Revisión
La
Influencia del Legado Celta en la Historia y la Cultura
The Influence of the Celtic Legacy
on History and Culture
Est. Lariamne Rut Chávez Ávila, Universidad
de Las Tunas, Las Tunas, Cuba (1)
Dr. C. Lisandra Lao Santos, Universidad de Granma,
Bayamo, Cuba (2)
(1) Estudiante de 2do. Año de Licenciatura en Turismo. Facultad de Ciencias Técnicas y Agropecuarias. Universidad de Las Tunas, Las Tunas, Cuba.
rutchavezav@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0009-0000-7203-112X
(2) Doctor en Ciencias Pedagógicas. Profesor Auxiliar. Licenciado en Educación Primaria. Coordinadora de carrera del Departamento Educación Primaria, Universidad de Granma, Bayamo, Cuba. lisandralao280@gmail.com
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-7412-6568
Resumen
Durante la prehistoria, específicamente en la Edad de
Hierro, se desarrolló una interesante cultura: la cultura Celta. Las tribus
celtas se extendieron en un vasto territorio que abarca gran parte de Europa y
algunas regiones de Asia Menor, sin embargo, su cultura tuvo un alcance mucho
mayor. Su legado ha trascendido hasta nuestros días con innumerables
contribuciones que han dejado una marca perdurable en la historia y cultura de
la humanidad. Este artículo tiene como objetivo ofrecer un análisis de la
herencia celta, desde su legado histórico hasta su impacto en la cultura contemporánea.
Se explora la influencia de los celtas en áreas que van desde la mitología y
las prácticas religiosas hasta el arte, la lengua y las tradiciones,
proporcionando una comprensión holística de su legado duradero. Su impacto se
mantiene vibrante y significativo, reflejando la importancia de la diversidad
cultural y su capacidad para enriquecer y dar forma a la rica narrativa de la
humanidad. Los métodos empleados para el desarrollo de la investigación fueron:
entre los teóricos: histórico – lógico y analítico – sintético y como método
empírico: análisis de documentos.
Palabras
clave: Cultura; Celta; legado; arte.
Abstract
During prehistory,
specifically in the Iron Age, an interesting culture developed: the Celtic
culture. Celtic tribes spread across a vast territory encompassing much of
Europe and some regions of Asia Minor, yet their culture had a far-reaching
impact. Their legacy has transcended to this day with countless contributions
that have left a lasting mark on the history and culture of humanity. This
article aims to provide an analysis of the Celtic heritage, from its historical
legacy to its impact on contemporary culture. It explores the influence of the
Celts in areas ranging from mythology and religious practices to art, language,
and traditions, providing a holistic understanding of their enduring legacy.
Their impact remains vibrant and significant, reflecting the importance of
cultural diversity and its capacity to enrich and shape humanity's rich
narrative. The methods employed for the research development were: among the
theoretical ones: historical – logical and analytic – synthetic, and as the
empirical method: document analysis.
Keywords: Culture; Celtic; legacy; art.
Introducción
La Era de Hierro fue un período histórico que abarcó
desde alrededor del siglo XII a.C. hasta el siglo I a.C. Durante este tiempo
las sociedades europeas experimentaron importantes cambios culturales y
tecnológicos. Entre ellos el desarrollo de la metalurgia del hierro, que
permitió la creación de objetos, especialmente herramientas, armas y joyas, las
cuales se caracterizaron por ser más duraderos y resistentes. Esto permitió que
se desarrollaran distintas culturas como la cultura celta, que ejercieron gran
influencia en la historia y el arte de la humanidad. Aunque posteriormente
fueron suprimidos por los romanos en innegable su importancia y la vigencia de
su legado artístico.
En la historia de la humanidad, la cultura celta ha
dejado una huella significativa que abarca desde sus contribuciones artísticas
hasta su influencia en la espiritualidad y el lenguaje. La herencia celta,
multifacética y duradera, ha permeado a través de los siglos, manteniendo su
importancia y fascinación en la actualidad. Por ello este artículo tiene como
objetivo presentar una comprensión detallada del impacto de los celtas en la
historia y cultura, explorando su legado y su continua relevancia en el mundo
contemporáneo. Desde sus mitos e historias hasta su arte distintivo, la
herencia celta continúa desempeñando un papel significativo en nuestra
comprensión del pasado y nuestro aprecio por la diversidad cultural.
