Revisión

Retos de la Educación Ambiental a desarrollar en los niños de la Primera infancia

Challenges of envioronmental education to develop in children of early childhood

Est. Liliana Bárbara Pelegrino Figuera, Universidad de Granma, Cuba (1)

Est. Odelmis García Piña, Universidad de Granma, Cuba (2)

MSc. Agustina de las Nieves Baldoquín Tamayo, Universidad de Granma, Cuba (3)

Lic. Carmen Aylin Santana Baldoquín, Universidad de Granma, Cuba (4)

(1) cuarto año, Licenciatura en Educación. Preescolar, Facultad Educación Básica, alumna ayudante, miembro de grupo científico, Universidad de Granma, Cuba. liliana.pelegrino@nauta.cu

(2) cuarto año, Licenciatura en Educación. Preescolar, Facultad Educación Básica, alumna ayudante, miembro de grupo científico, Universidad de Granma, Cuba. jjulio94@nauta.cu

(3) Profesora Auxiliar, Licenciada en Educación Preescolar. Departamento: Educación Preescolar, Universidad de Granma. Cuba. ORCID: http://orcid.org/0000-0002-9600-2355, abaldoquint@udg.co.cu

(4) Profesora Instructora, Licenciada en Educación Preescolar. Departamento: Educación Preescolar, Universidad de Granma. Cuba. ORCID: http://orcid.org/0000-0003-2423-954, csantana@udg.co.cu

Resumen

 El proceso educativo presupone el desarrollo de actividades para adquirir hábitos correctos en la educación ambiental en la Primera infancia. El medio ambiente se encuentra a nuestro alrededor y como tal debemos aprender a respetarlo y cuidarlo, normalmente obviamos los beneficios que nos aporta y los entes necesarios que nos ofrece, por ello está en nuestras manos conservarlo y respetarlo para un mejor disfrute, no obstante esto engloba a personas de todas las edades por consiguiente debe fomentarse esta valía desde las edades más tempranas. El objetivo se concreta en la elaboración de actividades educativas para el desarrollo de hábitos correctos en la Educación Ambiental en los niños de la Infancia Preescolar. Lo que permitió profundizar en los elementos esenciales para la realización de la propuesta de actividades, garantizando que las insuficiencias detectadas sean atenuadas y se eleve el nivel de comprensión de los niños relacionado con la Educación Ambiental.

Palabras clave: Primera Infancia; medio ambiente; niños; vida; valor.

Abstract

The educational process presupposes the development of activities to acquire correct habits in Environmental education in Early Childhood. The environment is all around us and as such we must learn to respect and care for it, normally we ignore the benefits it brings us and the necessary entities it offers us, therefore it is ours hands to preserve and respect it for a better enjoyment, notwithstanding this it encompasses people of all ages, therefore this value should be encouraged from the earliest ages. The objective is specified in the elaboration activities for the development of correct habits in Environmental Education in the children of the Preschool Childhood. This made it possible to delve into the essential elements for carrying out the activity proposals, guaranteeing that the detected insufficiencies are mitigated and the level of understanding of the children related to Environmental Education is raised.

Keywords: Early Childhood; environment; children; life; worth.

