Vínculo
cooperativa-comunidad: Experiencias desde la cooperativa Fernando Echenique (Original)
Cooperative-community link: Experiences from the Fernando Echenique
cooperative
(Original)
Leonela Traba Carballo. Ingeniero
Agrónomo. Directora Comercial en la Empresa Agroindustrial de Granos José
Manuel Capote Sosa. Río Cauto. Cuba. comercial@cap.grm.minag.cu
Amarilys Reyes Arzuaga. Licenciado en Economía. Máster en Desarrollo Local.
Jefa del Departamento
de Economía. Profesor Auxiliar. Universidad de Granma. Bayamo. Granma. Cuba. areyesa@udg.co.cu
Alina del Carmen Alarcón Guerra. Licenciado
en Economía Política. Máster en Gestión y Desarrollo de Cooperativas. Profesor Auxiliar. Universidad
de Granma. Bayamo. Granma. Cuba. aalarcong@udg.co.cu
Recibido: 12-04-2024/Aceptado: 26-10-2024
Resumen
La investigación se desarrolló en la Cooperativa
de Créditos y Servicios Fernando Echenique Urquiza con el objetivo de proponer
un plan de acciones que contribuya a fortalecer el
vínculo de la cooperativa con la comunidad, en función de satisfacer los principales
problemas económicos y socioculturales que
presentan los cooperativistas, familiares y comunitarios, a partir de la responsabilidad social cooperativa y la
implementación de los principios cooperativos. La metodología empleada, sobre
la base del materialismo dialéctico, incluyó métodos teóricos, empíricos y
estadísticos, así como la herramienta "Espejo cooperativo",
desarrollada por el Programa Mundial de Alimentos. Se realizó un diagnóstico de los factores que limitan el vínculo
cooperativa-comunidad, que demostró que en la Cooperativa Fernando Echenique
Urquiza existen factores económicos, socioculturales, funcionales y jurídicos que afectan dicho
vínculo. Entre estos factores se encuentran la inestabilidad
en el abasto del agua potable, la reparación inconclusa del vial de
acceso a la comunidad, la construcción y reparación de viviendas, la existencia de desabastecimiento de
productos agropecuarios, el desconocimiento sobre el cooperativismo y una situación financiera desfavorable que no contribuye
eficientemente a resolver los problemas de la comunidad en todas sus dimensiones.
La adopción de un conjunto de acciones le permitió a la cooperativa fortalecer
el vínculo con la comunidad a partir de perfeccionar su responsabilidad social,
involucrando a los habitantes y a los actores de la zona en el desarrollo e implementación
de las actividades.
Palabras clave: cooperativa; principios del cooperativismo; responsabilidad social; comunidad.
Abstract
The research was carried out at
the Fernando Echenique Urquiza Credit & Service Cooperative with the
objective of proposing an action plan that contributes to strengthen the link
between the cooperative and the community, in order to satisfy the main economic
and socio-cultural problems presented by the cooperative members, their
families and the community, based on cooperative social responsibility and the
implementation of cooperative principles. The methodology used, based on
dialectical materialism, included theoretical, empirical and statistical
methods, as well as the "Cooperative Mirror" tool, developed by the
World Food Program. A diagnosis was made of the factors limiting the
cooperative-community link, which showed that in the Fernando Echenique Urquiza
Cooperative there are economic, socio-cultural, functional and legal factors
affecting this link. Among these factors are the instability in the supply of
drinking water, the unfinished repair of the access road to the community, the
construction and repair of houses, the existence of shortage of agricultural
products, the lack of knowledge about cooperativism and an unfavorable
financial situation that does not contribute efficiently to solve the problems
of the community in all its dimensions. The adoption of a set of actions
allowed the cooperative to strengthen the link with the community by improving
its social responsibility, involving the inhabitants and stakeholders of the
area in the development and implementation of activities.
Keywords: cooperative;
principles of cooperativism; social responsibility; community.
Introducción
La
investigación realizada por Villegas et al. (2024) sobre la evolución y
trayectoria del cooperativismo
contemporáneo en Cuba refiere que este: “(…) ha transitado por diferentes
etapas de desarrollo, alcanzando una destacada posición en el ámbito nacional.
En la actualidad, el cooperativismo ocupa un lugar predominante en el sector
agropecuario del país” (p.62).
