Revisión
Recibido: 25/08/2025 │ Aceptado: 24/11/2025
La actividad física en el tratamiento de la
obesidad infantil. una revisión sistemática
Physical activity
in the treatment of childhood obesity. a systematic review
Isleidy Alvarez Hernández. Licenciada en Cultura Física. Master en Actividad Física en la
Comunidad. YOL Editorial. Quito, Ecuador.
[isleidyalvarez83@gmail.com]
Enrique
Rafael Farfan Heredia.
Licenciado en Educación Física. Doctor en Motricidad y educación para la salud.
Universidad Autónoma del Carmen (UNACAR). Campeche. México. [efarfan@pampano.unacar.mx]
José Jesús Matos Ceballos. Licenciado en Educación Física.
Doctor en Ciencias Pedagógicas. Universidad Autónoma del
Carmen (UNACAR). Campeche. México. [jmatos@pampano.unacar.mx]
Julio César Ambris Sandoval. Licenciado en Educación Física. Doctor
en Motricidad y educación para la salud. Universidad
Autónoma del Carmen (UNACAR). Campeche. México. [jambris@pampano.unacar.mx]
Resumen
La
obesidad infantil se ha convertido en uno de los principales desafíos de salud
pública a nivel mundial. Numerosos organismos internacionales, como la
Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la
Salud (OPS) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL),
han abordado esta problemática a través de informes y planes de acción.
Diferentes informes proporcionan recomendaciones normativas a los gobiernos
para prevenir y tratar la obesidad en niños y adolescentes. Además, establece
como objetivos reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles, atenuar los
efectos psicosociales negativos y limitar el riesgo de obesidad en la siguiente
generación. El objetivo que persigue el artículo es realizar una revisión bibliográfica
de diferentes investigaciones que han abordado la obesidad infantil desde una
perspectiva integral, involucrando a diferentes sectores y promoviendo
políticas públicas enfocadas en la prevención, la educación nutricional y la
promoción de estilos de vida saludables. Para esta investigación se han
utilizado los métodos del nivel teórico y empírico del conocimiento, entre los
que se destacan el analítico-sintético, el estudio documental, la revisión
bibliográfica y la recopilación de datos estadísticos, los cuales permitieron
concebir un enfoque integral y multidisciplinario para abordar la obesidad
infantil. Este enfoque facilita la comprensión de los factores sociales,
económicos, culturales y ambientales que influyen en el desarrollo de esta condición,
así como la identificación de estrategias efectivas para su prevención y
tratamiento desde diferentes ámbitos, como la educación, la salud pública, la
industria alimentaria y las políticas gubernamentales.
Palabras
clave: obesidad infantil, actividad física, condición física saludable
Abstract
Childhood obesity has become one of the major
public health challenges worldwide. Numerous international organizations, such
as the World Health Organization (WHO), the Pan American Health Organization
(PAHO), and the Economic Commission for Latin America and the Caribbean
(ECLAC), have addressed this issue through reports and action plans. Various
reports provide policy recommendations to governments for preventing and
treating obesity in children and adolescents. They also establish objectives
such as reducing the risk of non-communicable diseases, mitigating negative
psychosocial effects, and limiting the risk of obesity in the next generation.
The aim of this article is to conduct a literature review of different studies
that have addressed childhood obesity from a comprehensive perspective,
involving various sectors and promoting public policies focused on prevention,
nutrition education, and the promotion of healthy lifestyles. This research
employed methods from both the theoretical and empirical levels of knowledge,
including analytical-synthetic methods, documentary research, literature
review, and the collection of statistical data. These methods enabled the
development of a comprehensive and multidisciplinary approach to childhood
obesity. This approach facilitates the understanding of the social, economic,
cultural, and environmental factors that influence the development of this
condition, as well as the identification of effective prevention and treatment
strategies from various sectors, such as education, public health, the food
industry, and government policies.
