en el pobre reconocimiento de la necesidad de integración universidad-contexto laboral, que limita la relación tutor-profesional en formación-profesor; aún no se logran explicitar las dimensiones que permitan configurar este proceso, a partir de las realidades del contexto laboral como parte de su componente de formación compartida, pobres conocimientos teóricos y metodológicos, por parte del tutor en el contexto laboral, sobre sus funciones y tareas en relación con la formación del profesional, dificultades en el seguimiento a la caracterización individual del futuro profesional por parte del tutor en el contexto laboral e ineficiente empleo de elementos motivacionales que sesgan la actuación educativa e instructiva del tutor en el contexto laboral.

Uno de los orígenes fundamentales de esta situación es revelado como una ineficaz formación pedagógica del tutor en el contexto laboral  (dado por la limitada integración que aún subsiste entre la universidad  y el contexto laboral) y  las exigencias de la formación del profesional.

De modo que el proceso de integración entre la universidad  y el contexto laboral, asumido como un único proceso formativo en varios contextos, constituye elemento significativo del proceso de crecimiento y desarrollo de los actores implicados, por lo que resulta imprescindible la reflexión cotidiana sobre la tarea de enseñar y sus implicaciones pedagógicas según sus finalidades, que permitan tener como principal sustrato epistemológico los problemas profesionales y los cambios que se operan en el contexto laboral.

Desde otra mirada, León (2003) refiere en su estudio acerca de la integración sector del conocimiento y  el sector empresarial que los profesores y directivos dejan a la espontaneidad las acciones del tutor, responsabilizado con la atención del profesional en formación para lograr su adecuado desempeño en el contexto laboral.

Esta deficiencia en el nivel medio superior persiste en el nivel universitario, lo que conlleva a profundizar en este particular con la  certeza que el contexto laboral es un espacio formativo de igual naturaleza que la universidad como institución educativa (sector del conocimiento)

En correspondencia con lo expuesto, se precisa de consideraciones pedagógica del tutor en el contexto laboral, que favorezcan su actuación formativa desde la integración universidad–contexto laboral y  las exigencias de la formación del profesional.

En función de la solución a lo planteado, se establece como hipótesis: si se aportan consideraciones pedagógicas al tutor en el contexto laboral, que tenga en cuenta la particularidad formativa-técnico-profesional en este contexto y las exigencias pedagógicas del proceso formativo, entonces se favorece la actuación formativa del tutor y la formación del profesional.

En la actualidad, el encargo social del MES exige que la formación del profesional   responda a los cambios que se originan en el contexto laboral, en correspondencia con las exigencias, necesidades y las condiciones histórico-sociales concretas, determinadas por las transformaciones que acontecen, las cuales se encuentran en estrecha relación con el perfeccionamiento continuo de la labor del tutor en la formación de las nuevas generaciones como sujetos reflexivos, creadores y con visión de futuro.

Entre los referentes teóricos relacionados con este proceso de integración universidad-contexto laboral se encuentran: el principio marxista y martiano de la vinculación del estudio con el trabajo y la teoría con la práctica, abordado por autores como: Abreu (2004) y Patiño et al (1996), estos referentes facilitaron fundamentar núcleos teóricos básicos para esta investigación.

En consonancia con lo anterior es importante subrayar que el proceso de integración universidad- contexto laboral tiene lugar en condiciones concretas y, por consiguiente, debe considerarse para la correcta valoración de las realidades, relaciones sociales, lugar y tiempo en que dicho proceso se manifiesta. Esta idea declara el carácter de la actividad práctica en un contexto socio-histórico-cultural, que posibilita direccionarla, adecuarla y desarrollarla según las necesidades sociales de cada territorio, en intrínseca relación con la formación del profesional que se necesita, donde interaccionan los actores en un contexto educativo a través de la actividad y la comunicación.

En la literatura científica aparecen numerosas definiciones de la categoría contexto; en tal sentido, Corzo (2008) refiere un mayor acercamiento se cual  es acogido al revelarlo como contexto donde la experiencia humana ocurre, donde tiene lugar y sentido, se hace concreta y específica, por tanto, se comprende que el contexto laboral abarca todos los niveles de intervención que brindan cuenta del objeto social de la empresa, donde se desarrollan los procesos de formación y autoformación a través de los cuales los sujetos implicados enfrentan y solucionan problemas profesionales reales o modelados de la producción; en dependencia del objeto social de cada empresa, existen varios tipos de contexto laborales: agrónomo, económicos, de servicios e industriales. 

