Revisión
La
filosofía latinoamericana en el pensamiento filosófico cubano de la primera
mitad del siglo XX
Latin American philosophy in Cuban philosophical
thought of the first half of the 20th century
Est. Maura Alejandra Cedeño Barbado, Universidad de Granma, Cuba (1)
Est. Orlando Daniel Reyes Pompa, Universidad de Granma, Cuba (2)
Est. Antonio de Jesús González Leyva, Universidad de Granma, Cuba (3)
M. Sc. Elena Marìa Dìaz Rosabal, Universidad de Granma, Cuba (4)
(1)
Estudiante de 4to. Año de Gestión Sociocultural para el
Desarrollo. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Universidad de Granma,
Bayamo, Cuba. maura.barbado@gmail.com
(2) Estudiante de 4to. Año de Gestión
Sociocultural para el Desarrollo. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales.
Universidad de Granma, Bayamo, Cuba. oreyesp@estudiante.udg.co.cu
(3) Estudiante
de 4to. Año de Gestión Sociocultural para el Desarrollo. Facultad de Ciencias
Económicas y Sociales. Universidad de Granma, Bayamo, Cuba. antoniodejesusgonzalezleyva@gmail.com
(4) Profesor
Auxiliar. Master en Educaciòn Superior. Licenciado en Estudios Socioculturales.
Profesor del departamento de Gestiòn sociocultural para el Desarrollo. ediasr@udg.co.cu ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3152-8989
Resumen
La Filosofía Latinoamericana nació
con el conflicto acerca de lo propio y lo ajeno, es decir una filosofía que
hizo de su propio estatuto de posibilidad el contenido a desarrollar. Por
tanto, un pensamiento que, alejado de los cánones metafísicos y epistemológicos
propios del occidente europeo. Cuando se pregunta por la existencia de una
filosofía latinoamericana, se hace partiendo del sentimiento de una diversidad,
es la conciencia de la distinción y la diferencia, lo que guía el ejercicio
teórico desde el contexto regional al plano de las ideas. El trabajo tiene como
objetivo explicar cómo se manifiesta la filosofía latinoamericana en el
pensamiento filosófico cubano en la primera mitad del siglo XX. Para realizar
la investigación se emplearon métodos como el método de análisis- síntesis,
método inducción- deducción y el histórico-lógico y técnicas como el análisis
documental.
Palabras claves: pensamiento;
período; filosofía; cubano; latinoamericano
Abstract
Latin
American Philosophy was born with the conflict about what is its own and what
is foreign, that is, a philosophy that made its own status of possibility the
content to be developed. Therefore, a thought that, away from the metaphysical
and epistemological canons typical of Western Europe. When asking about the
existence of a Latin American philosophy, it is done starting from the feeling
of diversity, it is the awareness of distinction and difference, which guides
the theoretical exercise from the regional context to the plane of ideas. The
work aims to explain how Latin American philosophy manifests itself in Cuban
philosophical thought in the first half of the 20th century. To carry out the
research, methods such as the analysis-synthesis method, the
induction-deduction method and the historical-logical method were used, as well
as techniques such as documentary analysis.
Keywords: thought; period; philosophy; Cuban; Latin American
Introducción
Cuando se pregunta por la
existencia de una filosofía latinoamericana, se hace partiendo del sentimiento
de una diversidad, es la conciencia de la distinción y la diferencia, lo que
guía el ejercicio teórico desde el contexto regional al plano de las ideas.
Para el mexicano José Vasconcelos, subyace en esta preocupación un deseo de
reconocimiento e identidad: “Bien visto y hablando con toda verdad, casi no nos
reconoce el europeo ni nosotros nos reconocemos en él. Tampoco sería legítimo
hablar de un retorno a lo indígena (...) porque no nos reconocemos en el indígena
ni el indio nos reconoce a nosotros. La América española es de esta suerte lo
nuevo por excelencia, novedad no sólo de territorio, también de alma”.
