Artículos cientificos

La formación del estudiante de las carreras administrativas para aprender a emprender (Revisión)

The formation of student of the management majors to learn to entrepreneurship (Review)

Elsye Teresa Cobo Litardo
Universidad Técnica Estatal de Quevedo. Ecuador., Ecuador
Rafael Claudio Izaguirre Remón
Universidad de Granma. Cuba., Cuba
Alexis Benancio Álvarez Cortés
Universidad de Granma. Cuba., Cuba

ROCA. Revista Científico-Educacional de la provincia Granma

Universidad de Granma, Cuba

ISSN-e: 2074-0735

Periodicidad: Frecuencia continua

vol. 18, núm. 2, 2022

roca@udg.co.cu

Recepción: 11 Abril 2021

Aprobación: 01 Noviembre 2021



Universidad de Granma

Resumen: El emprendimiento constituye un elemento de transformación social, es uno de los principales ejes de innovación, competitividad y aporta al crecimiento de la economía de los países; por tal razón y dadas las condiciones del mercado laboral en el Ecuador, resulta de gran importancia una Educación Superior que favorezca la implementación de estrategias educativas para introducir culturalmente el espíritu emprendedor en los estudiantes. La universidad como ente de formación de la juventud en la era digital, de la información y del conocimiento, asume el importante desafío de desarrollar programas a través de los cuales los estudiantes obtengan las herramientas que les permitan emprender su propio negocio en un mercado laboral competitivo. En este contexto, uno de los principales retos de la universidad y en especial, de la carrera Gestión Empresarial y Administración de Empresas, es generar acciones de apoyo a fin de que los proyectos de emprendimiento se materialicen.

Palabras clave: emprendimiento, estrategias educativas, formación de emprendedores, administración.

Abstract: The entrepreneurship constitutes an element of social transformation, it is one of the principal axes of invention, competitiveness and contributes the growth of the economy of the countries; For such reason and once the labor commercial terms in the Equator were given a higher education results from great importance that you favor the implementation of educational strategies to introduce the enterprising spirit in the students culturally. The university is like an entity of formation of the young in the digital, information era and of knowledge, that assumes the important challenge to unroll programs in which students obtain the tools that allow them to through entrepreneurship its own business in a competitive labor market. In this context, one of the principal challenges of the university and especially the major Management and Business Administration is to generate backup actions in order for the enterprise's projects materialize.

Keywords: entrepreneurship, educational strategies, entrepreneurship's formation, administration.

Introducción

Profundos y apremiantes cambios están exigiendo la globalización y la inminente sociedad del conocimiento a las diferentes instituciones sociales. Estas condiciones han generado nuevas exigencias a la Educación Superior, que conllevan a elevar los parámetros de calidad en los procesos formativos, en pos de una preparación científica del más alto nivel. La actuación de las universidades frente al desafío de estos tiempos está en fortalecer las capacidades docentes e investigativas, así como incorporarse a la cultura de la pertinencia, la calidad, la evaluación y la informática, entre otras (Tunnermann, 2003).

La incorporación de las tecnologías de la información y de la computación al proceso de enseñanza – aprendizaje; la conformación de nuevos estilos didácticos conducentes al autoaprendizaje; la educación cada vez más comprometida y consciente de los educandos en relación con la responsabilidad científica, social y tecnológica, así como su preparación para la investigación y la innovación son - entre otros - importantes desafíos que estos centros deben afrontar, ya que:

La educación superior debe aumentar su contribución al desarrollo del conjunto del sistema educativo, sobre todo mejorando la formación del personal docente, la elaboración de los planes de estudio y la investigación sobre educación...…A fin de satisfacer las demandas planteadas en el ámbito del trabajo, los sistemas de Educación Superior y el mundo del trabajo deben crear y evaluar conjuntamente modalidades de aprendizaje, programas de transición y programas de evaluación. (UNESCO, 1998. p.5-9).

