Revisión               Recibido: 20/10/2023      Aceptado: 16/01/2023

El modelo para la iniciación deportiva: sistematización de referentes teóricos

The model for sports initiation: systematization of theoretical references                             

Michael William Hernández Barcaz. Facultad de Cultura Física. Universidad de Granma (Cuba). [mhdezbarcaz@gmail.com]

José Solin Franco Velásquez. EESPP José Jiménez Borja (Perú). [jo_fra9@hotmail.com]

Gonzalo Giraldo García Camejo. Facultad de Cultura Física, Universidad de Granma (Cuba). [ggarciacamejo@gmail.com]

Resumen.

La iniciación deportiva es un proceso determinante en la pirámide de alto rendimiento de cualquier deporte. De ahí la importancia de la modelación científica de este proceso de iniciación, sustentado en teorías y principios generales y especiales de la pedagogía, la didáctica y el entrenamiento deportivo.  El objetivo fue sistematizar los referentes teóricos de los modelos científicos para el perfeccionamiento del proceso de iniciación deportiva. Métodos: en el proceso investigativo, se emplearon métodos teóricos y empíricos: analítico-sintético, inductivo-deductivo, revisión documental, entre otros. El estudio de los referentes teóricos permitió profundizar en el conocimiento del método modelación y de los modelos científicos en la iniciación deportiva. Desarrollo: la sistematización de los referentes teóricos de los modelos científicos va a nutrir a los profesores de herramientas para el perfeccionamiento de la iniciación deportiva, proceso que debe sustentarse en las teorías y principios generales y especiales de la pedagogía, la didáctica y el entrenamiento deportivo.

Palabras clave: modelo, iniciación deportiva, sistematización, referentes teóricos.
Abstract
Introduction: sports initiation is a determining process in the high performance pyramid of any sport. Hence the importance of scientific modeling of this initiation process, based on theories and general and special principles of pedagogy, didactics and sports training. Objective: to systematize the theoretical references of the scientific models for the improvement of the sports initiation process. Methods: in the research process, theoretical and empirical methods were used: analytical-synthetic, inductive-deductive, documentary review, among others. The study of the theoretical references allowed to deepen the knowledge of the modeling method and the scientific models in the sports initiation. Development: the systematization of the theoretical references of scientific models will nourish teachers with tools for the improvement of sports initiation, a process that must be based on the theories and general and special principles of pedagogy, didactics and sports training.

Keywords: model, sports initiation, systematization, theoretical references.

Introducción

Los esfuerzos para sistematizar el conocimiento (Hernández y Cumbrera, 2022a, pp.48-49), se remontan a los tiempos prehistóricos, como atestiguan los dibujos que los pueblos del paleolítico pintaban en las paredes de las cuevas, los datos numéricos grabados en hueso o piedra o los objetos fabricados por las civilizaciones del neolítico. Los testimonios escritos más antiguos de investigaciones protocientíficas proceden de las culturas mesopotámicas, y corresponden a listas de observaciones astronómicas, sustancias químicas o síntomas de enfermedades —además de numerosas tablas matemáticas— inscritas en caracteres cuneiformes sobre tablillas de arcilla.

(Bunge 2018 p.6), refiere: Mientras los animales inferiores sólo están en el mundo, el hombre trata de entenderlo; y sobre la base de su inteligencia imperfecta pero perfectible, del mundo, el hombre intenta enseñorearse de él para hacerlo más confortable. En este proceso, construye un mundo artificial: ese creciente cuerpo de ideas llamado "ciencia", que puede caracterizarse como conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por consiguiente falible. Por medio de la investigación científica, el hombre ha alcanzado una reconstrucción conceptual del mundo que es cada vez más amplia, profunda y exacta.