Introducción

La infancia preescolar constituye una etapa fundamental en el proceso de desarrollo y formación de la personalidad. Es una afirmación generalmente aceptada y compartida por pedagogos y psicólogos independientemente de las teorías y tendencias a las que se adscriben. Esto está fundamentado esencialmente por la gran plasticidad del cerebro infantil en estas edades. La situación actual que muestra el mundo entero y en especial América Latina, del cual nuestro país no está exento, resalta la imperiosa necesidad de elevar la cultura ambiental de las nuevas generaciones y es incuestionable que esa responsabilidad recae básicamente en la institución infantil, desde donde, en conjunto con la familia y las diferentes entidades y organizaciones de la comunidad, se preparan a las niñas y los niños del futuro. El mundo es un lugar de mucha complejidad, pero es el lugar donde se vive y con el cual los niños deben relacionarse desde que nacen, además de hacerlo con las personas y con los objetos que lo conforman. Ese es el mundo de los niños, quienes en el futuro tendrán la misión de transformarlo. Por eso es tarea principal en la edad preescolar formar una imagen ajustada de cómo contribuir a su cuidado. El sentimiento de amor hacia el medio ambiente es propio del hombre, sin embargo no se desarrolla por sí solo sin la influencia orientadora del educador, la familia y la sociedad en general. Es por ello que la institución infantil, como institución educativa está encargada de la educación de la personalidad de las niñas y los niños, es responsable del desarrollo de la educación ambiental desde las edades tempranas. En esta etapa es el período de la vida en que ante el niño se abre el mundo de la realidad humana. En su actividad, ante todos sus juegos, ya ha sobrepasado la simple manipulación de objetos y ha aumentado la relación y comunicación con los adultos. Esto le permite descubrir un mundo más amplio, mediante esas acciones y actividades con los objetos, progresivamente lo asimila, se apropia de los objetos y relaciones, de todo lo que lo circunda. Es en esta etapa preescolar, donde precisamente el juego es la actividad que predomina y mediante la cual hace suyo ese mundo maravilloso que está empezando a recorrer. La forma más característica de la enseñanza para los niños pequeños es la actividad lúdica. El valor fundamental del juego consiste en que se desarrolla la independencia y la actividad del pensamiento y el lenguaje de los mismos, y demás procesos psíquicos. Además permite el desarrollo de la esfera afectiva-volitiva. Los valores del juego son considerables, aunque en contexto persista aún la controversia entre si se conoce el juego como un medio para promover el desarrollo infantil y la educación de los infantes o simplemente es una actividad que solo vale en sí mismo. Algunos estudiosos Villalón (2006) y Franco (2011 y 2013), aseguran que el juego no ha sido inventado por los hombres, pues los cachorros de muchos mamíferos utilizan el juego para desarrollar habilidades que les van a ser necesarias a lo largo de la vida. Insignes pedagogos cubanos como Enrique J. Varona, José de la Luz y Caballero, José Martí y otros, se refirieron a la relación del hombre con su medio ambiente, destacaron la influencia de esta relación en el desarrollo del propio hombre y la sociedad. La situación actual que muestra el mundo entero y en especial América Latina resalta la imperiosa necesidad de elevar la cultura ambiental de las nuevas generaciones y es incuestionable que esa responsabilidad recae básicamente en la institución infantil, desde donde, en conjunto con la familia y las diferentes entidades y organizaciones de la comunidad, se preparan a las niñas y los niños de hoy y del futuro.