En el año 1960 existían en Cuba 621 cooperativas
cañeras en 45 agrupaciones. Estas primeras formas de cooperativas se
desarrollaron en el sector estatal y estuvieron funcionando hasta agosto del
1962, cuando se celebró el congreso de cooperativas cañeras en el que, Según Valdés (1990, citado por Arias y Jordan,
2022), debido a su ineficiente funcionamiento se decidió convertirlas en
granjas del pueblo.
En el año 1961 se crearon las
Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS). Estas constituyen formas simples de
cooperación agropecuaria, en las que el campesino conserva la propiedad de la
tierra y de sus medios de producción con el objetivo de planificar, controlar,
recibir y utilizar de forma organizada los recursos materiales, financieros y
la asistencia técnica; además de fomentar la ayuda mutua y contribuir al mejoramiento
de la situación económica y social de sus integrantes (Arias y Jordan, 2022,
pp. 2-3).
En los Lineamientos de la
Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el periodo
2021-2026, se recoge en su número 13:
"Desarrollar las cooperativas, priorizando aquellas que ofrezcan
soluciones al desarrollo económico y social del país y sus territorios.
Elaborar el marco jurídico para esta forma de gestión. Constituir la entidad de
gobierno que conduzca, atienda y represente la actividad" (Partido
Comunista de Cuba (PCC), 2021, pp.58-59).
En
relación con la política agroindustrial, en el documento antes citado se hace referencia de forma significativa a la
necesidad de perfeccionar el modelo de gestión del sector agropecuario, dando
prioridad al fortalecimiento, diversificación y desarrollo de la base
productiva, al mejoramiento de su gestión económica y al favorecimiento del
medio rural (PCC, 2021).
El presidente
de la República de Cuba se ha referido a que la gestión gubernamental, apoyada
en la ciencia y la innovación, está orientada a enfrentar los grandes desafíos
del país y persigue fortalecer la toma de decisiones a todos los niveles y en
todos los ámbitos, con el respaldo del conocimiento especializado, a la vez que
les va a permitir a los expertos encontrar caminos más expeditos para hacer
avanzar sus propuestas (Díaz-Canel et al., 2020).
El
Decreto -Ley 76 (2023) De las Cooperativas Agropecuarias: " tiene por objeto establecer
el marco jurídico general que regula la organización, constitución, funcionamiento,
integración, escisión, fusión, disolución y extinción de las cooperativas
agropecuarias " (p.481). Recoge además los principios rectores que rigen
el funcionamiento de las cooperativas agropecuarias: "a) Voluntariedad; b)
control democrático de los cooperativistas; c) autonomía; d) participación
económica de los cooperativistas; e) educación, formación e información; f)
cooperación entre cooperativas y con otras entidades; g) responsabilidad con la
comunidad" (Decreto Ley 76, 2023, p. 483).
Alfonso et al. (2008) plantean
que: "las cooperativas deben demostrar con su acción diaria las razones de
su existencia como forma especial de asociación
de personas con un objetivo común, y ello obliga a gestionar adecuadamente
todas sus dimensiones y no únicamente las económicas" (p. 11).
Las autoras de la investigación
coinciden con lo planteado, considerando que la CCS objeto de estudio tiene un compromiso
con su comunidad, por lo que puede hacer más en función de su bienestar.
Teniendo esto en cuenta, el objetivo
del artículo consiste en proponer un plan de acciones que permita fortalecer el
vínculo de la CCS Fernando Echenique Urquiza con la comunidad Los Indios, a partir de la evaluación
del principio de responsabilidad con la
comunidad.
Materiales y métodos
La CCS Fernando
Echenique Urquiza se ubica geográficamente
en el Consejo Popular Batey, en el municipio
Río Cauto, en la provincia Granma. Colinda al norte
con el Reparto Trinidad, al sur con la Unidad Empresarial de Base Pedro Borrás,
al este con las CCS Enrique Moreno y Jesús Menéndez Larrondo y al oeste con el
Manglar de la ciénaga. Posee, además, una superficie total de 2883.00 ha; de
ellas, 583 ha
dedicadas a la ganadería y 2300.0 ha, al cultivo del arroz. Cuenta
con 237 socios; de ellos, 37 propietarios y 200 usufructuarios. Además de los
13 cooperativistas en función de la cooperativa,
su composición cuenta con 44 mujeres y 30 jóvenes, según el Informe de la Asamblea de Balance Renovación
y/o Ratificación de Mandatos de la CCS
Fernando Echenique Urquiza para el
periodo 2021-2022 (Ministerio de la Agricultura, 2022).