Por su parte, Barnechea y Morgan Tirado (2010, citados por Expósito y González, 2017 p.1), plantean que:

Se concibe la sistematización como la reconstrucción y reflexión analítica de una experiencia mediante la cual se interpreta lo sucedido para comprenderlo; por lo tanto, esta permite obtener conocimientos consistentes y sustentados, comunicarlos, confrontar la experiencia con otras y con el conocimiento teórico existente, y así contribuir a una acumulación de conocimientos generados desde y para la práctica.

En este sentido, (Expósito y González 2017 p.3), explican que:

En el proceso de sistematización de experiencias hay una intencionalidad transformadora, creadora y no pasivamente reproductora de la realidad social que anima a realizarla como parte de un proceso más amplio. El factor transformador no es la sistematización en sí misma, sino las personas que, al sistematizar fortalecen su capacidad de impulsar praxis transformadoras, o sea el proceso de sistematización como tal, constituye un resultado científico, que lleva a la transformación de quienes lo realizan.

De ahí la intencionalidad del presente artículo de sistematizar los referentes teóricos sobre los modelos en la iniciación deportiva para el perfeccionamiento del proceso. Para ellos se debe partir de definiciones de modelo y aproximarse al método de modelación. En este proceso investigativo, se emplearon métodos teóricos y empíricos, entre ellos: analítico-sintético, inductivo-deductivo y revisión documental.

Desarrollo

El Wikcionario (2023), refiere: modelo viene del italiano modelo, y este del italiano antiguo modelo, del latín vulgar modellum o modellus, del latín modulus y –ellus, de modus y –ulus. En este, la primera acepción de modelo refiere: “Representación gráfica o esquemática de una realidad, sirve para organizar y comunicar de forma clara los elementos que involucran un todo”.

(De Armas et al. 2003, citados por Tamayo, Roca y Nápoles, 2017, p.82), plantean: “En la literatura relacionada con el tema existe un gran número de definiciones sobre modelo […]”. Estos autores, además, afirman que Shtoff, Gastón et al. (1996), concuerdan en sus conceptos, al entenderlo como sistema o instrumento de la investigación, concebido mentalmente o realizado en forma material. Asimismo, reconocen que permite revelar y estudiar nuevas cualidades y relaciones del objeto de estudio.

Del mismo modo, De Armas et al. (2003), citados por (Tamayo et al. 2017 p.82), asientan que: “el modelo es una construcción general dirigida a la representación del funcionamiento de un objeto a partir de una comprensión teórica distinta a las existentes”.

(Tamayo et al. 2017 p.80), apuntan:

La modelación es un método muy empleado en la actualidad para el desarrollo de las investigaciones. Consiste en la creación, mediante abstracciones, de un objeto modelado con los rasgos esenciales del objeto real, lo que permite explicar los rasgos y particularidades con más facilidad. El modelo es un eslabón intermedio entre el objeto y el sujeto y permite descubrir nuevas relaciones y regularidades que no son visibles en la realidad.

El modelo teórico conceptual establece las conexiones con el problema, los objetivos y los métodos que se utilizan para llevar a cabo la investigación a partir de las bases teóricas que permiten el estudio del problema a solucionar; para su caracterización se utilizan los conceptos, las leyes y las teorías.

Como bien sostienen (Tamayo et al. 2017 p.80), el modelo se transforma en una herramienta de la investigación, “de carácter material o teórico, que tiende a reproducir, simplificada y subjetivamente, la parte de la realidad objetiva que se estudia. Suele expresarse como diseño de estrategias, formas, tecnologías, instrumentos o proyectos curriculares”.

Por ello, (Tamayo et al. 2017 p.80) enfatizan que: “[…] se requiere de mayores esfuerzos por parte de los investigadores en cuanto a cómo elaborar la figura epistémica del nivel teórico y qué alternativas pueden ser utilizadas para su diseño.

Una investigación, según Bandura (1997, citado por Hernández, 2022), es considerable en diversos dominios y se apoya en los principios de la teoría cognitiva social, señalando la efectividad del modelado como un factor importante en la alteración de los comportamientos humanos. Por otra parte, Hernández (2022) también cita a (Baranowski 2002 p.26), quien afirmó: “Se ha demostrado que los modelos son eficaces para trabajar con conductas alimentarias negativas y abuso de sustancias (por ejemplo, alcohol, fumar) y para influir en el uso del cinturón de seguridad”.