El estudio cualitativo de esta cultura implica la de
métodos teóricos y empíricos que permitan comprender su contexto cultural,
simbolismo y relevancia actual. En la realización de esta investigación se
utilizaron métodos teóricos como el histórico-lógico; analizando la evolución temporal de dichas tribus y el de
análisis-síntesis, para descomponer y examinar detalladamente sus características.
El análisis de documentos, como método empírico, posibilitó adquirir
información comprendida en entrevistas, encuestas y observaciones,
proporcionando una perspectiva profesional y académica, al estudiar y evaluar
fuentes escritas, informes arqueológicos y literatura académica, relacionados
con el tema. Se estudió, además, el análisis de comportamientos y prácticas
culturales, a través de la visión imparcial de investigadores que implementaron
la datación por radiocarbono y la investigación de los contextos estratigráficos en los que se
hallaron pruebas de la existencia celta. La combinación de métodos teóricos y
empíricos permitió la aproximación integral al estudio de la influencia del
legado celta en la historia y la cultura.
Los Celtas, su contexto histórico
La palabra “Celta”, se suele referir, en un amplio
sentido, a varios pueblos que se extendieron por gran parte de Europa durante
la Edad de Hierro; los cuales tenían similitudes estilísticas y culturales,
como el uso de las lenguas celtas, una de las ramas de las lenguas
indoeuropeas. Los griegos los llamaron keltoi (Κελτοι, Celtae)
o gente oculta, que procede del griego Hecateo de
Mileto del 517 a. C. Estos pueblos no formaban parte de un estado unificado,
sino diversas tribus que, mayormente, no sostenían contacto directo. Por lo que
el término "civilización celta" es una categoría subjetiva y
controvertida, ya que se atribuye a un extendido período de tiempo y a diversas
culturas relacionadas pero diferentes entre sí.
Su surgimiento marcó un momento crucial en la
prehistoria, se cree que esta cultura se originó alrededor del 1200 a.C. y
alcanzó su apogeo entre el 600 a.C. y el 100 a.C. Su influencia se expandió
desde las Islas Británicas hasta la Península Ibérica, evidenciando una cultura
distintiva que dejó su marca en las tierras que habitaban. Sus orígenes
conducen a tres grupos culturales más antiguos, superpuestos y estrechamente
relacionados. Uno de ellos se evidencia en la cultura Urnfield
de la Edad de Bronce tardía, situada en los alrededores del alto Danubio desde
c. 1300 a. C. Su nombre se asocia a la práctica común de utilizar urnas para
guardar y enterrar los restos incinerados de los fallecidos. A inicios del
primer milenio a. C., en Europa se expandió la tecnología de la elaboración del
hierro, reemplazando este al bronce en la confección de armas y herramientas.
Otro de estos grupos fue la cultura de Hallstatt, nombre de la localidad en Austria Superior en
donde existió desde c. 1200 hasta 450 a. C. Esta, abarca lo que hoy es el
occidente de Austria, el sur de Alemania, Suiza y el este de Francia, por una
parte y Austria oriental, Bohemia y parte de los Balcanes, por el otro. Esta
tribu progresó debido a los depósitos locales de sal, hierro y cobre; con los
que comerciaban a través de las rutas navegables.
El grupo de mayor significación es el de La Téne (c. 450 - c.50 a. C.), nombre de la localidad suiza
situada en la costa norte del Lago Neuchâtel. Surgió de una fusión entre la
influencia helénica-etrusca y obras provenientes de la zona del Danubio y otras
de origen más oriental, derivadas de los escitas. Estuvo asentada en un vasto
arco que cubría el centro y occidente de Europa y abarcaba desde Irlanda hasta
Rumanía. Sus características culturales incluyen la forma de trabajar el
hierro, las ofrendas en fuentes de las aguas, el depósito de armas en las
tumbas y un arte con diseños geométricos, vegetales y espirales.
Al estudiar textos griegos y romanos, sus autores
describen a los celtas como individuos jactanciosos y turbulentos, sus festines
eran significativos dentro de la nobleza celta, en los cuales los guerreros
alardeaban de sus hazañas. Su vestimenta típica exhibe un estilo colorista y
bien ornamentado, destacando las mezclas de colores rojo, amarillo y azul. La
mayoría de la ropa estaba hecha de lana; las piezas básicas eran braccae para hombre y túnicas largas y péplum para mujeres.