Su objeto social es la producción
de arroz cascara húmedo, además de leche
y carne vacuna. El arroz lo comercializa a través de la contratación con la Empresa
Agroindustrial de Granos José Manuel Capote Sosa y las producciones de la
ganadería vacuna las destina a la Empresa Láctea Bayamo y a la Empresa Cárnica
Granma.
La comunidad Los Indios se
localiza en el consejo Batey, circunscripción 8, al norte del Consejo Popular
Río, cabecero del municipio. Es un asentamiento urbano de 915 habitantes; de
ellos, hombres son 423 y mujeres, 492. Dentro de los servicios cuentan con un
consultorio médico, una escuela
primaria, dos bodegas con prestaciones de carnicería y expendio de los
productos de la canasta básica, además de una cafetería, un complejo de
servicios gastronómicos y una placita.
Se
emplea para la investigación, como método teórico general, el materialismo
dialéctico y sus métodos particulares (ascenso de lo abstracto a lo concreto,
análisis y síntesis, inducción y deducción, unidad de lo lógico y lo histórico,
así como unidad de lo cuantitativo y lo cualitativo). Además, se utiliza el
enfoque sistémico. De igual forma, se emplean la observación, el análisis de
documentos y las entrevistas grupales.
Siguiendo
los criterios de Villegas et al. (2024) se utiliza como complemento para el
análisis de la responsabilidad cooperativa, la herramienta "Espejo
cooperativo", desarrollada por el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Dicha herramienta evalúa la cooperativa internamente, al igual que las
características requeridas para el desarrollo de esta.
Se
definen para evaluar los factores las siguientes dimensiones: económica, sociocultural, funcional, jurídica y
educación cooperativa. A continuación se mencionan por dimensiones los
elementos a tener en cuenta.
Dimensión
económica: los resultados productivos, la diversificación agropecuaria, los mecanismos y
medios de venta de alimentos y productos agropecuarios, la gestión de
materiales para la construcción y las condiciones objetivas para el suministro
de agua.
Dimensión sociocultural: la
participación de los cooperativistas y comunitarios
en la solución de los problemas de la comunidad y de la CCS, la voluntad de los decisores para materializar el vínculo CCS-comunidad, las herramientas
cognitivas para enfrentar las relaciones de género y la preservación del
medioambiente.
Dimensión
funcional: las características del vínculo CCS-comunidad, la cooperación intercooperativas
y con los actores comunitarios como expresión de la horizontalidad en la
gestión, así como el aprovechamiento de los espacios cooperativos y
comunitarios para estudiar y aprobar las acciones del vínculo CCS-comunidad.
Dimensión
jurídica: el conocimiento
e implementación de las normas legales establecidas, los aspectos sobre el
vínculo CCS-comunidad contemplados en el reglamento interno, así como su
aplicación, la existencia de un
mecanismo de control legal del vínculo CCS- comunidad y el asesoramiento
jurídico sobre el vínculo.
Dimensión
educativa: el programa de capacitación (características y objetividad), las actividades
de formación cooperativa, las concepciones sobre el vínculo CCS-comunidad y los
recursos o campañas comunicativas sobre cooperativismo.
Análisis y discusión de los resultados
Según Arias (2014):
"La cooperativa y la comunidad concretan un vínculo objetivo que debe
conducir a beneficios mutuos. Desde la propia definición de cooperativas se
muestran elementos que conducen a comprender este vínculo como parte del propio
funcionamiento de las mismas" (p. 12).
Las cooperativas, y en
general las diferentes formas asociativas, nacieron dentro de un marco donde
los valores de justicia y solidaridad condicionan la obtención de beneficios
económicos y sociales. En general las empresas que funcionan bajo el esquema de
estos principios, tienen la oportunidad de desenvolverse en mejores condiciones
y son más eficientes y eficaces, constituyendo una fortaleza para la
administración cooperativa (Rivera et al., 2012, citados por Mirabal et al.,
2022).
Para Alfonso et al. (2008, citados por Rodríguez & Fernández, 2021):
Es el compromiso
obligatorio y consciente que tiene la cooperativa de contribuir con el
desarrollo y el mejoramiento de la calidad y nivel de vida de sus asociados,
empleados, sus familias, la comunidad y la sociedad, sobre la base de procesos
económicos eficientes y eficaces (p.124), que respalden el ejercicio de la
responsabilidad social, de ahí que se considere que el espíritu cooperativista
no se cierra al interior de la cooperativa sino que se refleja en sus acciones
orientadas a la sociedad.