Efectivamente, el contexto laboral es elemento esencial en el proceso de integración universidad-contexto laboral y determina los problemas que allí surgen, los que se consideran por Forgas (2003) y Ortiz (2002) como expresiones de las manifestaciones más frecuentes y generales en el objeto de la profesión y como síntesis de las relaciones entre el perfil profesional y el perfil ocupacional o como abstracción de los problemas profesionales en el contexto de las disciplinas y asignaturas del ejercicio de la profesión, que se constituyen en necesidades de actividades prácticas.

Lenin (1969), en la teoría del materialismo-dialéctico, coloca a la práctica en el lugar preponderante, el conocimiento comienza con la práctica, por medio de ella se llega al conocimiento teórico, que después retoma nuevamente a la práctica, es así que la práctica es, en primer lugar, la fuente del conocimiento; en segundo lugar, es el fin del conocimiento, y finalmente, es el criterio de la verdad, la prueba más justa y convincente de lo conocido.

El  referente anterior permite encauzar cómo se percibe la sociedad; el hombre, el conocimiento humano y el reflejo del mundo es base de los aspectos cognoscitivos y materiales de la actividad del hombre; la transformación de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento permite reconocer que el tutor del profesional en formación en el contexto laboral requiere además de recursos tecnológicos, recursos pedagógicos para su desempeño en el contexto empresarial.

Precisamente, el proceso de integración universidad-contexto laboral en la formación del profesional constituye una vía para el desarrollo de dicha formación, la cual se desarrolla en la actividad y la comunicación; esta integración demanda de nuevas responsabilidades al tutor en el proceso formativo, que permitan a partir del reconocimiento del contexto, dotar al profesional en formación de la oportunidad de hacer elaboraciones teóricas, manejar herramientas e instrumentos, equipos, aplicar conocimientos a situaciones profesionales, argumentar teóricamente las realizaciones prácticas y ejemplificar posiciones teóricas.

Esta reflexión epistemológica, según los autores del presente trabajo, resulta un importante referente a partir del cual se comprende, en toda su dimensión, la importancia del tutor en el contexto laboral, por lo que es imprescindible explotar sus potencialidades de forma integrada como actor activo y formador que, desde su contexto, induce, moviliza y regula la actividad práctica, según sus particularidades.

La actividad práctica, dado su carácter integrador, cumple la función de núcleo estructurador del sistema de la actividad que media la relación sujeto-objeto, a tal punto que implica la determinación del sistema, si la actividad práctica constituye una relación en que lo ideal se materializa, la actividad cognoscitiva representa el proceso de subjetivación de lo material en ideal y de lo ideal en material; esto revela que la actividad práctica que realiza el tutor en el contexto laboral implica un pensamiento unido a ella y, como todo pensamiento, procede de la realidad y se materializa en ella desde su singularidad.

Se considera oportuno hacer referencia a las categorías de lo singular, lo particular y lo universal. Tales clasificaciones emanan de la filosofía marxista leninista, al percibir la mutable diversidad del mundo, procesos, fenómenos y acontecimientos, que tienen sus rasgos individuales e irrepetibles.

Para los investigadores estas categorías revisten especial significación en la precisión de los rasgos que determinan y tipifican la actuación del tutor en el contexto laboral, insuficientemente abordado en la teoría precedente relativa a la integración universidad-contexto laboral. De ahí que, lo singular es aquello que distingue al tutor del profesional que se forma en el contexto laboral, lo que es propio de este tutor, su formación profesional irrepetible y única reflejada en su labor formativa. Lo particular, en este sentido, está vinculado a cómo dirigir conscientemente por el tutor el proceso formativo del profesional, resultado de la integración universidad-contexto laboral como reflejo de lo universal.

