Metodología docente en el tratamiento de niños con trastorno de espectro
autista
Teaching methodology in the treatment of children with
autism spectrum disorder
Claudia Zenaida Hidalgo Oquendo, Universidad
de Granma. Cuba (1)
Marisleisis Fernández Quesada, Universidad
de Granma. Cuba (2)
Laura Pérez Machado, Universidad de Granma.
Cuba (3)
Clara
María Rodríguez Vázquez, Universidad de
Granma. Cuba (4)
(1)
Estudiante de 4to Año de la carrera Licenciatura en Educación Logopedia, Facultad
Educación Básica. Universidad de Granma Campus Blas Roca Carderío,
Manzanillo, Cuba. clau.hoquen2@gmail.com
(2) Estudiante
de 4to Año de la carrera Licenciatura
en Educación Logopedia, Facultad Educación
Básica. Universidad de Granma Campus Blas Roca Carderío,
Manzanillo, Cuba. marisleisesfernandez2000@gmail.com
(3) Estudiante
de 4to Año de la carrera Licenciatura
en Educación Logopedia, Facultad Educación
Básica. Universidad de Granma Campus Blas Roca Carderío,
Manzanillo, Cuba. lperezm@gmail.com
(4)
Profesor Auxiliar, Facultad
Educación Básica. Universidad de Granma Campus Blas Roca Carderío,
Manzanillo, Cuba. robertclary2022@gmail.com, ORCID. https//orcid.org/
000-0002-1089-2618
Resumen
La presente investigación es un
acercamiento a la inclusión del Trastorno del Espectro Autista y su metodología
llevada a cabo en la escuela primaria, debido a la necesidad de contribuir al
desarrollo de nuevos conocimientos y a la formación del maestro primario.
Actualmente ha existido un aumento de este tipo de niños en las escuelas
primarias, careciendo el maestro primario de recursos metodológicos para cubrir
todas las carencias de los alumnos con Necesidades Educativas Especiales
particularmente el Trastorno Espectro Autista por lo que las autoras plantean
la siguiente interrogante ¿Cómo favorecer la formación del docente primario
para la inclusión de niños con Trastorno del Espectro Autista? La investigación se trazó como
objetivo: elaborar una
metodología dirigida al docente primario para la inclusión de niños con
Trastorno del Espectro Autista, perteneciente a la escuela primaria Félix
Várela. Se emplearon métodos teóricos tales como: analítico-sintético,
inductivo-deductivo, la
modelación y dentro de los empíricos:
entrevista, observación y encuesta. Se empleó el cálculo porcentual como
procedimiento matemático. La aplicación de esta
propuesta metodológica permitió favorecer la correcta formación del maestro
primario y la inclusión de niños con
Trastorno del Espectro Autista de la escuela primaria.
Palaras claves: trastorno
del espectro autista (TEA), metodología, necesidades educativas especiales
(NEE), inclusión.
Abstract
This
research is an approach to the inclusion of Autism Spectrum Disorder and its
methodology carried out in primary school, due to the need to contribute to the
development of new knowledge and the training of the primary teacher. Currently
there has been an increase in this type of children in primary schools, with the
primary teacher lacking methodological resources to cover all the deficiencies
of students with Special Educational Needs, particularly Autism Spectrum
Disorder, therefore, the authors raise the
following question: How favor the training of primary teachers for the
inclusion of children with Autism Spectrum Disorder? The objective of the
research was: to develop a methodology aimed at the primary teacher for the
inclusion of children with Autism Spectrum Disorder, belonging to the Félix Várela primary school. Theoretical methods were used such
as: analytical-synthetic, inductive-deductive, modeling and within the
empirical ones: interview, observation and survey. The percentage calculation
was used as a mathematical procedure. The application of this methodological
proposal allowed to favor the correct training of the primary teacher and the
inclusion of children with Autism Spectrum Disorder in primary school.
Keywords: autism spectrum disorder (ASD), methodology, special educational needs
(SEN), inclusion.
