Revisión
La
Empresa Familiar. Una mirada desde el ordenamiento jurídico cubano
Est. Maday
Peña Pérez, Universidad
de Matanzas, Cuba (1)
Dr.
C. Iris María Méndez Trujillo, Universidad de Matanzas,
Cuba (2)
(1) Estudiante de
4to Año de Licenciatura en Derecho. Alumno Ayudante de Derecho Penal. Facultad
de Ciencias Sociales y Humanidades. Universidad de Matanzas. Matanzas. Cuba.
maday9705@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0009-0007-3192-9540
(2) Profesora
Titular. Doctora en Derecho en Ciencias Jurídicas. Especialista en Derecho Civil,
y Patrimonial de Familia. Notario Público en ejercicio. Licenciada en Derecho. Vicedecana
de Investigación y Posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades. Profesora
del Departamento de Derecho. Universidad de Matanzas. Matanzas. Cuba. irismt67@gamil.com iris.mendez@umcc.cu ORCID: https://orcid.org/0000-0003-4537-5984
En el presente trabajo de curso se
abordan, desde el punto de vista jurídico, aquellos conceptos y características
que conforman la empresa familiar. También se hace un recorrido histórico por
la actividad del trabajo por cuenta propia en Cuba, además de un análisis sobre
el reconocimiento de la empresa familiar en el ordenamiento jurídico mercantil
cubano y la importancia de su reconocimiento para el desarrollo económico y
social del país.
Palabras
clave: empresa familiar; derecho mercantil; trabajo por
cuenta propia; familia
In the
present coursework are addressed, from a legal point of view, those concepts
and characteristics that make up the family business. It also provides a
historical overview of the activity of self-employment in Cuba, as well as an
analysis of the recognition of the family business in the Cuban commercial
legal system and the importance of its recognition for the economic and social
development of the country.
Keywords: family business; commercial law; work on my own accord; economy
La empresa familiar ha tenido en los
últimos años un desarrollo importante en el ámbito académico y en el de la
investigación aplicada. A pesar de que pueden identificarse algunos trabajos
iniciales a mediados del siglo XX, no es hasta la década de los 80 cuando su
estudio se intensifica y comienza a tener una creciente participación en la
investigación en temas de la economía de la empresa. En el mundo empresarial
actual, la empresa familiar constituye el núcleo sobre el que orbita el tejido
empresarial de cualquier región desarrollada. (Barroso, 2015)
Muchos han sido los estudios científicos
que se le han dedicado a esta materia, sin embargo la mayoría se desarrolla
desde los enfoques del turismo, el marketing empresarial, los negocios y la administración,
lo que se debe al crecimiento que han tenido estos entes y lo que representan
para la economía mundial.
Pese a todo ello, este tema es muy poco
abordado en Cuba, sobre todo desde el punto de vista económico y jurídico, y
eso se debe a la escasa documentación doctrinal y legislativa en materia de
empresa familiar en el país. No obstante, si se le da una mirada a la apertura
que desde el punto de vista del Derecho Mercantil ha tenido nuestro país, con
los cambios económicos resultantes de la aprobación de la creación de las
MIPYMES en el año 2021, y lo que las mismas representan para el desarrollo
económico del país, se pudiera comenzar a pensar en la empresa familiar desde
el Derecho Mercantil y de Familias cubano.
Las regularidades mencionadas
anteriormente permitieron definir como problema científico: ¿Cuál es la
importancia de la Empresa Familiar para el ordenamiento jurídico mercantil y
familiar cubano?
Hipótesis: La Empresa Familiar es un
ente económico y social que contribuye al desarrollo del país y a la formación
de valores humanos.
Objetivo General: Definir la importancia
de regular en el ordenamiento jurídico mercantil cubano las empresas
familiares.
Los objetivos específicos de la presente
investigación radican en:
· Sistematizar
los conceptos generales de la Empresa Familiar.
· Analizar
la situación actual de la Empresa Familiar en la normativa jurídica mercantil y
familiar cubana.
Métodos:
·
Histórico-Jurídico: para explicar la
evolución histórica de la Empresa Familiar y determinar su importancia.
·
Exegético-Analítico: consistente en un
análisis de la legislación y la jurisprudencia mediante el cual se analizarán
las distintas valoraciones existentes sobre la empresas familiar.
·
Teórico-Jurídico: a través del cual se
consultarán distintas fuentes doctrinales que permitirán obtener definiciones,
clasificaciones teóricas y la naturaleza jurídica de las principales
instituciones relacionadas.
·
Revisión Bibliográfica para la búsqueda
de bibliografía y para determinar los criterios que permiten regular la
práctica de la Empresa Familiar en Cuba.