En consonancia con lo expresado, es importante considerar desde lo singular  las características psicológicas del tutor en el contexto laboral, con énfasis en su motivación, elemento este insuficientemente sistematizado. Por motivación se asume:

 Conjunto concatenado de procesos psíquicos (que implican la actividad nerviosa superior y la reflejan la realidad objetiva a través de las condiciones internas de la personalidad) que al contener el papel activo y relativamente autónomo y creador de la personalidad, y en su constante transformación y determinación recíproca con la actividad externa, sus objetos y estímulos, van dirigidos a satisfacer las necesidades del ser humano y, como consecuencia, regulan la dirección (objeto-meta) y la intensidad o activación del comportamiento, y se manifiestan como actividad motivada. (González, 2008, p. 52)

Por tanto, la motivación del tutor  en el contexto laboral determina, regula la dirección, el sentido, el grado de activación o intensidad de su comportamiento en función de su labor formativa, expresado en los procesos afectivos, las tendencias y los procesos cognoscitivos que se generan durante el desarrollo de la actividad práctica y que garantizan el cumplimiento de los objetivos que se persiguen.

Por consiguiente, para explotar las potencialidades intelectuales del tutor, es vital que él organice, dirija y guie la interacción entre lo productivo y lo pedagógico, a partir de lo cual se facilite su inserción en la actividad productiva, con carácter activo, consciente y creador ante las disimiles situaciones profesionales que se generen.

En este proceso de integración revisten especial significación los principios de la relación entre la unidad de la psiquis y la actividad, la unidad de lo cognoscitivo y lo afectivo y, la unidad de lo social y lo individual, postulados por González (2008), a partir de los que se explicita la apropiación de la experiencia histórico-social por parte de los actores que intervienen en el proceso formativo. En relación con lo expuesto, se evidencia que el tutor del profesional que se forma en el contexto laboral es reflejo de las relaciones sociales que se dan en el proceso productivo y componente individual que aporta a lo social.

Asociado a los referentes motivacionales antes expuestos, se encuentra el enfoque histórico cultural de Vigotsky (1987), como cimiento primario de la práctica pedagógica, a partir del cual se considera al tutor en el contexto laboral como resultado del proceso histórico social. Desde este enfoque se explica el origen social de las funciones psíquicas superiores que resultan de los planos inter e intrapsicológicos, las que pueden ser interpretadas del modo siguiente:

ü El plano interpsicológico es el de la comunicación, donde se realizan las interacciones de actuación del tutor en el contexto laboral, con la ayuda de otros profesionales en formación, tutores o profesores, en él se revelan las potencialidades del tutor en el proceso de integración universidad-contexto laboral.

ü El plano intrapsicológico se caracteriza por la subjetividad ya constituida, expresa el desarrollo actual o desarrollo efectivo alcanzado en un momento determinado, lo que puede hacer por sí mismo dentro del contexto laboral.

En paralelo se desarrolla lo concerniente a la comunicación:

 La comunicación se toma en el sentido de que es justo a través de ella que la actividad adquiere sentido para los que la realizan, toda vez que se convierte en el medio que posibilita la construcción de conocimientos y el sustrato de la creación de motivos e intereses.(Fuentes, 1996,p. 43).

Esta posición permite entender la comunicación como el proceso de interacción entre los actores, mediante el cual se producen influencias mutuas que los modifican; consiste en el intercambio de información e influencias educativas. Tal consideración presupone y condiciona la organización de la integración universidad-contexto laboral, pues, en este contexto, el vínculo del tutor con los distintos actores implicados en la formación de este  profesional ocupa un lugar relevante, cuando se enfoca desde la comunicación pedagógica.

En estudios relacionados con la comunicación pedagógica se aborda que es una variante peculiar de la comunicación interpersonal, se establece entre los actores que intervienen y  posee potencialidades formativas y desarrolladoras en la personalidad.

Por lo que en esta investigación se considera como comunicación pedagógica lo referido a continuación:

Es aquella comunicación que se caracteriza por la participación activa de los sujetos, en que la información es significativa, y transmitida a través de un estilo democrático y formativo, y los que intervienen (maestros, familia, alumnos y directivos) son transformados en un proceso de crecimiento personológico, que es matizado por cierto carácter planificado y orientado, en dependencia de los objetivos planteados por la institución educacional. (Soto, 2007, p. 34).

Es preciso destacar la necesidad de redimensionar la figura del tutor del profesional en formación  como sujeto activo en el proceso de comunicación pedagógica dentro del contexto laboral, en función de cumplir con las exigencias planteadas por el modelo del profesional, en tanto, es un tipo de comunicación compleja y especial, en la que se pondera la interacción, la transmisión, la conservación y la creación cultural, a través de influencias formativas sobre el resto de los actores que participan en la comunicación.