Introducción
El
trastorno del espectro autista (TEA) es uno de los trastornos que ha causado
mayor contradicción en el ambiente científico desde la mitad del siglo XX. Su
existencia ha constituido un severo desafío para especialistas de las más
diversas áreas y también para los maestros, fundamentalmente los educadores de
las escuelas primarias. Es de vital
importancia el conocimiento más profundo de este tema para la orientación
metodológica al docente ya que en
las escuelas primarias cada vez hay más alumnos y alumnas que se incluyen en las aulas con trastorno del espectro
autista, sin embargo nos damos cuenta que muchas veces el maestro no sabe que hace ante tal situación. Al aumentar el número de
alumnos por clase, da lugar a que la maestra no disponga del tiempo necesario
para ofrecer un aprendizaje individualizado a cada uno de sus alumnos, por lo
que la enseñanza se convierte en más general y a veces más superficial. Si a
este aumento le añadimos que nos podemos encontrar niños con trastorno del
espectro autista la dificultad aumenta más. Nos encontramos que la maestra no
tienen tiempo suficiente para atender a todos los niños y menos aún para un
alumno que presenta características “distintas”
y que, en muchas ocasiones, la maestra del alumno no tiene formación
necesaria para atender a estos; no conoce el trastorno y tampoco sabe actuar,
le faltan herramientas, por lo que el día a día en el aula se complica
considerablemente, y es que muchas veces en las aulas no se suelen cubrir todas
las necesidades didácticas de los alumnos con Necesidades Educativas
Especiales.
El
artículo tiene como objetivo:
difundir una metodología dirigida al docente primario para la inclusión de
niños con Trastorno del Espectro Autista, perteneciente a la escuela primaria
Félix Várela. La población está integrada por 10 maestras de la escuela
primaria Félix Varela, de ellas dos tienen un alumno diagnosticado con
trastorno del espectro autista.
Desarrollo
De la Educación Especial a la
Educación Inclusiva.
A finales de los años cincuenta, según
Darwin, C. (1984), hay un cambio conceptual en cuanto a las atenciones que
requieren las personas con discapacidad. Junto a la existencia de centros en
los que se lleva a cabo una educación especial segregada para niños deficientes
mentales, autistas… hay instituciones que se resisten a continuar en esta línea
y los padres se preguntan la razón por la que sus hijos están segregados del
medio familiar y los profesores critican la función que están desempeñando, ya
que la educación especial segregada no está cumpliendo el objetivo pretendiendo
“la integración social”. Pérez, Guillén, Pérez, Jiménez y Bonilla (2014). asumen el principio de normalización, en el cual se
constatan dos fenómenos: las actitudes sociales cambiantes y los conceptos de
norma y normalidad. La normalización conlleva un cambio de actitudes en toda la
comunidad, es decir, una forma distinta de pensar, sentir y comportarse
respecto a la persona con deficiencias. Siguiendo a Arnaiz (1996), en los años
setenta las organizaciones internacionales se pronuncian a favor de la
normalización para las personas deficientes. De acuerdo con Arnaiz (1996), uno
de los acontecimientos que marcó un antes y un después en la educación especial
fue el informe Warnock en 1978, el cual reafirmó el
significado de “normalización”. Éste, se enfocó en aceptar a la persona con
Necesidades Educativas Especiales tal como es, con sus necesidades, con los
mismos derechos que los demás y ofreciéndoles los servicios para que pueda
desarrollar al máximo sus posibilidades. El desarrollo de la integración ha
producido una evolución conceptual y se tiende a abandonar el término de
integración y sustituirlo por el de la inclusión. Las valoraciones de Pérez et
al. (2014), sobre la "integración" de un individuo con Necesidades
Educativas Especiales (NEE) se da cuando se traslada a una instalación pero
concordando con las políticas de la escuela, sin ningún tipo de modificación
sustancial. La educación inclusiva es aquella que adapta los sistemas y
estructuras de la escuela para satisfacer las necesidades del individuo con
Necesidades Educativas Especiales. Como parte del proceso de adaptación se
pueden dar cambios en el currículum escolar, las actitudes y valores de los
integrantes, la modificación de las imágenes y modelos, e incluso del edificio
mismo.
