Revisión Recibido: 11/10/2022 │
Aceptado: 12/07/2022
Funciones
del proceso de integración de la carrera Ingeniería Mecánica con las empresas
del territorio (Revisión).
Functions of the Integration
Process of the Major Mechanical Engineering with the Enterprises of the
Territory (Review).
José Antonio Ferreira. [jef@gmail.com]
Ingeniero Mecánico. Instructor.
Ministerio de Educación Superior. República Popular de Angola. Estudiante de
Doctorado. Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saiz Montes de Oca”. Pinar
del Río. Cuba.
Juan Alberto Mena Lorenzo. [juan.mena@upr.edu.cu]
Dr. C.. Profesor Titular. Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saiz
Montes de Oca”. Pinar del Río. Cuba.
Armando Acosta Iglesias. [armando.acosta@upr.edu.cu]
Dr. C.. Profesor Titular.
Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saiz Montes de Oca”. Pinar del Río.
Cuba.
Resumen
El
artículo aborda uno de los problemas esenciales de la formación profesional de
nivel superior, relacionada con la integración universidad-empresa. Su objetivo
general fue el de analizar, desde la proyección de la carrera
Ingeniería Mecánica, aquellas funciones del proceso de integración
carrera-empresa que enfocan o dirigen
la dinámica del proceso de formación integral de los estudiantes. Como
métodos fundamentales fueron utilizados los del nivel teórico como revisión de
documentos, analítico-sintético, inductivo deductivo y sistémico
estructural-funcional. Los resultados obtenidos permitieron analizar las
funciones de integración Universidad- empresa, desde las características de la
carrera ingeniería Mecánica, contribuyendo con ello a la comprensión de los
docentes y especialistas empresariales que intervienen en el proceso, así como
a la concepción adecuada del mismo.
Palabras
clave: educación superior; funciones del proceso de integraciónuniversidad-empresa; carrera ingeniería
mecánica; formación profesional.
Abstract
The article addresses one of the essential
problems of higher level vocational training, related to university-business
integration. Its general objective is to
analyze, from the projection of the Mechanical Engineering Major, those functions of the Major enterprise
integration process that focus or
direct the dynamics of the comprehensive training process of
the students. As
fundamental methods were used those of the
theoretical level such as review of documents, analytical-synthetic, inductive-deductive and systemic structural-functional. The results obtained allowed us to
analyze the functions of University-company integration, from the characteristics of the Mechanical Engineering Major, thereby contributing to the understanding
of teachers and business specialists involved in the process, as well as to its
proper conception.
Keywords: high education; functions of
the process of integration university-enterprise; mechanical engineering major;
professional formation.
Introducción
El Ministerio de Justicia (MINJUS),
Gaceta Oficial de la República de Cuba, Decreto 364 (2020), destaca que el proceso
de formación profesional de nivel superior
tiene lugar, fundamentalmente, en las instituciones educativas, con la
participación de los órganos y los organismos de la Administración Central del
Estado (OACE), con el propósito de formar profesionales competentes y
comprometidos con el proyecto social del país.
Cumplir con este mandato
significa reconocer la necesidad de alcanzar una efectiva integración entre las
universidades y las entidades de la producción y los servicios, estatales y no
estatales (en lo adelante empresas), dados los beneficios mutuos que reciben
ambas instituciones; al respecto, Díaz Canel
(2019), plantea que:
Las
instituciones de altos estudios encuentran terreno firme para explorar,
estudiar, investigar […] por su parte las empresas suman a su gestión un apoyo
de alto nivel científico que les permite optimizar procesos, afrontar problemas
tecnológicos, y hallar soluciones viables y sólidas a los problemas. (p. 4)
De modo que lograr la
integración U-E significa una prioridad para la Educación Superior Cubana. Sin
embargo, expertos como Lage (2013), Morales y Herrera
( 2015), Saborido y Alarcón (2018), coinciden en que no es suficiente aún el
análisis de estas relaciones.
Por lo general, se han
priorizado algunos estudios de casos orientados a la contribución de las
universidades al desarrollo local, destacándose en ellos, la transferencia de
conocimientos sobre otros aspectos, lo que parece ser una tendencia
internacional (Caballero, 2017 y Estellés, 2018).