Keywords: childhood obesity, physical activity, healthy
physical condition
Introducción
La obesidad es una enfermedad que se caracteriza por tener demasiada grasa corporal. La
cual constituye un factor de riesgo asociado con frecuencia a
trastornos crónicos como hipertensión, diabetes, hiperlipidemia y enfermedades
cardiovasculares que afecta no sólo la salud sino también la imagen corporal y
por ende la calidad de vida de las personas que la padecen, sin embargo, puede
mantenerse controlada por algunos cambios en los estilos de vida como son la
dieta y el ejercicio físico (Mogrovejo y Bermúdez, 2022).
La obesidad infantil se ha convertido en un
desafío de salud pública de proporciones alarmantes en todo el mundo. Con el
aumento constante de la prevalencia de esta condición, es imperativo que se
investiguen y desarrollen estrategias efectivas para abordarla. En este
contexto, la actividad física emerge como un componente fundamental en el
tratamiento integral de la obesidad en niños.
La actividad física desempeña un papel crucial en
el manejo de la obesidad infantil, y se reconoce cada vez más que su impacto va
más allá del simple gasto energético durante el ejercicio. A medida que
avanzamos en la comprensión de los mecanismos fisiológicos y psicológicos
involucrados en la regulación del peso corporal, se hace evidente que la
actividad física regular no solo contribuye a la pérdida de peso, sino que
también posee una serie de efectos benéficos adicionales en la gestión de la
obesidad en niños (Vinueza et al., 2022).
Para abordar la obesidad infantil de manera
integral, comprendiendo sus múltiples implicaciones fisiopatológicas y buscando
estrategias efectivas para su prevención y tratamiento, la investigación
centrada en la actividad física juega un papel fundamental. Se ha demostrado
que el ejercicio regular no solo contribuye al gasto energético y la pérdida de
peso, sino que también tiene efectos beneficiosos adicionales en la gestión de
la obesidad en niños, incluida la mejora de la función respiratoria y la
reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares (Audor
et al., 2022 y Boza, 2022).
Por lo tanto, es imperativo profundizar en la
comprensión de la relación entre la actividad física y la obesidad infantil,
con el fin de desarrollar intervenciones efectivas que promuevan un estilo de
vida activo y saludable desde la infancia (Almonacid y
González, 2022). Este enfoque interdisciplinario permitirá
abordar los complejos mecanismos subyacentes a la obesidad infantil y diseñar
estrategias personalizadas que contribuyan a mitigar este importante problema
de salud pública.
El Informe de la Organización Mundial de la Salud
(OMS) del año 2023 proporciona datos alarmantes sobre la prevalencia del
sobrepeso y la obesidad a nivel global. En cuanto a la población infantil, los datos
son preocupantes. En 2022, se registraron 37 millones de niños menores de 5
años con sobrepeso, lo que indica una tendencia preocupante de inicio temprano
de esta condición. Además, más de 390 millones de niños y adolescentes de 5 a
19 años tenían sobrepeso, con 160 millones de ellos clasificados como obesos.
Estas cifras son especialmente preocupantes debido a las implicaciones a largo
plazo para la salud de estos jóvenes, quienes enfrentan un mayor riesgo de
desarrollar complicaciones de salud a medida que crecen (OMS 2023).
La OMS ha
tomado un papel de liderazgo en la lucha contra la obesidad infantil, ya que
reconoce sus graves implicaciones para la salud física y mental de los niños y
niñas. El informe de la Comisión para Acabar con la Obesidad Infantil,
presentado en la 69ª Asamblea Mundial de la Salud, representa un esfuerzo
integral para abordar esta problemática a nivel global. Este informe es valioso
porque proporciona recomendaciones basadas en evidencia científica para que los
gobiernos puedan implementar estrategias efectivas de prevención y tratamiento
de la obesidad en la población infantil y adolescente (de la Salud, 2019).