Entre los principales pueblos celtas se encuentran:
Celtíberos: las migraciones celtas llegaron a España
en dos oleadas (la primera, alrededor de 1000 a. C., la segunda alrededor de
600 a. C.) y sus elementos se fusionaron con otros de origen local. Se debate
si se produjo una conquista, alianza, asimilación o fusión entre celtas e
íberos. Las primeras referencias escritas sobre ello se deben a geógrafos e
historiadores grecolatinos (Estrabón, Tito Livio,
Plinio y otros). Los celtíberos hicieron suya la herencia de los iberos, de
quienes adoptaron el sistema de escritura.
Galos: eran los pueblos que, alrededor del siglo VII
a.C., ocuparon una región denominada Galacia (Galia
para los romanos), en lo que actualmente es Francia, Bélgica, el oeste de Suiza
y las zonas de Países Bajos y Alemania al oeste del Rin. Los romanos los
llamaron galos, mientras que los
griegos los designaron como gálatas.
Entre sus características destacan sus armas, especialmente espadas con
cuchillas largas, y cerámica con decoraciones geométricas. Ante la ocupación
romana los estilos locales cambiaron y los artistas comenzaron a seguir los
modelos romanos, por lo que sus manifestaciones artísticas se denominaron
galorromanas.
Helvecios: eran una confederación de tribus celtas,
que habitaban en la zona comprendida desde el alto Rin y la Selva Negra hasta
el Meno. Vivían en castros, que eran viviendas circulares hechas con piedras. Julio
César describió su confrontación con los helvecios en su De Bello Gallico, donde expuso que los helvecios tenían cerca de
370 000 personas, pero solo 110 000 hombres capaces de luchar.
Britanos: los britanos o britones
fueron los pueblos que residieron en la isla de Gran Bretaña (Albión) y
hablaban lenguas británicas. Gran parte del oeste de Europa fue principalmente
céltica en la antigüedad, aunque la isla de Gran Bretaña y la Bretaña
continental estuvieron habitadas por celtas britanos, mientras que los
habitantes de Irlanda, la isla de Man y Dalriada eran escotos o celtas gaélicos, hablantes de
lenguas goidélicas. El Imperio Romano intentó
conquistar estas tierras iniciando un histórico conflicto al atacar en el 125
a. C la tribu Arvemi en Galia. Posteriormente Julio
César invadió y conquistó la Galia, a pesar de la tenaz resistencia de líderes
como Vercingetorix (82-46 a. C.).
En el siglo XVIII, se manifestó un interés por el
"primitivismo”, del que emergió la idea del “noble salvaje”, creando gran
pasión por la cultura celta. Posteriormente se desarrolló el "renacimiento
irlandés", como un intento consciente de definir una identidad nacional
irlandesa. Esto impulsó en otros países, el surgimiento del "Renacimiento
celta".
Influencia
en el Arte y la Arquitectura
El arte celta es reconocido por su intrincada
ornamentación, sus nudos entrelazados y sus símbolos zoomórficos. Este estilo
ha influido en diversas formas de arte, desde manuscritos iluminados hasta
artesanía contemporánea, proyectando una estética distintiva reconocida por su
elegancia y complejidad.
"El
arte celta tiene en común, a lo largo de un amplio período cronológico y
geográfico, un exquisito sentido del equilibrio en la disposición y el
desarrollo de los motivos. Las formas curvilíneas se disponen de manera que las
áreas y los espacios positivos y negativos forman un conjunto armonioso. El
control y la moderación se ejercen en el uso de la textura y el relieve de la
superficie. Se diseñaron patrones curvilíneos muy complejos para cubrir con
precisión las superficies más incómodas e irregulares" (Catherine Johns,
1996).
La influencia celta en el arte y arquitectura ha
dejado una marca duradera en la historia cultural de Europa. Desde intrincados
diseños y símbolos distintivos hasta manifestaciones arquitectónicas
significativas, la estética y la creatividad celta han influido en múltiples
formas de expresión artística y constructiva. El arte celta se caracteriza por
su enfoque particular en la decoración. Los motivos geométricos entrelazados,
conocidos como nudos celtas, y los símbolos zoomórficos, como animales
estilizados, han permeado a través de los siglos, dejando su huella distintiva
en diversas formas artísticas. La expresión "arte celta" se utiliza
sobre todo en correspondencia con el arte pagano tardío y cristiano temprano de
las islas británicas, cuya más transcendental expresión son los manuscritos
ilustrados altomedievales; por ejemplo: el Libro de Kells,
el Libro de Durrow y los Evangelios de Lindisfarne.