La educación ambiental según Martínez (2004), Amérigo (2006) y Díaz (2009), ha sido definida como la acción educativa permanente por la cual la comunidad educativa tiende a tomar conciencia de su realidad global, del tipo de relaciones que los hombres establecen entre sí y con la naturaleza, de los problemas derivados de dichas relaciones y sus causas profundas. Ella desarrolla mediante una práctica que vincula al educando con la comunidad, valores y actitudes que promueven un comportamiento dirigido hacia la transformación superadora de esa realidad, tanto en sus aspectos naturales como sociales, desarrollando en el educando las posibles habilidades y aptitudes necesarias para dicha transformación hacia como también hace uso de elementos didácticos para cubrir necesidades ambientales y mejorar el entorno. La educación no formal es aquella cuyos sistemas no forman parte de la educación convencional. La educación ambiental es fundamental, hoy por hoy no formal. En educacional ambiental no hay métodos específicos, debido a los múltiples grupos a los que va dirigida y a los objetivos que pretende alcanzar. Reconsiderando los educados que enumera la estrategia mundial para la conservación, podemos distribuirlos en cuatro grupos atendiendo a las técnicas didácticas en una educación no formal: legisladores, administradores y responsables del desarrollo, escolares y estudiantes y otros grupos. La problemática ambiental es el resultado del uso irracional de los recursos naturales, la obsolescencia programada, los procesos de migración y la sobrepoblación a nivel mundial, entre otros, situaciones que inciden directa e indirectamente en la calidad de vida de las comunidades y ecosistemas. La crisis continúa creciendo a causa principalmente de la falta de valores éticos y ambientales que tienen los seres humanos hacia el entorno, generando diferentes problemas socio ambiental. En la actualidad la relación que hay entre la primera infancia y el medio ambiente deja ver ciertas actitudes negativas como indiferencia, falta de respeto y desinterés por el cuidado del mismo debido a que emplean acciones destructivas. Frente estas situaciones los organismos internacionales plantearon una educación que fomente la conservación de los recursos como camino para un equilibrio generacional o desarrollo sostenible, la educación ambiental debe iniciar con esta formación desde edades tempranas.  La educación ambiental en la primera infancia tiene el compromiso de darse bajo conceptos que formen a ciudadanos responsables en el cuidado del entorno  que lo rodea, es por ello, que los procesos de enseñanza están llamados a motivar y concienciar a los niños y las niñas frente a las consecuencias que las  conlleva las malas acciones y prácticas que impactan de forma negativa el entorno, de allí que resulte fundamental, involucrar los valores ambientales en la ejecución de las actividades con el fin de promover cambios en la relación que hay entre el ser humano y el medioambiente. El ser humano hace parte de la naturaleza. Su forma de vida, composición corporal y su forma de moverse lo demuestran. Cuenta con una estructura física-biológica natural que necesita de los elementos que le provee la naturaleza. Por ello la importancia de fortalecer esa unión natural entre el ser humano y su entorno. La Educación Ambiental plantea que las personas deben adquirir habilidades y cualidades para relacionarse consigo mismo, en su cuidado personal y con todos los seres vivos de manera positiva, pacífica y colaborativa, viviendo así en convivencia y armonía.  Dichas actitudes y aptitudes se aprenden del espejo del universo, el cual enseña desde su mínima acción física-química hasta su máxima expresión en la convivencia vegetal animal, la característica de co-ayuda y coexistencia. Las habilidades mencionadas anteriormente deben ser fortalecidas desde los primeros años de vida, teniendo en cuenta que una de las actividades rectoras de la Educación Inicial es la exploración del medio, elemento relevante en el desarrollo infantil, puesto que a través de él los niños y las niñas aprenden de sí mismos y se apropian dl medio que le rodea.  Se hace necesario el fortalecimiento de los valores ambientales desde la educación ambiental ya que desde los primeros años de escolaridad los niños y las niñas apropian rutinas, hábitos y actitudes que le permitirán la convivencia con los diversos ecosistemas. Las prácticas pedagógicas cotidianas fomentarán y favorecerán el aprendizaje en la primera infancia de manera significativa, dándoles el rol de liderazgo creando conciencia ambiental de preservación, cuidado y respeto por los demás así como por el medio ambiente.  Desde edad temprano se tiene que asumir la educación ambiental como parte vital en la formación integral de la primera infancia por medio de actividades pedagógicas que involucren el medio como ejes transversales para el desarrollo del pensamiento crítico. Esta educación es fundamental para establecer una cultura ambiental en las comunidades, puesto que se promueve el desarrollo y el fortalecimiento de las capacidades requeridas para la toma de decisiones y acciones en la mitigación y adaptación de los efectos del cambio climático además de proteger los recursos naturales para el goce de estos en un futuro. Las normativas existentes en los diferentes países de Latinoamérica rigen la educación ambiental, es claro que las concepciones han evolucionado mediante métodos que motiven la inclusión de la educación ambiental en la primera infancia destacando la importancia que tiene la búsqueda de un desarrollo sostenible. En países como Chile y Costa Rica, fomentan la temática mediante premios a las mejores prácticas y sistemas de clasificación que incluyen los jardines infantiles buscando impulsar los planes curriculares enfocados en una ecología humana. La primera infancia tiene la capacidad de comprender y asimilar los problemas ambientales. En este sentido, la educación ambiental genera en los niños y niñas una visión crítica de su posicionamiento y valoración de la situación, es por ende, que la intervención educativa sentaría, las bases del aprendizaje cambiando los estereotipos culturales en una etapa temprana para la comprensión de cuán importante son las acciones sobre los ecosistemas y cuál es la responsabilidad que tenemos hacia ellos, siendo estos un garante de la supervivencia de las generaciones.