Además, operan las mismas
influencias con efectos análogos y se producen muy semejantes frutos
intelectuales. Lo último, además, es significativo para comprender las
diferencias de la reflexión latinoamericana con el pensar europeo. Si bien es
cierto, las corrientes filosóficas llegan como influencias continentales en la
mayoría de los países los mismos autores y tendencias en un mismo período de
tiempo, también, es fácil constatar, que los pensadores locales, al apropiarse
de ellas, las han desarraigado de sus creadores, las han deformado hasta
hacerlas irreconocibles a los ojos de sus autores.
El pensamiento latinoamericano
siempre ha tendido hacia lo social y político.
Las reflexiones en torno a Dios, el alma, la muerte o el Ser, no han
tenido cabida en la agenda principal de su filosofía. El largo viaje hacia sí
mismo que emprendió la reflexión desde sus comienzos, le ha llevado a
plantearse preguntas acerca de sus condiciones de posibilidad, preguntas que
han convocado a respuestas difíciles, donde el atraso, la marginación, el
mestizaje, la hibridación y la dependencia han fundado una particular manera de
enfrentar el quehacer filosófico.
Por tanto, podemos decir, que la
filosofía latinoamericana será, una serie de soluciones dadas a los problemas
que interesan a los destinos nacionales; o bien la razón de los pueblos
americanos, también las leyes por las cuales se llega a los objetivos
propuestos. Filosofía comprometida con los problemas más urgentes, los
problemas que plantea, por ejemplo, la relación compleja con el mundo
occidental, donde las relaciones de subordinación e independencia, no dejan de
golpear cada cierto tiempo, obligando con ello, a una actitud política de los
pensadores.
En nuestro país a pesar de la
intervención norteamericana y la instauración de la república plattista, y pese
a la trascendencia de estos hechos, no se produjeron de inmediato
transformaciones sustanciales en el plano de las ideas filosóficas. Sin cambios
significativos se mantuvo el positivismo que, en lo fundamental, había animado
en el plano teórico la formación de un pensamiento nacional, junto al pensamiento
martiano, y se acentuó la tendencia hacia el materialismo científico natural y
el naturalismo filosófico como respuestas al auge que tomaron el espiritismo y
otros ismos absolutistas.
Hechos tales como las
intervenciones estadounidenses, amparadas por la Enmienda Platt, el estallido
de la Primera Guerra Mundial y el triunfo de la Revolución Socialista de
Octubre conmovieron la conciencia nacional y filosófica. La conciencia de la
intelectualidad cubana patriótica y democrático-liberal reaccionó, primero, con
frustración, con cierta dosis inevitable de pesimismo.
Se reflejaba así, en el plano
ideológico, la crisis de la burguesía como fuerza progresiva; sus
representantes más preclaros concientizaron, y mejor intuyeron, nuevas
perspectivas en el horizonte nacional. La clase obrera había ido madurando como
creciente fuerza política independiente.
Las ideas irracionalistas,
vitalistas y misticistas se fortalecieron, cuyos antecedentes en el tiempo
cubano se encuentran en la escolástica y el eclecticismo cousiniano, la
frustración republicana de la burguesía nacional dejó el campo libre a las
fuerzas más reaccionarias de la oligarquía en el país, y aunque débil, cierto
carácter progresista estuvo presente en pensadores de orientación burguesa. No
obstante, también hubo ideas originales, revelándose en los marcos del
pensamiento burgués tendencias progresistas que nunca desaparecieron y que,
incluso, en la década del 50 experimentaron cierta reanimación y mantuvieron su
oposición ante la oligarquía y viva la influencia de lo mejor de la cultura
cubana: Martí y Varona.
Pregunta científica:
¿Cómo se
manifiesta la filosofía latinoamericana en el pensamiento filosófico cubano en
la primera mitad del siglo XX?
Objetivo del trabajo:
Explicar la manifestación de la
filosofía latinoamericana en el pensamiento filosófico cubano en la primera
mitad del siglo XX.
Métodos de investigación:
Método de análisis- síntesis.
En este caso se utilizó para explicar
cómo
se manifiesta la filosofía latinoamericana en el pensamiento filosófico cubano
en la primera mitad del siglo XX. A su vez, la síntesis se produce sobre la
base de los resultados dados previamente por el análisis y permitió revelar los
elementos para nuestra investigación.