Figura 1. Libro de Kells
Fuente: Extraída de Wikipedia
Este arte se caracteriza por la ornamentación de
objetos cotidianos que reflejan la sofisticación artística y el énfasis en la
simetría y el detalle, evitando las líneas rectas y utilizando mayormente
formas circulares enérgicas, llegando hasta la abstracción con motivos como:
nudos, árboles, anillos, lazos, laberintos, espirales, triple espiral; entre
las más conocidas de encuentran los triskeles, que
simbolizan la mente, el cuerpo y el alma.
Figura 2. Triskel
Fuente: extraída de www.shutterstrock.com
Los miembros de estas tribus empleaban materias primas
como el barro, la piedra y diversos metales que se fundían, grababan,
perforaban, dibujaban, incrustaban y se les daba terminación mediante el repoussé (grabado
del material por una cara para crear un relieve en la otra cara). Los objetos
de arte típicos incluían calderos ornamentados, figuras humanas de madera o
piedra arenisca, escudos de bronce, torques de oro, broches (compuestos por
anillo y prendedor) y figurillas de animales que servían como ofrendas votivas.
El arte del trabajo en metal, en particular la orfebrería, es un aspecto
sobresaliente del legado celta. Los brillantes trabajos de oro, plata y bronce,
que a menudo presentan intrincados patrones entrelazados y representaciones
simbólicas, reflejan el dominio técnico y la sofisticación estilística del arte
celta. Entre las obras más representativas se encuentran fíbulas, torques,
pendientes, collares, brazaletes, cinturones y otros.
En cuanto a la arquitectura, los celtas han dejado una
huella especialmente en la construcción de estructuras religiosas y defensivas.
Los anillos de dólmenes, túmulos y otras estructuras funerarias, junto con recintos
rituales como los hallados en Stonehenge, reflejan la
habilidad y el conocimiento arquitectónico de las comunidades celtas.
Figura 3. Crómlech de Stonehenge
Fuente: extraído de cronicaglobal.elespanol.com
El legado artístico y arquitectónico celta ha
continuado influyendo en distintas formas de arte y diseño contemporáneo. Desde
la ornamentación y la joyería hasta la heráldica y los tatuajes, el estilo
celta sigue siendo una fuente de inspiración estética y simbólica en la
actualidad.
Los motivos celtas se sitúan en la vanguardia del
diseño textil y decorativo contemporáneo, utilizados en prendas de vestir,
alfombras, tapices y otros artículos. Sus patrones geométricos y simbólicos
conectan con un sentido de identidad cultural y aprecio por la artesanía
tradicional, lo que se ha apreciado en diversas pasarelas del mundo.
La música tradicional celta sigue siendo una
influencia significativa en la música contemporánea. Desde el folk hasta la
popular, elementos de la música celta, como las melodías distintivas e
instrumentos tradicionales como la gaita, el bodhrán,
el arpa celta, la flauta irlandesa y otros influyen notablemente. Esto
enriquecen y diversifican el panorama musical actual, donde se desarrollan numerosos
festivales como el Festival Internacional del Mundo Celta y Folkomillas
Festival en Comerillas, en España; el Festival Intercéltico de Lorient en
Francia, el Festival Intercético de Sendum en Portugal, Celtic Colours en isla de Cabo Bretón, Celtia
en México y muchos otros. En estos se presentan varios grupos y solistas como
The Chieftains, Dervish, Lúnasa, Celtic Woman, entre otros.
En el ámbito de la literatura, las leyendas, mitos y
tradiciones celtas continúan inspirando a escritores contemporáneos. Temas
derivados de la mitología y del folklore celta se reflejan en una amplia gama
de obras literarias como: Las crónicas de Prydain, de
Lloyd Alexander; Bosque Mitago, de Robert Holdstock; Los Seis Signos de la Luz, de Susan Cooper y muchos otros que contribuyen a la riqueza
del canon literario moderno.
Mitología
Celta y Prácticas Religiosas
La riqueza mitológica de los celtas, ha influenciado
la cosmovisión de numerosas comunidades a lo largo de los siglos. Las prácticas
religiosas druídicas, con sus rituales y creencias, han impactado tanto en la
espiritualidad de su época como en las prácticas contemporáneas de
espiritualidad neodruida. Estas creencias, mitos y
prácticas espirituales muestran una conexión profunda con la naturaleza, la
espiritualidad y la comprensión del universo que ha resonado a lo largo de los
siglos.