A partir de estas demandas de la sociedad a la Educación Superior y en el contexto social de un mundo globalizado y unipolar, surge la necesidad de perfeccionar el proceso pedagógico en la formación inicial en las universidades. Esto se debe a que el acelerado desarrollo de las ciencias y las tecnologías de la información y las comunicaciones hacen que los conocimientos caduquen con rapidez; además, se necesita de saberes más interdisciplinarios para poder dar solución a los problemas que se presentan en el contexto de actuación profesional.

Latinoamérica recién comienza a dar los primeros pasos para una integración regional, en la cual participa Ecuador con un nuevo Plan de desarrollo; Plan Nacional para el Buen Vivir (PNBV), dando cumplimiento al Art. 280 de la Constitución de la República del Ecuador (Asamblea Constituyente de Montecristi, 2008), cuyo fundamento es alcanzar una sociedad orientada hacia un nuevo régimen de desarrollo que sea inclusivo, equitativo y solidario, con igualdad de oportunidades, que avance hacia una economía social y solidaria, ecologista, basada en el conocimiento y el talento humano, lograr pleno empleo para salir del extractivismo, alcanzar mayor productividad y democratizar los medios de producción y la riqueza.

La pertinencia y la calidad imponen, a los centros universitarios, el camino de la formación basada en competencias como el ideal del profesional del nuevo siglo, ello se ha convertido en una demanda de estos tiempos, y en general ha sido asumida por los sistemas educativos, con la voluntad de acortar la distancia entre el esfuerzo de formación y su resultado (Merten, 2001).

Las instittuciones de Educación Superior trabajan por generar y difundir el conocimiento para contribuir a alcanzar el desarrollo humano sostenible mediante la investigación científica y la innovación tecnológica en aras de la formación integral del profesional, generando soluciones a los problemas locales, regionales, del país y de la humanidad. La formación y capacitación de profesionales de la Gestión Empresarial (GE) debe enfocarse en preparar a los estudiantes para enfrentar los desafíos organizativos y gerenciales de la producción y los servicios en el actual contexto económico nacional e internacional.

Se hace necesario la construcción de mallas curriculares con espacios definidos para el aprendizaje de la gestión de la profesión, en las cuales se desarrollen proyectos de emprendimiento social que favorezcan la creación de nuevos escenarios profesionales, ya que importa siempre atender cómo se asume el emprendimiento en el proceso de formación de los profesionales.

El tema del emprendimiento es considerado de gran importancia para el desarrollo social, aspecto sobre el cual hay una variedad de postulados, destacándose en particular el enfoque de Rodríguez (2019), sobre la formación del espíritu emprendedor, así como las valoraciones de Schnarch (2010), en torno a la formación del espíritu empresarial. También es asumido como competencia emprendedora (Jiménez, 2015; Borrás et al., 2017) o como una competencia de gestión (Jones e Iredale, 2014).

La Universidad Técnica Estatal de Quevedo (UTEQ, 2018), señala como su misión “formar profesionales y académicos con visión científica y humanística capaces de desarrollar investigaciones, crear tecnologías, mantener y difundir nuestros saberes y culturas ancestrales, para la construcción de soluciones a los problemas de la región y el país” (p. 1); sin embargo, desde la formación académica de profesionales de la carrera Gestión Empresarial CGE aún no se logra desde lo formativo, la inserción laboral que permita contribuir a la solución de los problemas de la región y el país.

Lo anterior se relaciona directamente con la actividad formadora de la universidad y especialmente de la carrera, al servir de marco legal y punto de partida de esta investigación relacionada con la formación de competencias emprendedoras en estudiantes, razón que incentiva el enfoque de este artículo en su análisis sobre la formación del estudiante de las carreras administrativas para aprender a emprender, en las coordenadas de su formación profesional.