Metodología

En el ámbito de la implementación de la Educación Ambiental en la Primera Infancia se muestran diferentes estrategias para fomentar la preservación del medio ambiente, se promueven actividades que tengan la naturaleza como eje transversal. La formación de cualidades morales y enseñanza de hábitos saludables son estrategias metodológicas de alto nivel en la conservación y concienciación de la educación infantil. Desde el área de desarrollo del Conocimiento del Mundo Natural se trabajan diferentes contenidos que propician las actitudes ambientales en los niños. Se organizan actividades para que el niño explique algunos hechos sencillos de la  vida  natural  que  expresen  las  representaciones  que  tiene  acerca  de este  tipo  de  fenómeno,  realizará  sencillas  observaciones  y  experiencias  sobre fenómenos naturales muy vinculados con su vida cotidiana y fijará los resultados. Los niños deben llegar a descubrir que todas las cosas de la naturaleza pueden reunirse en dos grandes grupos: lo vivo y lo no vivo, y que dentro de éstos existen subgrupos más pequeños (las plantas, los animales y el hombre, dentro de lo vivo; y las cosas en estado natural y las transformadas por el hombre, dentro de lo no vivo). El  área  de  naturaleza  tiene  gran  interrelación  con  el  resto  de  las  áreas  y  sus contenidos  constituyen  fuente importante (Observación  de las  características  del sol,  aire  y  agua,  del  estado  del  tiempo  y  sus  cambios,  día  soleado,  nublado  y lluvioso, características del verano (días largos, noches cortas, calor), del invierno (noches  largas,  días  cortos,  frío),  reconocimiento  de  la  importancia  de  algunos elementos de la naturaleza (agua, aire, luz y calor) para la vida de las plantas, los animales,  el  hombre  y  la  necesidad  de  conservar  y  proteger  estos  recursos naturales,  conocimiento  de  las  diferencias  que  presentan  las  plantas  y  los animales  en  cuanto  a  la  cantidad  de  agua,  luz,  aire  y  calor  que  necesitan  para vivir, diferenciación de lo vivo (nacen, se alimentan, crecen) y lo no vivo (no nacen, no crecen, no se alimentan). Además,  el  conocimiento  de  las  diversas  formas  en  que  nacen,  se  alimentan  y crecen los seres vivos, observación de las partes de las plantas: raíz, tallo y hojas, comparación  de  raíces,  tallos  y  hojas  en  cuanto  a  la  forma,  color  y  tamaño  en distintas plantas, comparación y agrupación de flores por su forma, color y tamaño y  de  frutos  en  cuanto  a  color,  sabor  y  textura,  comparación  y  agrupación  de plantas  según  su  utilización:  ornamentales,  medicinales  y  alimenticias, comparación de animales en cuanto a la manera de trasladarse de un lugar a otro y  su  aspecto  exterior,  diferenciación  del  hombre  del  resto  de  los  seres  vivos ( habla  y  transforma  la  naturaleza  según  sus  necesidades),conocimiento  de  los órganos  de  los  sentidos  y  su  importancia,  reconocimiento  de  la  importancia  de cuidar y utilizar mejor la naturaleza. Unas de las estrategias con mayor relevancia utilizada en la enseñanza de la Educación Ambiental en la primera infancia es el conocimiento del medio que la rodea. Es importante resaltar que la lúdica promueve la educación ambiental en la primera infancia por medio de módulos de formación socio afectivo aplicado mediante talleres, trabajo sensorial, motriz y afectivo.