En este sentido,  se considera la necesidad de que la universidad cubana contemporánea no puede circunscribirse solo a los límites físicos de sus instalaciones, debe dar y brindar posibilidades hacia el contexto laboral que existe en su territorio para mediar en problemas profesionales reales, a la vez que ese tutor debe concentrar la interacción con el resto de los actores que intervienen en los procesos productivos o de servicios que tienen lugar dentro y fuera del contexto laboral para que, a través de su influencia, los profesionales en formación se apropien de los contenidos relacionados con su desempeño, además de las acciones recíprocas que se establecen en aras de la internalización o interiorización de la cultura.

De modo que su papel abarca como tendencia, la inclusión del futuro profesional a la sociedad, al que debe  transmitir sus valores, normas y costumbres, de modo que posibilite  cambiar la estructura de la organización social existente, potenciarla, mejorarla, reformarla, o cualquier otra forma de intervención en que se pondere lo motivacional e intencional de los actores.

Relacionado con los actores del proceso de integración universidad-contexto laboral, se encuentra la concepción de aprender haciendo y enseñar produciendo, al asumir la necesidad de establecer una nueva relación que brinde cuenta de un proceso en que se posibilite esta concepción, a partir de la naturaleza del contexto laboral  y sus intereses productivos.

Lo anterior implica ponderar sustentos en los referentes de la enseñanza desarrolladora, la cual es definida como:

El proceso sistémico de trasmisión de la cultura en la institución escolar en función del encargo social que se organiza a partir de los niveles de desarrollo actual y potencial de los estudiantes, y conduce al tránsito hacia niveles superiores de desarrollo, con la finalidad de formar una personalidad integral y autodeterminada, capaz de transformarse y transformar su realidad en un contexto histórico concreto. (Col. aut., 2011, p. 57).

En tal sentido, esta integración transcurre a partir de la relación dialéctica que el tutor establece de manera consciente, con el profesional que se forma en el contexto laboral; además, con la acción del profesor de la universidad, desde su interacción con los objetos y procesos materiales en los que se desarrollan, por ser estos actores los de mayor incidencia en el proceso formativo.

En resumen, la caracterización del proceso de integración universidad-contexto laboral reafirma la necesidad de ser visto como un único proceso formativo en el cual juega el papel protagónico la universidad en unidad con todos los actores implicados, la vinculación de la teoría con la práctica y el estudio con el trabajo, en tanto, es desde este proceso que se visionan las necesidades, exigencias, retos y proyecciones para hacer cumplir con eficiencia el encargo social de la formación profesional actual.

De ahí que es importante considerar en los procesos formativos, la participación activa de los actores que intervienen, a partir de la interpretación de la cultura, el reconocimiento de la realidad, la interacción con los otros y la posición reflexiva y autor reflexiva que asumen, valoración que comparten los autores de esta investigación, al tener en cuenta la unidad dialéctica entre las necesidades y potencialidades, la proyección determinada y la actuación formativa que dirige el tutor en el contexto laboral.

Sobre esta base, se identifican algunas acciones pedagógicas necesarias para el tutor del contexto laboral en función de la formación del futuro profesional, ello  significa  dilucidarla como expresión de su movimiento, a partir de las relaciones esenciales que se producen entre los procesos que en este contexto se desarrollan.

Es recomendable explicitarlo relativo a la denominación técnico-pedagógica asociada a las acciones propuestas, en tanto, se comprende como técnico-pedagógica  la articulación armónica entre los elementos técnicos y pedagógicos concebidos en el proceso formativo que tiene lugar en el contexto laboral; lo técnico concierne a los avances científico-técnicos (ciencia, tecnología y sociedad) en función del conocimiento, habilidades y valores para enfrentar y solucionar problemas propios del proceso de producción; lo pedagógico se refiere a los recursos didácticos y metodológicos que coadyuvan a la dirección del proceso formativo en tal contexto.