Desarrollo

Para Burnett (2000), el espíritu empresarial es un ingrediente necesario en el proceso de desarrollo económico, que sirve como catalizador para la transformación del mercado y proporciona nuevas oportunidades para el crecimiento económico, el empleo y el aumento de la renta per cápita. En el mismo sentido, Ramos y Ruiz (2008), plantean que:

(…) a partir del célebre informe Birch, los poderes públicos han sabido captar la importancia de la creación de empresas como mecanismo de absorción de nueva mano de obra cualificada y como factor de competitividad de las economías y, por ende, de bienestar y crecimiento económico. (p. 14).

En la actualidad se ha reconocido la importancia de los emprendedores a la hora de considerar el desarrollo económico de los distintos países, entendiendo al emprendedor como una persona que percibe una oportunidad y crea un nuevo negocio con ella. En este sentido, Angelelli y Prats (2005) explican que el impacto de la actividad emprendedora es positivo sobre el crecimiento y el empleo, siempre que se lo considere en un horizonte de mediano y largo plazo.

De ahí que el emprendimiento se conciba como una estrategia de crecimiento y desarrollo económico. Las autoridades, en los diversos niveles, promueven iniciativas para impulsar el desarrollo del emprendimiento empresarial, y en especial, el que conduce a la creación de pequeñas y medianas empresas (Pymes), ya que se considera que desempeñan un papel relevante en la generación de empleo, el desarrollo socio-económico local y la dinamización de las cadenas productivas (Cardon y Kirk, 2015).

En este sentido, el Estado ecuatoriano ha venido desplegando múltiples y variados esfuerzos para que el emprendimiento se desarrolle y contribuya al desarrollo de la economía del país por medio de incentivos tributarios contemplados en la nueva ley de reactivación económica y social, fortalecimiento de la dolarización y modernización de la gestión financiera; promoviendo la generación de nuevos negocios pequeños y medianos; resaltando el papel de la formación y, particularmente, de la superior en este proceso.

Así, las diferentes propuestas formativas orientadas a la motivación y el emprendimiento empresarial están en línea para adecuarse y adaptarse a las realidades del contexto económico, social y empresarial de nuestro país, y más aún, de cada una de las regiones, pues, Ecuador ostenta una amplia gama de matices que requiere un desarrollo más profundo y cuidadoso de los programas de formación, si se pretende mejores resultados en el mediano y largo plazo.

Consciente de ello, la coordinación de las carreras Gestión Empresarial y Administración de Empresas desarrolla un trabajo de investigación mediante el cual se busca establecer la tipología del estudiante emprendedor, sus características y necesidades de formación particulares, con el propósito de realizar sugerencias para ajustar los currículos de los planes de formación, y contribuir, de una manera más efectiva, con aquellos que desean construir empresas que impacten positivamente en el desarrollo socioeconómico de la región y del país.

La carrera Gestión Empresarial de la UTEQ, en su plan curricular, contiene asignaturas de emprendimiento con un contenido que los estudiantes desarrollan durante 16 semanas, en el cual elaboran un plan de negocios, que durante el proceso es revisado y aprobado; sin embargo, durante su desarrollo se presentan varias situaciones: falta de motivación por investigar y proponer ideas de negocios con potencial para su ejecución; es decir, el interés responde a la necesidad de obtener el título y graduarse para, inmediatamente, iniciar la tarea de buscar empleo en las diferentes instituciones que requieren profesionales con competencias en la GE.

Respecto a la combinación de conceptos, Krueger y Brazeal (1994), proponen una fusión entre los conceptos de deseabilidad y factibilidad; afirman que la Teoría del Comportamiento Planificado TPB de Ajzen (1991) y el modelo de Shapero (1985) del Evento Empresarial se superponen considerablemente. Así, según los autores, la factibilidad percibida en el modelo de Shapero se corresponde con la percepción de control del comportamiento en TPB (ambos corresponden a la autoeficacia percibida). Por su parte, la deseabilidad percibida subsume los otros dos componentes de la Teoría del Comportamiento Planificado: actitud hacia el comportamiento y normas sociales.