Un análisis de los
diferentes modelos teóricos de integración U-E que han estado vigentes en los
últimos 60 años: Lineal 1 y
2; el Triángulo de Sábato y Botana; los Sistemas de innovación y la Triple
Hélice (Pineda et al., 2011). Se muestra cómo estos modelos ponderan el rol de
la universidad en el desarrollo científico-técnico, la innovación tecnológica y
el crecimiento socioeconómico; sin dudas importante. Sin embargo, en pocos
casos la universidad es valorada en su función esencial, la formativa.
Los tres últimos modelos conformados
a partir de la relación tríadica: Gobierno-Empresas-Instituciones de
investigación, incluyen a la universidad en el tercero de ellos, lo que según Boron (Citado por J. A. Mena y J. L. Mena, 2020), la
convierte en especie de fábrica, de pequeña empresa en la que el 60% del
subsidio proviene del gobierno, las grandes empresas y las transnacionales. A
cambio, se le exige la creación de grupos de investigadores por encargo, cuyos
resultados no tributan al desarrollo del conocimiento de las carreras
universitarias.
No sucede así en el caso cubano, que si bien
asume un modelo Triple Hélice, mantiene un enfoque diferente en el que el
Gobierno y la dirección política, tiene en cuenta el papel de la integración como
un pilar básico para la formación de los profesionales de nivel superior.
Estas
consideraciones han conducido a varios especialistas: Acosta (2012), Mena, J.
A. (2012), Aguilar (2014), Morales y
Herrera (2015), Estellez (2017), Aguilar, Mena, J. A.
y Mena, J. L. (2019), Mena J.A. y Mena J. L
(2020), a asignar a la integración U-E, una incuestionable importancia,
considerándolo como columna vertebral del proceso de formación profesional de
nivel superior.
Pero no porque constituya un mandato oficial y esté
fundamentada desde la ciencia, la integración U-E ha sido entendida con la
profundidad necesaria. Si bien, en los últimos años han aparecido algunas
experiencias positivas, en la práctica se le sigue asignando mayor importancia
a las universidades que a las empresas en el proceso formativo, lo que en buena
medida ha estado provocado por la visión socioproductiva
de bienes y servicios que tiene la empresa
como objeto
social fundamental (Aguilar et al. , 2019).
Para Abreu y Soler (2015), aún se desconocen las
potencialidades educativas que poseen las empresas en sus procesos productivos
y de servicios. Consideran además, el desconocimiento de los roles de la
universidad y de la empresa como contextos esenciales del proceso de formación
profesional, situación que se extiende hasta el contexto empresarial, en el que
aún no se aprecia con suficiencia su papel como escenario pedagógico y el de
sus profesionales como docentes potenciales de cada carrera.
Sin embargo, J.
A. Mena y J. L. Mena (2020), consideran como uno de los problemas más
acuciantes que se presentan, el no reconocer a la integración U-E como un proceso pedagógico en el que ambas entidades
comparten responsabilidades, formando una unidad dialéctica que complementa el
proceso de formación profesional de nivel superior. Para estos autores, reconocer el carácter
procesal, a la vez obliga a aceptar que este proceso debe cumplir un grupo de
funciones que regulan su dinámica
Esta situación problemática fue
corroborada durante un diagnóstico exploratorio realizado en la carrera
Ingeniería Mecánica, de la Universidad de Pinar del Río, relacionado con el
proceso de formación profesional de los estudiantes. Al respecto, se muestra
desconocimiento de las funciones que debe cumplir el proceso de integración
U-E, que influyen de manera categórica, tanto en la calidad del proceso como en
los resultados de la formación integral de los ingenieros mecánicos.
Ante tal situación, el objetivo
fundamental de este artículo está dirigido a analizar, desde la proyección de
la carrera Ingeniería Mecánica, aquellas funciones del proceso de integración carrera-empresa,
que enfocan o dirigen la dinámica del
proceso de formación integral de los ingenieros mecánicos.