El objetivo es lograr que la solidaridad y la
cooperación sean rasgos predominantes en las relaciones humanas y argumentan,
también, que la cooperativa debe contribuir a generar acciones basadas en
valores y principios en los que la solidaridad, el respeto y la ayuda mutua sean
centrales.
Arias
(2014) hace referencia a: "Una expresión significativa del vínculo cooperativa-comunidad,
que trasciende el aspecto material y alcanza una dimensión más subjetiva de
esta relación; la formación y el fortalecimiento de valores en la sociedad" (p. 30).
Condiciones fundamentales para que
las cooperativas puedan gestionarse socialmente
Deben existir tres condiciones
fundamentales para que las cooperativas puedan gestionarse socialmente de forma
satisfactoria; de no existir estas, el vínculo cooperativa-comunidad no se
lograría concretar:
·
Condición material: las cooperativas necesitan de un sustento económico y
financiero para garantizar su compromiso con la sociedad y la comunidad.
Deberán contar con recursos materiales a partir de la generación de utilidades
y otros como los aportados por el estado y otras organizaciones o instituciones,
(…) sin lugar a dudas, podrá resultar mucho más eficiente, si se tienen en
cuenta otros factores presentes también en la comunidad (…) (Piñeiro, 2013,
citado por Arias, 2014, pp. 31-32).
·
Condición educativa: consiste en la formación ética e ideológica de los
directivos, asociados, familiares y comunitarios, tributando a la consolidación
de valores solidarios, humanistas, así como a la preparación técnica y
profesional del recurso humano de la organización, lo que debe ser extensivo
hasta la comunidad toda, pues los participantes necesitan comprender el proceso
para poder implementarlo y perfeccionarlo (…) Se trata de preparar a las
personas para enfrentar el cooperativismo, antes de formar la cooperativa, no
después que se es parte de ella. Se considera que solo de esa manera surgirán,
de forma consciente en el ámbito cubano, este tipo de empresa auto-gestionada
(Arias, 2014, pp.31-32).
·
Condición legal: es necesario garantizar la obligatoriedad de la
responsabilidad social a través de su definición en los documentos rectores del
trabajo de las cooperativas, entiéndase Estatutos y Reglamentos Internos (…)
(Arias, 2014, p.32)
En el estudio realizado en la CCS Fernando Echenique
Urquiza y en la comunidad Los Indios, se tomó como referencia el principio de interés por la comunidad, teniendo en cuenta lo planteado por Torres y Villegas (2022), donde establecen que: "El principio
de interés por la comunidad es de vital importancia para la gestión integral
cooperativa pues se considera que no existe desarrollo cooperativo sin
desarrollo comunitario y viceversa" (p. 30).
El autodiagnóstico arrojó que el 40 % de los encuestados, poseen bajo conocimiento del
principio que es la principal brecha. Reconocen que se han realizado acciones
en favor del bienestar de los cooperativistas, familiares y comunitarios, pero
que estas pueden incrementarse con el impulso de todos los actores de la
comunidad.
Dimensión económica
Dentro de los principales problemas
presentados por la comunidad se encuentran: los viales en malas condiciones, la
inestabilidad en el abasto de agua potable, la situación de la vivienda debido
a que no se reparan las mismas ni se eliminan los pisos de tierras, el desabastecimiento
de los productos agropecuarios, entre
otros.
Se comprobó que
la CCS no muestra indicadores productivos
que le permitan obtener las ganancias suficientes como para hacer frente a las
necesidades que presenta la comunidad. Se destaca el cumplimiento de la producción
de leche y carne, no así de la producción de arroz, que se vio afectada por
falta del paquete tecnológico. También, es insuficiente la producción del
ganado menor y la venta de productos agropecuarios no satisface las necesidades
de los comunitarios. Al no contar con
las utilidades requeridas, no han podido incidir en los principales problemas
sociales de la vivienda o del abasto del agua potable ni culminar la reparación
del camino.
Dimensión sociocultural
Los factores que limitan la materialización del
vínculo CCS-comunidad ameritan especial
atención por parte de los actores comunitarios pues la participación de los
pobladores es un elemento indispensable para lograr toda transformación en las
comunidades. Si las personas no se concientizan de la necesidad de cambiar su
realidad y si no se sienten protagonistas de ese cambio, ningún proceso social
logrará un término satisfactorio.