En este apartado me voy a centrar
en aquellos niños y niñas que tienen necesidades educativas especiales debido a
trastornos generalizados del desarrollo, específicamente en el alumnado con
trastorno del espectro autista, donde veremos que Barriga, Gómez, Gómez, Medina
y Cantero, (1998), el autismo es un trastorno complejo del desarrollo que
implica anomalías y deficiencias en la interacción social, el lenguaje y en una
serie de capacidades emocionales, cognitivas, motoras y sensoriales. También se
dan comportamientos (dar vueltas sobre uno mismo, alinear objetos o repetir
palabras sin sentido o propósito ninguno) aunque son síntomas que parten de
anomalías más arraigadas que tienen que ver con los mecanismos de interacción,
comunicación y pensamiento (no son síntomas específicos del autismo). El
lenguaje, la cognición y las competencias sociales para un niño con autismo
varían dependiendo de donde está situado el niño en este espectro. Tras conocer
de que trata el trastorno del espectro autista,
debemos saber la historia de la atención educativa de los alumnos con autismo,
en la cual, de acuerdo con Pérez et al. (2014), quienes hablan del término
autismo.
Las apreciaciones de Pérez et al.
(2014) hay tres épocas importantes en el estudio del autismo:
- Primera época (1943- 1963): el
autismo es un trastorno emocional, producido por factores emocionales o
efectivos inadecuados en la relación del niño con las figuras de crianza.
- Segunda época (1963-1983): se
empezaba a dejar de pensar que los padres eran los culpables, conforme se iba
demostrando su falta de justificación empírica y se asociaba de forma clara el
autismo con trastorno neurobiológico. Ese proceso coincidió con la formulación
de modelos explicativos del autismo que se basaban en la hipótesis de que
existe alguna clase de alteración cognitiva que explica las dificultades de
relación, lenguaje, comunicación y flexibilidad mental. En los años sesenta,
setenta y ochenta, la educación se convirtió en el tratamiento prioritario del
autismo.
El enfoque actual del autismo: Hoy
día se sabe poco de los elementos básicos del trastorno, como las causas o las
tasas de prevalencia. Existen estudios que indican la probabilidad de padecer
el trastorno del espectro autista en 1 de cada166 individuos, pero también
sugieren que ha aumentado durante la última década.
En los últimos años se han
producido cambios importantes. El enfoque general del autismo consiste en su
consideración desde una perspectiva evolutiva como un trastorno del desarrollo.
Las explicaciones del autismo, tanto en el aspecto psicológico como en el
neurobiológico se han sustituido los modelos relativamente inespecíficos de los
años sesenta y setenta, explicaciones dadas por Arnaiz (1996), se descubrieron
una incapacidad específica de los autistas para “atribuir mente” y formularon
la “Teoría de la Mente”. En los procedimientos para tratar el autismo también
se han producido cambios importantes. La educación se ha caracterizado en los
últimos años por un estilo más pragmático y natural, más integrador, más
centrado en la comunicación como núcleo esencial del desarrollo, más respetuoso
con los recursos y capacidades de las personas autistas. Por último, han
aparecido nuevos temas de interés que no se habían planteado con tanta fuerza y
claridad en las décadas anteriores. El ejemplo más significativo es el de los
adultos autistas.
Causas que provocan el Trastorno
del Espectro Autista. siguiendo a Pérez et al. (2014),
con frecuencia las causas del autismo son desconocidas; aunque en muchos casos
se sospecha que son por cambios o mutaciones en los genes, no todos los genes
involucrados en el desarrollo de esta enfermedad han sido identificados. Las
investigaciones científicas han relacionado la aparición del autismo en el niño
con las siguientes causas:
- Agentes genéticos como causa del
autismo: En el trastorno autista existe una cierta carga genética. En estudios
desarrollados con mellizos, se ha observado que cuando se detecta el trastorno
en uno de los hermanos, existe un 90% de probabilidades de que el otro hermano
también lo desarrolle. Estos datos indican una carga genética ligada al
trastorno autista. Las investigaciones han determinado los genes involucrados
en la aparición del trastorno, estableciendo una relación directa entre la
inhibición del gen de la neuroligina NL1 y el
desarrollo de autismo, aunque hay más genes implicados.
- Agentes neurológicos como causa
del autismo: se han constatado alteraciones neurológicas, en las áreas que
coordinan el aprendizaje y la conducta.
- Agentes bioquímicos como causa
del autismo: se han determinado alteraciones en los niveles de ciertos
neurotransmisores (serotonina y triptófano).
- Agentes infecciosos y ambientales
como causa del autismo: determinadas infecciones o exposición a ciertas
sustancias durante el embarazo pueden provocar malformaciones y alteraciones
del desarrollo neuronal del feto que, en el momento del nacimiento, pueden
manifestarse como trastornos del espectro autista.