De igual modo, Hernández (2022) cita a (Maddalozzo, et. al. (1999 p.26): “En el dominio psicomotor, una extensa investigación ha encontrado que el modelado puede desempeñar un papel importante en la adquisición de habilidades motoras”.  Asimismo, Hernández (2022), refiere que la utilización de modelos también puede promover percepciones de competencia y sentimientos de autoeficacia. Y pone de ejemplo a Weiss, McCullagh, Smith & Berlant (1998), quienes acertaron que el uso de modelos contribuyó “a disminuir el miedo entre los nadadores jóvenes y temerosos, ayudó a aumentar sus percepciones de autoeficacia y ayudó a aprender a nadar” (p.26).

Por otra parte, Moore (1991, citado por Hernández 2022 p.26), señala: “La investigación sobre modelos relacionados con un estilo de vida físicamente activo indica que los hijos de padres físicamente activos (es decir, los modelos paternos) tienen más probabilidades de ser activos que los hijos de padres sedentarios”. Y (Villagrán 2010, citado por Hernández 2022 p.26), concluye: “[…] la evidencia sugiere que los niños que son activos con sus padres probablemente sean más activos que los niños que no hacen ejercicio con sus padres”.

Hernández (2022), relaciona las partes generales del modelo científico:

- Reglas de representación del aporte y la salida. Las reglas de representación permiten construir partiendo de una realidad física definir un conjunto de datos de entrada o input, a partir de los cuales el modelo proporcionará un output o resultado final, que también será una interpretación del efecto de las condiciones iníciales elegidas sobre la realidad.

- Estructura interna que dependerá del tipo de modelo. Esta estructura interna permite definir una correspondencia entre el aporte y la salida. Un modelo es determinista si al mismo aporte le corresponde la misma salida y no determinista si al mismo aporte pueden corresponderle diferentes salidas (p.28).

Y, este autor, agrega:

Naturalmente tanto las reglas de representación como el funcionamiento o lógica interna del modelo solo tendrán sentido en un determinado ámbito científico. En situaciones ajenas al ámbito del modelo puede no existir una representación adecuada de los datos o los resultados no ser interpretables en términos reales, o puede ser que la estructura interna no sea adecuada o válida para ese tipo de situación fuera del ámbito normal del modelo (Hernández 2022, p.28).

Por su parte, Tamayo et al. (2017) enumera los rasgos generales del modelo, que sugieren considerar en el proceso de construcción de este:

1. Es una interpretación (que incluye la representación) del objeto de investigación que aporta a partir de aristas distintas a las existentes, nuevos conocimientos respecto a sus características, propiedades y relaciones esenciales y funcionales.

2. Es una construcción teórica que interpreta, diseña y reproduce simplificadamente la realidad o parte de ella en correspondencia con una necesidad histórica concreta y de una teoría referencial.

3. El modelo tiene un carácter sintético, intensivo, ya que no describe una estructura concreta sino mediante un proceso de abstracción, se aparta de la realidad perceptible y subraya frecuentemente hasta el extremo lógico, cierto atributo importante para la solución del problema.

4. En el modelo el investigador modifica el aspecto dinámico del desarrollo del objeto (principios, modos de regulación, mecanismos de gestión).

5. En el modelo el objeto real se traduce abreviada, comprimida o sintéticamente.

6. El modelo generalmente refiere al aspecto más interno del objeto.

7. El modelo enfatiza en el planteamiento de una nueva interpretación del objeto o de una parte del mismo mediante la revelación de nuevas cualidades o funciones.

8. La diversidad de modelos en ocasiones contradictorios, referidos a un mismo objeto está determinada por las posiciones teóricas que se asumen para el análisis del objeto de estudio (pp.83-84).