Además, reconoce la importancia de abordar los factores ambientales y sociales
que contribuyen a la obesidad, así como la necesidad de involucrar a diferentes
sectores de la sociedad en la solución.
Por otro
lado, las Normas de Crecimiento Infantil de la OMS constituyen una herramienta
fundamental para monitorear el estado nutricional de los niños y detectar casos
de sobrepeso y obesidad de manera temprana. Estas normas internacionales
facilitan la comparación y el seguimiento de los progresos a nivel nacional e
internacional.
La
inclusión de la prevención y el control de enfermedades no transmisibles, como
la obesidad infantil, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones
Unidas, resalta la importancia que tiene este tema para el desarrollo
sostenible y el bienestar de las poblaciones a largo plazo. Esta priorización
refleja el reconocimiento de que la obesidad infantil no solo es un problema de
salud, sino también un desafío económico y social que debe abordarse de manera
integral (Murga, 2018).
Si bien la
UNESCO no es la entidad principal en este tema, su mandato de promover la
educación y la cultura la convierte en un actor clave para abordar los factores
sociales y culturales que contribuyen a la obesidad infantil. La UNESCO puede
desempeñar un papel importante en la sensibilización, la promoción de hábitos
saludables y la formación de docentes y familias en temas relacionados con la
nutrición y la actividad física (Nieves et al., 2020).
En
resumen, la lucha contra la obesidad infantil requiere un enfoque
multidisciplinario y coordinado entre diferentes organizaciones
internacionales, gobiernos, comunidades y sectores de la sociedad. Los
esfuerzos de la OMS, las Naciones Unidas y la UNESCO son complementarios y
esenciales para abordar esta problemática desde diferentes ángulos y lograr un
impacto duradero en la salud y el bienestar de los niños y niñas en todo el
mundo.
Asi mismo,
la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha sido una de las principales
organizaciones en abordar la obesidad infantil en Latinoamérica. En su informe
"Plan de acción para la prevención de la obesidad en la niñez y la
adolescencia 2014-2019 (OPS, 2014), propone estrategias y líneas de acción para
combatir este problema en la región. Además, la OPS realiza informes periódicos
sobre las tasas de obesidad infantil en los países latinoamericanos, lo que
permite monitorear la situación y los progresos.
Por otro
lado, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha
analizado el impacto de la obesidad infantil en el desarrollo económico y
social de la región. En su informe "Obesidad en niños y adolescentes:
Nueva área de prevención y políticas públicas" (CEPAL, 2020), examina
"la relación entre la obesidad infantil y factores como la pobreza, la
desigualdad y la inseguridad alimentaria".
Varios
países latinoamericanos también han desarrollado informes y planes de acción
nacionales para abordar la obesidad infantil. Por ejemplo, México cuenta con la
"Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la
Obesidad y la Diabetes" (SSY, 2013), que incluye acciones específicas para
la población infantil. En Chile, se ha implementado el "Plan de Acción
para la Prevención de la Obesidad Infantil 2018-2025 (Rocha, 2018), que aborda
factores como la alimentación saludable, la actividad física y la educación
nutricional.
Organismos
internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia (UNICEF) también han publicado informes y estudios sobre la obesidad
infantil en América Latina y el Caribe. Estos documentos analizan la situación
regional, identifican factores de riesgo y proponen recomendaciones para
abordar esta problemática desde un enfoque multisectorial.
Estos
informes y estudios han sido fundamentales para comprender la magnitud del
problema de la obesidad infantil en Latinoamérica, analizar sus causas y
consecuencias, y proponer estrategias y políticas públicas efectivas para su
prevención y control. Además, han contribuido a sensibilizar a los gobiernos y
a la sociedad sobre la importancia de abordar este desafío de salud pública de
manera integral y coordinada en la región.