Además de causas el Trastorno del
Espectro Autista tienen varias sintomatologías.
Siguiendo a autismo Burgos, existen
diversas anomalías en dicho trastorno, las cuales se pueden clasificar en:
- Alteraciones cualitativas en la
interacción social. Son el principal síntoma del autismo. Estas personas ven
difícil ajustar su comportamiento al de los demás, ya que no entienden bien las
convenciones y normas sociales. Suelen tener problemas para compartir el mundo
emocional, el pensamiento y los intereses.
No les resulta sencillo apreciar
las intenciones de los demás, desarrollar juegos y hacer amigos. El mundo
social no les resulta fácil y en ocasiones no les interesa, mostrando
aislamiento. Estas limitaciones sociales se dan sobre todo en la infancia,
atenuándose, un poco a lo largo de la vida.
- Alteraciones cualitativas de la
comunicación. Los primero estudios realizados del autismo identificaban que un
50% de las personas afectadas no desarrollaban un lenguaje hablado funcional a
lo largo de su vida (actualmente este porcentaje disminuye). Existen otros casos,
que empiezan a hablar y que luego pierden su lenguaje. Frecuentemente, aquellos
que desarrollan el habla lo hacen con características peculiares: ecolalia,
inversión pronominal, etc. Lo más característico es que el lenguaje no es
utilizado para compartir experiencias y vivencias; presentando dificultad para
iniciar o mantener una conversación recíproca; comprender sutilezas, bromas,
ironía o dobles intenciones. Éste fallo de la comunicación verbal va acompañado
de pobreza o ausencia de la comunicación no verbal: gestos, posturas o
expresiones faciales que acompañan normalmente al habla o la sustituyen.
- Patrones restringidos de
comportamiento, intereses y actividades. Las personas con autismo presentan
intereses especiales, que no son frecuentes en otras personas de su edad
(fascinación por partes de objetos, piezas giratorias, letras o logotipos,
etc.) y no comparten sus intereses con los demás. Pueden aparecer movimientos
corporales estereotipados (aleteos, giros sobre uno mismo, balanceo, de ambulación
sin funcionalidad, etc.). El juego tiende a ser repetitivo y poco imaginativo
(hacer hileras, agrupamientos, fascinación por contar y repetir, etcétera). En
las personas con mayor capacidad intelectual sus intereses son más sofisticados
y pueden incluir hacer colecciones, listados, recopilar datos sobre temas
específicos. Normalmente no están interesados en compartir su conocimiento de
manera recíproca. Aunque no están recogidos en los actuales criterios
diagnósticos, muchas de estas personas, especialmente durante su infancia,
padecen fenómenos de hipo en hipersensibilidad a los estímulos sensoriales.
Esta alteración sensorial puede explicar fenómenos observados como taparse dos
oídos, no tolerar determinados alimentos o tejidos, rechazar el contacto físico,
auto estimularse con la saliva o mirando reflejos ópticos o responder
inusualmente al dolor.
Detección del Trastorno del
Espectro autista. Siguiendo a Ainscow, Hopkins, Soutworth y West (2001),
para detectar el trastorno del espectro autista existen unas fases de las
primeras manifestaciones para cada etapa y estas son:
- Primera fase: un bebé es incapaz
de relacionar sus emociones con sus sensaciones y sus reacciones motoras. Los
síntomas aparecen de muchas maneras distintas: le cuesta realizar movimientos
adecuados (girarse para ver a su madre), le cuesta coordinar y regular los
movimientos en general, sus movimientos no se rigen por un patrón determinado y
no persiguen ninguna intención; y le cuesta sincronizar sus movimientos con los
de su cuidador.
- Segunda fase: los bebés son
incapaces de de relacionar los estímulos sensoriales
con las experiencias emocionales y motoras. Pueden experimentar placer y de
sentir cercanía, pero les cuesta demostrar estos sentimientos con una sonrisa
radiante y una expresión facial placentera y centrada en su cuidador.
- Tercera fase: se produce el
dialogo sin palabras, implicando un intercambio rápido de expresiones faciales
y gestos, dando lugar a que el bebé relacione constantemente una sensación con
la emoción que le produce, y ésta con una respuesta motora apropiada. Se
empiezan a observar las primeras anomalías, pues este lenguaje recíproco y
continuo de señas y gestos es muy complicado para los niños que tienen una
conexión deficitaria del sistema afectivo, sensorial y motor.