Desarrollo
El proceso de integración
U-E reviste gran importancia en la formación profesional de la carrera
Ingeniería Mecánica. Al respecto, Bermúdez et. al. (2014), reconocen que la
eficiencia del proceso de integración está en relación directa con la calidad
de la formación profesional. Por tanto, debe ser evaluada a partir del grado en
que los estudiantes se apropien de los contenidos y métodos profesionales de la
carrera en que se forman. En relación con esta afirmación J. A. Mena y J. L. Mena
(2020), definen la integración U-E como:
Un proceso pedagógico armónico, sistémico y compartido que tiene lugar
entre ambas entidades, a partir del accionar coherente y mediador de
profesores, especialistas y tutores, en la dirección de actividades académicas,
laborales, investigativas y extensionistas que, concebidas durante todo toda la
formación profesional, posibiliten la apropiación por los estudiantes de los
contenidos y métodos profesionales necesarios para su futuro desempeño en el
mundo del trabajo. (p. 15)
El carácter pedagógico del
proceso de integración en la carrera Ingeniería Mecánica con las empresas del territorio viene dado en
la necesidad de que sus acciones sean concebidas desde la proyección curricular
de la carrera y sus subsistemas correspondientes; es decir, las disciplinas,
orientadas por la disciplina principal integradora , las asignaturas y los años
académicos. Por lo que no se puede ver el proceso de integración de la carrera
desde la suma de modalidades o acciones que se conciben, se ejecuten y se
evalúen de manera positiva; sino en el carácter armónico, sistémico e integral
de ideas, medidas, iniciativas, procedimientos y hechos concretos que permitan
desarrollar un proceso formativo que asuma de manera holista, los escenarios
áulicos universitarios y los escenarios empresariales como contextos esenciales
de la formación profesional actual, incluyendo todos sus componentes:
académico, laboral, investigativo y extensionista.
Es decir, constituye un
proceso que posee propiedades o funciones esenciales
que debe cumplir para consumar sus fines y objetivos. Estas funciones expresan lo que se quiere o necesita
que el proceso provoque o logre con sus
acciones. Asumir estos criterios en el proceso de
integración de la carrera Ingeniería Mecánica con las empresas, significa
reconocer la importancia de las funciones en la gestión (organización,
planificación, desarrollo y evaluación) de dicho proceso. A su vez, posibilita
reconocer que la concepción del proceso de integración, como parte esencial del
proceso de formación profesional de la carrera Ingeniería Mecánica, no puede
ser una simple formalidad por cumplir una política educativa; más que eso,
entraña una determinación adecuada de los contenidos del proceso, orientada por
los problemas, los objetivos puntuales y los contenidos de la formación de los
profesionales (Ferreira et al., 2019). Así, la concepción adecuada del proceso
de formación profesional de la carrera implica una nueva relación o
correspondencia como la que se advierte entre la concepción o estructura administrativa
del proceso de integración (como parte de la política educativa) y, la
concepción o estructuración pedagógica de dicho proceso, en función del
cumplimiento de las funciones a que debe responder.
En tal
sentido, J. A. Mena y J. L. Mena (2020) sistematizaron un grupo de funciones
que debe cumplir un proceso de integración U-E adecuadamente concebido, de modo
que mantenga su equilibrio, su perdurabilidad, su
sostenibilidad y su
pertinencia en la formación de los profesionales de nivel superior exigidos por
la sociedad y el sector productivo. Por su capacidad aplicabilidad estas
funciones han sido contextualizadas en el proceso de formación profesional de
la carrera Ingeniería Mecánica.
La función
docente – metodológica constituye una de las principales funciones del proceso
de integración carrera U-E, en tanto reconoce, junto a los estudiantes, a los
profesores universitarios y a los especialistas de las empresas como actores
principales del proceso. Con ella se robustece el claustro de la carrera, al
incorporar a los profesionales mejor
calificados del sistema productivo. Rebasa la concepción de los profesionales
empresariales como tutores de los estudiantes en prácticas, hasta llegar a
concebir su participación como profesores categorizados que imparten
actividades docentes, tanto en el contexto de la carrera como en el de las empresas.
Esta función también tiene en cuenta el desarrollo de las acciones en
aquellos escenarios de la carrera y de la empresa con mejores condiciones para
el desarrollo de las actividades. La función exige que cuando el proceso de
formación profesional tenga lugar en las empresas, las actividades docentes se
realicen respetando las características del proceso productivo.
Implica tener
un diagnóstico actualizado de todas las empresas -estatales o no- del área de
la mecánica, de modo tal que se realice una selección adecuada de aquellas que
mejores condiciones posean para la formación integral de los estudiantes. Implica
también la selección y preparación adecuada de especialistas y tutores que
participarán en las actividades docente-productivas del proceso y serán
responsables de la formación de los estudiantes insertados.
Función
formativo-desarrolladora
La función
formativo-desarrolladora tiene en cuenta la influencia de estas dos categorías
pedagógicas no solo en el crecimiento personal del ingeniero en formación, sino
en los docentes y en los especialistas empresariales. El proceso de formación
profesional integrado carrera-empresa garantiza la apropiación de los
contenidos de la profesión (conocimientos, habilidades, actitudes, cualidades y
valores profesionales) por los estudiantes a partir de la cooperación entre estos
y los educadores; garantiza también la formación de los estudiantes en
condiciones reales o cercanas a la realidad, dirigidos o asesorados por
especialistas, sumando como valor añadido que los estudiantes formen y
consoliden esa formación resolviendo los problemas propios de su educación, que
lo acerca gradualmente a su profesión en escenarios cada vez más inmediatos al
contexto en que trabajará en el futuro.