Estructura:
La presente investigación se ha dividido
en dos capítulos. En el primero, se abordan conceptos y definiciones sobre
Empresa Familiar tratadas por diferentes autores, mientras que en el segundo, se
abordan los antecedentes de la Empresa Familiar en Cuba en el ordenamiento
jurídico cubano.
Importancia de la Investigación:
La empresa familiar reviste cada vez
mayor importancia dentro de la economía familiar y global. Hace algunas décadas
el tema era muy poco atendido por investigadores y consultores ya que se
consideraba como un tipo de organización poco profesional. Por otra parte, las
Empresas Familiares son consideradas como entes económicos y sociales capaces
de contribuir al desarrollo económico y social de la nación. En la presente
investigación se arrojan resultados para definir la importancia de la Empresa
Familiar para el ordenamiento jurídico mercantil y familiar cubano, destacando
sus principales características con el fin de comprender su accionar dinámico y
estratégico para la economía y la sociedad.
Generalidades
sobre la empresa familiar.
Siguiendo la idea de Campuzano (2021),
“la naturaleza de la empresa familiar surge de los lazos civiles o sociales por
los que se relacionan entre si los miembros de las familias que realizan
cualquier actividad económica para la obtención de sus ingresos, siempre que
sea lícita”. Todo ello conduce a establecer una relación de gran importancia
que posee la familia con la economía, donde la primera no solo se ve afectada
por la segunda, sino también donde la familia puede influir en la economía o
ser ella misma un sujeto económico.
¿Qué
es la empresa familiar?
Ha resultado difícil en la doctrina
encontrar acuerdos en cuanto a la conceptualización de la empresa familiar, por
lo cual diversos autores (Garrido et al., 2005) plantean sus definiciones
teniendo en cuenta varios aspectos, como son el número de generaciones de la
familia propietaria, la influencia de la familia en la empresa, el compromiso
de la primera en el negocio o la vocación de continuidad del mismo.
Para Rodríguez-Díaz (2000) la empresa
familiar es “aquella en la que un grupo de personas pertenecientes a una o más
generaciones y unidas por vínculos familiares, comparten total o parcialmente
la propiedad de los medios instrumentales y la dirección de una empresa,
produciéndose una comunicación entre los fines de la familia y de la empresa”
Si se analiza la empresa familiar desde
el ámbito estrictamente jurídico y patrimonial se puede ver, siguiendo el
criterio de Font y Pagador (2013), como una “específica modalidad de riqueza
productiva, constitutiva de un bien o valor patrimonial de explotación (“unidad
productiva”).
Teniendo en cuenta, las definiciones
anteriormente dadas, se puede definir como empresa familiar aquella
organización mercantil integrada por un grupo de personas con relaciones de
consanguineidad o parentesco, en quienes radica la toma de dediciones y a
quienes pertenece más del 50% del capital de la empresa.
Características
esenciales de la empresa familiar.
La distinción y el reconocimiento de la
empresa familiar entre las sociedades mercantiles tiene
como clave esencial la trasmisión de la sociedad a las futuras generaciones de
la propia familia.
El avance científico en el estudio de la
empresa familiar ya habla de la familia empresaria y resulta conveniente darle
una mirada siempre en positivo. Es una extraordinaria oportunidad para
aglutinar a la familia en torno a un gran proyecto. En una familia empresaria
muchos de los miembros de la familia acaban creando nuevos negocios. Esta
propuesta, puramente emprendedora, permite que el grupo empresarial de la
familia crezca y diversifique riesgos. A la vez que se va desarrollando el
potencial de los integrantes de la familia, siendo capaces de construir valores
y compartir visiones, lo cual le da firmeza y garantía a la esencia del
proyecto.
Importancia
y retos de la empresa familiar.
La empresa familiar se ha revestido en
las últimas décadas de gran importancia. Desde una mirada profunda y mezclada
con la socioafectividad, constituye fuente de valores
y cualidades esenciales, de los que hoy los estudiosos de la sociología y la
filantropía señalan carentes en un número importante de sectores sociales que
si bien no son determinantes para los estudios realizados, sí han alcanzado
influencia significativa en las directrices del desarrollo social de las
sociedades modernas. Su relevancia resulta innegable en la creación de empleos,
así como las ventajas competitivas que puede alcanzar en aspectos como la
flexibilización del tiempo, el trabajo y el dinero, aspectos que le permiten
una mayor y mejor adaptabilidad a las circunstancias cambiantes del mercado.
Otros elementos que realzan su valía descansan en la estabilidad y en los
saberes éticos del entorno familiar, proporcionando esto una mejor estructura
organizativa que se refleja en la rapidez en la toma de decisiones y en la
confiabilidad.