En Cuba,
el tema de la obesidad infantil también ha sido objeto de estudio e informes
por parte de instituciones y organizaciones nacionales. Aunque la información
disponible es más limitada en comparación con otros países de la región,
existen algunos informes relevantes:
El
Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos (INHA) de Cuba ha realizado
investigaciones sobre la prevalencia de la obesidad infantil en el país. En un informe
de 2011, el INHA señaló que alrededor del 14% de los niños cubanos entre 6 y 11
años presentaban sobrepeso u obesidad (Rivas y de la Noval, 2021).
Además, para
los autores anteriores, el Ministerio de Salud Pública de Cuba ha reconocido la
obesidad infantil como un problema de salud pública y han valorado el "Programa
Nacional de Prevención y Control de la Obesidad" para abordar esta
cuestión. Como parte de este programa, se han realizado estudios y evaluaciones
periódicas sobre el estado nutricional de la población infantil cubana. Así
mismo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) publicaron un informe conjunto sobre
la situación de la obesidad infantil en Cuba. El informe destacó que, si bien
las tasas de desnutrición infantil habían disminuido significativamente en el
país, el sobrepeso y la obesidad infantil se habían convertido en un desafío
emergente (Torres y Herrera, 2021).
Otro
informe importante es el "Estudio de la situación de la nutrición en
Cuba" publicado por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información
(ONEI) en 2018. Este informe incluyó datos y análisis sobre la prevalencia del
sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes cubanos, así como sus factores asociados
(Fernández et al., 2020)
Aunque la
información disponible puede ser más limitada en comparación con otros países
de la región, estos informes han contribuido a reconocer y abordar el problema
de la obesidad infantil en Cuba. Sin embargo, sigue siendo un desafío que
requiere esfuerzos continuos por parte de las autoridades sanitarias y
educativas para promover hábitos alimentarios saludables y estilos de vida
activos desde la infancia.
Material y métodos
Para la
realización del artículo se utilizó la siguiente metodología:
·
Métodos de nivel teórico: Esta distinción sugiere
que la investigación se basa tanto en la teoría existente como en la evidencia
empírica recopilada. Esto es crucial para garantizar una comprensión integral
del fenómeno de la obesidad infantil, ya que combina la información teórica con
la observación práctica.
·
Método analítico-sintético: Este enfoque implica
descomponer el problema en sus componentes para comprenderlo mejor (análisis) y
luego sintetizar esta comprensión en una visión más completa del fenómeno
(síntesis). Es particularmente útil para comprender las causas, consecuencias y
posibles soluciones para la obesidad infantil.
Métodos de
nivel empírico:
·
Estudio documental y revisión bibliográfica: Estos
métodos implican la búsqueda y revisión exhaustiva de la literatura existente
sobre obesidad infantil. Esto es fundamental para contextualizar el problema
dentro del conocimiento previo y para identificar lagunas en la investigación
existente.
·
Recopilación de datos estadísticos: La inclusión de
datos estadísticos proporciona una base cuantitativa sólida para la
investigación. Esto no solo ayuda a comprender la prevalencia y las tendencias
de la obesidad infantil, sino que también puede respaldar el análisis de
correlaciones y tendencias a lo largo del tiempo.
·
Enfoque integral y multidisciplinario: La
combinación de diferentes métodos y enfoques disciplinarios es esencial para
abordar la complejidad de la obesidad infantil. Al integrar perspectivas desde
la medicina, la psicología, la nutrición, la sociología y otras disciplinas
relevantes, se puede obtener una comprensión más completa del problema y
desarrollar intervenciones más efectivas.
Desarrollo
El exceso
de peso infantil se ha convertido en un grave problema de salud pública que
afecta a un gran porcentaje de niños y adolescentes en España. Según las
estadísticas, la prevalencia de sobrepeso y obesidad en este grupo etario se
sitúa en torno al 33% entre los 5 y 19 años, y alrededor del 40% entre los menores
de 6 a 9 años. Estas cifras tan alarmantes representan un alto riesgo para la
salud de los menores, ya que el exceso de peso en la infancia se asocia con
numerosas complicaciones y comorbilidades, algunas de las cuales pueden
manifestarse incluso de forma prematura.