El
estudiante aprende los conocimientos y habilidades de su profesión
integrándolos en la práctica, participa directamente en los procesos
productivos y de servicios. De esta manera hará aportes
productivos a la sociedad y particularmente al desarrollo local.
Las empresas constituyen un contexto necesario desde
el punto de vista socioeducativo, por el tributo que ofrecen a los objetivos
profesionales y al crecimiento espiritual del estudiante. La actividad
del estudiante va en desarrollo, en la medida que evoluciona su posición ante
el sistema de producción social y con respecto a los medios de producción. En
este proceso se va formando el profesional, lográndose, incluso, antes de su
egreso, si las condiciones de su integración a las entidades de la producción y los servicios son
propicias. Por lo tanto, las actividades docentes en la integración constituyen
tareas esenciales del proceso, por la diversidad de escenarios y contextos en
que se desarrolla la apropiación de los contenidos de aprendizaje.
Pero la función
formativo-desarrolladora no solo atañe a los estudiantes; también beneficia a
los docentes, en tanto estos pueden desarrollar su superación, actualización o
capacitación científico- tecnológica participando de manera ordenada y
sistémica en los procesos de la producción y los servicios. Como resultado de
esa formación, consolida su preparación para transferirla a los estudiantes
durante el proceso formativo. Esta formación propicia al docente conocimientos
prácticos en el trabajo con las nuevas tecnologías, con las nuevas formas
organizativas que se generan. De igual forma, la integración U-E posibilita
que los especialistas empresariales se capaciten, se desarrollen, crezcan
profesionalmente, incluso se preparen para asumir su función docente
–metodológica en la formación profesional, tanto en su entidad como en la
universidad.
Función
de actualización científico-tecnológica
La función
de actualización científico-tecnológica permite atenuar la contradicción
existente entre la estructura del currículo de la Ingeniería Mecánica, su
organización escolar y la transformación acelerada en el desarrollo tecnológico
del sector productivo y de servicios. En opinión de Díaz Canell (2019): “Cada vez que se introduzcan nuevas
tecnologías en el territorio, en cualquier escenario productivo y de los
servicios, estas deberán ser asimiladas también por los estudiantes” (p.5)
El
cambio de paradigma tecnológico permanente puede tornar obsoleto cualquier
currículo y con él, al proceso pedagógico. Según Martí (2015):
El drama esencial de la educación de nuestros días es el de tener que
prever y afrontar la adaptación y readaptación constantes […] ante los
continuos cambios del medio social, originados y favorecidos por el progreso
acelerado de la técnica. (p. 21)
Concebir el proceso de
manera integrada o compartida permite actualizar de modo sistemático los
contenidos profesionales, sin tener que cambiar constantemente los currículos.
Además, atenúa la contradicción entre la preparación teórico-práctica de
docentes de la universidad y el desarrollo tecnológico acelerado del sector
productivo. Concebir la actualización y superación sistemática de los docentes
universitarios en las empresas los pone en contacto con la tecnología más
avanzada que tenga el territorio, la que, a su vez, puede ser transferida a los
estudiantes mediante los componente académico, laboral, investigativo y
extensionista.
Función profesionalizadora-interdisciplinar
Su esencia
está en dotar de experiencia socio-laboral al proceso de formación profesional
de la carrera como tendencia de desarrollo de la
educación contemporánea,
orientando al estudiante hacia el desempeño profesional, enriqueciendo su
formación con los saberes relacionados con la cultura laboral y el trabajo
capaz de dignificar al ser humano.
La función profesionalizadora
debe garantizar el vínculo entre lo profesional y la carrera. Tiene en su base
la relación profesional-profesión (Abreu y Soler, 2015). Ello exige que la
formación deba estar orientada hacia la profesión en todos sus componentes y
áreas de conocimientos. La profesionalización constituye un principio básico de
estructuración del currículo y el proceso pedagógico profesional; a su vez, es
un requisito indispensable y rector del sistema de formación de un profesional
de nivel superior integral. Asumirla como esencia de proceso de formación
profesional no limita la responsabilidad de la carrera; más que ello compromete
también la empresa con el proceso.