Partiendo de este planteamiento se afirma que cuando el comportamiento (en este caso el evento empresarial) se percibe deseable y factible, se da “credibilidad”, la cual requiere estar acompañada de una “propensión a actuar” del individuo que sufre el desplazamiento, generándose así el potencial para iniciar un negocio (Krueger y Brazeal, 1994).

Krueger y Carsrud (1993) y Krueger y Brazeal (1994) coinciden en afirmar que la aplicación de la Teoría del Comportamiento Planificado constituye una base sólida en la investigación en emprendimiento. Como se ha visto, esta teoría especifica tres antecedentes actitudinales de la intención. Dos de ellos reflejan la deseabilidad percibida de la realización del comportamiento, actitudes personales hacia los resultados del comportamiento y las normas sociales percibidas, y el tercero, el control percibido del comportamiento, refleja las percepciones del individuo de que la conducta es personalmente controlable.

Los autores incluyen dos nuevas definiciones: la de credibilidad, que hace referencia a la evaluación positiva de la deseabilidad y la viabilidad, y la de la propensión a actuar, considerada como una atribución de la persona, la cual, según los autores, es susceptible de ser desarrollada, motivando a las personas a comportarse de manera más autónoma, enseñándoles habilidades de autogestión, de tolerancia a la frustración y desarrollando en ellas la toma de iniciativa (Krueger y Brazeal, 1994).

En cuanto a la intención, presentada en la teoría de Ajzen (1991) como previa al comportamiento, aunque no indispensable, Davidsson (2015), afirma que las intenciones emprendedoras predicen imperfectamente la elección de las personas de crear sus propias empresas, pues aunque esta decisión se supone planeada desde hace algún tiempo y, por lo tanto, precedida por una intención de hacerlo, en algunos casos esta se forma poco antes de la decisión real y en otros, nunca conduce al comportamiento real. Según este autor, es más determinante la convicción, esto es, la seguridad de la persona de que esta carrera es una alternativa adecuada para él / ella. Esta definición, según Davidsson (2015), es similar a la percepción de autoeficacia, pero incluye, además, aspectos como mejorar la situación económica o el nivel de vida, en general. En este sentido, puede relacionarse también con la dfinición de valoración de los resultados de la teoría de Expectativa/Valoración.

Otros desarrollos, especialmente aquellos tendientes a facilitar la medición de los factores motivacionales en los estudios empíricos, han consistido en la sistematización de los planteamientos teóricos, a través de una serie de clasificaciones que agrupan dichos factores en categorías, que varían de acuerdo con el objetivo de cada investigación.

En el ámbito iberoamericano, Gimeno (1988), propuso cinco perspectivas de comprensión del currículo: social, como enlace entre la sociedad y la escuela; como proyecto o plan educativo orientador; como materialización del plan o proyecto educativo; como práctica o como discurso sobre el método y práctica académica. Por su parte, Casarini (1999), se refiere al Currículo como el camino de aprendizaje o, más precisamente, como el instrumento que transforma la enseñanza, guía al profesor y ofrece una retroalimentación y modificaciones al diseño original.

Como puede apreciarse, en la corta revisión teórica precedente, el currículo tiene un carácter instrumental en el proceso de formación, tanto si se concibe como algo terminado, como si se le considera una construcción continua. Su objeto no es otro que el de servir como fundamento concreto de los procesos de enseñanza – aprendizaje, llevando a la realidad del aula y de los demás espacios pedagógicos, los principios y orientaciones contenidos en el proyecto educativo institucional y en los proyectos educativos de los programas.

De ahí que la construcción de un currículo para impulsar el emprendimiento debe concretar un proyecto de formación para llevar a la práctica la misión de la universidad, en consulta con la realidad y las expectativas sociales de la región. Por consiguiente, una formación universitaria de cara al siglo XXI debe caracterizarse por su pertinencia, que implica que los conocimientos tienen utilidad y son creadores de soluciones, y por su relevancia porque la respuesta genera valor social agregado.