A pesar de todas lo planteado
anteriormente, las empresas familiares no dejan de enfrentarse a nuevos
desafíos que el mundo actualmente desarrollado le presenta en materia de
política, economía, cultura y sociedad. La mirada exigente de la realidad y de
los fenómenos globales obligan a rediseñar los formatos de manera tal que le
sea permitido ir más allá de las materias de negocio, y además le proporcionen
responder efectivamente a desafíos más complejos que las finanzas elementales
para un buen desarrollo. Por complejo que resulte el escenario competitivo es
necesario buscar nuevas fuentes de financiamiento, que puedan ser aprovechadas
como impulso para el crecimiento rentable y sostenido que demanda hoy el ámbito
empresarial.
En estos desafíos es vital la inclusión
en la empresa familiar a los miembros más jóvenes de la familia, en aras de
aprovechar sus potencialidades en el dominio de las tecnologías y sus
facilidades para empatizar con el entorno digital,
así como su temprano conocimiento de los idiomas y la formación académica cada
vez más enfocada en el manejo de herramientas básicas que facilitan la vida
laboral.
La empresa familiar desde el
ordenamiento jurídico cubano.
Antecedentes
históricos jurídicos en Cuba.
A pocos años del triunfo revolucionario en Cuba confluían en la economía nacional formas estatales y formas no estatales, política de convivencia que el transito e integración de estas actividades no logro consolidar con la propiedad estatal socialista, consecuencia que encuentra sustento en el declive de estas actividades debido a la no aceptación del sistema triunfante por parte de algunos propietarios de la época, cuyos intereses distaban de la propiedad colectiva y respondían al régimen que imperaba previo a la Revolución. (Pérez, 2014)
Fue en la década de los años setenta
donde, posteriormente, se concentró el marco normativo que acogía 117
actividades autorizadas, que encontraban tutela en algunos principios que preceptuaba
la Ley No. 1213 de 1967. A pesar de que dicha norma autorizaba las actividades
por cuenta propia basadas en la ayuda familiar y el trabajo personal y la
importancia que esto podía suscitar, se prohibía tener establecimientos
abiertos al público y emplear personal asalariado.
Con el advenimiento del periodo especial,
la crisis generada demandó al Estad o a ampliar el diapasón de actividades con
estos fines, buscando en maneras más dinámicas y creativas mayor sustento para
la economía nacional y así aliviar la crisis que atravesaba el país en aquellos
momentos. Sin embargo, con la práctica surgieron y se llevaron a cabo
actividades que no encontraron respaldo en la legislación de la época.
Resultó necesario pensar y diseñar la
ampliación del trabajo por cuenta propia, lo que se reflejó en una paulatina y
creciente apertura de actividades de corte productivo y de prestación de
servicios. A pesar de no existir en la
legislación cubana de aquel momento, de forma expresa nada relacionado con la
empresa familiar, se erigían ciertos paralelismos entre dicha institución y la
figura del trabajador por cuenta propia con ayuda familiar, cuya regulación ya
era reconocida en el país por algunas legislaciones especificas emitidas por el
Ministerio del Trabajo y la Seguridad Social. Sin embargo, características muy
propias de esta modalidad de trabajo por cuenta propia marcaban distancias
considerables de lo que la doctrina internacional y la práctica enunciaban como
empresa familiar, entre ellas el patrimonio propio del individuo, la no
delimitación de funciones específicas y la inexistencia de una estructura
preestablecida.
Luego de varios quinquenios en el diseño
de un nuevo modelo económico y social a tono con las circunstancias y que
lograra sustentar las políticas sociales de la economía en el modelo socialista
en construcción, se anunció en el año 2017 una Ley de Empresas. Siendo en ese
momento la primera legislación que brindara respaldo a la empresa privada como
persona jurídica. Cabe señalar que constituía la normativa de mayor jerarquía,
pues en la Constitución vigente no se recogía dicha institución, a pesar de la
reforma constitucional de la que fue objeto en el año 1992.
Aspectos
jurídicos y sociales de la Empresa Familiar en Cuba.
En el año 2019, y como parte de la
revolución legislativa que se iniciaría en el país, se aprobó un nuevo texto
constitucional mediante referéndum, suceso que marcaría una nueva etapa dentro
de las actividades económicas del sector no estatal, reconociendo en su
articulado, nuevas y diferentes formas de propiedad, y entre ellas la privada,
que pasaría a ocupar un papel complementario dentro de la economía nacional.
Pese a ello, era necesario reflejar en una norma complementaria, las realidades
que surgirían de la aplicación teórico práctica del
precepto constitucional. Teniendo en cuenta dichas demandas, en noviembre del
2021 es promulgado el Decreto-Ley 46 Sobre las Micro, Pequeñas y Medianas
Empresas , que al decir de su artículo 1 tiene como objeto regular la creación
y funcionamiento de las micro, pequeñas y medianas empresas, en lo adelante
MIPYMES.
