La aplicación de las
Tecnologías de la Información y la Comunicación en la Educación Superior
(Revisión)
The Application of Information and Communication Technologies in Higher
Education (Review)
Cila Leticia Fonseca Mesa. Licenciada
en Informática. Máster en Maquinaria Agrícola. Profesor Asistente. Universidad
de Granma. Bayamo. Granma. Cuba. fonsecamesa@udg.co.cu
Recibido: 07-10-2023/Aceptado: 26-12-2023
Resumen
En el escenario de la Educación Superior se ha explorado la
importancia de desarrollar la competencia digital en la docencia. Esta muestra
su influencia significativa en torno al propósito de efectuar un proceso con
calidad, ofreciendo nuevas oportunidades y mejorando la calidad del
aprendizaje; de ahí la importancia de que en las universidades se fomente la
alfabetización digital atendiendo a las características de la sociedad actual.
En el presente artículo se reflexiona acerca de la aplicación de las Tecnologías
de la Información y la Comunicación en la Educación Superior. Para ello se
utilizaron métodos teóricos: histórico-lógico, análisis –síntesis,
inducción-deducción, así como del nivel empírico, el análisis documental que
permitió una revisión del tema a nivel nacional e internacional. Se pude
afirmar que para realizar un uso adecuado de las tecnologías en el ámbito
universitario son determinantes elementos como: los conocimientos y habilidades
de los profesores para usar
eficientemente estas tecnologías, las condiciones institucionales en cuanto a
la infraestructura tecnológica suficiente y de calidad, así como la disposición
de los estudiantes en su manejo.
Palabras clave: Tecnologías de la Información y
la Comunicación; Educación Superior;
calidad del aprendizaje; sociedad de la información.
Abstract
In the Higher Education scenario, the importance of developing digital
competence in teaching has been explored. This shows its significant influence
on the purpose of carrying out a quality process, offering new opportunities
and improving the quality of learning; hence the importance of promoting
digital literacy in universities, taking into account the characteristics of
today's society. This article reflects on the application of Information and Communication
Technologies in Higher Education. Theoretical methods were used:
historical-logical, analysis-synthesis, induction-deduction, as well as the
empirical level, the documentary analysis that allowed a review of the subject
at national and international level. It can be affirmed that in order to make
an adequate use of technologies in the university environment, elements such
as: the knowledge and skills of the professors to efficiently use these
technologies, the institutional conditions in terms of sufficient and quality
technological infrastructure, as well as the disposition of the students in
their management, are determining factors.
Keywords: Information and Communication Technologies; Higher Education; quality of
learning; information society.
Introducción
En la sociedad actual, las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TIC) abarcan todas las etapas de la Educación Superior,
incrementando las alternativas para mejorar el proceso educativo (Fernández et
al., 2020). Asimismo, el uso de estas herramientas destaca por su versatilidad,
potencia e impacto; las TIC facilitan el aprendizaje centrado en el estudiante,
la colaboración y la retroalimentación incrementando el acceso a la educación
(Prifti, 2022). Estos recursos ya no pueden ser ignorados debido a su papel
crucial en el desarrollo formativo de los estudiantes, incrementando su
necesidad e importancia con el tiempo (citados por Bernales, 2023, p. 1565).
"En
el escenario de la Educación Superior, varias investigaciones han resaltado la
importancia de sumar estas competencias digitales (CD) a la docencia"
(George & Avello, 2021, p.3), para lo cual las TIC se convierten en una
oportunidad para que docentes y estudiantes participen de nuevos contenidos en
torno a estas tecnologías.
La apropiación social
del conocimiento requiere la
estructuración de un proceso flexible, reflexivo, participativo, interactivo e
incluso sistémico, capaz de generar aprendizajes constructivos en los
estudiantes y, con ello, un proceso de enseñanza significativo en los docentes.
El espacio educativo se comporta hoy día como un entorno en el cual la
simbiosis entre TIC y procesos de aprendizaje de los estudiantes lleva al desarrollo de modelos educativos
modernos e innovadores (Fuchs, 2010; Chasi, 2020, citados por Cañarte,
2021, p. 17).
Aspectos
como el acceso a la información del estudiante de forma virtual, interacción
educativa a través de foros, chat o cualquier otra herramienta virtual,
análisis del rendimiento académico, difusión de información, evaluación de los
estudiantes, e incluso los trabajadores de la institución, son elementos que
pueden ser fortalecidos con la puesta en práctica de las TIC dentro de los
espacios de aprendizaje (Oboegbulem & Ugwu, 2013; Chasi, 2020, citados
por Cañarte,
2021, pp. 36-37).