La integración carrera Ingeniería Mecánica-empresa
constituye un marco propicio para el desarrollo de la formación profesional en
todas las áreas del conocimiento, las disciplinas y las asignaturas; no solo
incluye al área técnica, lo que requiere la profesionalización de todos los
componentes personales y personalizados del proceso formativo. Concebir un
proceso integrado carrera -empresa durante todo el ciclo
formativo garantiza atender al tributo que cada disciplina brinda a los modos
de actuación. De esta forma se da respuesta al encargo social que le
corresponde por el momento histórico, el desarrollo económico - social y el
perfil de que se trate.
Demanda la determinación, de manera conjunta, de los
problemas profesionales de la carrera y su derivación por años académicos.
Además, será preciso que el sistema de contenidos que caracterizan la
cultura de la profesión quede seleccionado y estructurado, de modo que, el
aparato conceptual responda a una formación básica, amplia y desarrolladora de
las potencialidades del futuro profesional.
Exige la atención al objeto de la profesión, desde el
propio diseño de la disciplina principal integradora, como brújula que orienta
al resto de las disciplinas; de modo que las actividades académicas, laborales
e investigativas que desarrollan de manera cooperada los educadores y los
alumnos en el contexto de la formación compartida, estén coordinadas de manera
sistémica e interdisciplinar y en función de las actividades académicas,
laborales, investigativas y extensionistas que deberá ejercer en condiciones
reales y concretas o modeladas.
Tener en cuenta
la función profesionalidadora-interdisciplinar
garantiza condicionar el proceso pedagógico en función del ambiente en que se
debe producir la enseñanza y el aprendizaje, tanto en el contexto universitario
como empresarial.
Función
de observación-evaluación
Se parte
del principio de que tanto la carrera como la empresa son responsables del proceso de formación profesional y de sus
resultados. Lograr esta función garantiza
la información permanente necesaria sobre el cumplimiento del plan de estudios
de la carrera, a partir de lo que se espera de él. Exige la fiscalización
sistemática del desarrollo del currículo, de manera compartida y a partir de su
observación permanente del desarrollo integral y
paulatino que se va produciendo en los estudiantes. Constituye uno de los objetivos de trabajo
principales de las comisiones de especialistas de cada carrera, convertidas en
órganos reguladores de la formación profesional de nivel superior, lo que alerta
sobre el desarrollo alcanzado en los estudiantes, así como la calidad de las
actividades docentes.
El control sistemático, parcial y
final se convierte en un examen permanente que permite validar y corregir las
insuficiencias de las actividades realizadas de manera individual y en su
conjunto. De igual modo, ofrece la información requerida que permite realizar
las correcciones necesarias en el momento oportuno, así como reevaluar la planificación de tareas y el
diseño de otras actividades si fuera necesario. De igual
modo, los datos obtenidos, permiten reorientar la atención a los estudiantes en
función de la diversidad y de sus necesidades educativas.
En un sentido más amplio de
aplicación, los resultados de la observación-evaluación generan alternativas de
organización del proceso de formación profesional que trascienden la labor del
profesor de Ingeniería Mecánica y del especialista de la empresa. Este es el caso de la toma de decisiones sobre la utilización de otros
escenarios pedagógicos en la misma empresa, o en otras con más condiciones, o
con procesos tecnológicos distintos para la rotación de los estudiantes por diversos puestos de trabajo.
Función
investigativo-formativa
Su esencia
está en la posibilidad que brinda la formación profesional en la integración carrera-empresa
para generar investigaciones conjuntas que inserten a los estudiantes en la
solución de los problemas propios del proceso productivo y de servicios del
área de la Ingeniería Mecánica y formen en ellos la convicción de enfrentar y
resolver los problemas desde las ciencias.
Esta función
posibilita orientar la disciplina principal integradora y el resto de las
disciplinas y asignaturas durante todo el ciclo formativo, a partir de la
visión y participación conjunta y cooperada de los profesores de la carrera y
los especialistas de las empresas, facilitando la integración horizontal, a
nivel de año académico, y vertical, a nivel de carrera. Así, en el estudiante
se va produciendo el necesario proceso de desarrollo integral, donde los
contenidos de la profesión que va incorporando gradualmente constituyen el
resultado del proceso investigativo que desarrolla desde el primer año, al
tiempo que los aplica de manera creadora en la solución del problema real que
investiga.