Ante esta
preocupante situación, cobra especial relevancia el análisis de los estilos de
vida y las prácticas relacionadas con la alimentación, el sedentarismo y la
actividad física, que juegan un papel fundamental en el desarrollo del exceso
de peso infantil. Tradicionalmente, estos factores han sido abordados desde una
perspectiva individual, atribuyéndolos a las elecciones y creencias personales
en materia de salud. Sin embargo, esta visión suele ignorar que las creencias y
las decisiones individuales están fuertemente influenciadas por el entorno
cultural, social e institucional en el que se desarrollan.
En
contraposición a esta perspectiva, existen enfoques alternativos que destacan
la importancia de la dimensión colectiva de los estilos de vida saludables.
Desde esta óptica, los estilos de vida se conciben como patrones y formas de
vida expresados en el marco de contextos específicos, y, por lo tanto, deben
analizarse teniendo en cuenta las influencias sociales, las expresiones
colectivas y las intervenciones institucionales que contribuyen a moldear la
estructura de oportunidades que facilita o dificulta la incorporación de
prácticas relacionadas con la salud.
Es decir,
los estilos de vida no se desarrollan de forma aislada, sino que están
influenciados por factores sociales, culturales y ambientales que pueden
promover o dificultar la adopción de hábitos saludables. Por ejemplo, la
disponibilidad y accesibilidad de alimentos nutritivos, la existencia de
espacios seguros para la actividad física, las normas culturales en torno a la
alimentación y el movimiento, las políticas públicas de promoción de la salud,
entre otros, son aspectos que inciden directamente en las decisiones y
comportamientos individuales.
Por lo
tanto, para abordar de manera efectiva el problema del exceso de peso infantil,
es fundamental considerar no solo las intervenciones dirigidas a modificar las
conductas individuales, sino también aquellas que buscan transformar el entorno
social, cultural y ambiental en el que se desarrollan los niños y adolescentes.
Esto implica la implementación de estrategias integrales que involucren a
diversos actores sociales, como las familias, las instituciones educativas, las
autoridades sanitarias, los medios de comunicación y la sociedad en general,
con el objetivo de crear entornos que faciliten y promuevan la adopción de
estilos de vida saludables desde una perspectiva colectiva y comunitaria.
Tabla
1. Valoración general de los artículos analizados
|
Artículo |
Autores |
Consideraciones |
|
Obesidad Infantil:
repercusiones post-pandemia y el factor escuela |
Almonacid y González, 2022 |
Analiza el impacto de la
pandemia de COVID-19 en el aumento de la obesidad infantil y el rol de las
escuelas en su prevención. |
|
Beneficios del ejercicio físico
en niños y niñas con sobrepeso y obesidad en Neiva-Huila, Colombia |
Audor et al., 2022 |
Destaca los beneficios del
ejercicio físico en niños con sobrepeso y obesidad en una región colombiana. |
|
Efecto de los juegos
pequeños en la obesidad de los niños de 5 a 8 años, en la Unidad Educativa
Particular Dr. Camilo Gallegos en el periodo lectivo 2022-2023 |
Boza, 2022 |
Evalúa el efecto de los
juegos pequeños en la obesidad infantil en un centro educativo particular. |
|
La obesidad infantil como
prioridad sanitaria. Pautas en la mejora del control de peso |
Ortega et al., 2022 |
Aborda la obesidad infantil como
una prioridad de salud pública y propone pautas para mejorar el control de
peso. |
|
Obesidad infantil y
adolescente: Educación en salud frente a la pandemia Covid-19 |
Validivia y Samillán, 2022 |
Analiza la importancia
de la educación en salud para prevenir la obesidad infantil y adolescente en
el contexto de la pandemia de COVID-19. |
|
Estrategias de Atención
Primaria en salud en cinco países latinoamericanos |
Torres y Herrera, 2021 |
Revisa las estrategias de atención