Método inducción- deducción
Este método fue de suma importancia para
nuestra investigación pues obtuvimos la información partiendo de lo general a
lo particular por lo que de manera general la información específica hizo falta
para luego caer a lo particular y llegar a una deducción precisa.
Técnicas.
Análisis
Documental.
El análisis
documental sirvió de orientación científica e informativa pues la información
recolectada es estudiada, interpretada y resumida cuidadosamente para la
realización de nuestro proyecto. Se
consultaron documentos tales como: Vitier, M. (2019). Cincuenta años de estudio
de la filosofía en la república. García Calderón, F. (1954). Las corrientes
filosóficas en la América Latina.
Desarrollo
Durante las dos primeras décadas de
la República, el pensamiento filosófico cubano no experimentó cambios
esenciales en cuanto a sus tendencias y temas predominantes. El positivismo que
había sido la filosofía prevaleciente en las últimas décadas del siglo XIX mantuvo
su primacía y obtuvo nuevos adeptos a través de las expresiones del
materialismo científico-natural, a la par que se iniciaba la entrada del
intuicionismo y el incremento del fideísmo absoluto cobrarían mayor fuerza a
partir de la tercera década.
También se inicia en estos años el
cultivo de la filosofía de la cultura. Los temas que mayor inquietud filosófica
motivaron en aquel período fueron el origen del hombre y su evolución; la
correlación entre la naturaleza y la sociedad; el cuestionamiento de la
existencia de Dios en el mundo; el problema de la naturaleza humana, de su
esencia natural, social o divina; el papel de la filosofía y su vínculo con la
concepción científica del mundo; la correlación entre filosofía, ciencia y
religión; la cuestión del método filosófico y la cognoscibilidad del mundo; el
lugar y función de la ciencia en el mundo contemporáneo; la función
perfeccionadora de la educación; la importancia de los estudios sociológicos y
éticos para lograr el perfeccionamiento humano; el nexo entre la moral y las
restantes formas de la conciencia social, la revalorización de la herencia
filosófica y cultural cubanas, así como algunas valoraciones estéticas.
La mayoría de la intelectualidad de
la época sostuvo propuestas cargadas de idealismo y hasta de utopía, con el fin
de perfeccionar la sociedad cubana e interpretar o transformar el capitalismo,
y llegar, en general, a definiciones respecto a la filosofía marxista.
La filosofía cubana de este
período, en sentido general, no abandonó el humanismo que la había inspirado durante
el siglo pasado y su constante preocupación por el progreso social. Dadas las
nuevas circunstancias históricas, es comprensible que se exigieran mayores
definiciones ideológicas por parte de estos pensadores.
La mayoría, sobre la base de su
propia ideología trató de frenar la injerencia estadounidense y lograr una
reorientación de la vida socioeconómica y política hacia fórmulas de democracia
burguesa, en tanto que un grupo menor se orientó hacia posiciones
reaccionarias, estimuló la componenda con los monopolios extranjeros, e
incluso, justificó la dictadura fascistoide como única salida a la crisis del
país.
Ahora bien, a principios del siglo
XX la filosofía cubana mantuvo el rasgo que la había caracterizado en el siglo
anterior: no circunscribirse a los predios académicos, sino mantenerse viva
tanto en la cátedra universitaria, en los institutos de segunda enseñanza, en
las escuelas normales para maestros y en otras instituciones docentes; así
como, en la vida pública, por medio no sólo de folletos y libros, sino de
diversas publicaciones periódicas, revistas, diarios, programas de radio y
múltiples tertulias en organizaciones sociales, culturales, científicas,
políticas, y otras.
Tanto las nuevas ideas llegadas de
Europa, de Estados Unidos y de otros países latinoamericanos y asiáticos, como
las de nuestros pensadores nacionales entre los cuales todavía descollaba
Enrique José Varona eran objeto constante de discusión y divulgación; de este
modo mostraban el afán cultural que impulsaba a nuestro pueblo y especialmente
a su intelectualidad por contribuir al fortalecimiento de la vida espiritual y
social.
Los temas tratados demuestran que
son falsos los criterios de algunos historiadores de la filosofía respecto al
carácter meramente literario de la expresión filosófica cubana, o
latinoamericana, de esta etapa, o de los que llegan a ignorarla por completo.