Existen algunas tendencias
innovadoras en materia tecnológica que mejoran la percepción de utilidad de las
TIC. Aspectos como el logro de una educación a distancia, teleconferencias,
herramientas multimedia, entre otros aspectos de educación cibernética pueden
ser desarrollados eficientemente con apoyo de las TIC.
Las TIC permiten a los estudiantes participar en línea en
proyectos de investigación, concursos y otros tipos de actividades de
aprendizaje que antes no eran posibles (Hernández et al., 2022). Es necesario
enfatizar que el cambio en los roles de docentes y estudiantes no significa que
los docentes pierdan su importancia y liderazgo en el proceso de enseñanza
(Ponce et al., 2022). Los docentes tienen un rol determinante en la Educación
Superior, ya que son los que diseñan y planifican los contenidos, establecen
objetivos de aprendizaje y evalúan el desempeño de los estudiantes (Águila et
al., 2022) (citados por Bernales, 2023, p. 1572).
Pero para desarrollar un
proceso exitoso, se impone enfatizar en los necesarios cambios en el rol que
desempeña el docente, ya no como centro o dador de conocimientos, sino como
facilitador, desde una posición reflexiva, de intercambio, retroalimentación.
Coincidiendo con Mendoza y Bullón (2022), los profesores pueden ser
facilitadores de aprendizaje y los estudiantes pueden
desempeñar un papel más determinante en su propio
proceso de aprendizaje. De esta forma, se plantea como objetivo del artículo reflexionar
acerca de la aplicación de las Tecnologías de la
Información y la Comunicación en la Educación Superior.
Generalidades
sobre las Tecnologías de Información y Comunicación en la Educación Superior
Las TIC, desde sus inicios dentro del
contexto educativo, han resultado un proceso de innovación didáctica dentro del
paradigma docente propiciando espacios de enseñanza dinámicos (Díaz et al.,
2020). En las instituciones de Educación Superior, el empleo de las TIC permite
manejar información actualizada de los procesos de aprendizaje, fortaleciendo
con ello los espacios de enseñanza desarrollados por los docentes.
Definitivamente,
la tecnología aumenta la motivación y el entusiasmo del alumnado. Nos ayuda a
poner en marcha metodologías activas en el aula. Sirve de asistencia a los
alumnos que parten con desventajas, hace posible que el docente elabore
materiales didácticos innovadores que trasciendan los contenidos que plantean
los libros de texto (Granados et al., 2020, p.346).
Se conoce como Tecnologías de la Información y
Comunicación a las diferentes herramientas tecnológicas que permiten producir,
compartir, almacenar y procesar información en forma de imágenes, textos,
audios, entre otros. En tiempos recientes y con los avances tecnológicos de la
época, las TIC han seguido evolucionando (Camacho et al., 2018). A partir de
esto ha aparecido una gran variedad de tecnologías que van desde servicios en
internet, como motores de búsqueda o bases de datos, hasta dispositivos
móviles, como los teléfonos celulares o las computadoras portátiles. En ese
sentido, su creciente masificación ha sido responsable de crear un nuevo
contexto tecnológico y social, siendo los protagonistas de cambios importantes
en diversos ámbitos de la sociedad, en especial en el ámbito educativo (Karam
et al., 2019).
Para
caracterizar las TIC es preciso partir de la relación existente entre la
informática, las telecomunicaciones y las redes que les permiten conformarse
como una herramienta poderosa en la sociedad actual. Las TIC han revolucionado
las formas de interacción social con su característica virtual, facilitando la
comunicación, acortando distancias, permitiendo la difusión del conocimiento y
simplificando el proceso educativo. Ejercen
una gran influencia en las instituciones educativas para superar las
barreras espacio-temporales que forman parte del proceso enseñanza-aprendizaje,
bien sea presencial o a distancia (Quintero, 2020).
Las
TIC representan un mecanismo que ayuda al docente a procesar, almacenar,
organizar, distribuir y proyectar contenidos de diversos orígenes, que le
ayudan a innovar en su práctica profesional hacia el éxito deseado en los
espacios universitarios de una sociedad moderna que cada día así lo requiere
(De la Hoz et al., 2019, citados por Cañarte, 2021, p. 42).