El currículo vigente en la carrera obstaculiza el logro de estos propósitos ya que no brinda un marco de referencia claro, propicia rupturas conceptuales y la repetición de las temáticas. Además, las actividades curriculares en el campo del emprendimiento no abordan las realidades regionales y no aportan la necesaria flexibilidad para acercarse a esta temática. Se parte, naturalmente, de la filosofía institucional que propone un marco axiológico para la acción en el que la idea de emprendimiento es preponderante como valor a inculcar y como comportamiento deseable en el estudiante y egresado.

Esos elementos configuran las pautas que deben reflejarse en el plan de estudios, es decir, en las asignaturas. Para la secuencia se siguen las líneas sobre el currículo en espiral, en el que los problemas que trata una disciplina se desarrollan cíclicamente, retomando los conceptos pero agregando niveles más altos de complejidad, profundidad o aplicación. Las asignaturas se plantean atendiendo a los denominados criterios para la acción formadora, los cuales ejercen una mediación entre el marco filosófico y el plan de estudios. Está mediación permite objetivar la misión, la visión y los propósitos en los fines y en los medios de los contenidos, la metodología y los espacios pedagógicos propios de cada asignatura, de modo que se constituyen en directrices para el trabajo académico.

Los criterios hacen relevante el contexto regional, porque lo que se desea es que el emprendimiento sea pertinente, en el sentido que contribuya al desarrollo, a la generación de riqueza y empleo para la ciudad y el departamento. De ahí que los contenidos teóricos, las herramientas y las metodologías que se consideren en cada asignatura deben mantener una fuerte relación con las realidades del sector productivo regional y con el entorno económico y social.

Los estudios de caso de empresas de la región, por ejemplo, permitirían a los estudiantes realizar análisis causa efecto entre las estrategias, el entorno y los resultados - positivos o negativos- de organizaciones que viven la realidad económica del departamento. Aunque el estudio de casos no es una metodología novedosa, sí lo es el que ellos se centren en organizaciones de la región y que no solo se estudien los éxitos, sino que se aprenda también de los fracasos.

Son conocidas las ventajas pedagógicas de los estudios de caso, en particular, porque permiten traducir la teoría a un contexto específico. La casuística teórica en la resolución de los casos es el verdadero aprendizaje, el que realmente importa. Cómo se traduce, cómo se transforma este conocimiento teórico en la resolución de los casos prácticos, en esto consiste la formación de un profesional.

Los espacios suministran oportunidades para que los estudiantes y la universidad se articulen con el entorno. Se proponen tres: cátedra empresarial, laboratorio de ideas de negocio y la unidad de emprendimiento. Sus características se exponen a continuación:

· La cátedra empresarial convocará a empresarios, emprendedores, dirigentes gremiales, directivos institucionales y empresariales para que compartan sus experiencias en un ambiente informal y de diàlogo con los estudiantes.

· El laboratorio de ideas de negocio realizaría dos acciones: suministrar asesoría de expertos y profesionales para que las ideas de negocio de los estudiantes mejoren sus posibilidades, y, en segundo lugar, realiza al interior de las asignaturas, ejercicios sencillos, pero reales de acercamiento con el mercado para productos o servicios diseñados por los estudiantes.

· La unidad de emprendimiento se constituye como una plataforma organizacional para encauzar las demandas del sector productivo hacia la universidad y para buscar los mecanismos que permitan, a los estudiantes, conectarse con programas y fuentes de financiación para sus ideas de negocio.

Contenidos, metodologías y espacios son las categorías para describir la estructura y el hacer en las cuatro asignaturas que forman la línea de emprendimiento: Cultura empresarial, Observación empresarial, Creatividad e Innovación empresarial y Formulación y evaluación de proyectos y planes de negocio. La secuencia de las asignaturas, además de lo relativo al currículo en espiral, tiene que ver con tres momentos que reflejan el progreso del aprendizaje en un currículo orientado a la solución de problemas.