- Cuarta fase: los niños con
síntomas claros de anomalías en esta etapa de interacción social y resolución
de problemas.
- Quinta y sexta fase: los niños
dominan con dificultad la cuarta fase. Retrasando el uso creativo de palabras
(Como máximo repiten las palabras de manera mecánica y secuencial).
Orientaciones metodológicas dirigidas al docente primario para la inclusión de niños
con TEA:
debemos conocer cómo tratar a estos
niños en el aula. Por ello siguiendo a Rodgla y Miravalls (2014), para realizar una metodología para el
alumnado con trastorno del espectro autista debemos tener en cuenta los
siguientes criterios:
- El aprendizaje en contextos
naturales permite que la intervención sea más comprensible y facilita la
generalización de la vida real, llevando a cabo un aprendizaje funcional,
- Hay que partir de los intereses
del alumno,
- Se deben aprovechar las rutinas
cotidianas y las situaciones incidentales,
- Pre-diseñar situaciones que
desencadenen actos comunicativos: interrupción de la realización de la rutina
para que el alumno se comunique para que la actividad continúe, emplear la
pausa larga para pedirle algo al maestro mediante la comunicación, generar
situaciones para que el necesite ayuda para obtener el objeto deseado.
- Empleo de ayudas para provocar
actos comunicativos: moldeado, imitación, ayudas verbales y refuerzo.
- Ofrecer al niño oportunidades
para poder elegir y fomentar la toma de decisiones.
- Uso de diferentes modalidades que
favorezcan la atención a través de sistemas de ayudas o apoyos: paneles
visuales (paneles con pictogramas, fotos y palabras escritas), colores (cada
niño se identifica con un color que tendrá en su mesa, en las bandejas del
almuerzo, en el panel del almuerzo y en las agendas personales), sistemas
alternativos de comunicación (PECS y método de comunicación total de Shaeffer).
- El lenguaje debe ser sencillo,
mediante el uso de una sola palabra o de frases muy cortas, y si es necesario
apoyándose en imágenes u objetos de referencia.
- Es importante emparejar con
énfasis palabras simples con aspectos significativos de la realidad. Por
ejemplo: cuando un niño comunica que quiere una manzana intentando alcanzarla,
el adulto debe decir de forma clara y enfáticamente “manzana”, cuando se le da
al niño.
- Se llevará a cabo un aprendizaje
sin error, dándole los apoyos necesarios para que realice la tarea de forma
satisfactoria, e ir retirándolos gradual y progresivamente.
- Prestar atención a la expresión y
comprensión de los estados emocionales propios y ajenos, enfatizando cuando
estamos tristes, contentos o enfadados.
- Establecer rutinas y situaciones
de aprendizaje muy estructuradas.
- Evitar elementos de distracción.
Pérez et al. (2011). El método de
trabajo se basa en agendas de pictogramas que recogen las diferentes
actividades que se van a realizar. Se tiene que colocar debajo del pictograma
“hacer ficha” o “colorear”, otra tarjeta que recompense ésta tarea. Cuando no
se cumplan las tareas, se le castigará sin las recompensas. Esta ayuda visual para
controlar los premios y castigos, se puede ir sustituyendo con explicaciones
orales conforme los niños vayan comprendiendo el mecanismo. Durante su
aprendizaje, es importante aprovechar su memoria visual. Como ya se ha indicado
anteriormente, los expertos en autismo
insisten en que nunca hay que perder de vista las peculiaridades del alumno con TEA para poder adaptar el
programa de intervención a sus necesidades específicas. Sin olvidar este
supuesto, he aquí las áreas principales que se deben trabajar con el niño
autista:
·
La comunicación. Dependiendo de la edad del niño autista y de la fase de desarrollo lingüístico en la
que se encuentre, el profesional especialista y el profesor deben programar
actividades (juegos, canciones, signos y pictogramas…) para despertar la necesidad de comunicación del
niño (verbalizar necesidades como “Quiero agua”). Si el niño ya formula
sus demandas verbalmente, el siguiente paso consistirá en nutrirle de un vocabulario más amplio
y rico para después entrenarle en la creación de frases uniendo palabras.