La producción intelectual que se conserva en libros, folletos, artículos,
conferencias, discursos, etcétera, acerca de temas eminentemente filosóficos y
con un lenguaje básicamente técnico, demuestra en qué medida la tradición
filosófica cubana y latinoamericana, insistía por mantener su modesto lugar en
el pensamiento filosófico universal.
En esa búsqueda se plantearon
problemas filosóficos con óptica propia y universal a la vez. El positivismo,
el marxismo, el racionalismo crítico, el materialismo científico natural, así
como otras variantes de la filosofía contemporánea se utilizaron como
instrumentos de interpretación de la sociedad y como método de transformación
revolucionaria o de propuestas de reformas.
La filosofía heredó la metodología
y su función gnoseológica tanto para ella misma como para las ciencias
particulares, y en especial por su importancia para la enseñanza. La defensa
del sensualismo, del empirismo y del método inductivo en la investigación constituían otros modos de enfrentar los métodos
conservadores y el dogmatismo. De gran significado fue la incidencia de tales
criterios en las reformas pedagógicas llevadas a cabo en esta época.
Entre los principales
representantes, mayores y menores, de este período se encuentran Jorge Mañach,
Alejandro Ruiz Cadalzo, Luis A. Baralt, Antonio Hernández Travieso, Humberto
Pinera Llera, Rosario Rexach, Luis Aguilar León, Miguel Belaunde San Pedro,
Emilio Fernández Camus, Roberto Agramonte, Diego González, Melquíades I. Méndez
Canel.
Entre las tendencias y corrientes
dominantes se encuentran la filosofía de la cultura y el intuicionismo
irracional, la filosofía de la religión y el fideísmo, el racionalismo crítico,
la objetividad gnoseológica y la filosofía del derecho.
Se mantuvo todavía el positivismo y
aflora la influencia tenue del neopositivismo. Junto a la consolidación de
estas tendencias y corrientes se afianza el marxismo como filosofía. Es en este
período se desarrolla la historiografía cubana de la filosofía y se comienza la
publicación de la Biblioteca de autores cubanos por la Universidad de la
Habana.
En esta etapa entre los problemas,
discusiones y publicaciones filosóficas principales tuvieron mayor atención la
relación ciencia-filosofía, la religión, el método de investigación, la crisis
y el progreso social, el hombre y su lugar en el mundo, la libertad, los
valores, algunos temas de ética y estética, así como el análisis de las ideas
de algunos destacados pensadores europeos, latinoamericanos y cubanos. Sus
representantes demostraron una gran cultura filosófica que les permitió
cultivar en el país, e internacionalmente, el acervo filosófico cultural
universal, y dar a conocer la tradición filosófica cubana. Mantuvieron viva la
existencia de la filosofía frente a las exageraciones nihilistas y
reduccionistas del neopositivismo, y legitimaron la validez de la filosofía
cubana y latinoamericana frente al eurocentrismo.
Conclusiones
1.
El
contenido fundamental de la filosofía cubana siguió revelando controversias
entre las diferentes manifestaciones del materialismo y el idealismo, entre los
partidarios del fideísmo relativo y el fideísmo absoluto, la religión
supraestructural y la religión infraestructural.
2.
Pugnaban
también moderadamente el racionalismo y el irracionalismo, los valores y los
antivalores, el humanismo y el antihumanismo. Asimismo, ocuparon un lugar
central las discusiones en torno al marxismo.
3.
Constituye
una misión conocer y estudiar la Historia de las ideas filosóficas en Cuba, sus
grandes, medianas y pequeñas personalidades; sino saber también,
principalmente, qué papel jugaron y juegan las ideas en su momento histórico,
qué las impulsó o frenó, para qué y a quiénes sirvieron.
Referencia bibliográficas
Vitier, M. (2019). Cincuenta
años de estudio de la filosofía en la república.
García Calderón, F. (1954). Las corrientes filosóficas en la América
Latina.
lEA, L. (1976). El pensamiento latinoamericano, 3ra.
Edición, México.
José, E. (1901). La instrucción pública en Cuba: su pasado y
su presente, La Habana, Imprenta de Rambla y Bouza.