Actualmente, la incorporación de las TIC
al proceso docente educativo constituye una necesidad; de ahí la importancia de que el capital
humano en el área de la docencia
incorpore su empleo; en este sentido, las
estrategias manejadas favorecen el aprendizaje de múltiples competencias. El
empleo de las TIC ha permitido generar en los docentes una nueva forma de
enseñar a través de herramientas didácticas
más novedosas y actualizadas.
Existen algunos elementos mencionados
por Ratheeswari (2018, citado por Cañarte, 2021, pp.40-41), capaces de
minimizar la percepción de riesgo de los docentes y aprovechar de manera
efectiva las TIC dentro de los espacios universitarios. Entre ellos destacan:
·
los
estudiantes y profesores deben tener acceso suficiente a tecnologías digitales
e Internet en sus aulas, escuelas e instituciones de formación docente;
·
el
contenido digital de alta calidad, significativo y culturalmente sensible debe
estar disponible para profesores y alumnos;
·
los
maestros deben tener el conocimiento y las habilidades para usar eficientemente
nuevas herramientas y recursos digitales para ayudar a todos los estudiantes a
alcanzar altos estándares académicos;
·
es
precisa la generación de profesores capaces de utilizar con eficacia el nuevo
aprendizaje de herramientas online en sus prácticas docentes. Al abordar esta
tarea, es útil comprender: el impacto de la tecnología en la sociedad global y
las implicaciones para la educación;
·
utilizar
el amplio conocimiento que se ha generado sobre cómo las personas aprenden y
qué significa esto para crear entornos de aprendizaje más efectivos y
atractivos centrados en el estudiante;
·
las
etapas del desarrollo docente y los niveles de adopción de las TIC deben ser
tomadas en cuenta por parte de los docentes;
·
valorar
la importancia crítica del contexto, la cultura, el liderazgo y la visión, el
aprendizaje permanente y el proceso de cambio en la planificación para la
integración de la tecnología en la formación docente;
·
tomar
en cuenta las competencias de TIC requeridas de los docentes, relacionadas con
el contenido, la pedagogía, las cuestiones técnicas, las cuestiones sociales,
la colaboración y la creación de redes;
·
apreciar
la importancia de desarrollar estándares para guiar la implementación de las
TIC en la formación docente;
·
estimar
las condiciones esenciales para la integración exitosa de las TIC en la
formación docente;
·
contar
con estrategias importantes a considerar en la planificación de la infusión de
las TIC en la formación docente y la gestión del proceso de cambio.
Entre los aspectos que destaca la
utilidad de las TIC se encuentran las ventajas que ofrecen al sistema educativo
universitario. Hadiya y Baba (2017, citado por Cañarte,
2021, pp. 37-38) mencionan las más representativas.
·
Factor
motivador: hoy día, los jóvenes están muy cautivados por la tecnología. El
internet puede llegar a ser una herramienta muy llamativa en el contexto
educativo. Muchos docentes han tomado la decisión de capitalizar esta emoción y
entusiasmo por las TIC con el propósito de mejorar el aprendizaje. Para los
estudiantes ya entusiastas, las TIC les proporcionan actividades de aprendizaje
adicionales que no están disponibles en el aula.
·
Comunicación
rápida: la llegada de las TIC ha permitido la promoción de una comunicación sin
barreras y cada vez más rápida, en la cual son inexistentes las barreras
geográficas. Los estudiantes pueden unirse a proyectos de colaboración que
involucran a estudiantes de diferentes estados, países o continentes.
·
Localización
de materiales de investigación: es uno de los aspectos interesantes de las TIC,
que permite buenas oportunidades para profundizar en temáticas particulares,
comunicar información y encontrar recursos en internet que difícilmente una
biblioteca de la escuela puede proporcionar.
·
Aprendizaje
cooperativo: con las TIC es posible desarrollar un aprendizaje cooperativo,
fomentando el diálogo y creando aulas atractivas. Por ejemplo, el desarrollo de
aulas virtuales refiere buenas oportunidades para que los estudiantes
participen en las discusiones de la clase a través de correos electrónicos,
foros y chats, de una manera que no es posible dentro de las cuatro paredes del
aula.
·
Adquirir
habilidades de escritura variadas: es una de las ventajas que ayuda a
evidenciar la utilidad de las TIC, pues si se requiere que los docentes
promuevan conocimientos a espacios internacionales, o los estudiantes publiquen
sus trabajos en internet, tienen que desarrollar habilidades de hipertexto.