Dicha mitología está repleta de deidades y figuras
mitológicas que personifican diversas fuerzas y aspectos de la naturaleza y la
vida cotidiana. Poseían deidades como Lug, deidad
pan-céltica representativa del sol, asociada con la luz, el conocimiento y la
habilidad; Cernunos, “dios con cornamenta” que
encarnaba la naturaleza y la fertilidad; y Brigid,
una diosa asociada con el fuego, la poesía y la curación. Existían diosas
asociadas a ríos y manantiales sanadores, como Sequana,
una personificación del río Sena. Algunos de estos dioses se consideraban
trinos, en probable representación de tres distintos aspectos de la misma
divinidad, por ejemplo, las tres diosas madres, Matronae,
que encarnaban de forma individual los conceptos de fuerza, poder y fertilidad.
Estas prácticas religiosas estaban profundamente
arraigadas en la naturaleza y en la observación de los ciclos naturales. La
espiritualidad celta incorporaba rituales estacionales relacionados con la
agricultura y la ganadería, así como rituales en lugares sagrados que reflejaban
una conexión con la tierra y el ciclo de la vida. En ello desempeñó un papel
muy significativo el druídismo. Los druidas, como
sacerdotes, consejeros y eruditos, ocupaban un lugar destacado en la sociedad
celta, preservando el conocimiento espiritual, filosófico y ritual de sus
comunidades y por tanto, ejerciendo influencia en la cosmovisión celta.
Esta mitología y sus prácticas continúan siendo objeto
de interés en la actualidad, con una creciente comunidad dedicada a la
exploración y preservación de estas tradiciones. El neodruidismo
y la espiritualidad celta contemporánea reflejan un renacimiento del interés
por estas creencias, manteniendo viva la herencia espiritual de estas antiguas
sociedades.
Legado
Lingüístico y Tradiciones Culturales
El idioma celta, aunque en decadencia, continúa siendo
una fuente de inspiración y estudio. Asimismo, las tradiciones celtas, desde
festivales hasta prácticas ceremoniales, han dejado una impronta en la cultura
de las regiones donde florecieron y continúan siendo relevantes en el mundo
contemporáneo.
El idioma celta, que ha experimentado una variedad de
evoluciones y declives a lo largo de los siglos, sigue resultando de gran
interés. Si bien muchos dialectos han caído en desuso, idiomas como el galés,
el irlandés, el gaélico y el bretón siguen siendo hablados por comunidades
dedicadas a preservar su herencia cultural, a la vez que despiertan fascinación
en lingüistas y entusiastas de la historia.
El legado de los festivales y celebraciones celtas
abarca una rica variedad de tradiciones, creencias y prácticas que han
perdurado durante siglos y continúan influyendo en las culturas y sociedades
actuales. Los celtas, conocidos por su profunda conexión con la naturaleza y
los ciclos de las estaciones, celebraban una variedad de festivales que
reflejaban su forma de vida agrícola, espiritual y comunitaria. Una de las más
conocidas es la celebración de Samhain, que marcaba
el final de la temporada de cosecha y el comienzo del invierno. Este antiguo
festival, del cual evolucionó la festividad moderna de Halloween, estaba
dedicado a para contactar con los ancestros, honrar a los espíritus y hacer
rituales protectores ante fuerzas malévolas, pues se creía que el velo entre el
mundo de los vivos y el de los espíritus fallecidos se volvía delgado, lo que permitiendo
que las almas de los difuntos regresaran a la Tierra.
Otro festival celta significativo es Beltane, que anunciaba la llegada del verano y estaba
asociado con la fertilidad, el crecimiento y el florecimiento del mundo
natural. Los rituales y festividades durante este, se centraban en la
purificación, la abundancia y la unión simbólica de las fuerzas divinas
masculinas y femeninas. Muchos de estos temas han perdurado en varias
celebraciones del Día de Mayo encontradas en diferentes culturas.
También se aprecia la veneración de los solsticios y
equinoccios, marcando importantes transiciones en el ciclo anual. Estas
observancias a menudo implicaban elaboradas ceremonias, festines, música, baile
y el encendido de hogueras para honrar al sol.
Además, la tradición de contar historias, música y
expresión artística durante estos festivales ha dejado una huella indeleble en
el patrimonio cultural de muchas regiones influenciadas por las tradiciones
celtas. En diversas partes del mundo, aún se realizan algunas de estas
festividades que celebran la cultura, la música, la danza y las tradiciones
celtas. Estos eventos proporcionan un espacio para la preservación, la
promoción y la apreciación de la herencia celta, reuniendo a personas de
diversas procedencias.