primaria en salud para abordar la obesidad infantil en cinco países
latinoamericanos. |
|
Plan de acción para la
prevención de accidentes aéreos en instrucción de vuelo desde el sistema de
clasificación y análisis de factores humanos (HFACS), asociados a la aviación
comercial en Colombia como contribución a la seguridad operacional |
Rocha, 2018 |
No está relacionado con
la obesidad infantil. |
|
Obesidad infantil y
métodos de intervención |
Vinueza, et al., 2022 |
Examina diferentes métodos de
intervención para prevenir y tratar la obesidad infantil. |
|
Obesidad en Cuba y otras
regiones del Mundo. Consideraciones generales y acciones nacionales de
prevención |
Rivas y de la Noval 2021 |
Analiza la obesidad
infantil en Cuba y otras regiones del mundo, así como las acciones nacionales
de prevención. |
|
Enfoque intersectorial y
responsabilidad social universitaria en la gestión del conocimiento sobre
actividad física y salud |
Nieves et al., 2020 |
Aborda el enfoque intersectorial y
la responsabilidad social universitaria en la gestión del conocimiento sobre
actividad física y salud, relacionado con la prevención de la obesidad
infantil. |
|
Obesidad infantil en la
era de COVID: La epidemia dentro de la pandemia |
Mogrovejo y Bermúdez, 2022 |
Examina el aumento de la
obesidad infantil durante la pandemia de COVID-19 y la considera una
"epidemia dentro de la pandemia". |
|
Factores determinantes en
la desnutrición infantil en San Juan y Martínez, 2020 |
Fernández et al., 2022 |
Se enfoca en los factores
determinantes de la desnutrición infantil en una región específica. |
Fuente: elaboración propia
Los
estudios anteriores plantean algunas consideraciones relevantes en relación a
los programas de intervención para abordar el exceso de peso infantil y la
obesidad. En primer lugar, se señala que, aunque la malnutrición por exceso es
un problema extendido a nivel global, los programas de intervención descritos
se concentran principalmente en regiones más desarrolladas. Esto puede generar
un sesgo al momento de transferir los resultados a otros contextos donde están
presentes factores socioculturales específicos, como valores y prácticas que
inciden en el abordaje de la obesidad. Por lo tanto, atender a la pertinencia
cultural se presenta como un desafío para la replicabilidad de estas
intervenciones en diferentes contextos.
En cuanto
a los aspectos metodológicos, se advierte un énfasis en los diseños de
investigación con control estricto de variables, con el objetivo de cautelar la
validez interna de los resultados. Los ensayos clínicos, por ejemplo, implican
un esfuerzo en la aleatorización y control de variables confesoras, lo cual
constituye un paso importante en la evaluación de la eficacia de las
intervenciones. Sin embargo, en programas implementados en contextos naturales,
no es posible el control estricto de variables, por lo que los desafíos se
orientan a diseñarlos en función de una sólida evidencia teórica y mecanismos
de evaluación rigurosos.
En este
sentido, el texto señala que casi dos tercios de las intervenciones revisadas
no presentan o no reportan antecedentes teóricos a la base de su diseño y
fundamentación. Esta ausencia de referentes teóricos ha sido reportada
previamente y, a pesar de que existe un amplio cuerpo de conocimientos sobre el
cambio conductual en salud, persiste un distanciamiento entre la teoría y su
aplicación práctica.
En
resumen, se destaca la importancia de considerar la pertinencia cultural al
momento de implementar programas de intervención para abordar el exceso de peso
y la obesidad infantil, ya que los factores socioculturales pueden influir en
la efectividad de estas iniciativas. Además, resalta la necesidad de fortalecer
los aspectos metodológicos, tanto en términos del control de variables como en
la fundamentación teórica sólida que sustente el diseño de las intervenciones.