Estas habilidades ayudan a docentes y estudiantes a adquirir experiencia en
escritos no secuenciales.
Algunos de los beneficios en el uso de las TIC, en
el proceso de enseñanza-aprendizaje, según Díez (2012, citado por Alcívar et
al., 2019, p.4) se abordan a continuación:
·
El
material de estudio expuesto de forma multimedia es más atractivo para el
alumno, puesto que incluye diferentes medios, tales como: animaciones, vídeos,
texto, imágenes y audio para presentar la información.
·
Los
alumnos pueden enriquecer sus trabajos, complementándolos con fotos y vídeos
descargados. No obstante, deben organizar la información y seleccionarla
adecuadamente.
·
Fomenta
el trabajo colaborativo mediante herramientas síncronas, lo cual permite
comunicarse y trabajar en tiempo real con alumnos de otros centros educativos,
desarrollando así la interculturalidad.
·
Por
medio del uso de las TICS se puede crear una gran cantidad de materiales
didácticos, con la finalidad de ampliar y actualizar en las nuevas tecnologías
y, a la vez, interactuar en diferentes plataformas de aprendizajes.
Las
universidades cubanas y las TIC
La Educación Superior en 1959, al
triunfo de la Revolución, solo comprendía tres universidades públicas: la de La
Habana, una de las más antiguas de América, fundada en 1728; la Central de las
Villas y la de Oriente, ambas fundadas en la primera mitad del siglo pasado. En
la actualidad, cuenta con cincuenta centros de Educación Superior y 126 centros universitarios
municipales—articulados a las universidades mayores. Este nivel
educativo-totalmente gratuito en nuestro país-ha graduado desde 1959 casi un millón
y medio de profesionales. En Cuba, el 12 por ciento de la población y el 22 por
ciento de los trabajadores tienen nivel universitario (Saborido, 2018). La
matrícula de la Educación Superior cubana fue, en 2016, de 218,643 estudiantes
en carreras de grado y 526,445 estudiantes de postgrado (Oficina Nacional de
Estadísticas e Información (ONEI), 2017a) (citados por Ruíz y Vidal, 2019,
p.671).
Para
Figueredo (2023), fomentar el uso de las TIC constituye un reto para la
Educación Superior, pues en el desarrollo de sus procesos coexisten documentos
tradicionales con los documentos creados a partir del desarrollo tecnológico.
Cada uno de ellos ofrece oportunidades para la gestión del conocimiento, si se
tienen en cuenta sus características, particularidades, ventajas, desventajas y
funciones.
La introducción de la computación en las
universidades cubanas comenzó en una fecha relativamente temprana. La
Universidad de La Habana, en particular, jugó un importante papel en la
creación de la primera computadora cubana en 1970 (Blanco, 2015). El acceso a
Internet de las universidades cubanas comenzó con la conexión de la Universidad
de La Habana en 1996, el mismo año en que Cuba logró su conexión como país
(Recio, 2013) (citados por Ruíz y Vidal, 2019, p.672).
Refieren
Ruíz y Vidal (2019) que uno de los temas en lo que más se ha trabajado en las
instituciones cubanas de Educación Superior es en el uso de las
TIC como herramientas de apoyo al proceso de enseñanza-aprendizaje, con un
papel esencial las plataformas educativas.
Dentro
de la Educación Superior, el proceso de cambio propiciado por el desarrollo de
la sociedad de la información y el conocimiento, incidió en el trabajo
bibliotecario con una connotación muy especial para las universidades. Éstas
son gestoras de conocimiento por excelencia y en ello, la actividad de
información con el uso adecuado de las TIC resultan de un valor incalculable.
No existe buena gestión académica-investigativa, sin una excelente gestión de
información (Sánchez, 2000).
Barreras
para el uso de las TIC en las universidades cubanas
Recuerde que, producto del bloqueo
impuesto a Cuba por los EE. UU desde 1961, Cuba no tiene acceso a fuentes de
financiamiento como el FMI y el Banco Mundial, ni puede importar equipamiento
de los EE. UU, o que sean producidos por firmas norteamericanas, aún desde
terceros países. Producto de esta misma situación, los créditos comerciales a
los que se accede son extraordinariamente desfavorables (Ministerio de
Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX), 2017). En el informe anual de la Unión
Internacional de Telecomunicaciones (UIT) «Medición de la Sociedad de la
Información» de 2017, Cuba aparece en el penúltimo lugar de América Latina en
cuanto a conectividad, con solo un 39 por ciento de la población con acceso a
Internet y un 7.5 por ciento de hogares con conexión a esta red (Unión
Internacional de Telecomunicaciones, 2016). La densidad telefónica del país en
2016 alcanzaba solo el 47.4 de líneas por cada cien habitantes (incluyendo la
telefonía celular) (ONEI, 2017b) (citados por Ruíz y Vidal, 2019, p.674).