Es así que la primera acciones la autovaloración técnico-pedagógica, expresión de un proceso individual, consciente, continuo y sistemático que revela los momentos de interacción sujeto-objeto de trabajo, a través de una valoración  que permite un acercamiento y comprensión de la realidad del contexto laboral, lo que implica entenderla como una formación psicológica esencial dentro de los elementos del contenido incluidos en los componentes estructurales de la personalidad manifestados en su estructura, interrelaciones, sus funciones, la dinámica de su formación y el desarrollodel tutor, que promueven la internalización, así como el compromiso y responsabilidad social con el profesional a formar.

Precisamente, es un proceso de autorreflexión del tutor que favorece la apertura al cambio en relación con la comprensión, transformación y los avances científico-técnicos que se proporcionan en la universidad y el contexto laboral en el proceso de formación del profesional, en que el tutor se apropia no solo de formas de actuar en relación con el proceso productivo, sino también del conocimiento de sus potencialidades y necesidades para llevar a cabo un proceso formativo de acuerdo con su formación profesional, en aras de desarrollar una actuación consciente, efectiva.

Siendo así, la autovaloración fortalece un razonamiento continuo y sistemático de los elementos que detallan sus limitaciones, logros y potencialidades como actor que guía, asesora y orienta el proceso formativo del futuro profesional en el contexto laboral, de lo cual se apropia para concientizar las transformaciones desde su papel de tutor, en correspondencia con los objetivos predeterminados en el período de formación en el contexto laboral.

Una segunda acción está dada en la intencionalidad formativa, esta orienta cómo trabajar y autoformarse desde el contexto laboral, brinda al tutor del futuro profesional  los recursos pedagógicos en función de garantizar el cumplimiento de los objetivos trazados en el contexto laboral, integra y sistematiza los saberes profesionales, en tanto, en el proceso productivo se enriquece e interrelacionan las disciplinas del currículo propio; por consiguiente, brinda la medida de cómo articular las acciones instructivas, educativas, desarrolladoras para que el tutor pueda descifrar entre lo esencial y lo secundario dentro del proceso, permite orientar y guiar el sistema de quehaceres profesionales para lograr el fin propuesto, marca la dirección a través de la que se propicia, viabiliza y materializa la lógica formativa, al establecer la coherencia de las influencias educativas.

Por ende, la intencionalidad formativa se revela como proceso y resultado de lo que se aspira y cobra sentido el contexto laboral como secuencia al tratamiento de los contenidos desarrollados en la universidad, además de la impronta que significa la personalidad del tutor, por cuanto esta influye en el proceso formativo del futuro profesional, lo direcciona, a la vez que se autoforma, se convierte en un actor activo y orientado hacia dónde y cómo resolver las situaciones profesionales pedagógicas que surgen en el proceso productivo.

En fin,  esta intencionalidades la dirección y orientación que logra el tutor en el contexto laboral, desde su formación profesional, que imbrica las necesidades, potencialidades, motivos e intereses de los actores implicados en concretar la formación del futuro profesional al tener en cuenta el objeto social de la empresa, el modelo del profesional y la realidad productiva.

Una tercera acción se enmarca en la conceptualización técnico-pedagógica como un proceso subjetivo, individual, de carácter complejo y consciente, a partir de reconocer la realidad desde la interpretación de la cultura expresada en el contenido del proceso formativo que desarrolla cualidades profesionales y humanas, conjuga los propósitos del proceso formativo de la universidad con los inherentes al proceso de producción empresarial para la enseñanza, integración y sistematización de los saberes específicos,a fin de lograr el encargo social.

Esta conceptualización transforma al tutor en el contexto laboral, posibilita conocerse producto a las experiencias de la propia realidad y de sus conocimientos, este se convierte en un actor dentro del proceso de formación del profesional, su experiencia personal en la interpretación de la cultura y la sociedad son elementos que concretan e influyen de manera decisiva en la dirección del proceso formativo, lo cual entraña sentimientos, emociones, sensaciones, motivaciones y experiencia profesional para poder establecer una combinación entre el objeto modelado de la formación y el objeto de la profesión en concreto.

En tanto, se apoya en la asimilación consciente de la realidad por parte del tutor, en el contexto laboral, para dinamizar los contenidos y exigencias pedagógicas que viabilizan el proceso de formación del profesional y su propia formación, en correspondencia con los adelantos científicos y tecnológicos que operan en la diversidad de contextos laborales, relacionado con el desarrollo de conocimientos, habilidades profesionales y valores, lo que favorece la dirección del proceso formativo desde problemas reales en el proceso productivo, a través de una adecuada comunicación y entendimiento del proceso de producción en su conjunto desde una óptica pedagógica en términos más asequibles.