Molina (2003, citado por
Núñez et al., 2021) refiere que la participación se expresa en las actividades
económicas de la empresa, sea como trabajador, consumidor o usuario; en los
beneficios obtenidos gracias al esfuerzo colectivo y en la solución de los
problemas de la comunidad y de su país. Por tanto, la participación en el escenario
de la gestión cooperativa supone una condición necesaria para la sostenibilidad
de la cooperativa.
En esencia, en la presente
dimensión, incidieron las siguientes
causas: insuficiente participación de los comunitarios y cooperativistas en la
solución de sus problemas, poca voluntad
de los actores comunitarios para revitalizar tradiciones culturales, carencia
de herramientas cognitivas en cuanto a las temáticas de equidad de género y deficiente
intencionalidad de las demás instituciones sociales de la zona para emprender
acciones de colaboración entre ambas.
Dimensión funcional
La CCS no cuenta con una
estructura con tales fines y por lo
complicado y amplio que suele ser el vínculo de la cooperativa con la comunidad,
bien amerita al menos una persona que se dedique a formalizarlo, estudiarlo,
indagar en todas las forma de su expresión y proyectarlo a corto, mediano y
largo plazo, para convertirlo en sostenible. En ese sentido tampoco existe un
plan o estrategia encaminada a da respuesta a las problemáticas de la comunidad.
Se identificó como limitante
del vínculo de la CCS con la comunidad, el
carácter espontáneo que no se evidencia, como tampoco su carácter
participativo y estratégico, al igual que es deficiente la gestión horizontal
en la solución de los problemas de la comunidad y son poco aprovechados los
espacios cooperativos y comunitarios en función de fortalecer dicho vínculo.
Dimensión jurídica
Si se pretende lograr la
materialización del vínculo CCS-comunidad es necesario contar con el dominio
legal de las normas que lo sustentan y que le confieren un carácter de
compromiso, por lo que no se puede dejar a la espontaneidad ni a la buena voluntad.
Los principales factores de
tipo legal que limitan la materialización del vínculo CCS-comunidad están relacionados con el desconocimiento de las
normas legales que regulan el vínculo, con
la no adaptación de las normativas a las condiciones reales de la CCS y su
entorno y con que lo legislado en cuanto al interés por la comunidad no es
trabajado con toda la intencionalidad requerida en las capacitaciones de los
cooperativistas.
Dimensión educativa
Se avanza en la capacitación
cooperativa, aunque en el vínculo CCS-comunidad se ha enfatizado poco, además
les ha faltado objetividad y carácter participativo, sobre todo con los niños y jóvenes.
En las entrevistas y las encuestas realizadas, tanto a cooperativistas como a comunitarios, se constató
que existen experiencias positivas de las
acciones desarrolladas por la cooperativa, entre las que se mencionaron:
·
Atención al consultorio del médico de la
familia; principalmente con reparaciones menores, pinturas, donaciones de
ventiladores y luminarias, entre otros;
·
donaciones a los pacientes con cáncer, incluidos
los niños, a los cuales se les han entregado productos agropecuarios, dentro de
ellos leche y carne;
·
al hogar materno de la cabecera le han
realizado donaciones de alimentos;
·
le entregan leche a la Casa de los abuelos, al
igual que la ayudan con otros productos agropecuarios;
·
existe una atención diferenciada con la escuela donde estudian los
pioneros de la comunidad, la cual se ha beneficiado con reparaciones menores, pintura, donaciones de
ventiladores, así como se estimulan y reconocen a sus trabajadores;
·
la CCS le construyó la campiña pioneril a la
escuela en áreas de la cooperativa;
·
al círculo infantil, donde cuidan a los niños
del barrio, se le han realizado varias donaciones de productos agropecuarios;
·
apoyaron con recursos dos colegios electorales
e igual atención le brindaron al proceso de discusión del Código de las familias;
·
le realizan ventas de productos agropecuarios
a los vecinos de la comunidad, aunque estas no satisfacen las demandas;
·
apoyan el traslado de enfermos con transporte,
al igual que los velorios, en los cuales, además, ponen a disposición de la
comunidad los taburetes de la cooperativa;
·
desarrollan capacitaciones sobre el cooperativismo, las
legislaciones jurídicas vigentes, la preservación del medio ambiente, la
equidad de género y las técnicas productivas;
·
gestionan recursos y dan mantenimiento a parte del vial de acceso a la
cooperativa;
·
contribuyeron con el financiamiento para la compra del uniforme de la Colmenita;
·
poseen experiencias positivas en la atención a personas con conducta
social inadecuada;
·
contratan el agua en pipas para los asociados, la familia y la comunidad,
en dependencia del combustible;
·
apoyan las actividades políticas, cultuales y recreativas de la
comunidad e invitan a sus actividades a algunos de sus miembros;
·
construyeron un ranchón en la cooperativa, donde se realizan las reuniones del Grupo de Trabajo Comunitario.