El modelo deportivo

Hernández (2022), también hace referencia a la clasificación de los modelos científicos atendiendo a su estructura interna (p.29); de igual modo, tipifica las representaciones de los modelos (pp.29-31), entre ellos hace alusión al modelo deportivo y sus variantes. En este sentido, expone:

Modelo Deportivo: estudia las diferentes variables, principios, métodos y elementos que influyen en los deportes competitivos de rendimiento, con el propósito de producir conocimientos científicos y tecnológicos, que a través de las ciencias aplicadas permitan diseñar, impulsar y perfeccionar un nuevo modelo para el deporte. Su ámbito de atención es el deportivo-competitivo, y pretende la creación de programas que permitan detectar, desarrollar y evaluar talentos deportivos para que logren alcanzar un alto rendimiento y de esta manera puedan ubicarse entre los mejores atletas a nivel nacional e internacional, de ellos los más difundidos son:

- Modelo espontáneo natural: Este se caracteriza por una muestra basada en una gran masa de practicantes donde por decantación emerge la elite, resulta de un bajo costo económico, ahorro de recursos humanos y no requiere de gran organización. Como principales desventajas se le atribuye que deja la selección al azar, ignora un amplio sector de potenciales deportistas, no logra detectar a los individuos más aptos para cada modalidad, no tiene en cuenta criterios científicos, no se realiza de forma periódica, no permite una adecuada orientación deportiva y el tiempo para llegar a la elite se alarga.

- Modelo racional científico: Este permite hacer un análisis de la trayectoria de los campeones, pues se basa en estudios longitudinales y evolutivos, discriminando mejor a los futuros campeones, elimina los errores que pueden aparecer cuando se tiene en cuenta solo el factor rendimiento, evita que se inicien niños que luego no responden a las expectativas, se logra una selección por etapas de forma cronológica, reduce el tiempo para alcanzar la elite, eleva la eficacia del entrenamiento y del entrenador, incluye el estudio de aspectos morfológicos y funcionales, condicionales, psíquicos, sociológicos y motivacionales. Sus inconvenientes están dados en que representa un alto costo organizacional y económico, necesita amplia estructura tanto para la selección como para su seguimiento, precisa de técnicos altamente calificados, requiere de un gran rigor en el control sistemático de la muestra poblacional.

- Modelo económico: Esta basado en hacer inversiones en talentos ya confirmados por sus resultados en competencias internacionales de cadetes o juniors. Se proyecta hacia la obtención de recursos económicos (públicos o privados) por medio de ayudas o subvenciones, lo que permite costear los gastos de la preparación de ese deportista y promover su participación en la alta competición, dejando ganancias para el patrocinador, manacher, etc. (pp.30-31)

Asimismo, (Hernández 2022, p.31) tiene en cuenta a otros modelos deportivos y cita a: Modelo diferencial de Gagné (1993), Análisis de las trayectorias de campeones (Anciaux et. al., 1981; Nadori, 1987; Cazorla, 1989; Chambliss, 1989), Construcción del perfil de referencia para el alto nivel (Montpetic y Cazorla, 1982); Modelos longitudinales y evolutivos (Salmela y Regnier, 1983).

De ahí, la necesidad de buscar una práctica deportiva de excelencia, lo cual implica la constancia en el estudio de la teoría y metodología del entrenamiento deportivos, en la sistemática investigación en el área del conocimiento de la preparación del deportista, con la aplicación de las ciencias auxiliares, en busca del desarrollo integral, rendimientos deportivos, durabilidad y longevidad de los atletas, que se traduzca en calidad de vida.

Los  modelos deportivos son acciones sistematizadas, desde las que los profesores de los diferentes niveles y categorías de la preparación afrontan día a día en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Estos modelos se fundamentan en teorías y principios, que garantizan el desempeño profesional del profesor. 