El legado de estas celebraciones perdura a través de
la preservación de costumbres antiguas, la adaptación de tradiciones en formas
modernas de expresión y la apreciación de la interconexión entre la humanidad,
la naturaleza y el ámbito espiritual, sirviendo como testimonio del impacto
perdurable de la cultura celta en el entramado cultural del mundo.
Relevancia
Contemporánea - Legado de los Celtas
A pesar de haberse desarrollado hace miles de años y
de su eventual conquista por parte de los romanos, el legado de los Celtas
sigue vivo en la sociedad moderna, influenciando diversos aspectos de esta y
otras a lo largo de la historia. En las sociedades francesa e inglesa del siglo
XVI, algunos eruditos se vanagloriaban de su descendencia celta, en especial de
los druidas. Se le atribuyeron a esta cultura los monumentos megalíticos y se
inició una especie de celtomanía, influenciada por
una visión romántica. Lo que se observa con claridad en este texto de Plinio el
Viejo (77 d.C.) sobre los druidas, donde desdibuja la forma original de los
druidas, convirtiéndola en una más sentimental.
Los druidas (porque así se llaman estos magos) no
tienen nada más de sagrado que el muérdago y el árbol que lo soporta, siempre
suponiendo que el árbol sea un roble (...) pero ellos sólo eligen arboledas
compuestas de robles para buscar el árbol, y nunca realizan ninguno de sus
ritos excepto en la presencia de una rama de él (...) De hecho creen que todo
lo que crece sobre él ha sido enviado desde el cielo y es una prueba de que el
árbol fue elegido por el dios mismo. Sin embargo, el muérdago se encuentra rara
vez sobre el roble, y, cuando se encuentra, se recoge con la debida ceremonia
religiosa, si es posible en el sexto día de la Luna (...) ellos llaman al
muérdago por un nombre significativo, en su lengua, el que todo lo cura.
Habiendo hecho los preparativos para el sacrificio y un banquete debajo de los
árboles, ellos traen allí dos toros blancos, cuyos cuernos atan entonces por
primera vez. Vestidos con ropas blancas, los sacerdotes ascienden al árbol y
cortan el muérdago con una hoz de oro y lo reciben otros con una capa blanca.
Luego matan a las víctimas, rogando a dios que otorgue este don propicio a
aquellos a los que él ha admitido. Ellos creen que el muérdago, tomado como
bebida, imparte fecundidad a los animales estériles y que es un antídoto para
todos los venenos. Tales son los sentimientos religiosos que han mantenido
muchas personas respecto a cosas sin importancia.
Actualmente, cierta retórica que apela a lo céltico se
emplea con fines políticos, así como para reafirmar y consolidar las
identidades nacionales; especialmente países como Inglaterra con Boudica, Francia con Vercingetórix,
Portugal con Viriato y España con Breogán
y Numancia. En especial invenciones como es el "espíritu celta" o la
"herencia celta". Por tanto, según Ruiz Zapatero, lo celta es en gran
parte, lo que ha sido inventado a partir de la información arqueológica y los
datos de fuentes clásicas y medievales, sumando representaciones imaginarias.
Conclusiones
1. El legado
celta, con su profunda influencia en la historia y cultura, demuestra la
perdurabilidad y riqueza de su herencia. Aunque muchas de sus tradiciones han
evolucionado, su impacto sigue resonando en múltiples elementos de la vida
contemporánea.
2. Esta cultura
continúa desafiando, cautivando e inspirando a las nuevas generaciones,
proyectando su influencia como un recordatorio duradero de la riqueza cultural
de Europa.
3. A pesar de
su atenuación por la conquista romana, su ornamentación, simbolismo y enfoque
en la relación con la naturaleza, siguen presentes en diferentes aspectos, como
la lengua, la música, la mitología y la arquitectura.
Referencias Bibliográficas
César J. (50a.C). De Bello Gallico.
Roma
Fuentes A. (2008). Celtas, entre el mito y la historia.
Johns C. (1996). The Jewellery of
Roman Britain: Celtic and Classical Traditions. Londres,
Inglaterra.
MacKillop, J (2017). A Dictionary of Celtic
Mythology. Inglaterra.
Plinio el Viejo. (77 d.C.). Naturalis Historia
Ruiz Zapatero. (1993). El Concepto de celtas en la Prehistoria europea y
española. Madrid, España.