La CCS es una de las cooperativas
que ha dado muestra de cuánto puede hacerse en función de mejorar la calidad de
vida de los asociados, sus familiares y la comunidad, pero aún quedan reservas,
por lo que en la investigación se planificaron acciones en función de lograr la
productividad y la rentabilidad económicas que le permitan asumir su
responsabilidad social en todas sus dimensiones.
Para la propuesta de las acciones
se tuvieron en cuenta las asumidas
por Villegas et al. (2024) y se incorporaron, además, las siguientes:
1. Continuar incrementando el Fondo de
Desarrollo de la cooperativa, a partir de las utilidades después del impuesto.
2. Organizar el proceso de capacitación y
socialización de los principios para todos los miembros de la CCS, teniendo en
cuenta el nuevo Decreto- Ley 76 (2023); enfatizar en la preparación de los
nuevos miembros para que, desde un inicio, dominen el mismo.
3. Fortalecer los contratos con las empresas y demás entidades, exigiendo y
controlando su cumplimiento; aplicar los mecanismos vigentes para la solución
de problemas.
4.
Establecer convenios de colaboración intercooperativas.
La
valoración de la cooperativa en el principio de interés por la comunidad es de
3,5 puntos. Se incluyeron, además, las valoraciones de otros aspectos como:
·
Existencia, renovación y uso de reglamentos y estatutos: 4,0 puntos.
·
Uso del Plan
de desarrollo como herramienta de gestión: 2,0 puntos.
·
Uso del Plan
de reducción de desastre dentro del Plan de desarrollo: 0,0 puntos.
·
Uso del Plan
de reducción de brechas de género
dentro del Plan de desarrollo: 2,0 puntos.
·
Resultados de evaluaciones externas: 2,0 puntos.
El
principio del cooperativismo, relacionado con el interés por la comunidad ha recibido
una valoración superior en el 2023 con
respecto al 2022, pues se mejoró en la planificación de acciones hacia la
comunidad Los Indios, incluyendo su impacto en las instituciones, entre ellas
la escuela primaria y el consultorio.
La aplicación del plan
de acciones permitió la transformación de la situación de inicial y el avance
en la gestión social cooperativa, acerca del nivel de conocimiento e
implementación de los principios cooperativos, entre ellos el interés por la
comunidad, durante dos periodos diferentes, o sea, antes y después de aplicado
el plan de acciones. Como resultados del mismo se
lograron aspectos significativos, como
organizar el programa de capacitación y la capacitación sobre el Decreto-Ley 76 (2023) no
solo a los cooperativistas, sino además a los comunitarios invitados;
involucrar a los comunitarios en las actividades
productivas de la CCS y, de forma general, se lograron mejorar las condiciones
de vida de los asociados, familiares y comunitarios, así como transformar la
comunidad.
Conclusiones
1.
El autodiagnóstico
realizado acerca del nivel de conocimiento de los principios cooperativos y de su
implementación, así como el análisis de
la gestión social, originaron una reflexión colectiva acerca de las causas que generaban
las brechas para materializar el vínculo de la cooperativa
con la comunidad y la adopción de un conjunto de acciones
encaminadas a perfeccionar la gestión social de la CCS.
2.
En la medida en que la
cooperativa dota de conocimiento sobre los principios cooperativos a todos los
actores comunitarios, logra involucrarlos conscientemente en función de mejorar
paulatinamente los problemas económicos, sociales y socioculturales de los
asociados, sus familiares y la comunidad, y en sentido general, trabaja en pos
de transformar la comunidad.
3.
La aplicación del plan de acciones permitió
que en la evaluación realizada en 2023, se apreciaran
discretos avances en todos los aspectos de la gestión social, independientemente
que persisten aspectos que se pueden mejorar.
4.
El caso de la CCS Fernando Echenique Urquiza es un buen
ejemplo de cooperativismo, que se debe convertir en un referente para el resto
de las cooperativas del territorio.
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