Desde el contexto español, Arriscado y Dalmau (2009), plantean que la iniciación deportiva: “se recoge en el currículo del Área de Educación Física y es un fenómeno social en los patios de los colegios, situándose como una de las primeras opciones de ocio de los más jóvenes”. Estos autores, citan a (Blázquez1986 p.4), quien la entiende como: “el periodo en que el niño empieza a aprender de forma específica la práctica de uno o varios deportes”.

Según Arriscado y Dalmau (2009), en el contexto de la iniciación deportiva, existen en la actualidad dos tendencias claramente diferenciadas: por una parte, el modelo técnico hegemónico y, por otra, los modelos alternativos, también denominados activos o comprensivos. En el modelo técnico se destacan Sánchez Bañuelos (1986) y en los alternativos destacan Blázquez (1998), Castejón (1995) y Contreras, De la Torre y Velázquez (2001).

En este sentido, es preciso reflejar los rasgos característicos de estos modelos, así García (1990, citado por Arriscado y Dalmau, 2009 p.5), señala que el modelo de enseñanza tradicional o técnico “responde a las necesidades de una sociedad industrial que trata de lograr los máximos rendimientos”. Ello ha llevado a que los objetivos de la iniciación deportiva se dirijan al logro de altos resultados. Según estos autores, fue lo que llevó a que este modelo se fuera apartando de la táctica para centrarse en el aprendizaje de habilidades técnicas.

Pretendiendo caracterizar la iniciación deportiva, García et. al. (2022), y después de analizar diferentes definiciones, plantean que es evidente que este proceso se enfoca hacia el alto rendimiento, “sin asumir cuestiones relacionadas con la organización de los contenidos y obvian de alguna manera el cumplimiento de objetivos pedagógicos, así como características del contexto y de la edad, sus fines cognitivos, afectivos y motivacionales”. Y, seguidamente, hacen alusión a Hernández (2000), que había sido citado por (García 2019 p. 136), quien planteó:

La iniciación deportiva es el proceso que comprende el aprendizaje inicial de un deporte o varios deportes de una forma específica. Con énfasis en que la iniciación comienza en el instante que el proceso de aprendizaje crea los conocimientos de uno o varios deportes en el barrio, con amigos o de manera especializadas en la educación física y áreas deportivas.

Desde la perspectiva de los autores, en la iniciación deportiva en Cuba, con algunas excepciones, persiste la práctica deportiva selectiva, la cual busca el éxito competitivo a corto plazo, sin tener en cuenta las necesidades, posibilidades y potencialidades del educando para contribuir a su formación básica general,  lo que limita la participación.

Así, García (2019), citado por (García et al. 2022 p. 138), refiriéndose al ajedrez en Cuba, resume:

La iniciación deportiva, como objeto, está dirigida a la búsqueda de talento para el logro de altos rendimientos. El problema se expresa en la necesidad de la búsqueda de niñas y niños talentosos, por lo que existen limitaciones en la visualización como proceso de enseñanza–aprendizaje dirigido a la adquisición de conocimientos, habilidades básicas ajedrecísticas y valores.

Al llevarlo a diferentes deportes, desde la visión de García (2019), los autores definen a la iniciación deportiva, desde las instituciones deportivas de base, como el proceso sistémico, sistemático, flexible y dinámico de enseñanza–aprendizaje, dirigido a la adquisición de conocimientos, habilidades, capacidades, sentimientos y valores, desde el momento que el sujeto toma contacto con el deporte, con la guía especializada del profesor, hasta que es capaz de practicarlo con acatamiento a las reglas y leyes del mismo, y alcanzar una formación básica especial. Ello se traduce en haber logrado una preparación básica integral para poder iniciar un proceso de perfeccionamiento deportivo hacia el logro de altos rendimientos.

Así, de manera general, (Barcaz y Cumbrera 2022b p.16), precisan:

La Formación Deportiva, como proceso integral y multifactorial, se encarga de dotar a niños y jóvenes, de una serie de capacidades, desde el punto de vista físico, funcional, motriz, intelectual y moral, que les permiten a éstos, realizar de forma exitosa la práctica de una modalidad deportiva, con predicciones bastantes favorables de cara al futuro.