·
El contacto visual. Durante las
interacciones con el niño, ya sea durante las conversaciones o cuando le va a
dar instrucciones, el adulto debe invitar al niño a que le mire a la cara. Los juegos de imitación son un buen reclamo
para acostumbrar al niño a mantener el contacto visual con los demás.
·
Reconocimiento y expresión de emociones.
Mostrar al niño dibujos, fotos o vídeos que representan estados de ánimo, le
ayudará a interpretar sus propias emociones como las de los demás.
·
Aprendizaje de hábitos y creación de rutinas
para favorecer su autonomía. Para lograr estos objetivos es clave mostrar al
niño la pauta detallada de la secuencia de comportamientos que debe realizar,
si quiere lograr la conducta meta. Las
instrucciones en forma de pictogramas es un gran apoyo para la ejecución de
este tipo de tareas.
·
Entrenar su motricidad fina (por ejemplo, pintando
objetos pequeños) y la motricidad gruesa (p.ej., jugando a la pelota).
·
Trabajar la lateralidad con ejercicios
cruzados (“Tócate la oreja derecha con la mano izquierda”).
·
Enseñarle a manejar la ansiedad frente a esos
estímulos que habitualmente angustian al niño. ¿Cómo? El profesor debe
enseñarle a predecir la situación estresante y tratar de que se relaje con ejercicios de respiración guiados.
También puede animarle a practicar un poco de ejercicio físico antes de la
exposición al estímulo ansiógeno.
·
Colaboración y participación de la familia en el proceso de aprendizaje.
Los padres deben estar al tanto de las áreas que se están trabajando con el
niño (en el aula especial y en la ordinaria) y poner en práctica esas mismas actividades pedagógicas en casa para
el refuerzo de aprendizajes.
·
Cubre sus necesidades
especiales, pero sobre todo… ¡Refuerza sus talentos!
El niño autista no solo se
caracteriza por manifestar una serie de dificultades en su desarrollo como
individuo, también dispone de pequeños
grandes talentos que beneficiarán su aprendizaje: su minuciosidad en la
realización de tareas, sus altas destrezas en tareas mecánicas o la curiosidad
que muestra ante el funcionamiento de un objeto. En resumen: reforzar las
competencias propias del niño, cubrir sus necesidades especiales y fomentar una
intervención personalizada en sus dificultades de desarrollo son los tres
preceptos básicos sobre cómo trabajar
con niños autistas.
Conclusiones
1.
Los fundamentos teóricos permitieron
profundizar en los elementos psicológicos, y en las características del proceso
metodológico que desempeñan educandos que tienen alumnos en las aulas con
trastorno del espectro autista.
2. La información aportada por los instrumentos
aplicados para conocer el estado inicial del objeto,
permitió constatar que la metodología que utilizan los maestros con alumnos del
Trastorno del Espectro Autista, no es acorde con las características de dicho
trastorno, porque lamentablemente nuestros educados comete errores
metodológicos que irrumpe el proceso de enseñanza aprendizaje en niños con
necesidades educativas especiales, generado así una problemática.
Referencias
bibliográficas
Ainscow, M., Hopkins, D., Soutworth,
G. y West, M. (2001). Hacia
escuelas eficaces para todos. Madrid: Narcea, D.L.
Arnaiz, P. (1996). Educación
inclusiva: una escuela para todos. Archidona
(Málaga): Aljibe, D.L.
Barriga, S., Gómez, T., Gómez, B.,
Medina, S., Cantero, F.J. (1998). Psicología
Social: Orientaciones Teóricas y Ejercicios Prácticos. Madrid: MC
Graw-Hill.
Darwin, C. (1984). La expresión de las
emociones. Madrid: Alianza. Webgrafía.
Pérez, L., Guillén, A., Pérez, M.I.,
Jiménez, I., Bonilla, M.J. (3 de Junio de 2014). La atención educativa al alumnado
con trastorno del espectro autista. Recuperado, dehttp://www.adaptacionescurriculares.com/Autismo%201%20ATENCI%D3N%20%20A%20TEA. pdf
.
Rodgla, E. y Miravalls, M. (5 de junio de 2014). Guía para la práctica educativa con niños con Autismo y Trastornos Generalizados del Desarrollo: currículum y materiales didácticos. Recuperado de http://www.adaptacionescurriculares.com/Autismo%206%20GUIA%20EDUCADORES.pdf.