La función
investigativo-formativa da la posibilidad de generar proyectos I+D+i conjuntos carrera-empresa que posibiliten la
concepción de una formación profesional de nivel superior pertinente, en tanto
responde a las necesidades reales del territorio y de su desarrollo local. Con
ello se garantiza la actividad de las sociedades científico-estudiantiles, que
todos los profesores de la carrera participen de manera productiva en el
proceso de formación investigativa de los estudiantes y que los especialistas
de las entidades de la producción y los servicios, reconozcan a los estudiantes
como una fuerza vital para la solución de los problemas.
Función
de formación vocacional y orientación profesional
A pesar de
que se conoce que la formación vocacional y la orientación profesional son
procesos que deben tener lugar desde que los primeros grados, aún existen
deficiencias que se materializan en el ingreso a la carrera. Esta función
garantiza que las acciones a desarrollar en las educaciones que anteceden al
nivel superior, se puedan concebir de manera conjunta carrera-empresa. Sin embargo,
la experiencia ha demostrado que estos procesos orientadores previos no logran,
por una parte, que los estudiantes elijan conscientemente la carrera de su vida, y, por la otra, que una
vez en la universidad, aumente su desorientación, pues el academicismo supere o
limite excesivamente la apropiación de los contenidos de la profesión.
La esencia
de esta función está en el empleo de los contenidos y métodos científicos y
profesionales en función del desarrollo de valores esenciales como el amor al
trabajo, a la profesión y a la clase trabajadora que debe caracterizar a un
profesional cubano. Concebir un proceso de formación profesional integrado carrera
Ingeniería Mecánica-empresa y lograr su implementación práctica imprime
significatividad a los contenidos profesionales, lo que influye positivamente
en su apropiación por parte de los alumnos.
El
desarrollo de las actividades docentes en el vínculo con la profesión refuerza
el carácter orientador propio del proceso pedagógico. El trabajo con
especialistas de las empresas, las actividades prácticas de familiarización así
como las investigaciones conjuntas, facilitan el enfrentamiento y solución a
los problemas profesionales reales, lo cual contribuye al desarrollo local,
permitiendo a los alumnos conocer la importancia y necesidad de su carrera, despertando
en ellos el sentido de la utilidad y la responsabilidad.
El análisis
de esta función debe verse en dos direcciones. La primera está relacionada con
la orientación del Estado cubano de formar trabajadores o profesionales con
conciencia de productores (PCC, 2021). Lograr calidad en el proceso de
formación profesional de la carrera implica la participación de docentes
universitarios y estudiantes en los procesos productivos y de servicios, así
como en los procesos investigativos asociados, haciéndolos parte de ellos. Esta
participación exige que el proceso de formación profesional se produzca bajo
las condiciones del proceso productivo y su organización; los estudiantes aprenden
a hacer estudiando, investigando, haciendo y produciendo, incorporados al
proceso productivo, por lo que pueden ver el valor de su contribución desde su
propia formación.
La segunda
está relacionada con el proceso formativo de la carrera. Sin lugar a dudas,
lograr la participación de las empresas y sus profesionales en el proceso
pedagógico (ya sea en la universidad o en el contexto laboral), lo hace más
sólido y pertinente, aumenta la productividad de este, lo hace más creativo,
fértil, útil y provechoso, en tanto la efectividad y eficiencia de los
resultados se corresponden con el fin esperado por la sociedad.
La esencia de la función productivo-pedagógica está en no solo ver lo productivo en
lo que aporta el empleo de los contextos de aprendizaje de la empresa, sino tembién
en la productividad del proceso pedagógico en cuanto a la apropiacion de los
contenidos profesionales por parte de los ingenieros mecánicos en formación.
Conclusiones
1.
Las funciones en el proceso de
integración carrera Ingeniería Mecánica-empresa constituyen la expresión de lo
que se puede lograr en realidad durante la formación profesional de nivel
superior cuando se conjugan dialécticamente estos dos importantes contextos; en
este sentido, enuncian su calidad. Constituyen metas, fines, objetivos, propósitos
e incluso, normas que expresan el estado deseado o de aspiración, a partir de
las necesidades declaradas en pos de la eficacia y eficiencia del proceso de
formacion profesional.
2.
Es necesario ver las funciones como un punto de partida
para explicitar lo que se espera del
proceso de formacion profesional en la integración con la empresa y, para el análisis sistémico, sistemático e
integral de la efectividad del propio proceso de integración y sus resultados,
así como su papel en la formación de los profesionales de carrera Ingeniería
Mecánica.
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