En cuarto lugar, la proyección técnico-pedagógica es la acción que brinda fuerza, intensidad, dirección y sentido al comportamiento que en el contexto laboral, el tutor posee para encauzar el proceso formativo del futuro profesional; es la relación con lo afectivo y lo cognitivo, alcanzada a través de las vivencias que proporcionan el contexto laboral y la práctica pedagógica, toda vez que se caracterice por la reflexión comprometida y movilizadora que permite trascender el presente para proyectarse hacia el futuro.

De  este modo, en su actuar pedagógico integra necesidades, actitudes, convicciones y motivos para enfrentar el proceso pedagógico que se suscita en tal contexto a partir de la unidad entre los elementos profesionales, técnicos, y los recursos pedagógicos, al concebir lo formativo con un enfoque pedagógico en el contexto laboral, expresado en la adquisición de conocimientos, habilidades profesionales y pedagógicas, además de valores, que de manera productiva y creativa, brinda solución a situaciones profesionales pedagógicas no predeterminadas, al transferir y conducir hacia nuevas metas en un proceso complejo en la diversidad de necesidades y retos que condicionan el articular los contextos formativos que tienen lugar entre la universidad y el contexto laboral en un único proceso en el que interactúa.

Por consiguiente, la proyección técnico-pedagógica depende de la formación de tutores de experiencia, de su interpretación de la cultura, de su calificación técnica, pero que aún no están formados integralmente para asumir las exigencias actuales; son ellos los que deben proyectar de forma armónica, la integración de lo técnico y lo pedagógico en función de lo formativo; en tanto, esta proyección se considera como una relación ineludible, producto a que el futuro profesional transita necesariamente por el contexto laboral; garantiza que los contenidos tengan un vínculo inmediato con la experiencia de los actores, con su cultura, constituyéndose en un marco vivencial, significativo, donde adquiere notabilidad el análisis de la realidad tecnológica y la toma de decisiones para intervenir en el proceso formativo.

En resumen, de la imbricación de estas acciones emerge como resultado una motivación técnico-pedagógica, declarada como proceso sistemático, dinámico, reflexivo, complejo, inacabable, implicativa, es aprehender la realidad íntimamente ligada al tutor en el contexto laboral de acuerdo con sus intereses, necesidades y motivos; deviene en la internalización de las exigencias técnico-pedagógicas a partir del esfuerzo propio al plantearse fines, superar inconvenientes, resolver situaciones profesionales pedagógicas y obtener resultados.

En consecuencia, esta motivación moviliza las relaciones del proceso, genera cambios en los actores al conferir un nivel de significatividad a lo experiencial y lo vivencial, que brindan sentido para enfrentar el proceso formativo al analizar los nexos estables y esenciales de los fenómenos, procesos, objetos y realidades, condicionados por el desarrollo de las necesidades del tutor, evidenciado a través de convicciones, modos de actuación, puntos de vista, criterios y reflexiones, ante situaciones profesionales pedagógicas en relación no solo del conocimiento técnico, sino de este con lo pedagógico, acorde con los avances y exigencias de la sociedad.

Siendo así, la motivación técnico-pedagógica no depende solo de lo que ocurra al interior de cada tutor en el contexto laboral, sino que se produce a partir de la interacción entre actores, lo que condiciona el proceso de socialización al sobrepasar el marco de la universidad y enriquecerlo con los avances científico-técnicos y tecnológicos.

Lo referido tiene que ver con las actividades que se dirigen al desarrollo de intereses, motivos, satisfacción de las necesidades y el desarrollo de sentimientos en el tutor, en estrecha relación con lo cognitivo y lo afectivo, que lo induzca al despliegue de sus funciones, tareas y roles con un alto grado de voluntad, alcance y motivos, al permitir una actuación responsable en su contexto laboral, lo cual está relacionado con la implicación que este posee en la formación del futuro profesional.

Esto implica que el tutor se proyecte de manera efectiva desde el proceso productivo, en función del proceso formativo del futuro profesional, a partir de conocer los recursos técnicos y pedagógicos necesarios para desarrollar su labor formativa.