Al compartir los criterios de García (2019), el modelo tradicional tiene limitaciones para llevar a cabo un proceso de iniciación deportiva desarrollador, pues es insuficiente en la apropiación de habilidades, capacidades físicas e intelectuales en armonía con la formación de motivaciones, cualidades, sentimientos y valores, de manera que promueva la formación integral del escolar.

Lo anterior coincide con los criterios de Ruiz, García y Casimiro (2001), citados por (Arriscado y Dalmau 2009 p.6):

[…] los planteamientos pedagógicos del modelo de enseñanza tradicional distan mucho de las necesidades e intereses de los niños, ya que las tareas son poco motivantes. Además, la adquisición de destrezas queda en entredicho, puesto que no se desarrollan en contextos reales, viéndose limitados tanto los mecanismos perceptivo y decisivo, como la creatividad del aprendiz.

En este sentido, (Blázquez 1998, citado por Arriscado y Dalmau, 2009 p.6), refiere que “el sujeto no es capaz de adaptar los aprendizajes a las características de dicho contexto, por lo que los mismos carecen de significado”.

En la década de 1970 aparecieron los modelos alternativos, también llamados compresivos o activos, que se fundamentan en los elementos tácticos. Sobre ellos, Blázquez (1998, citado por Arriscado y Dalmau, 2009 p.7), apunta:

[…] con los nuevos modelos de enseñanza se persigue que los jugadores comprendan el sentido de aquello que aprenden, en lugar de repetirlo mecánicamente sin entender el porqué. Estos modelos alternativos no se centran en el resultado, sino en la tarea, con lo que aprender se convierte en el objetivo a conseguir.

Al respecto, (Evangelio et. al. 2016, p.308), confirman que:

La alternativa a estos modelos Tradicionales, se encuentra en metodologías alternativas e innovadoras, entre las que se pueden destacar los modelos comprensivos, como el TGfU (Bunker y Thrpe, 1982; Kirk y MacPhail, 2002), la aproximación del juego (game aproach, Mitchell, Oslin y Griffi, 2006), o el Modelo de Educación Deportiva (MED, en adelante) (González-Víllora et al., 2009; Siedentop, 1994; Siedentop et al., 2011; Wallhead y O´Sullivan, 2005).

De acuerdo a Castejón, Giménez, Jiménez y López (2003), citado por Arriscado y Dalmau (2009), en los modelos alternativos:

El entrenador es un guía del proceso que fomenta la creatividad y capacidad de reflexión del niño, de modo que, además del desarrollo motor, estamos facilitando el progreso cognitivo. Uno de los rasgos más importantes de los modelos activos es la búsqueda de un aprendizaje significativo y relevante, en el que las tareas se relacionan entre sí y el jugador es capaz de aplicar lo aprendido en situaciones reales de juego, hecho que despierta una gran motivación en la práctica. (p.7)

Por su parte, (Velázquez 2023 p.107), desde el contexto de juegos con pelotas, plantea:

[…] la idea es partir de juegos sencillos que se van modificando progresivamente para hacerlos más complejos, de modo que los participantes puedan comprender los principios tácticos de estos e implementar acciones basadas en ellos para obtener ventaja
con respecto al equipo contrario. Esa comprensión táctica llevará a los jugadores irremediablemente a plantear la necesidad de incidir sobre los elementos técnicos que le aseguren el éxito en eso que necesita hacer.

Después de analizar la tendencia metodológica en el deporte de base, en cuanto a los modelos de enseñanza de la iniciación deportiva, y desde la perspectiva de los monitores, Arriscado y Dalmau (2009) refieren que, aunque quedan características propias del modelo tradicional, poco a poco los modelos comprensivos se han introducido en la iniciación extraescolar. Por ello, consideran a la formación como la línea principal de intervención.