Problematizar la realidad educativa

Las prácticas y estrategia pedagógicas para temas tan complejos como estos deben ser modificadas en cuanto al contenido impartido y los métodos utilizados para su comprensión, puesto que dichos temas tienen un nivel alto de dificultad de entendimiento hasta para la educación superior. Las modificaciones a dichas prácticas y estrategias pedagógicas es pertinente dirigirlas a la búsqueda de casos que se puedan modelar mediante la aplicación de la lúdica como estrategia metodológica, ya sea por juego de roles, vídeos, cuentos, títeres, entre otros, los cuales ayudan a la comprensión de la temática impartida durante el desarrollo de la primera infancia y al fortalecimiento del pensamiento crítico desde la edad temprana para crear o desarrollar nuevos comportamientos y actitudes positivas hacia el medio ambiente. A pesar de los esfuerzos por solucionar estas dificultades, aún persisten insuficiencias que deben ser resueltas para lograr actitudes ambientales, dadas en:

· En los niños se evidencian escasas manifestaciones de compromiso y limitado accionar frente al cuidado y protección del medio ambiente.

· Insuficiente preparación de las maestras para conducir el proceso educativo dirigido a formar las actitudes ambientales.

· Es insuficiente el uso de actividades variadas y juegos didácticos en pos de lograr actitudes ambientales en los niños de la Primera Infancia.

Observar la realidad educativa:  La Primera Infancia aspira con relación a la educación ambiental a fortalecer el papel que juega el educador como ponente o facilitador, que en definitiva tiene a cargo el proceso educativo  actuando como facilitador intelectual, afectivo y moral a los niños, que en este caso proporciona la información y desarrollo de cualidades ambientales necesarias para crear  una conciencia ecológica, permitiendo de esta forma un cambio de actitudes negativas para el entorno a otras que permitan el desarrollo sostenible, que al final van llevar a cabalidad los objetivos de la educación ambiental.

Describir la realidad educativa:  Las estrategias pedagógicas dirigirlas a la búsqueda de actividades novedosas y variadas con la aplicación de la lúdica permite el desarrollo de una conducta adecuada a través, de los juegos de roles, vídeos, cuentos, títeres, entre otros, los cuales ayudan a la comprensión de la temática impartida durante el desarrollo de la primera infancia y al fortalecimiento del pensamiento crítico desde la edad temprana para crear o desarrollar nuevos comportamientos y actitudes positivas hacia el medio ambiente. Involucrando a los niños en el cuidado del medio ambiente.

Fundamentar: Las autoras concuerdan en que las actividades variadas y amenas son una forma de promover las cualidades ambientales de los niños a través de sentimientos de amor y respeto hacia la naturaleza y lo que les rodea, enfatizando que estas están vinculadas a situaciones que se dan en el contexto pedagógico, ya sea de carácter intelectual, social, educativo o sobre las manifestaciones no correctas del comportamiento. en ellas participantes expresan sus ideas, puntos de vista, necesidades, experiencias, sus inquietudes, en ellas es donde se produce el intercambio, ya que con frecuencia las actividades al aire libre, la interpretación del patrimonio natural y la observación de fauna silvestre favorecen la incorporación de la esencia de los problemas ambientales