Por tales razones, el tutor en el contexto laboral se motiva por la apropiación de los elementos técnicos de la profesión y los recursos pedagógicos necesarios para conducir de forma efectiva el proceso formativo del futuro profesional (ver figura 1). Si estos elementos se vinculan con el interés profesional del tutor, se propicia una necesidad consciente, con intensidad y estabilidad por su apropiación y se despliega con éxito un actuar pedagógico.

Figura 1 Representación gráfica de la dimensión Motivación técnico-pedagógica. Fuente: elaboración propia.

Autovaloración

 técnico-pedagógica

Motivación técnico-pedagógica

 

Proyección

técnico-pedagógica

 

 

 

 

Intencionalidad

formativa

Conceptualización   

 técnico-pedagógica

 

 

 

 

 

 

 

 

 


La formación pedagógica en el contexto empresarial implica que el tutor se proyecte de manera efectiva, desde el proceso productivo, en función del proceso formativo del técnico medio industrial a partir de conocer los recursos técnicos y pedagógicos necesarios para desarrollar su labor formativa.

La estimulación positiva hacia el actuar del tutor en el contexto laboral está dada al dirigirse hacia la experimentación de un estado de satisfacción adecuado, por una internalización de las exigencias socio-pedagógicas a partir de potenciar las funciones movilizadoras;  es cuando el tutor se relaciona con actividades que tienen un corte pedagógico productivo, y ve los resultados formativos muy relacionados al ejercicio pedagógico que se produce desde la interacción entre actores, lo que condiciona el proceso de formación; esto se estimula en los diferentes contextos de actuación y se materializa de acuerdo con el interés profesional del tutor, durante su autoformación y la formación del profesional, en el marco de la realización de la práctica laboral o ubicación anticipada al poner en práctica lo aprendido, pues las posibilidades de éxito proporcionan un nivel de satisfacción y le hacen reconocer lo necesario de su actuación.

La actuación implica tomar parte, comprometerse, figurar como actor activo en el proceso formativo que tiene lugar en el contexto laboral; revela las necesidades e intereses del tutor en el proceso de apropiación de los recursos que van a definir la eficiente dirección, orientación y guía de la formación del profesional.

Se trata de trascender lo tradicional y ubicar al tutor del contexto laboral en una situación protagónica, le confiere un carácter de actor activo en el proceso formativo que desarrolla, a la vez que se autoforma. Esta participación activa y protagónica revela la motivación positiva del tutor en el contexto laboral hacia la labor formativa productiva, la cual no puede agotarse en lo productivo, de ahí la necesidad de articular lo pedagógico y lo productivo; implica adoptar una actitud consciente, reflexiva, racional, de autoformación en el desarrollo de las actividades productivas para que emerja el potencial productivo que porta como actor activo dentro de su mismo proceso formativo.

El compromiso del tutor con el proceso formativo del futuro profesional está en el deber de enfrentar al proceso formativo desde el proceso productivo en función de prepararlo para la vida, formar sus potencialidades y formarlo como trabajador, en correspondencia con las exigencias de la sociedad.

El dominio del modelo del profesional para encauzar el proceso formativo en el contexto laboral está dado en el conocimiento, por parte del tutor, del propósito del Ministerio de Educación Superior en función de la formación del profesional acorde con el modelo del profesional y las exigencias socio-pedagógicas; para ello el tutor se planifica, organiza y dirige las actividades productivas; implica la planificación y la solución a las dificultades teniendo en cuenta el seguimiento a la caracterización psicopedagógico del futuro profesional comenzada en la universidad, es cuando se direcciona el proceso desde las potencialidades y necesidades formativas reveladas, es por ello que se requiere de conocimientos, de habilidades profesionales y pedagógicas, de valores acorde con las exigencias sociales para la formación profesional.

Conclusiones

La necesidad de profundizar en la integración universidad-contexto laboral implica una actuación formativa por parte del tutor del futuro profesional en el contexto laboral.

La motivación técnico-pedagógica del tutor en el contexto laboral  revela un estadio de desarrollo cualitativamente superior.

Las transformaciones logradas en el tutor del futuro profesional en el contexto laboral, derivadas de las acciones propuestas, permiten revelar que se contribuye al perfeccionamiento del proceso formativo del futuro profesional que promueva su desarrollo responsable.

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