Para este autor, un currículo es pertinente solo si adopta el lenguaje de los problemas a los que están referidas las distintas disciplinas, lo cual ocurre en seis fases. Las dos primeras implican acercarse a las situaciones problemáticas y adquirir dominio de ellas mediante la comprensión de sus variables más sensibles; obteniendo como resultado el que se establezcan diversos caminos o métodos de intervención. Las siguientes fases, o actividades están orientadas a la reflexión sobre la acción y sus consecuencias, los fines, los medios y las experiencias, las conductas del descubrimiento y sobre las relaciones entre conocimiento y descubrimiento.

Como consecuencia de cada nueva etapa se obtienen salidas cada vez más complejas, que van desde la capacidad para organizar y ejercitar el conocimiento hasta la aplicación con el fin de aumentar el acervo de conocimiento. Bajo esas directrices, el primer momento está dedicado a conocer y analizar el entorno con el fin de identificar, explicar y comprender los problemas, las oportunidades y potencialidades de la región y de su sector productivo. Este momento es desarrollado en las asignaturas Cultura Empresarial y Observación Empresarial.

Para el desarrollo de estas dos primeras asignaturas es necesario conformar un equipo multidisciplinario de orientadores que estará compuesto tanto por docentes de la institución como por expertos externos, entre los que se incluirá a empresarios, emprendedores, autoridades gubernamentales y académicas y directivos de las agremiaciones y de otras entidades con un papel relevante en el desarrollo económico y social del departamento.

Las temáticas se desarrollarán por módulos y bajo la metodología de taller, cada uno a cargo de un docente y los expertos en la temática a tratar; buscando diversas miradas y enfoques de análisis y comprensión. Por su parte, los estudiantes desarrollarán pequeñas investigaciones en cada una de las temáticas, con lo cual se pretende un acercamiento práctico al contexto local y regional. Luego, es necesario que el estudiante, utilizando su conocimiento y su creatividad plantee, en desarrollo de la asignatura Creatividad e Innovación Empresarial, diversas soluciones que pueden concretarse en ideas, bienes o servicios.

Se incentivará el desarrollo de ideas en las apuestas productivas estratégicas del departamento, propiciando además la participación de estudiantes de otras disciplinas afines a estas apuestas productivas. Finalmente, las ideas se estudian en detalle y se determina su viabilidad, lo que ocurre en la asignatura Formulación y Evaluación de Proyectos y Planes de Negocios. Las más relevantes y pertinentes se canalizarán a través de la unidad de emprendimiento de la universidad para concretar su ejecución.

Todas las actividades curriculares de la línea de emprendimiento estarán abiertas a la participación de los docentes y estudiantes de todas las carreras de la universidad y se propiciará dicha participación para alimentar una mirada integradora tanto de los problemas sociales y económicos como de sus posibles soluciones.

En consecuencia, de conformidad con las ideas expuestas, se propone viabilizar un enfoque pedagógico y didáctico de la formación en emprendimiento de los estudiantes de la carrera Gestión Empresarial, de modo que favorezca el encargo social de su rol en la sociedad.

Conclusiones

1. La pertinencia de la formación en emprendimiento de los estudiantes de la carrera de Gestión Empresarial es expresión de la necesidad de articular el trabajo universitario con las demandas sociales para entregar un profesional preparado para el emprendimiento social como parte de su compromiso con la sociedad.

2. Los fundamentos de la formación en emprendimiento tienen diferentes propuestas formativas orientadas a la motivación y el emprendimiento empresarial, que están en línea para adecuarse y adaptarse a las realidades del contexto económico, social y empresarial del país.

3. Pese a los obstáculos curriculares, en la UTEQ se despliega un amplio trabajo de desarrollo curricular, organizacional y formativo para insertar, de modo proactivo, la formación en emprendimiento como parte de la preparación del profesional.

4. La cátedra empresarial, el laboratorio de ideas de negocios y la unidad de emprendimiento son espacios académicos por excelencia en la UTEQ para formar al estudiante de la carrera de GE en emprendimiento, con énfasis en su contribución social.

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