Según establece la mencionada ley, las
MIPYMES son aquellas unidades económicas con personalidad jurídica, que poseen
dimensiones y características propias y que tienen como objeto desarrollar la
producción de bienes y la prestación de servicios que satisfagan las
necesidades de la sociedad; y se constituyen en el país como sociedades
mercantiles que adoptan la forma de sociedad de responsabilidad limitada,
mediante escritura pública, la que se inscribe en el Registro Mercantil y con
su inscripción adquieren personalidad jurídica.
Estos elementos conllevan a pensar que
en Cuba la empresa familiar puede únicamente constituirse como una MIPYME, y
que por ende solo puede tomar la forma de sociedad de responsabilidad limitada;
pero en el ordenamiento jurídico cubano ni en materia mercantil ni económica,
se hace referencia a la empresa familiar en su contenido. Pudiera entenderse
esto en el razonamiento sobre el carácter reciente que tiene la actividad
empresarial en el país.
Sin embargo, pareciera que en el recién aprobado
Código de las Familias, el legislador pretendiera aliviar el vacío legal que en
el resto de las normativas jurídicas existe sobre el tema; pues en su artículo
262 la citada Ley se refiere a las reglas para la liquidación de la comunidad
matrimonial de bienes en presencia de empresa familiar constituida con bienes
comunes de los cónyuges. En el apartado 3 del artículo en cuestión establece
que “se entiende por empresa familiar toda organización económica destinada al
ejercicio estable y duradero de una actividad para la producción de bienes y
prestación de servicios, donde parte esencial de la propiedad pertenece a los
cónyuges o a la pareja de hecho afectiva, o a parientes, quienes intervienen en
la administración y gestión del negocio, que constituye el principal sustento
económico de la familia”. Acto seguido, el apartado 4 refiere “que los aspectos
relacionados con la forma jurídica, organizativa que adopte la empresa se rigen
por las disposiciones normativas vigentes en materia mercantil y societaria”.
Haciendo un análisis sobre lo expuesto se
deduce que la empresa mercantil cubana contará con las mismas características
que la doctrina define respecto a la Sociedad de Responsabilidad Limitada. Si
bien, dichas características son bastante exactas y fáciles de comprender por
el lector, la experiencia doctrinal extranjera demuestra que las
características de la empresa familiar deben ser abordadas desde la realidad y
la praxis de la propia empresa.
Desde el enfoque jurídico, la necesidad
de que la empresa familiar, esté contenida en otros cuerpos normativos, y no
exclusivamente en el Código de las Familias, enriquece las herramientas
prácticas disponibles para su constitución, funcionamiento y liquidación como
micro, pequeña y mediana empresa. Todo ello exige ante el Derecho claridad y
precisión en cuanto a la regulación normativa que a su estructura compete, por
todo lo que implica en los aportes a la continuidad de la trasmisión de la
propiedad de la empresa de generación en generación.
Otra de las demandas radica en el
expreso interés y la voluntad política de proteger y defender adecuadamente
desde el punto de vista jurídico la empresa familiar como organización
productiva, valorando la importancia que suscita para sí misma y su rendimiento
productivo, así como para la economía de la nación, y para el individuo como
ser psico-social.
Visualizar la empresa familiar en Cuba,
como vehículo para la educación socialista constituiría un salto cualitativo en
materia social, que complementaria su regulación en la normativa jurídica,
aglutinando además a las disciplinas que rondan dicha institución y que
revitalizarían los aspectos internos de la vida de la empresa familiar, en
función de la creación de valores, la satisfacción de las necesidades sociales,
y la integración y participación social.
1. Reconocer
y regular la Empresa Familiar en el ordenamiento jurídico mercantil cubano
constituye una vía para esclarecer su estructura y funcionamiento, a la par que
contribuye a consolidar su aporte en la generación de empleo, en el desarrollo
de la economía y en el crecimiento económico del país.
2. La
empresa familiar realza su compromiso social como formadora del hombre nuevo y
aglutinadora del aporte y la participación de ese hombre nuevo en la
construcción del sistema social socialista cubano.
Referencias
Bibliográficas
Barroso, A. (2015) “Empresas Familiares”. España:
Académica Española.
Campuzano, A. (2021) Estrategias para la
recuperación económica: una oportunidad para la empresa familiar. España: Lefebvre.
Rodriguez-Díaz, I. (2000) La empresa familiar en el ámbito del Derecho Mercantil. España: Edersa.
Font, J., y Pagador, J. (2013) La Empresa. (16ta Ed.) Barcelona, España.
Pérez, Y. (2014) Alojamiento turístico e intervención administrativa en Cuba. Fundamento jurídico para la armonización de intereses públicos y privados. Universidad de La Habana, Cuba.
Ley No. 1213 de 1967. La ayuda familiar y el trabajo personal. Publicado en la Gaceta Oficial Edición Ordinaria.