Según Ruíz y Vidal (2019), entre las más
importantes barreras que dificultan la solución a los problemas antes
mencionados, tomando en consideración la comunicación personal, se encuentran:
·
las
relacionadas con el entorno social;
·
económico-financieras;
·
tecnológicas;
·
relacionadas
con los directivos;
·
relacionadas
con el personal técnico.
Hasta
el año 2019, en estrecha relación con las barreras antes mencionadas, como
principales problemas que obstaculizaban la informatización de las
universidades cubanas se encontraban (Ruíz y Vidal, 2019, p.675):
Infraestructura:
1.
insuficiente equipamiento o significativo nivel de obsolescencia de este;
2.
insuficiente velocidad de las redes alámbricas que conectan a los equipos;
3.
insuficiente velocidad de las redes WiFi;
4.
insuficiente ancho de banda de conexión nacional e internacional.
Sistemas informáticos:
5.
pocos sistemas informáticos que automaticen la gestión universitaria;
6. a nivel del sistema universitario,
solo hay dos aplicaciones que usan todas las universidades: el ERP ASSETS para
la gestión contable y de recursos humanos, y el SIGENU para la gestión de
matrícula;
7. no se ha aprobado por la dirección
del país la existencia de pequeñas o medianas empresas privadas en este campo
Seguridad informática:
8.
no existe PKI (Infraestructura de Llave Pública) en el país.
Las TIC como soporte del proceso
educativo:
9. no hay una producción sistemática y
generalizada de productos educativos sobre soporte TIC;
10. no está suficientemente extendido el
uso de plataformas de aprendizaje online, ni existen repositorios
suficientemente accesibles y actualizados
Recursos humanos:
11. el personal directamente vinculado
al desarrollo y uso de las TIC en las universidades es insuficiente e
inestable;
12. gran parte del claustro
universitario no es nativo digital;
13. no existe en todas las universidades
una estructura administrativa que coordine e impulse el uso y desarrollo de las
TIC.
Como resultado de los
extraordinarios esfuerzos realizados por el país, muchos de estos problemas son
hoy parte del pasado. La máxima dirección asume como una prioridad la
informatización de la sociedad, por lo que constantemente se promueve el
desarrollo de las TIC, y las universidades constituyen instituciones de
vanguardia en este sentido.
La informatización es, sin lugar
a dudas, una condición imprescindible para lograr una universidad a la altura
de los tiempos y las demandas de la sociedad, por lo que el uso de las TIC es
necesario para las diferentes actividades dentro y fuera de las aulas; estas
puedan ser aprovechadas en la
adquisición de nuevas estrategias de aprendizaje, para su aplicación continua
en las actividades universitarias, y en el proceso formativo de forma general.
Por todo lo antes expuesto,
resulta necesario e impostergable promover en los estudiantes y docentes el uso
adecuado de las TIC. Para los docentes se debe fomentar la actualización
constante de los conocimientos por medio de capacitaciones, cursos, seminarios
o talleres, eventos, que contribuyan a su superación profesional, y al mismo
tiempo motiven a los estudiantes a desarrollar un aprendizaje significativo
durante su vida universitaria y posterior a ella.
Conclusiones
1. Se convierte en una necesidad
para la Educación Superior desarrollar en los estudiantes, las habilidades y
competencias relacionadas con el uso continuo de las TIC para lograr
aprendizajes significativos dentro de las aulas con aplicación durante toda su
vida, y capacitar a los docentes de manera adecuada en su uso.
2. Las TIC revisten una gran
importancia pues constituyen el soporte de gran parte de la información y el
conocimiento que se genera en la actualidad; se constituyen en una herramienta
que incide en todos los ámbitos educativos, particularmente en el contexto
universitario, puesto que su implementación ofrece numerosas ventajas para
facilitar no solo el proceso de enseñanza-aprendizaje, sino la formación
integral del estudiante.
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