Finalmente, se enfatiza la brecha existente entre la teoría y la práctica en
este ámbito, lo cual representa un desafío a abordar para mejorar la
efectividad de los programas de intervención.
En cuanto
a las variables de resultado, se destaca que las intervenciones privilegian
variables objetivas, siendo las más empleadas las medidas antropométricas,
principalmente el índice de masa corporal (IMC). Esto evidencia que la mayoría
de los programas se focalizan predominantemente en la reducción del peso
corporal.
Sin
embargo, es importante considerar que las variables de resultado también deben
centrarse en la modificación de la dieta o la adopción de otras conductas
saludables que no necesariamente impactan directamente en el estado
nutricional, especialmente cuando las intervenciones son breves. Además, no se
debe soslayar el efecto en variables psicológicas, como la autoestima, la
percepción de autoeficacia y la adaptación escolar, ni en indicadores
metabólicos y de riesgo cardiovascular, que pueden ser especialmente sensibles
al cambio conductual. Lo anterior permitiría prevenir los potenciales efectos
negativos de una excesiva focalización en el peso corporal, como la
discriminación por razones de peso o el centrarse excesivamente en la
apariencia corporal en lugar de en la salud y el bienestar.
Respecto a
la duración de las intervenciones, se percibe como una limitación el hecho de
que la mayoría de ellas tienen una duración menor o igual a 6 meses, ya que
existe evidencia de que los tratamientos con una duración superior a los seis
meses presentan mayor efectividad en la pérdida de peso corporal. Esto supone
desafíos en cuanto a la adherencia de los participantes, una limitación
reconocida en los estudios analizados, y que implica gestionar el soporte de
recursos financieros y humanos a los programas, así como contar con el apoyo
político, particularmente en el caso de intervenciones en contextos escolares o
comunitarios.
Finalmente,
se destaca que las intervenciones se caracterizan por ser multicomponentes, es
decir, emplean estrategias combinadas, siendo las más frecuentes las de
nutrición y actividad física. Existe evidencia respecto de las ventajas de
aproximarse al fenómeno de la obesidad de manera comprensiva e incluir, por
ejemplo, componentes psicosociales y contextuales que impliquen al niño y su
entorno más extendido.
Finalmente
hay que destacar que. se enfatiza la importancia de considerar variables de
resultado más allá del peso corporal, la necesidad de intervenciones de mayor
duración para lograr efectos más sostenidos, y la relevancia de adoptar
enfoques multicomponentes que aborden de manera integral los diversos factores
involucrados en el exceso de peso y la obesidad infantil.
Conclusiones
Existe un
creciente interés en la investigación y aplicación de intervenciones basadas en
la evidencia para prevenir y tratar la obesidad infantil. Estas intervenciones
incluyen enfoques multicomponentes que combinan la promoción de hábitos
alimentarios saludables, el fomento de la actividad física y el abordaje de
factores psicosociales y contextuales. Sin embargo, se requiere una mayor
articulación entre la teoría y la práctica, así como una evaluación rigurosa de
la efectividad y replicabilidad de estas intervenciones en diferentes contextos
socioculturales.
Existe un
reconocimiento creciente de la necesidad de adoptar enfoques intersectoriales y
de responsabilidad social para abordar de manera efectiva la obesidad infantil.
Esto implica la participación activa de diversos sectores, como el gobierno,
las instituciones educativas, las organizaciones comunitarias y el sector
privado, trabajando de manera coordinada y colaborativa para crear entornos
propicios para la adopción de estilos de vida saludables en la infancia y la
adolescencia.
Finalmente
hay que destacar que, la revisión de los artículos científicos destaca la magnitud
y complejidad del problema de la obesidad infantil, así como la necesidad de
implementar estrategias integrales, basadas en la evidencia y con un enfoque
intersectorial y de responsabilidad social para abordarlo de manera efectiva y
sostenible.
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