Comprobar la realidad educativa: Actividades variadas y amenas que ayudarán a que los niños aprendan a cuidar el medio ambiente. Dar paseos por la naturaleza: no podemos esperar que los niños sepan valorar la naturaleza si no les acercamos a ella. Por eso debemos proponerles paseos por los entornos naturales que tengamos más cerca. Quizá podemos hacer una excursión a la montaña, podemos planear una tarde de senderismo. Podemos aprovechar estas jornadas silvestres para decirle a los niños que no podemos dejar el desperdicio en los campos, que hay que respetar el ecosistema que nos rodea, que no podemos levantar las piedras porque podríamos estar estropeando su casa algún insecto. El juego de las pistas. La naturaleza es el lugar idóneo para organizar un juego de pistas para los niños. Se trata de ir dejando una serie de códigos o huellas de animales que los niños deben ir adivinando. También le podemos proponer que averigüen las especies de árboles que le rodean o los cantos de los pájaros que escuchan. Todos estos juegos conseguirán que los niños se detengan a observar y vivir el entorno natural que les rodea. Plantar un garbanzo Una actividad tan sencilla como plantar un garbanzo en un pequeño envase puede ser muy emocionante. Los niños vivirán todo el proceso de plantación, regado y crecimiento de una planta. Bazuraleza Este juego está pensado para llevarlo a cabo con un grupo de niños. Hay que hacer equipos y a cada cual darle una bolsa vacía. En ella deben introducir todos los residuos que encuentren en la zona en la que organicemos el juego. El equipo ganador será aquel que consiga recoger más basura de la naturaleza. Encesta los residuos Ponemos cajas o cestas a los que le ponemos algún tipo de cartel de un color. Azul, verde, amarillo o marrón. Trazamos una línea en el suelo, que será donde se situarán los participantes del juego y a cierta distancia ponemos las cajas o cestas. A continuación le demos a los niños distintos residuos: botellas de plástico, una revista de papel, la cáscara de un plátano precaución en el caso de los residuos de vidrio, lo mejor es acercarse hasta la caja para depositarlos, en lugar de tirarlo desde la distancia. 

Resultados

Las actividades variadas y amenas fueron muy positivas, los niños se apropiaron de conocimientos más sólidos que les faltaba para emplearlo en el cuidado y del medio ambiente, al organizar el régimen de vida del hogar resultaron más interesadas en el aseguramiento de las condiciones, más creativas a la hora de enfrentar alguna situación ante este comportamiento y para ocasionar cambios en su comportamiento, garantizando la correcta actuación ante los problemas ambientales. En el desarrollo de las mismas se utilizaron diferentes formas organizativas y técnicas participativas. Donde se debe propiciar especialmente la tarea de decisión de los niños acerca de que, como hacer y cuando, desarrollando así la libertad, la responsabilidad y el respeto. Para que cumpla realmente los objetivos debe haber una gran flexibilidad en su concepción y realización, sin esquematismo

Conclusiones

1.        La fundamentación de los referentes teóricos que sustentan el proceso de la Educación Ambiental constituyó un eslabón importante en la adquisición de conocimientos para perfeccionar el proceso educativo en las manifestaciones del comportamiento humano y su preparación para el tratamiento a los contenidos medioambientales en los niños de la Primera Infancia.

2.        La propuesta de actividades concebidas sobre la base de los fundamentos teóricos, constituyó una vía efectiva, amena e interesante que garantizó la preparación de los niños que presentan manifestaciones inadecuadas ante el cuidado y respeto del Medio Ambiente.

Referencias bibliográficas

Amérigo, M. (2006). Medio Ambiente y Comportamiento Humano. España: Resma.

Díaz Soto, P. (2009). Estrategia Pedagógica para el desarrollo de la actitud ambientalista que propicia el mejoramiento del desempeño profesional pedagógico del docente. (Tesis de doctorado en Ciencias Pedagógicas, ISP. Enrique José Varona), Ciudad de La Habana, Cuba.

Franco García, O. (Comp.) (2011). Lectura para educadores preescolares. La Habana, Cuba: Pueblo y Educación.

Franco García, O. (Comp.) (2013). Lecturas sobre el juego en la primera infancia. La Habana, Cuba: Pueblo y Educación.

Martínez Mendoza, F. (2004). El proyecto educativo del centro infantil. La Habana, Cuba: Pueblo y Educación.

Villalón García, G. (2006). La lúdica, la escuela y la formación del educador. La Habana, Cuba: Pueblo y Educación.