Estrada, Estrada y Hernández (2020) hacen referencia a Bruner y Linaza (1984, citado por Ruiz, 1996 p.729), quienes plantearon la necesidad de “... defender un nuevo concepto de aprendizaje en el que se exija comprensión por parte del que aprende y no la mera realización de acciones que no entiende”.

En su propuesta, Alamó et. al. (2011 p.95), concluyen:

[…] los modelos de enseñanza que proponen situaciones para propiciar el descubrimiento y la indagación de los alumnos son los más efectivos para la adquisición de conocimientos. Sin embargo, hay que considerar el deporte elegido; el nivel de los alumnos que participan en la investigación; el número de sesiones en que se ha establecido; los modelos de enseñanza escogidos; las variables y la forma de medirlas.

En la enseñanza deportiva, una de las propuestas más conocidas en la actualidad es el modelo integrado técnico-táctico (MIT-T), del que (López (2016 p.65) refiere: “Ello implica, entre otros aspectos, trabajar conjunta e integradamente las dimensiones técnica y táctica de las acciones deportivas. Es decir, aprender la dimensión técnica en situaciones tácticas y la táctica en condiciones de exigencia técnica”.

Por su parte, Estrada et al. (2020), también hace referencia al MIT-T, desde las consideraciones de Castejón & López (1997); López & Castejón (1998 y 2005):

La teoría que se sustenta el modelo integrador es sobre la base de los modelos técnicos y los modelos alternativos, teniendo en cuenta los proyectos para la formación de los pequeños futbolistas y la influencia de la enseñanza tecnología. Es utilizar los modelos existentes, acorde al proceso de formación del futbolista y las etapas de desarrollo del individuo. (p.732)

Sobre la preparación que debe tener el profesor en el proceso de iniciación deportiva, Ruiz (1996, citado por Estrada et al., 2020 pp.729-730), plantea que el reto está en saber cómo facilitar ese conocimiento desde los primeros pasos de la iniciación, de manera que los educandos desde el principio puedan  gestionar sus recursos cognitivo-motrices y así poder solucionar los problemas deportivos sin tener que esperar al dominio de las técnicas.

En este sentido, García (2019, citado por García et al., 2022 p.138), refiere que la didáctica que se aplica parte de la teoría, cuando lo ideal es que parta de la práctica, “lo que significa iniciar desde las características o situación concreta que el grupo de escolares tiene: es decir, partir de lo que ellos piensan, saben, sienten, viven, hacen o conocen, respecto al tema que se va a trabajar”.

Por tanto, al asumir a García (2019), se puede concluir que la iniciación deportiva requiere de profesores con una elevada preparación, que elijan un modelo en el que apliquen métodos y procedimientos específicos para la disciplina deportiva, que tengan presente las necesidades, posibilidades y potencialidades de los educandos, sus motivaciones, ritmos de aprendizaje, vivencias, experiencias; de esta manera podrán contribuir a desarrollar los procesos mentales y las potencialidades deportivas. Es necesario ofrecerles la orientación hacia el logro de conocimientos, habilidades y valores para la práctica deportiva y social.

Conclusiones

La sistematización de los referentes teóricos permitió profundizar en el conocimiento del método modelación y del modelo científico para el perfeccionamiento del proceso de iniciación deportiva, valido para diferentes contextos y deportes.

El estudio de los referentes ha facilitado diferencias a los modelos deportivos: los técnico tradicionales establecen un proceso analítico-mecanicista, a partir de una enseñanza directiva del entrenador; por su parte, los alternativos desarrollan un proceso de enseñanza con el educando como sujeto activo, pues utilizan métodos de enseñanza desde la indagación y el descubrimiento, siendo los más efectivos, siempre considerando el deporte que practican.

A partir de estos últimos modelos, surgió la propuesta del modelo integrado técnico táctico (MIT-T), que tiene la intención de enseñar el deporte integrando los dos componentes de la preparación.

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